2009/03/06

Toquemos madera para que la "expansión cuantitativa" funcione

por John Authers. Financial Times.

Las palabras ya han dejado de mover el mercado. Pero las acciones concretas y detalladas y algo de dinero encima de la mesa, sin embargo, pueden tener impacto.


Ayer, el Banco de Inglaterra desveló su plan para comprar deuda pública a largo plazo, conocido como "expansión cuantitativa", que hará el dinero más barato reduciendo los tipos de interés de esos bonos. En torno a estos tipos gira buena parte de la financiación a largo plazo [de empresas y hogares]*.

Todo el mundo sabía que la institución iba a tomar esta medida, pero el efecto de cuantificar la expansión cuantitativa fue dramático. Los 75.000 millones de libras que se va a gastar inicialmente fue mucho más de lo que se esperaba inicialmente, y presionó a la baja la rentabilidad de la deuda británica a diez años en 0,35 puntos porcentuales, hasta el 3,28%, en niveles muy próximos a los mínimos marcados durante la crisis, en diciembre pasado.

Durante los dos últimos meses ha crecido el miedo a que la emisión extra de deuda que será necesaria para financiar el déficit público de Reino Unido pueda hacer bajar los precios de esos títulos y, en consecuencia, subir las rentabilidades [exactamente lo opuesto a lo que pretende la expansión cuantitativa]*. El plan desvelado ayer, por ahora, ha sido suficiente para erradicar esos miedos. El Banco de Inglaterra será el primer gran banco central en emprender una medida como esta durante esta crisis. Pero otros le seguirán.

El mercado parece que valora un poco de honestidad. Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, admitió ayer que "toca madera" con las expectativas de inflación, al cortar los tipos de interés a mínimos históricos. Su candor no provocó un hundimiento del euro.

Mientras tanto, las acciones cayeron después de que la administración china recordara al mundo que, al igual que están haciendo sus colegas occidentales, ellos pueden exagerar las expectativas para luego no cumplirlas. Y a pesar de los indicios desvelados inicialmente, no va a haber ningún plan público de estímulo fiscal.

La crisis de confianza es especialmente grave en los bancos estadounidenses, que en estos momentos cotizan a la mitad del valor en libros de sus balances. Y mientras tanto, la libra apenas se ha movido con el dólar, a pesar de la caída de la rentabilidad de los bonos, lo que muestra que el mercado piensa que la expansión cuantitativa podría funcionar. Todos saldríamos beneficiados si funcionara. Toquemos madera.

*(Nota del Traductor)

Dos bancos centrales, una única respuesta

por Editorial. Financial Times

Los comités del Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo encargados de fijar los tipos de interés se reunieron el jueves. Ambos afrontan crisis económicas similares, pero ofrecieron respuestas muy distintas a los problemas que se les presentan. El banco central británico está actuando en proporción a la severidad de la crisis. Las medidas de la autoridad monetaria de la eurozona son demasiado escasas.


La economía británica aún se muestra apagada y renqueante. La producción cayó un 1,5% en el cuarto trimestre y el desempleo se está acelerando. La tasa anual de inflación se sitúa en la actualidad en el 3% –y cayendo–. El banco hace bien en preocuparse por impedir que la caída de los precios acabe consolidándose en deflación.

El jueves, el Banco de Inglaterra recortó los tipos de interés en 50 puntos básicos hasta el 0,5%: ha recortado un total de 450 puntos básicos en los últimos seis meses. Pero, con los bancos congelados, los tipos de interés son una palanca sin apenas influencia. Reducir el coste de los créditos ayuda en poco a los prestatarios cuando las entidades crediticias disponen de tan poca financiación.

Pese a la agresiva reducción, el suministro de dinero para las empresas no financieras ha caído de forma espectacular y las condiciones de crédito para los hogares se han endurecido. En consecuencia, el banco hace lo correcto al recurrir a medidas poco convencionales. El comité de política monetaria ha decidido iniciar una “relajación cuantitativa”. Creará reservas con las que comprar, en primera instancia, 75.000 millones de libras (84.294 millones de euros) de papel del Estado y bonos corporativos.

Este proceso se conoce coloquialmente como “imprimir dinero”. Pero, en realidad, el dinero se creará de forma electrónica –la forma que adopta diariamente dentro de los bancos centrales mundiales–. La diferencia entre la relajación cuantitativa y la política monetaria convencional es que en lugar de establecer los del crédito, los bancos centrales usan sus herramientas para incrementar el suministro de dinero. El sistema financiero aún ha de ser reparado pero la relajación ayuda a suavizar las condiciones de crédito y liquidez de forma directa.

El banco aumentará el suministro de dinero cuando admita libremente que no sabe cuáles son los efectos multiplicadores que existen entre el suministro de dinero y la producción. Experimentará. Pero si bien las alusiones a las divisas devaluadas de la Alemania de Weimar y de la moderna Zimbabwe son habituales, son erróneas. La relajación cuantitativa no generará hiperinflación. La inflación es en la actualidad demasiado baja, y el nuevo dinero se puede destruir con extrema rapidez.

El BCE, también, está al cargo de un área sumida en una seria recesión. Él tampoco consigue su objetivo de inflación, y no hay en marcha ninguna medida fiscal significativa para sostener suficientemente la demanda. También debería estar implementando reducciones cuantitativas. Pero la autoridad de la eurozona decidió llevar a cabo una reducción de 50 puntos básicos hasta el 1,5%, y no más.

Al BCE se le presenta una labor más complicada que al Banco de Inglaterra: supervisa 16 jurisdicciones. ¿Qué bonos gubernamentales compraría? ¿Y de qué bancos? En cualquier caso, son dificultades políticas que el BCE puede –y debe– superar. Cuanto más tarde, mayores y menos convencionales serán las medidas que habrá de tomar. No puede esperar que esta recesión desaparezca por sí sola. El BCE debe afrontar la crisis.

The Financial Times Limited 2009. All Rights Reserved.

2009/03/05

Londres confía en los extranjeros para reactivar el mercado inmobiliario

Roberto Casado Londres

La caída de precios inmobiliarios y la depreciación de la libra frente al euro empiezan a atraer compradores europeos de viviendas a la capital británica. Pero algunos analistas temen que el sector no haya tocado suelo.

Los responsables de una sucursal bancaria en Londres relatan que uno de sus clientes españoles acaba de cerrar la adquisición de un apartamento cerca de Sloane Square, una de las zonas más caras de la capital británica, por 440.000 libras. Hace un año, su dueño pedía unas 700.000 libras.

El descenso de precios, calculado en la moneda británica, asciende a un 35%. Pero si se calcula en euros, la caída del valor de la vivienda se dispara hasta cerca del 50%, gracias a la fuerte depreciación de la libra de los últimos doce meses.

Ese efecto acumulado de la crisis inmobiliaria y del descenso de valor de la moneda británica ha elevado el interés de los inversores extranjeros por las propiedades residenciales de Londres, según algunas de las principales agencias que comercializan ese tipo de inmuebles.

Hamptons International asegura que «en el cuarto trimestre de 2008, se produjo un aumento del 20% en el número de compradores europeos en propiedades del centro de Londres». Según esta firma, una casa que costaba un millón de libras al final de 2007, ahora cuesta 470.000 libras para un inversor estadounidense y 515.000 para una persona de la Eurozona.

Comprador internacional

La agencia Knight Frank indica que el número de clientes extranjeros que registró su interés por el mercado londinense en enero de 2009 aumentó un 35% respecto al mes anterior.

No sólo europeos, sino también estadounidenses, japoneses y, sobre todo, ciudadanos de Oriente Medio han empezado a husmear en busca de posibles gangas londinenses. Liam Bailey, director de investigación de la división residencial de Knight Frank, asegura que «si la debilidad de la libra se mantiene, la demanda de millonarios extranjeros aumentará, compensando en parte las menores ganancias de los compradores de la City (ejecutivos del sector financiero londinense)».

Charlie Bubear, el director de la sucursal de la agencia Savills en el barrio de Knightsbridge, una de las zonas más elitistas de Londres, explica que su oficina «ha cerrado varias operaciones de compraventa de propiedades por parte de extranjeros. Los más activos son los italianos, seguidos por los franceses. Un portugués también ha comprado una vivienda a través de nuestra agencia. Los españoles no están muy activos».

Según Bubear, las personas que acuden a su agencia «están comprando propiedades de precios alrededor del medio millón de libras, y pagan en metálico, sin recurrir a hipotecas». En un banco español en Londres aseguran haber recibido «un par de consultas» por parte de españoles interesados en conseguir un crédito para invertir en residencias de la capital británica.

Las agencias confían en que esa llegada de compradores extranjeros, unida al escaso incentivo para vender que tienen los actuales propietarios, contribuya a estabilizar los precios inmobiliarios en Londres, al producirse un aumento de la demanda frente a la oferta. Hamptons dice que el número de propiedades a la venta ha bajado un 25% desde mayo, ya que los dueños aguardan tiempos mejores.

La agencia Faron Sutaria ha enviado cartas a los propietarios de casas en el barrio de South Kensington para animarles a poner sus casas en venta ante el «elevado volumen de compradores extranjeros» interesados en la zona.

Pero muchos analistas creen que esa actividad es un espejismo y todavía existe recorrido a la baja en los precios de Londres por el impacto de la crisis financiera, la restricción del crédito y el aumento del desempleo. Knight Frank cree que la caída acumulada de precios en el centro de la capital alcanzará el 35%, y ahora va por el 21,4%. Savills espera un descenso del 10% durante 2009.

Por tanto, la decisión de inversión para un europeo depende de las expectativas de los tipos de cambio, algo casi imposible de predecir. Quien espere una revalorización de la libra, debería comprar ya. Aquellos que apuestan por la fortaleza del euro a largo plazo, todavía pueden esperar.

En este terreno, los expertos discrepan. Rob Bruce, director de Investigación de Mercados de Hamptons International, cree que «la debilidad continuada de la libra seguirá trayendo un flujo de compradores internacionales al mercado británico durante los próximos seis meses». Una visión opuesta es la de Liam Bailey, quien considera que los europeos interesados en el sector inmobiliario londinense deben darse prisa, porque «existe una previsión general de que el valor del euro se debilitará a lo largo del año. Por tanto, los europeos tienen una corta oportunidad de comprar propiedades de calidad a precios baratos».

Pero al margen de coyunturas, las inmobiliarias coinciden en que quienes confían en el futuro de Londres como gran capital internacional tienen ahora una buena oportunidad de compra. Al menos, mejor que la de hace un año.

Un piso por 33 millones de libras

Una de las características especiales del mercado inmobiliario de Londres es la existencia de un segmento de viviendas de súper lujo, con precios multimillonarios. Hasta la mitad de 2008, estas propiedades aguantaron la crisis gracias a las adquisiciones de inversores de Oriente Medio, Rusia e India. Pero la llegada de los problemas económicos a esas zonas del globo secó esa demanda, provocando una rápida corrección de precios.

Ahora, ese segmento vuelve a reactivarse, dicen en Savills, que tiene a la venta el apartamento más caro de Londres: 33 millones de libras por un piso junto a Hyde Park atendido por la cadena hotelera Hyatt. Según Alex Christian, de Savills, "hay interés en la propiedad por parte de inversores de varias nacionalidades, sobre todo de Oriente Medio y de las antiguas repúblicas soviéticas. Se trata de compradores en dólares que ven que el precio del apartamento es una ganga si se compara con el que tenía".

Fuente: Expansión

Los mercados de EE.UU. cierran en alza impulsados por China

Dow Jones Newswires

NUEVA YORK (Dow Jones)--Los principales índices de acciones en Estados Unidos cerraron el miércoles al alza, impulsados por las esperanzas de que China pueda encabezar una recuperación económica mundial.

Las alzas fueron motivadas además por la búsqueda de gangas luego que el mercado descendiera durante cinco sesiones consecutivas y cerrara el martes en sus niveles más bajos en 12 años.

El Promedio Industrial Dow Jones ascendió 150 puntos, o el 2,2%, a 6876; el índice S&P 500 trepó 17 puntos, o el 2,4%, a 713 y el Índice Compuesto Nasdaq subió 33, o el 2,5%, a 1354.

En China, el índice compuesto de Shangai subió el miércoles más del 6%, gracias a cifras económicas prometedoras publicadas en el país asiático y antes de la realización del Congreso Nacional Popular.

China informó que su Índice de Gestores de Compras en el sector manufacturero aumentó en febrero a 49,0 desde el nivel de 45,3 en enero. Se trata de la tercera subida mensual consecutiva y contribuyó aumentar las esperanzas de que la economía china se está estabilizando.

Además, el primer ministro chino, Wen Jiabao, podría anunciar el jueves un aumento al doble del actual paquete de estímulo económico de US$585.000 millones durante el inicio del período de sesiones del Congreso Popular Nacional.

Los precios del petróleo subieron, para cerrar en un máximo de casi cinco semanas de US$45,38. Los futuros sobre la carne de cerdo, el maíz, el café, el cobre y el azúcar también registraron alzas. El índice Dow Jones-AIG Commodity Index, mide el desempeño del sector de los bienes básicos, subió más del 3%.

Entre los componentes del Dow, Alcoa avanzó el 12,8% a US$6,24 y Caterpillar subió un 13,2% a US$25,44. General Motors trepó un 10,6% a US$2,20 e Intel subió un 3,9% a US$12,76.

Sin embargo, General Electric mostró un desempeño débil. La compañía reiteró el miércoles que no necesita recaudar capital adicional y que ha realizado pruebas de estrés en su cartera de servicios financieros para demostrarlo. Sin embargo, a los inversionistas les preocupa que los problemas en la división financiera del conglomerado puedan hacer que la compañía pierda su codiciada calificación crediticia "AAA". Las acciones de GE han sido golpeadas junto a las de los bancos y aseguradoras, y han descendido cerca de un 60% este año.

Pese a ello, algunos agentes apostaron a un repunte de GE, lo que ayudó a la acción a borrar una gran parte de las pérdidas de la mañana. GE cerró con un retroceso del 4,6% a US$6,69 tras llegar a descender durante el día a US$5,73.

"Dividida en parte tiene que valer mucho más que en lo que se está negociando; no hay un negocio en el que no estén" presentes, dijo Joe Kinahan, estratega de la firma de corretaje thinkorswim.

Pese a las noticias económicas optimistas provenienes de China, los informes económicos estadounidenses continuaron mostrando un panorama débil. Un indicador sobre el empleo en Estados Unidos publicado el miércoles por Automatic Data Processing Inc., o ADP, y Macroeconomic Advisers estima que las nóminas de empleos no agrícolas en el sector privado disminuyeron en 697.000 durante febrero. Esto se compara con la merma de 630.000 que proyectaban los economistas, según un sondeo de Dow Jones Newswires, y podría ser el mayor número de pérdidas de empleo para un mes registrado durante una recesión.

Por otra parte, la actividad en el sector de los servicios de Estados Unidos se contrajo a un ritmo más rápido en febrero, según el Instituto de Gestión de Suministros, o ISM.

Sin embargo, el mercado sigue mostrando incertidumbre frente al sector bancario. U.S. Bancorp cayó un 12,5% a US$11,01, luego de reducir el miércoles su dividendo trimestral en un 88% a 5 centavos por acción, a medida que el banco estadounidense busca preservar efectivo y se une a sus rivales, como J.P. Morgan Chase & Co., en reducir los pagos a los accionistas. U.S. Bancorp espera ahorrar US$2.600 millones anuales como resultado de la medida. J.P. Morgan cedió un 8,1% a US$19,30.

En tanto, Bank of America descendió un 1,3% a US$3,59 y Citigroup retrocedió un 7,4% a US$1,13.

Google Inc. bajó un 2% a US$318,92, luego que su presidente ejecutivo, Eric Schmidt, dijera que la empresa de búsquedas en Internet no es "inmune" a los problemas económicos mundiales.

Las acciones de Lockheed Martin subieron un 4,4% a US$61,05. La contratista para la defensa anunció el martes por la tarde que logró un contrato de 10 años por hasta US$5.000 millones para proveer apoyo logístico a las tropas comandos de Estados Unidos.

2009/03/04

El gobierno de EE.UU. da detalles clave del programa para modificar hipotecas

Por Maya Jackson Randall

WASHINGTON—El gobierno del presidente Barack Obama presentó el miércoles pautas clave para su plan de rescate del mercado de la vivienda para que las entidades de préstamos puedan empezar a modificar inmediatamente las hipotecas que cumplan con los requisitos.

"Hace dos semanas, el presidente trazó un claro camino hacia adelante para ayudar a 9 millones de familias a reestructurar o refinanciar sus hipotecas a un pago que sea asequible ahora y en el futuro", señaló el secretario del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, en un comunicado el miércoles. "Actualmente, estamos proporcionando a los proveedores los detalles que necesitan para empezar a ayudar a los deudores que cumplan con los requisitos".

El nuevo plan de rescate inmobiliario del gobierno incluye un programa dirigido a reducir el monto mensual que pagan los propietarios. Bajo el programa, el banco tendrá que reducir los pagos mensuales de una hipoteca para que no representen más del 38% de los ingresos de los deudores. El programa luego igualará dólar por dólar mayores reducciones en los pagos mensuales desde el 38% de los ingresos del deudor al 31%.

Los pagos modificados se mantendrán por cinco años y se establecerá una tasa de interés tope mientras dure la hipoteca, informó el Tesoro. Después de cinco años, "la tasa de interés puede ser subida gradualmente en 1% al año conforme a la tasa promedio vigente en el momento de la modificación".

El Tesoro señaló que para poder alcanzar esa relación deuda-ingresos de 31%, los pagos de intereses primero serán reducidos a hasta 2%.

Mientras tanto, las entidades recibirán un pago inicial de US$1.000 por cada modificación que cumpla con las pautas establecidas bajo la iniciativa. Los proveedores de préstamos recibirán también tarifas de "pago por éxito" —siempre y cuando el deudor logre permanecer en el programa— de US$1.000 al año durante tres años, indicó el Tesoro.

Además, el Tesoro dijo que el plan incluirá un pago de incentivo de US$1.500 para los deudores y US$500 para los proveedores por modificaciones hechas mientras un prestatario que esté en riesgo inminente de incumplimiento siga haciendo los pagos. Siempre y cuando el deudor no se atrase en sus pagos, podrá recibir hasta US$1.000 por año durante cinco años, afirmó el departamento.

El Tesoro añadió que el Tesoro auditará el cumplimiento del programa.

Las hipotecas originadas el 1 de enero de 2009 o antes podrán hacer uso del programa. El Tesoro informó que el programa puede empezar desde ahora hasta el 31 de diciembre de 2012. Los préstamos pueden ser modificados sólo una vez bajo el programa.

Fuente: WSJ

El BCE debe explicar sus armas ante la crisis

por D. Badía

El precio del dinero, actualmente en el 2%, podría alcanzar hoy mínimos desde el nacimiento del BCE, y no se descarta que pueda aplicar otras alternativas para reactivar la economía.


Tras el respiro que se tomó el Banco Central Europeo (BCE) en la reunión de febrero, al mantener los tipos de interés en el 2%, llega el momento de mover ficha, según los expertos.

El OBCE, grupo de catorce economistas consultados por EXPANSIÓN, aconseja un recorte de al menos 50 puntos básicos (ver cuadro adjunto) en el encuentro de hoy, lo que dejaría al precio del dinero en su cota más baja desde el nacimiento de la institución.

A estos niveles, la munición en materia de tipos empieza a agotarse y la economía sigue en caída libre, mientras que la inflación ha dejado de representar una amenaza desde hace meses.

Ante esta situación, los economistas piden que el BCE aclare si va a ampliar su caja de herramientas para aplacar la crisis. José Luis Martínez, estratega en España de Citi, cree “que se debe agotar el margen de actuación de la política monetaria tradicional y enviar un mensaje de que hay otras opciones”.

“La autoridad monetaria debería contribuir a estimular la economía con todas las herramientas a su alcance”, añade Manuel Balmaseda, director de análisis económico de Cemex. De la misma opinión es José Luis Alzola, miembro de The Observatory Group, puesto que “con el fin de reducir el riesgo de que el crédito bancario se estanque, incluso para prestatarios solventes, el BCE debería anunciar su disposición a comprar activos de alta calidad del sector privado (papel comercial, bonos corporativos, papel hipotecario)”.

Para José Ignacio Navas, director general adjunto financiero de Caixa Galicia, “parece recomendable que el BCE dosifique las bajadas que le quedan y que vaya adelantando los mensajes y las medidas de tipo cuantitativo, que permitan mejorar los mercados de crédito, no sólo desde la perspectiva de tipos de interés”. “Tras una pausa poco justificada en febrero, los tipos alcanzan niveles que ya abren la puerta a tomar medidas no convencionales de política monetaria”, añade Mayte Ledo, economista jefe de Europa y Escenarios Financieros de BBVA.

El ligero repunte de una décima que registró la inflación de febrero, hasta el 1,2% –según el dato adelantado de Eurostat–, no preocupa. “Los riesgos inflacionistas que surgieron durante el verano de 2008 han desaparecido”, apunta Jordi Gual, de La Caixa. A su vez, Guillermo de la Dehesa, presidente del OBCE, recuerda que las expectativas de inflación para 2009 se mantienen en -0,1% y para 2010, en el 1,5%, “por debajo del objetivo del BCE”.

El foco de atención es la delicada situación económica. “Los desequilibrios de la recesión se acentúan”, apostilla Simón Sosvilla, investigador de Fedea. “Las economías de la Unión Monetaria presentan tasas de crecimiento negativas y las expectativas no son mejores a corto plazo”, añade Javier Andrés, profesor de la Universidad de Valencia.

Fuente: Expansión

Japón ayudará a las empresas con reservas de divisas

por Michiyo Nakamoto

En un esfuerzo por combatir las difíciles condiciones crediticias y la recesión global, el Gobierno de Japón tiene previsto utilizar una parte de su casi billón de dólares de reservas de divisas para ayudar a las empresas con falta de liquidez.


El ministro de Finanzas aseguró que este mismo mes realizaría un préstamo de 500.000 millones de yenes (4.059 millones de euros) de las reservas de divisas del país al Banco para la Cooperación Internacional de Japón (JBIC, en sus siglas en inglés), que a su vez utilizará los fondos para ayudar antes del fin del año fiscal a que las empresas tengan cubiertas sus necesidades de financiación en el extranjero. El ministro de Finanzas, Kaoru Yosano, declaró que el último plan que contempla el uso de las reservas de Japón es “una medida extraordinaria”.

“La situación de la economía es cada vez más grave y es necesario adoptar todas las medidas posibles para que las empresas puedan tener acceso a financiación para sus actividades internas y en el extranjero”, afirmó Yosano.

Toyota, el primer fabricante de coches del mundo, declaró ayer que su división de financiación en EEUU podría buscar préstamos en dólares a través de un nuevo programa que pretende suavizar el impacto del aumento de los costes crediticios en EEUU, su principal mercado. Los préstamos del programa serán sindicados entre JBIC y bancos privados; JBIC proporcionaría hasta un 60% del valor de los préstamos en dólares a cinco años.

Yosano también puntualizó que el Banco de Desarrollo de Japón, controlado por el estado, aumentaría los préstamos de emergencia a las empresas del país en 500.000 millones de yenes. Las medidas extraordinarias ponen de manifiesto el temor a que la incapacidad de las compañías de obtener financiación agrave la crisis y muchas se declaren en bancarrota. Las exportaciones niponas cayeron casi a la mitad en enero, el descenso más drástico de los últimos cuarenta años, debido sobre todo al colapso de la demanda de coches y productos electrónicos en EEUU.

En el último trimestre, el PIB de Japón sufrió una contracción del 3,3%, mientras que la producción industrial cayó en enero un 10% en términos intermensuales. El Ejecutivo y el Banco de Japón han dado a conocer una serie de medidas para evitar la caída en picado de la demanda y de los precios de las acciones e impedir que las condiciones crediticias deterioren aún más la economía del país. El índice Nikkei cerró ayer al mínimo de los últimos 26 años, situándose en 7.229 puntos.

The Financial Times Limited 2009. All Rights Reserved.

EE.UU. se resigna a controlar AIG por varios años

Por Sudeep Reddy y Liam Pleven

Seis meses después del rescate inicial de American International Group (AIG), el gobierno estadounidense no está más cerca de tener un plan para deshacerse de la atribulada aseguradora estadounidense.

En la práctica, el gobierno está tratando a AIG de una forma parecida a la que un banco o una firma de capital privado gestiona a una firma en problemas. Funcionarios del gobierno manifestaron el lunes que su principal objetivo era disminuir el tamaño de AIG mediante la venta de activos una vez que mejoren las condiciones en los mercados.

AIG quedaría reducida a una firma de seguros doméstica, disminuyendo el riesgo que representa para el sistema financiero. Las fuentes reconocieron que las grandes decisiones estratégicas tendrán que esperar hasta que la economía repunte y que podrían demorar años.

El gobierno estadounidense ya ha arriesgado más de US$170.000 millones para mantener a flote a AIG y reconoce que la empresa podría necesitar nuevas inyecciones de fondos si la economía no muestra señales de una mejoría.

Por su parte, Maurice "Hank" Greenberg, ex presidente ejecutivo de AIG, entabló una demanda en un tribunal de Nueva York acusando a la aseguradora de fraude al presentar en forma indebida pérdidas multimillonarias ligadas a su portafolio de seguros contra cesaciones de pagos (CDS, por sus siglas en inglés). Una vocera de la firma dijo que AIG opina que la acción legal carece de fundamento.

El lunes, AIG reportó una pérdida de US$61.700 millones en el cuarto trimestre, con lo que el saldo en rojo acumulado en 2008 asciende a US$99.300 millones. Sus activos, en tanto, se redujeron de más de US$1 billón (millón de millones) el 30 de septiembre a US$860.000 millones a finales de 2008.

Los problemas de la empresa se han expandido más allá de productos financieros. AIG, por ejemplo, informó que las primas de su filial de seguros en EE.UU. cayeron 22% en el cuarto trimestre frente al mismo período de 2007. AIG planea combinar la división con otros negocios y ofrecer una participación a nuevos inversionistas.

Inversión a largo plazo

El plan original de la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro era desmantelar la firma rápidamente y vender sus partes. La estrategia, sin embargo, fracasó debido a que AIG resultó ser una compañía más complicada de lo que se pensaba y la economía pasó de mal a peor.

Edward Liddy, el presidente ejecutivo designado por el gobierno, atribuyó las pérdidas al delicado estado de la economía durante una conferencia telefónica con inversionistas. "El mercado es un pésimo lugar en estos momentos", señaló Liddy. "Cuando al mundo le da neumonía, nosotros también nos contagiamos", aseveró.

A cambio de las gigantescas inyecciones de efectivo, el gobierno estadounidense ahora posee cerca de un 80% de AIG y sólo obtendrá un retorno sobre esa inversión a largo plazo, en el mejor de los casos. "AIG es ciertamente una lección sobre las cosas que pueden salir mal cuando se nacionaliza", afirma Douglas Elliott, catedrático del centro de estudios Brookings‐ Institution y ex banquero de inversión de J.P. Morgan Chase.

Incluso los mayores detractores de la compañía reconocen que el gobierno ha hecho demasiado como para restarle su apoyo en estos momentos. "Como AIG tiene sus tentáculos en todas partes, tenemos que hacer todo lo que se pueda para sostenerla", dijo el representante demócrata Elijah Cummings, quien ha criticado al equipo de gestión de la aseguradora. "Tenemos que esperar para cuando podamos hacer una pausa y aguantar hasta que la economía mejore un poco y vender las filiales que podamos... con cada hora que pasa, la idea de obtener una ganancia se convierte cada vez más en un sueño".

Los negocios de AIG siguen estando tan entrelazados con la economía mundial y la empresa tiene tantos contratos con tantas instituciones financieras, que el gobierno y la Fed están haciendo todo lo que esté a su alcance para impedir una bancarrota. En realidad, Liddy confirmó que la mayor parte del dinero inyectado en la empresa ha pasado "de AIG a otras entidades financieras".

Durante la conferencia en un momento Liddy trajo a colación un sentimiento que demuestra el delicado estado de salud de la empresa que dirige: "Todavía estamos vivos", sentenció.

Fuente: WSJ

La Fed no prevé que la economía de EE.UU. se recupere en el corto plazo

Por Brian Blackstone
Dow Jones Newswires

WASHINGTON (Dow Jones)--La contracción de la producción económica en Estados Unidos se profundizó durante los dos primeros meses del año y no se espera que esa tendencia cambie en el corto plazo, según el informe más reciente de la Reserva Federal sobre las condiciones económicas publicado el miércoles.

Los informes de los 12 bancos regionales de la Fed "sugieren que las condiciones económicas nacionales se deterioraron aún más" desde enero hasta fines de febrero, agregó la Fed en su informe conocido como el Libro Beige.

El informe otorga un resumen anecdótico de las condiciones económicas en forma previa a la reunión que el Comité de Mercados Abiertos de la Fed celebrará el 17 y 18 de marzo.

"Si se mira hacia el futuro, los contactos en varios distritos consideran pobres las perspectivas para una mejora de las condiciones económicas en el corto plazo, y no se espera una recuperación significativa antes de fines del 2009 o inicios del 2010", agregó el banco central.

El Libro Beige respalda las opiniones de Wall Street sobre el panorama para la economía. El producto interno bruto de Estados Unidos cayó a una tasa anual del 6,2% en el cuarto trimestre, su peor contracción desde la recesión de 1982. Los economistas en Goldman Sachs esperan que el PIB descienda a un ritmo del 7% este trimestre y del 3% en el segundo trimestre, lo que elevaría aún más la tasa de desempleo.

En lo que constituye una señal preocupante, los efectos del debilitamiento económico parecen haberse extendido más allá de los sectores fabril y financiero. La actividad en un "amplio rango" de servicios no financieros disminuyó perceptiblemente en medio de recortes "generalizados" de empleos, señaló la Fed.

"Con un aumento de los despidos y un congelamiento de las contrataciones (laborales), el desempleo ha aumentado en todas las áreas, reduciendo o eliminando las presiones alcistas sobre los salarios", añadió la Fed.

Incluso un sector usualmente inmune a las recesiones como el de los servicios de salud está siendo afectado. "Los proveedores de servicios de salud reportaron descensos en los volúmenes de pacientes, que fueron atribuidos en parte a una caída en procedimientos electivos en los distritos de Richmond, Minneapolis, y San Francisco", según el Libro Beige.

Por otra parte, los gastos en artículos discrecionales como vacaciones, comidas en restaurantes y vehículos continuaron siendo golpeados. San Francisco, en particular, informó un "agudo" descenso en el área del turismo y despidos y cierres "de consideración" entre los restaurantes, indicó la Fed.

Al mismo tiempo, "las ventas de automóviles y camiones livianos nuevos permanecieron excepcionalmente débiles", de acuerdo con el Libro Beige.

El sector de la vivienda "sigue estando de capa caída en la mayoría de las áreas", afirmó la Fed, mientras que la demanda de hipotecas "permaneció deprimida".

Los precios de las viviendas "continuaron disminuyendo, según se informa, a tasas (porcentuales) de dos dígitos en algunas áreas, con pocas o ninguna señal evidente de una desaceleración", señaló la Fed.

Japón ayudará a las empresas con reservas de divisas

por Michiyo Nakamoto

En un esfuerzo por combatir las difíciles condiciones crediticias y la recesión global, el Gobierno de Japón tiene previsto utilizar una parte de su casi billón de dólares de reservas de divisas para ayudar a las empresas con falta de liquidez.


El ministro de Finanzas aseguró que este mismo mes realizaría un préstamo de 500.000 millones de yenes (4.059 millones de euros) de las reservas de divisas del país al Banco para la Cooperación Internacional de Japón (JBIC, en sus siglas en inglés), que a su vez utilizará los fondos para ayudar antes del fin del año fiscal a que las empresas tengan cubiertas sus necesidades de financiación en el extranjero. El ministro de Finanzas, Kaoru Yosano, declaró que el último plan que contempla el uso de las reservas de Japón es “una medida extraordinaria”.

“La situación de la economía es cada vez más grave y es necesario adoptar todas las medidas posibles para que las empresas puedan tener acceso a financiación para sus actividades internas y en el extranjero”, afirmó Yosano.

Toyota, el primer fabricante de coches del mundo, declaró ayer que su división de financiación en EEUU podría buscar préstamos en dólares a través de un nuevo programa que pretende suavizar el impacto del aumento de los costes crediticios en EEUU, su principal mercado. Los préstamos del programa serán sindicados entre JBIC y bancos privados; JBIC proporcionaría hasta un 60% del valor de los préstamos en dólares a cinco años.

Yosano también puntualizó que el Banco de Desarrollo de Japón, controlado por el estado, aumentaría los préstamos de emergencia a las empresas del país en 500.000 millones de yenes. Las medidas extraordinarias ponen de manifiesto el temor a que la incapacidad de las compañías de obtener financiación agrave la crisis y muchas se declaren en bancarrota. Las exportaciones niponas cayeron casi a la mitad en enero, el descenso más drástico de los últimos cuarenta años, debido sobre todo al colapso de la demanda de coches y productos electrónicos en EEUU.

En el último trimestre, el PIB de Japón sufrió una contracción del 3,3%, mientras que la producción industrial cayó en enero un 10% en términos intermensuales. El Ejecutivo y el Banco de Japón han dado a conocer una serie de medidas para evitar la caída en picado de la demanda y de los precios de las acciones e impedir que las condiciones crediticias deterioren aún más la economía del país. El índice Nikkei cerró ayer al mínimo de los últimos 26 años, situándose en 7.229 puntos.

The Financial Times Limited 2009. All Rights Reserved.

2009/03/03

Bernanke respalda las agresivas medidas de la Casa Blanca

Por Brian Blackstone
Dow Jones Newswires

WASHINGTON (Dow Jones)--El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, pareció el martes respaldar los esfuerzos de la Casa Blanca para estimular la economía del país, al afirmar que son necesarias ahora medidas agresivas para evitar una calamidad económica.

"Al respaldar los gastos privados y públicos, el paquete fiscal debería otorgar un impulso a la demanda y a la producción en los próximos dos años como también mitigar la pérdida general de empleos e ingresos que de otra forma ocurriría", sostuvo Bernanke en un testimonio preparado con anticipación para ser entregado al Comité de Presupuesto del Senado.

Recientemente, el presidente Barack Obama convirtió en ley un plan de estímulo fiscal de US$787.000 millones, que contempla gastos en infraestructura, ayuda a los estados y recortes impositivos.

La aprobación en el Congreso prácticamente no recibió el voto de los legisladores republicanos, lo que hace más significativos los comentarios de Bernanke, debido a que el funcionario se desempeñó en el 2005, antes de tomar el timón del banco central, como el principal economista del ex presidente George W. Bush.

El producto interno bruto de Estados Unidos se contrajo un 6,2% en el último trimestre, informó la semana pasada el Departamento de Comercio, su mayor contracción desde inicios de los 80.

"Los recientes indicadores (económicos) a corto plazo muestran pocas señales de una mejora", afirmó Bernanke, al destacar niveles más altos en las solicitudes de beneficios de seguro por desempleo desde mediados de enero, "lo que sugiere que las condiciones en el mercado laboral podrían haber empeorado aún más en las últimas semanas".

En tanto, las empresas "han aparentemente recortado significativamente sus planes de gastos de capital", añadió Bernanke, mientras que la contracción de las economías extranjeras parece estar ampliándose.

Bajo ese escenario, "estamos en una mejor posición si actuamos agresivamente hoy para resolver nuestros problemas económicos", dijo el titular de la Fed.

La alternativa, advirtió, "podría ser un prolongado episodio de estancamiento económico que no sólo contribuiría a un deterioro mayor de la situación fiscal, sino que también implicaría una menor producción, empleos, e ingresos por un período extendido".

Malas noticias económicas sacuden a mercados de América Latina

(REUTERS) Acciones y monedas de América Latina se derrumbaron el lunes sacudidas por el pesimismo global sobre la economía de Estados Unidos y malas noticias corporativas provenientes del sector financiero.

El negativo panorama golpeó a los índices bursátiles de Wall Street, contaminando a los principales mercados de acciones de América Latina, que registraron fuertes mermas, en algunos casos superiores al 7 por ciento.

En Wall Street, el índice Dow Jones <.DJI> cerró por debajo de los 7.000 puntos por primera vez desde mayo de 1997, mientras que el índice de acciones líderes europeas FTSEurofirst 300 <.FTEU3> cayó un 4,9 por ciento y cerró tan solo 3 puntos por arriba de su mínimo histórico.

En Sao Paulo, el índice de acciones líderes Bovespa <.BVSP> perdió un 5,1 por ciento, a 36.234,69 unidades.

Analistas dijeron que el mercado fue golpeado por el resultado de la aseguradora estadounidense AIG , que sufrió una pérdida de 61.700 millones de dólares en el cuarto trimestre, la mayor en la historia corporativa de Estados Unidos.

Una enorme emisión de acciones del banco HSBC anunciada tras el reporte de una fuerte caída de ganancias también preocupó al mercado, así como nuevos datos negativos sobre la economía de Estados Unidos.

"Las noticias del sector financiero y de la economía estadounidense hicieron que la semana comience bastante pesada en los mercados internacionales", dijo Nicolás Barbarisi, director de operaciones de la consultora Hera Investments en Sao Paulo.

El real de Brasil se depreció a 2,443 unidades por divisa estadounidense, frente a las 2,371 del viernes.

La bolsa mexicana se desplomó un 4,63 por ciento, siguiendo una ola vendedora tras el reporte de AIG, por lo que el índice bursátil IPC <.MXX> cerró a 16.929,80 puntos, nivel no visto en más de cuatro meses.

El peso mexicano, en tanto, retrocedió un 2,15 por ciento, a 15.4200/15.4300 pesos por dólar .

También la bolsa argentina sufrió el embate, al ceder un 7,41 por ciento en el índice Merval <.MERV>, que descendió a 943,75 puntos, su menor nivel desde inicios de diciembre.

"El quiebre de los 7.000 puntos del Dow Jones fue muy fuerte para los mercados emergentes y fue por ello el mayor grado de bajas de Brasil y Argentina", dijo Claudio Szlaien, analista de Marlon Recursos Financieros.

El peso argentino rompió la barrera psicológica de las 3,6 unidades por dólar, para cerrar con una caída del 1,11 por ciento, a 3,6025/3,6075.

La bolsa chilena también se contagió del entorno negativo, con el índice IPSA <.IPSA> de las 40 acciones líderes perdiendo un 2,38 por ciento, a 2.409,81 puntos.

"En algún minuto se pensó que el tema de la crisis financiera estaba acotado y dado los resultados y las noticias que hemos tenido de la banca y de las compañías de seguro en Estados Unidos, claramente no estaba acotado", dijo Antonio Fuenzalida, subgerente de Inversiones de la correduría Euroamérica.

El peso chileno, en tanto, se derrumbó a 605,7 por dólar .

(Escrito por Guido Nejamkis, con reportes de corresponsalías latinoamericanas, Editado por César Illiano)

REUTERS GN CGI PV

Bolsa de Valores de Lima es arrastrada por desplome de mercado global

La Bolsa de Valores de Lima (BVL) terminó la jornada de ayer con una pérdida de 2.30%, afectada por el pesimismo reinante en los mercados ante las pérdidas reportadas por la aseguradora estadounidense AIG y el panorama sombrío en las economías de Europa del Este.

El analista de Provalor Sociedad Agente de Bolsa, Edwin Paz, señaló que la bolsa local siguió el comportamiento de los mercados estadounidenses y del resto del mundo.

El resultado de la aseguradora AIG afectó a los mercados internacionales al retomarse el pesimismo respecto a la extensión y a la magnitud que pueda tener la crisis externa, indicó.

"Todo se contrajo por las noticias de AIG, los metales básicos, el oro y el petróleo, todo corrigió a la baja", dijo Edwin Paz.

En efecto, el cobre para entrega en tres meses cayó 1.8%, en la Bolsa de Metales de Londres. En Lima, las acciones mineras cayeron, en promedio, 3.48%, mientras que las industriales perdieron 0.19%.

Asimismo, mencionó que la BVL sigue con poca liquidez y se prevé que se mantendrá así por un principio de cautela bursátil.

Según analistas financieros, pese al fuerte retroceso de los principales índices, no hubo mayor presión compradora ni vendedora, mientras que las acciones mineras líderes fueron blanco de operaciones de inversionistas
especuladores.

"Los mercados mostrarán mucha volatilidad por estos días tal vez con una leve tendencia a la baja, debido a que están por publicarse datos económicos en Estados Unidos como la tasa de desempleo y el ingreso promedio por hora", previó Paz.

La bolsa peruana está perdiendo 7.5% en lo que va del año.

Fuente: Gestión

EE.UU. estudia la creación de múltiples fondos para comprar activos tóxicos

Deborah Solomon y Jon Hilsenrath

WASHINGTON—El gobierno de Barack Obama estudia el establecimiento de múltiples fondos de inversión para comprar los préstamos incobrables y otros activos tóxicos que están en el centro de la crisis financiera, según fuentes al tanto.

El equipo de Obama anunció su intención de asociarse con el sector privado para comprar entre US$500.000 millones y US$1 billón (millón de millones) de activos en problemas como parte de su renovado plan de rescate bancario de US$700.000 millones anunciado el mes pasado. Se trata de una pieza clave de los esfuerzos del gobierno por normalizar los mercados de crédito, junto con un programa de la Reserva Federal (Fed) orientado a estimular los créditos de consumo en áreas como las tarjetas de crédito y los préstamos hipotecarios, que será anunciado oficialmente hoy.

Aún no se ha tomado ninguna decisión sobre la estructura final de lo que el propio gobierno ha calificado como una asociación público-privada de financiamiento. El Secretario del Tesoro, Timothy Geithner, no divulgó los detalles de cómo operaría el plan cuando lo anunció.

Una idea es establecer fondos separados que serían operados por gestores de inversión provenientes del sector privado. Los administradores tendrían que aportar una cierta cantidad de capital. El financiamiento adicional lo pondría el gobierno, que compartiría las ganancias o las pérdidas.


Timothy Geithner
Estos gestores de inversión privados operarían los fondos, decidiendo qué activos comprar y a qué precios. El gobierno contribuiría dinero del paquete de rescate de US$700.000 millones aprobado a finales del año pasado, con financiación adicional proveniente de la Fed y de la emisión de deuda fiscal. Otros inversionistas, como los fondos de pensiones, también podrían participar. Para fomentar la participación, el gobierno trataría de minimizar el riesgo para los inversionistas privados.

La asociación público-privada se originó a partir del concepto de "banco tóxico", una idea popular entre algunos economistas que habría requerido que el gobierno comprara los activos en problemas. El gobierno de Obama rechazó la idea ante el peliagudo asunto de cómo poner un precio a los activos. El Estado debe pagar lo suficiente para que los bancos no tengan que sufrir pérdidas adicionales por la venta o rebaja contable del valor de activos similares. Pero hay escasa tolerancia pública para que el gobierno pague un precio excesivo con el dinero de los contribuyentes.

En su lugar, el gobierno quiere animar a los inversionistas privados a comprar los activos y, de esta manera, fijar un precio de mercado. Algunos miembros del equipo económico creen que establecer fondos múltiples ayudaría en ese sentido.

Los fondos probablemente se centrarían en todo tipo de activos, como los valores respaldados por hipotecas, en lugar de un tipo específico de valores tóxicos.

Falta aclarar muchos detalles, en especial sobre cómo el gobierno y el sector privado compartirán el riesgo.

Hoy, por su parte, la Fed anunciará el lanzamiento de una línea de crédito para reactivar los préstamos a consumidores, que dispondrá de hasta US$100.000 millones en capital del Tesoro.

Mediante este programa, conocido como Línea de Crédito para Préstamos Respaldados por Activos (TALF, por sus siglas en inglés), los inversionistas, incluyendo muchos fondos de cobertura, obtendrán acceso a préstamos baratos de la Fed y usarán ese efectivo para comprar valores respaldados por deuda en manos de los consumidores como préstamos automotrices y préstamos por cobrar de tarjetas de crédito.

La Fed y el gobierno evalúan la ampliación del programa a otros activos en problemas, como valores respaldados por hipotecas o préstamos inmobiliarios comerciales.

Fuente: WSJ

El Dow Jones, de bola de cristal a termómetro del miedo

Por Justin Lahart

Durante los años 90, la habilidad del mercado bursátil de Estados Unidos para predecir la economía parecía insuperable. Representando la sabiduría colectiva de millones de inversionistas, la bolsa era como una bola de cristal.

Después de la burbuja puntocom, sin embargo, los mercados ya no parecían un oráculo eficiente. Hoy en día, la enorme volatilidad de las acciones complica aún más los pronósticos. En los años 90, el Promedio Industrial Dow Jones subió o cayó 2% o más en más de 91 jornadas bursátiles. Sólo el año pasado, hubo 80 oscilaciones de este nivel.

No obstante, en medio de la peor crisis económica en por lo menos una generación, una recuperación de las bolsas sería un señal especialmente positiva.

Más que un indicador de las expectativas de los inversionistas, las bolsas son un termómetro de la confianza. En una época en que la desconfianza es uno de los principales problemas que afectan la economía y cuando, tanto individuos como empresas, están tan inseguros sobre su futuro que reducen sus gastos, un mercado bursátil en alza sería una señal importante de un cambio en la marea. Además, un impulso en las bolsas puede, a su vez, ayudar a elevar la confianza general.

La visión tradicional de las acciones como un indicador del camino que tomará la economía se basa en la idea de que los inversionistas son implacables a la hora de medir la rentabilidad de las empresas. "En la medida en que la rentabilidad de una empresa hable de la economía, las bolsas pueden servir como un indicador", dice el economista Frederic Mishkin, de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia.

Durante casi todos los 11 ciclos de desaceleración que EE.UU. atravesó desde la Segunda Guerra Mundial, el Dow alcanzó récords bajos para luego empezar a subir seis meses antes de que la economía diera señales de recuperación (la gran excepción fue la recesión de 2001, cuando un mercado bursátil destrozado por escándalos sólo alcanzó su nivel más bajo un año después que la economía empezara a recuperarse). Los inversionistas suelen correr hacia las acciones antes de una recuperación económica porque cuando las bolsas suben al fin de una recesión, las ganancias son significativas.

Naturalmente, muchos inversionistas ahora están simplemente ansiosos. Después de alcanzar un récord en octubre de 2007, el Dow cayó ayer a 6.763,29, su nivel más bajo desde abril de 1997. El valor de las acciones ya no parece reflejar la rentabilidad de largo plazo de las empresas, sino "la actitud de los inversionistas sobre el riesgo y la incertidumbre, que en estos momentos alcanza niveles altos", señaló la semana pasada el presidente de la Reserva Federal de EE.UU., Ben Bernanke, al Congreso.

Gran parte de esa incertidumbre tiene que ver con los bancos. Los inversionistas aún no saben a ciencia cierta qué bancos fracasarán o pasarán a manos del gobierno o de sus acreedores, y cualquiera de esas alternativas será devastadora para los accionistas. Como resultado, los títulos de los bancos ya no reflejan las expectativas de los inversionistas respecto a futuras ganancias, sino sus apuestas sobre si determinado banco sobrevivirá o no. Por esa razón, las acciones del sector bancario han fluctuado agresivamente, a medida que los inversionistas batallan para adivinar qué hará el gobierno para ayudar a la industria y si esas medidas funcionarán o no. Debido a que las firmas financieras están en el corazón de la crisis de crédito, cuando se estremecen, el resto de los mercados reacciona acorde.

Ya que las acciones del gobierno son centrales para la recuperación económica, un apoyo del mercado bursátil podría ser una buena señal. Una recuperación de las acciones también podría impulsar la confianza.

"Si ve que la bolsa sube, tendrá más fe en la recuperación", dice Ethan Harris, economista de Barclays Capital.

Por otro lado, si se registran más caídas, la economía puede correr un riesgo mayor. El colapso bursátil que empezó en octubre de 1929 y el subsiguiente descenso en el gasto del consumidor, ahondó la Gran Depresión, sugiere Christina Romer, jefa del Consejo de Asesores Económicos del Presidente Barack Obama.

Incluso para las familias que no tienen dinero en acciones, las bolsas importan. En un ensayo de 1999, Maria Ward Otto, economista de la Fed, encontró que cambios en los precios de las acciones afectaron la confianza de hogares encuestados por la Universidad de Michigan. Su conclusión: la gente usa el mercado bursátil como un indicador de qué pasará con sus sueldos.

EE.UU. sale al rescate de AIG por tercera vez

Por Deborah Solomon, Matthew Karnitschnig, y Liam Pleven

American International Group Inc. (AIG) recibirá hasta US$30.000 millones adicionales en asistencia del gobierno de Estados Unidos como parte del más reciente rescate estatal, informaron fuentes al tanto.

El objetivo es apuntalar a AIG mientras la aseguradora absorbe pérdidas trimestrales del orden de los US$60.000 millones y batalla para resolver dificultades operativas y competitivas. El nuevo plan contempla que AIG page la mayor parte de los US$40.000 millones que le debe a la Reserva Federal (Fed) mediante participaciones en dos filiales internacionales: American International Assurance Co. de Asia (AIA), y American Life Insurance Co., que tiene operaciones en 50 países.

Los cambios tienen la intención de ser una solución duradera para la débil situación financiera de AIG al eliminar, al menos parcialmente, la necesidad de efectivo para pagar los préstamos gubernamentales. El nuevo plan, sin embargo, acarrea nuevos riesgos y potenciales pérdidas para los contribuyentes estadounidenses. El gobierno ahora pasa a ser propietario directo de filiales de AIG cuyo valor es difícil de determinar.

Los activos que AIG está transfiriendo al Estado han estado en venta durante meses, pero no han recibido ofertas aceptables. Una subasta reciente de AIA, por ejemplo, no generó ningún interés.

El acuerdo, asimismo, borra aun más la frontera que divide a las autoridades estatales y los ejecutivos del sector privado, dificultando la gestión de las compañías.

De todos modos, al decidir reestructurar el rescate de AIG por tercera vez, tanto el Secretario del Tesoro, Timothy Geithner, como el presidente de la Fed, Ben Bernanke, concordaron en que la empresa representa un riesgo al sistema financiero y su quiebra tendría consecuencias desastrosas, dijeron fuentes al tanto. Entre los temores estaban los riesgos asociados a los actuales problemas de derivados ligados a AIG, así como preocupaciones sobre las repercusiones a clientes de seguros de AIG, añadieron las fuentes.

EE.UU. inyectará a AIG US$30.000 millones en dinero fresco proveniente del programa de asistencia para activos en problemas (TARP por sus siglas en inglés). El gobierno, sin embargo, también reducirá la línea de crédito que la Fed le concedió a AIG de US$60.000 millones a US$25.000 millones. AIG emitirá entre US$5.000 y US$10.000 millones en deuda respaldada por activos de seguros de vida, para reducir su deuda con el gobierno.

El nuevo pacto reduce el pago de intereses y dividendos que la aseguradora le debe hacer al gobierno. Eso alivia las finanzas de la empresa, que hoy podría divulgar una pérdida trimestral del orden de los US$60.000 millones.

Al cierre de esta edición, se esperaba que la junta directiva de AIG aprobara el plan. Las principales agencias de calificación de crédito ya han hecho lo propio. Sin el apoyo de esas agencias, AIG habría sufrido terribles reducciones en sus calificaciones de crédito que la habría forzado a presentar miles de millones de dólares en garantías sobre una variedad de contratos financieros. También habría causado la cancelación de muchas pólizas de seguros corporativos, costándole a AIG miles de millones de dólares más.

En noviembre, AIG advirtió en un documento presentado a la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC) que una rebaja de un punto en su calificación de deuda de largo plazo la obligaría a pagar US$8.000 millones a sus contrapartes en distintos contratos.

AIG buscó la última revisión de los términos de la ayuda del gobierno después de que fracasara su plan para repagar hasta US$100.000 millones en asistencia a través de la venta de activos. La compañía ha atribuido sus dificultades a la crisis financiera y a la falta de crédito.

Fuente: WSJ

Moody's advierte que Argentina podría enfrentar otro incumplimiento en 2010

Por Kevin Kingsbury
Dow Jones Newswires

Moody's Investors Service advirtió que Argentina podría enfrentar otro posible incumplimiento el próximo año a medida que sus opciones de financiamiento "posiblemente se reduzcan en gran medida".

La nación sudamericana declaró una cesación de pagos sobre US$81.000 millones en bonos soberanos y cuatro años después presentó un plan de reestructuración unilateral y no negociable avaluado en unos 25 centavos por cada dólar. Cuando la mitad de sus acreedores internacionales dijo "no gracias", Buenos Aires repudió sus quejas.

Moody's señaló el lunes en un informe que si bien el gobierno del país posiblemente cumpla sus pagos de deuda este año, lo que ocurra el próximo año es otro tema si la recesión mundial continúa reduciendo sus ingresos tributarios.

Gabriel Torres, autor del informe, dijo que la mayor parte de la flexibilidad financiera de Argentina proviene del previsto superávit de 30.000 millones de pesos (US$8.400 millones) que el Gobierno espera registrar este año. El gobierno se ha visto debilitado por continuos conflictos internos en la carrera hacia las elecciones de octubre, en la que se elige un tercio del Senado y la mitad de la Cámara baja.

Torres destacó que lo que ocurra respecto de la capacidad para satisfacer la totalidad de los pagos de deuda dependerá de que la crisis económica ceda, dado que Argentina aún carece de acceso a los mercados crediticios internacionales debido al incumplimiento. Si los ingresos siguen cayendo, el gobierno podría tener que decidir entre un gasto fiscal popular o efectuar la totalidad de sus pagos de deuda, afirmó Torres.

El Banco Central de Chile seguiría reduciendo las tasas de interés

Por Carolina Pica
Dow Jones Newswires

SANTIAGO (Dow Jones)--El Banco Central de Chile probablemente continuará reduciendo las tasas de interés durante la reunión mensual de política monetaria que sostendrá la próxima semana, señaló el lunes el presidente de la entidad, José De Gregorio.

Tras reducir las tasas en 100 puntos base en enero, el banco central realizó un recorte sin precedentes en la tasa de interés clave de 250 puntos base en febrero, lo que redujo la tasa al 4,75%.

"Tal como lo comunicamos después de la última reunión [de política monetaria en febrero], el proceso de relajación es muy probable que continúe la próxima semana, pero eso es algo que vamos a tener que evaluar en su momento", señaló De Gregorio tras reunirse con la presidenta Michelle Bachelet y la ministra de Hacienda subrogante, María Olivia Recart. Bachelet se reúne oficialmente con el ministro de Hacienda y el presidente del banco central una vez al mes.

Los débiles indicadores de producción industrial y desempleo de enero publicados la semana pasada apuntarían —según analistas— a un recorte en la tasa de entre 75 y 175 puntos base durante la reunión de política monetaria del 12 de marzo.

Además, los débiles indicadores han aumentado las especulaciones en cuanto a que la economía chilena podría experimentar una recesión técnica este año, con una contracción del producto interno bruto durante dos trimestres consecutivos.

De Gregorio señaló que es arriesgado decir que este año se observará una recesión en la economía local.

"Los niveles de incertidumbre actuales impiden que uno descarte o asegure cosas (...) Creo que no es lo que corresponde hacer en estos momentos", señaló junto con indicar que el banco central hará todo lo que pueda para minimizar los efectos de la crisis internacional sobre la economía local.

Bachelet, por su parte, confirmó el panorama del gobierno en cuanto a que la economía crecerá este año, aunque menos de lo que el gobierno quisiera.

El gobierno y el banco central prevén que el producto interno bruto se expandirá entre un 2% y un 3% este año. Sin embargo, los analistas no están tan optimistas y estiman que el PIB crecerá sólo entre un 0,5% y un 1% interanual, debido principalmente al paquete de estímulo fiscal de US$4.000 millones recién anunciado por el gobierno.

2009/03/02

La crisis amplía divergencias entre los miembros de la UE

Por Charles Forelle

BRUSELAS—Los líderes de la Unión Europea dejaron al desnudo sus dificultades para coordinar una respuesta unificada a la crisis financiera. Mientras la canciller alemana Angela Merkel rechazó los llamados para lanzar un rescate de los países de Europa del Este, Hungría propuso asistencia directa y un ingreso expedito a la zona euro.

Las tensiones que salieron a flote en la cumbre del domingo dejan de manifiesto la dificultad de forjar una estrategia coherente para combatir una recesión que ha golpeado a los 27 miembros del bloque con fuerza desigual. Incluso los líderes de Europa Central y del Este, la zona más afectada por la crisis, han mostrado divergencias acerca de la conveniencia de los planes de rescate.

Durante la cumbre, que fue convocada por el primer ministro checo, Mirek Topolanek, quien ocupa la presidencia rotativa de la Unión Europea, los líderes europeos reiteraron su compromiso de no caer en medidas proteccionistas, pero abandonaron Bruselas con pocas decisiones concretas y ningún indicio de que habrá un plan paneuropeo.

Hungría, Bulgaria, Rumania y otros países de Europa Central y del Este hacen frente a una aguda contracción a medida que el auge de la producción industrial se revierte. En los países bálticos, Letonia, que financió su expansión con deuda externa, se está quedando sin fondos.

La situación se ha visto exacerbada en Hungría y otros países al margen de la zona euro, donde los residentes financiaron auges de la construcción endeudándose con préstamos en la moneda común europea. El colapso de las divisas locales está encareciendo esos préstamos. La UE, asimismo, tiene que tomar en cuenta la situación de los países que integran la zona euro, en especial Irlanda, que hacen frente a un complicado panorama fiscal.

Ningún miembro de la zona euro se ve al borde del colapso económico, pero Portugal, Irlanda y Grecia parecen más vulnerables a interrumpir el pago de su deuda. La crisis económica global empieza a ejercer presión sobre los presupuestos de algunos gobiernos a medida que aumentan sus gastos para estimular su economía en medio de una caída de la recaudación tributaria. En muchos países, el rescate de la banca y los paquetes de estímulo fiscal impulsarán de manera significativa el nivel de endeudamiento.

Salvavidas listo

Algunas de las economías más fuertes del bloque han indicado que, en caso de que un país quede al borde de una cesación de pagos, es probable que dejen sin efecto las normas que prohíben el rescate de los países miembros y lancen paquetes de ayuda.

Cualquier respuesta dependerá probablemente de los bolsillos de Alemania. Y cualquier paquete de rescate respaldado por Alemania contendrá quizá estrictas condiciones que obliguen a los países receptores de la ayuda a poner en orden sus cuentas fiscales, aunque el ajuste de cinturón agrave la recesión. Las reglas de la UE estipulan que los países miembros necesitan tener un déficit fiscal inferior al 3% del Producto Interno Bruto. Siete miembros de la zona euro sobrepasarían ese límite este año.

La zona euro enfrenta su peor crisis económica en décadas. Según informes divulgados el viernes, la tasa de desempleo subió a 8,2% en diciembre y la inflación cayó a 1,1% en diciembre mientras las empresas redujeron gastos en forma generalizada.

El costo de comprar un seguro sobre la deuda soberana de Grecia, Irlanda y España bordeó niveles récord el viernes. El aumento de los niveles de endeudamiento llevó a la calificadora de crédito Standard & Poor's a rebajar en enero la calificación de Portugal, Grecia y España. Los analistas creen que Irlanda podría perder su calificación AAA este año. Austria también se ve en apuros. El costo del seguro contra una posible cesación de pagos por parte del país casi se duplicó en las últimas tres semanas y ahora es el segundo más alto del bloque, detrás de Irlanda, de acuerdo con la firma de información de crédito Markit Group.

En la cumbre de Bruselas, en tanto, Hungría propuso un plan de asistencia de hasta 190.000 millones de euros (US$241.200 millones) para Europa Central y del Este que incluiría fondos para apuntalar los bancos de la región y la liquidez de los bancos centrales. La idea tuvo una buena acogida en Austria, cuyos bancos están muy expuestos a la región, pero la reacción fue menos calurosa en otros países. Los líderes de Polonia y Eslovaquia, que no quieren quedar en el mismo grupo con países más débiles como Hungría, se opusieron a la iniciativa, al igual que muchos de los países occidentales más grandes.

El rechazo más importante fue el de Alemania, que como la mayor economía de Europa tendría que liderar cualquier paquete de ayuda. Angela Merker señaló que no veía la justificación de medidas especiales para Europa del Este.

"La situación es muy diferente" en las economías de la región, señaló. "No podemos comparar a Eslovaquia ni a Eslovenia con Hungría". Merkel dijo que es partidaria de otorgar asistencia a ciertos países, pero agregó que la mejor forma de hacerlo era a través de organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional.

La semana pasada, el Banco Mundial, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y el Banco Europeo de Inversión informaron que proveerían 24.500 millones de euros en financiación para los bancos de Europa del Este.

Joellen Perry y Marcus Walker contrubuyeron a este artículo

Fuente: WSJ

Descubra lo que Warren Buffett cuenta a sus accionistas

La presentación de las cuentas anuales de Berkshire Hathaway sirven a su vez de guía a los mercados por la carta que Warren Buffett remite a sus accionistas. En la dirigida este fin de semana, el 'oráculo de Omaha' lamenta el pinchazo en los resultados de su sociedad de inversión y augura todavía tiempos de incertidumbre. Según el oráculo de Omaha, ahora de Obama, la economía seguirá hecha "una ruina" en 2009.

Evolución de los mercados: la incertidumbre seguirá primando en los mercados financieros. Una de las pocas cosas claras que depara la situación actual es que la economía seguirá en una crisis histórica durante 2009 y, "probablemente, más allá". Pero, añade, "esta conclusión no nos dice si los mercados subirán o bajarán". Lo que sí parece tener claro es que el desplome, si se tienen fondos disponibles, puede ser un momento idóneo para tomar posiciones en activos de calidad.

Fuente: Expasión
Nuevas burbujas: Buffett lanza un mensaje de advertencia sobre la evolución del mercado de deuda pública estadounidense. Asegura que al igual que en los libros de historia se recordará la burbuja de Internet iniciada a finales de los 90, y la burbuja inmobiliaria de los últimos años, también se hablará de otra burbuja "casi igualmente extraordinaria", la experimentada por los bonos del Tesoro a finales de 2008.

Crisis económica: la gravedad de la crisis han llevado al Tesoro y a la Reserva Federal a poner "todo" sobre la mesa. Buffett, convertido en 'asesor' de Obama, lejos de criticar esta decisión, considera que "una acción fuerte e inmediata del Gobierno era esencial el pasado año si se quería evitar un desplome total del sistema financiero".

Crisis inmobiliaria: "El año pasado fue terrible en la venta de viviendas, y 2009 no parece mejor". Buffett apunta que el objetivo debería ser no sólo que los ciudadanos puedan acceder a una vivienda, sino que puedan mantenerla, pero añade que a pesar de esta crisis "seguiremos adquiriendo operaciones cuando estén disponibles a precios sensibles".

Las cifras de Berkshire Hathaway: el carácter excepcional de este año ha llevado a Buffett, en la carta dirigida a los accionistas, a admitir sus "errores" cometidos en 2008. No en vano, el beneficio de la compañía se desplomó un 96% en el último trimestre del pasado año, hasta los 117 millones de dólares, y sus acciones acumulan más de un 40% de pérdidas en los últimos 12 meses.

La caja de herramientas del BCE

por Daniel Badía

La institución monetaria se muestra contraria a dejar el precio del dinero en el 0%, pero podría usar otras vías para reactivar la economía.

Además de un martillo y un destornillador, el Banco Central Europeo (BCE) podría tener que hacer uso de maquinaria menos tradicional para hacer frente a una de las peores crisis de la historia. El presidente de la institución, Jean Claude Trichet, se ha mostrado poco proclive a rebajar los tipos (actualmente en el 2%) hasta el 0%, tal y como ha hecho la Reserva Federal de EEUU. No obstante, en su reciente discurso incluyó la expresión «at the moment» o «por el momento», para cubrirse las espaldas por si se vieran forzados a llegar a esa situación. El mercado descuenta otra rebaja del precio del dinero de medio punto, hasta el 1,5%, para el encuentro de este jueves.

Trichet y otros miembros del consejo han dejado entrever que existen otras alternativas a las rebajas de tipos para reactivar la economía, lo que ha despertado cierta especulación sobre la posibilidad de que el BCE amplíe su caja de herramientas y utilice vías no tradicionales para atajar la crisis, lo que en los círculos financieros se conoce como non standard tools (herramientas no estándar). El presidente del BCE recordó que ya ha aplicado algunas de estas alternativas, como prestar a la banca toda la liquidez que le pide tanto en euros como en dólares, algo que para Julian Callow, economista jefe de Barclays Capital, «ha sido efectivo para rebajar los tipos del euribor a sus diferentes plazos, que es el principal foco de atención en estos momentos para el BCE».

Alternativas no tradicionales
Sin embargo, el mercado interbancario está lejos de volver a la normalidad y su funcionamiento es esencial para la reactivación de una economía en caída libre. José Luis Alzola, miembro de The Observatory Group, apunta al riesgo de que «la banca racione el crédito más allá de lo que aconseja la prudencia lógica en una fase de recesión», ante lo que el BCE debería adoptar una política monetaria «no convencional porque la situación no se solucionaría dejando los tipos al 0%».

Entre las herramientas no tradicionales que podría usar el BCE se encuentran las denominadas qualitative easing, donde se incluirían estas inyecciones de liquidez en el sistema, y las quantitative easing, como la compra de activos con más riesgo por parte de la institución monetaria. En general, el banco emisor busca ampliar su balance para que el dinero que se preste pueda llegar directamente a banca, empresas y familias.

Por un lado, se baraja la posibilidad de que el BCE compre deuda pública de los estados. Sin embargo, tal y como apunta Antonio Villarroya, estratega de Merrill Lynch, «el problema sería de qué nacionalidad tendrían que ser esos bonos (italianos, españoles...)». Y más cuando los diferenciales de rentabilidad entre estos países se han ampliado con el huracán financiero. El de España con respecto a Alemania, por ejemplo, acaricia máximos desde 1997.

Jüergen Michels, economista jefe de Citi, propone una solución: el BCE debería comprar deuda, ya sea corporativa, de gobiernos o hipotecaria, haciendo un combinado al 50% entre la población y el peso en la economía de los 16 países de la eurozona. La compra directa de deuda corporativa, es decir, emitida por las empresas no financieras, sería otra manera de hacer llegar la liquidez directamente. «Se trata de préstamos directos a empresas con dificultades de financiación en el mercado», apunta Javier Andrés, profesor de economía de la Universidad de Valencia, aunque recuerda que «el BCE aumentaría el riesgo del balance comprando activos menos seguros».

A su vez, el BCEpodría presionar a los gobiernos europeos para que realizaran una emisión conjunta de bonos, a través una única institución europea. Esto facilitaría el trabajo al BCE porque podría comprar un tipo de deuda que ya engloba los intereses de los países de la eurozona, sin entrar en polémicas sobre qué porción compra a cada uno. Sin embargo, según los expertos de Goldman Sachs, «un bono común de la eurozona sería una buena idea, pero con problemas técnicos». Los expertos del banco estadounidense explican que se crearía el bono más liquido del mundo y se abaratarían los costes de financiación.

Pero, «sólo sería aceptado por los países con un mejor ráting si la estructura del bono velara por sus intereses y, a su vez, se diseñaran marcos fiscales mucho más estrictos para evitar un riesgo moral». Por otro lado, «no se descarta que el propio BCE terminara emitiendo papel público para ampliar balance, como ha hecho ya el Banco de Suiza, donde parece que está funcionando», apunta José Luis Martínez, estratega en España de Citi. El mismo experto considera que la intitución monetaria «también podría actuar como contraparte en los préstamos entre entidades, garantizando el riesgo».

Entre las medidas que recordó Trichet, que ya se han aplicado para reactivar la economía, y que forman parte de su forma de actuar habitual, se encuentra la barra libre de liquidez. El BCE anunció esta nueva vía en octubre, que, en el caso de los préstamos en euros, finaliza ya este mes, aunque se podría alargar en el tiempo. La institución ofrece fondos ilimitados en sus subastas rutinarias a todos los bancos comerciales que lo soliciten, a cambio de una tasa fija que coincide con el tipo de interés oficial. Las inyecciones se suelen hacer a un plazo máximo de 6 meses, por lo que los expertos ven como una alternativa útil el alargamiento de estos préstamos al sector financiero.

Fuente: Expansión

Ventas a corto: Una bomba con espoleta de retardo

por José Antonio Fernández Hódar

Las gestoras de hedge fund podrían estar vendiendo a crédito más acciones de las que circulan libremente de un valor. Una tremenda bola de nieve que se va autoalimentando y que puede salpicar a compradores, vendedores e intermediarios.

Volvemos a insistir sobre el tema de las ventas a crédito, una operativa que, en nuestra opinión, no se debe prohibir, pero es necesario someterla a un estricto control para evitar cualquier situación riesgo. Por lo que hemos podido recabar, los intermediarios españoles respetan la directiva de la CNMV, en la que se prohibe las ventas en descubierto, que consiste en vender unos títulos que no tenemos. Pero lo que nadie termina de tener claro es si Iberclear lo tiene atado y bien atado.

Iberclear es el organismo encargado del registro contable, compensación y liquidación de valores admitidos a cotización en las bolsas españolas. Cuando adquirimos acciones, el depositario lo que recibe es la numeración de las mismas, lo que se denomina referencias técnicas. En teoría, debe tenerlas al día siguiente de la compra D+1; en la práctica, hay gestoras de hedge fund que tardan más de tres días en entregarlas, y la penalización –el tipo de interés diario– es tan ridícula, que les compensa ampliamente ser penalizados.

Una legión de estas gestoras: Harbinger, Tiger Global, Calipso Capital, Samlyn Capital LLC.. están moviendo diariamente millones de títulos. Y si su control se escapa de la capacidad de Iberclear, nos podemos encontrar con un mercado sobrevendido, en el que resulte, prácticamente imposible recomprar los títulos vendidos, porque no hay papel que los respalde. Nos podemos encontrar hasta con una estafa a nivel internacional.

Y no se trata de crear inquietud, pero da cierto miedo ver 700, 800 ó más de mil millones de títulos tomados en préstamo, y vendidos, de un valor, sin saber de dónde han salido. No es posible, nos decía esta semana un alto cargo de una empresa cotizada, que se hayan vendido 227 millones de acciones a crédito, que suponen 18,37% del capital. Para muchos, no hay otra explicación que el préstamo de títulos, para ser vendidos, sin tenerlos, aunque la gestora dispongan de paquetes de referencias técnicas que va colocando aquí, recogiendo de allí y volviendo a colocar. Todo es cuestión de que se vayan animando y entren en territorio peligroso.

Para el operador a la baja, la venta de futuros y opciones entraña menos riesgo en el caso de una vuelta violenta del mercado, salvo que MEFF se atore, como ocurrió en el verano de 1998, algo que ya forma parte de la historia. Pero en el préstamo de títulos hay que ir a buscarlos al mercado y pagar lo que pidan por ellos. Banco Santander, con una negociación media de 78 millones de acciones, tiene vendidas a crédito 847 millones de títulos –10,8 veces su media–. Si el mercado, por algo, se diera la vuelta, los propietarios de acciones del banco cántabro, que están perdiendo, no van a vender sus títulos a la primera de cambio. Aguantarán, seguramente más, de lo que puedan aguantar los vendedores de los títulos.

No es una operativa carente de riesgo, aunque los bajistas sigan apuntando, y mucho, hacia los profundos infiernos.

Fuente: Expansión

El carácter de refugio del yen se debilita

Por Joanna Slater, en Nueva York, y Alison Tudor-Ackroyd, en Tokio

El yen japonés, uno de los principales baluartes en la crisis financiera, está sucumbiendo a la presión económica.

Desde agosto del año pasado, el yen ha sido la divisa de mejor desempeño del mundo, superando incluso el dólar estadounidense a medida que los inversionistas fueron perdiendo su apetito por el riesgo y compraron yenes para compensar apuestas previas. Ahora, datos apabullantes sobre la economía de Japón empiezan a opacar el estatus de "refugio" de la moneda.

El dólar se ha fortalecido casi 8% frente al yen en las últimas dos semanas y, el jueves, un dólar compraba 98,32 yenes, el nivel más alto desde mediados de noviembre.

[yen]

La reciente debilidad del yen está empujando a corredores a reexaminar la antigua relación entre la moneda y otros mercados financieros. Aunque el yen ha tendido a moverse en dirección opuesta a las acciones, esa relación parece estarse quebrando.

John Taylor, quien dirige FX Concepts, un fondo de cobertura en Nueva York que se concentra en divisas, dice que a principios de febrero su firma empezó a cambiar sus apuestas de a favor del yen a que la moneda japonesa se debilitará. El ataque de debilidad del yen "recién está en su etapa inicial", asegura.

Varios inversionistas opinan lo mismo. El dólar podría comprar hasta 115 yenes para fin de año, escribió Stephen Jen, un director gerente de Morgan Stanley, en una nota a clientes el miércoles.

Un yen más débil sería un alivio para los más grandes exportadores de Japón. La fortaleza de la moneda en los últimos meses ha sido particularmente devastadora para las automotrices japonesas, incluyendo Toyota Motor Corp. Cada vez que el valor del dólar cae en un yen, la ganancia operativa anual de Toyota desciende en 35.000 millones de yenes.

Ahora, una oleada de malas noticias sobre la economía japonesa está tumbando al yen. En el último trimestre de 2008, la economía se contrajo a su ritmo más veloz en tres décadas. En enero, las exportaciones sufrieron su mayor caída y el déficit comercial del país creció a un nivel récord.

Cuando la situación estaba bien, los inversionistas globales, desde fondos de cobertura hasta amas de casa japonesas, adquirieron deuda barata en yenes, gracias a las bajísimas tasas de interés de Japón. Luego, vendían el yen por otras divisas e invertían las ganancias en distinto mercados, desde Nueva York a Nueva Zelanda, para lograr mayores retornos. Los inversionistas revirtieron dichas operaciones, conocidas como carry trades, a medida que se agravaba la crisis financiera. Debido a que la disolución de la operación involucra la recompra de yenes, la divisa japonesa se fortalece. El yen se fortaleció más de 30% contra una canasta compuesta por las monedas de sus principales socios comerciales desde agosto de 2008 hasta principios de febrero, según J.P. Morgan Chase.

A estas alturas, la mayoría de esas operaciones probablemente se han deshecho, estiman expertos en divisas. El debilitamiento de la influencia de las carry trades significa que el yen podría dejar de actuar como un termómetro del apetito de los inversionistas por el riesgo. Esto equivale a una especie de "cambio de régimen", dice Dong-Hyun Ahn, un analista de Royal Bank of Scotland en Hong Kong.

Fuente: WSJ

El bono del Tesoro sigue siendo el rey

Por Jon Hilsenrath

A algunos inversionistas les preocupa que el apetito mundial por los bonos del Tesoro de Estados Unidos pueda disminuir a medida que se dispara el déficit fiscal del país. Pero luego de que el presidente Barack Obama presentara un gigantesco presupuesto el jueves, el sistema financiero mundial enfrenta el problema opuesto: hay un exceso de demanda por los valores del Tesoro.

Cinco meses después del colapso de Lehman Brothers Holdings, los inversionistas siguen acudiendo en masa a los instrumentos más seguros y, en el proceso, dejan de lado la deuda más riesgosa, una señal de los persistentes males que siguen aquejando a la economía mundial y los mercados financieros.

Una serie de subastas de bonos del gobierno estadounidense realizada esta semana, cuyo monto ascendió a los US$94.000 millones, dejó en evidencia la situación. Durante una subasta de títulos a dos años el martes, por ejemplo, la demanda por los valores superó la oferta por una relación de más de 2,5 a 1, a pesar de que los bonos ofrecían un rendimiento de apenas 0,96%. También hubo una alta demanda en las subastas de papeles a cinco y siete años.

[Fuerte demanda]

La pérdida del apetito por la deuda de mayor riesgo constituye otro obstáculo que deben superar las empresas y las personas que intentan acceder al crédito porque se traduce en un alza de las tasas de interés para otro tipo de deuda que no sean bonos del Tesoro.

Para financiar el déficit y paquetes de rescate, es probable que Estados Unidos emita hasta US$2 billones (millones de millones) de deuda en el actual año fiscal, que termina el 30 de septiembre, según analistas de J.P. Morgan. La gigantesca emisión de deuda se produce en momentos en que otros países también están acudiendo a los mercados. Europa y Japón, por ejemplo, agregarán más de US$750.000 millones en nuevas emisiones este año, según J.P. Morgan.

En algún momento, los inversionistas podrían rechazar este flujo abrumador de bonos, causando un descenso en los precios y un alza en los rendimientos. Por ahora, sin embargo, la aversión al riesgo sigue vigente.

Aunque el rendimiento sobre los bonos del Tesoro a 10 años ha subido de 2,08% a mediados de diciembre a casi 3% el jueves, sigue estando casi tres puntos porcentuales por debajo del nivel de 2000, cuando Estados Unidos tenía un superávit fiscal y estaba retirando deuda del gobierno. Los inversionistas se han mostrado tan reacios a poseer otros instrumentos que han estado dispuestos a tener bonos del Tesoro a pesar de sus bajos retornos. Entre esos inversionistas figuran los chinos, quienes aumentaron sus tenencias de bonos del Tesoro de EE.UU. en US$192.000 millones entre julio y diciembre a US$696.000 millones, según los cálculos de Win Thin, analista de Brown Brothers Harriman. "Necesitamos que los extranjeros continúen comprando bonos del Tesoro y creo que lo harán", afirmó. Sin embargo, aunque los inversionistas chinos compraban deuda del Tesoro de EE.UU., reducían sus posiciones en la deuda ligada a las firmas hipotecarias estadounidenses Fannie Mae y Freddie Mac, señaló Thin, lo cual indirectamente presiona al alza las tasas hipotecarias en EE.UU.

Los mercados monetarios se están comportando de la misma forma. El dinero que ha entrado a los fondos de inversión especializados en valores del Tesoro ha crecido en más de US$121.000 millones desde septiembre, mientras que los fondos que invierten en deuda corporativa han visto una salida de capital de casi US$200.000 millones, según iMoneyNet, una publicación que rastrea los flujos de fondos en los mercados monetarios.

Pavan Wadhwa, un estratega de tasas de interés de J.P. Morgan, cree que los bancos de Estados Unidos serán los próximos. Desde 2001, señala, los bancos japoneses han aumentado su inversión en bonos del gobierno japonés y la deuda estatal japonesa de un 5% de activos totales a alrededor de un 15%, en un intento por apuntalar sus balances. El analista considera que los bancos estadounidenses seguirán el mismo camino. "Los bancos invertirán una cantidad mayor de sus activos en bonos del Tesoro en lugar de activos más riesgosos", afirma Wadhwa.

De modo que lo que simplifica la situación para Obama en los momentos en que intenta administrar un gigantesco déficit fiscal también podría ser una señal de que la alicaída economía y el sistema financiero estadounidense no muestran signos de una mejoría.

Fuente: WSJ

El PIB de EE.UU. se contrajo 6,2% en el cuarto trimestre de 2008

Por Jeff Bater
Dow Jones Newswires

WASHINGTON (Dow Jones)--La economía estadounidense se contrajo en el cuarto trimestre del 2008 mucho más de lo estimado previamente por el gobierno, luego que las empresas redujeran sus niveles de suministros como consecuencia de la debilidad en la demanda.

El producto interno bruto se contrajo a una tasa anual ajustada por factores estacionales del 6,2% entre octubre y diciembre, informó el viernes el Departamento de Comercio en su segunda estimación para el PIB de ese trimestre.

El PIB del cuarto trimestre fue el más débil desde la contracción del 6,4% en el primer trimestre de 1982.

Originalmente, el gobierno estimó que la economía se había contraído un 3,8% en el cuarto trimestre. En el tercer trimestre, la economía se redujo un 0,5%.

El PIB mide todos los bienes y servicios producidos en la economía.

Los economistas esperaban una contracción del 5,4% en el cuarto trimestre, según una encuesta de Dow Jones Newswires.

Las empresas redujeron sus inventarios en US$19.900 millones en el trimestre, en lugar de aumentarlos en US$6.200 millones como se había estimado anteriormente. En el tercer trimestre, los inventarios disminuyeron en US$29.600 millones.

Las exportaciones estadounidenses fueron revisadas a un descenso del 23,6% en lugar de una caída del 19,7%. Las importaciones disminuyeron un 16,0%, en lugar del 15,7% estimado previamente.

Los gastos de las empresas cayeron un 21,1% en el cuarto trimestre. El descenso había sido estimado previamente en un 19,1%. En el tercer trimestre esos gastos disminuyeron un 1,7%.

El mayor componente del PIB es el gasto de los consumidores, que representa cerca del 70% de la actividad económica total. Estos gastos descendieron un 4,3%, frente a la estimación previa de una merma del 3,5% y a la caída del 3,8% en el tercer trimestre.

Las compras de bienes duraderos cayeron un 22,1% en el trimestre, cifra revisada frente al descenso del 22,4% informado anteriormente. Sin embargo, el descenso fue superior a la caída del 14,8% del tercer trimestre.

Las compras de bienes no duraderos disminuyeron un 9,2% en el cuarto trimestre. Los gastos en servicios aumentaron un 1,4%.

Las inversiones residenciales fijas, que incluyen los gastos en vivienda, cayeron un 22,2% en el cuarto trimestre. La caída se había estimado anteriormente en un 23,6%. En el tercer trimestre, este tipo de inversión disminuyó un 16,0%.

Entre los indicadores de la inflación, el índice de precios para los gastos de consumo personal elaborado por el gobierno descendió un 5,0%, frente a la caída del 5,5% estimada en forma previa. En el tercer trimestre, el índice aumentó un 5,0%.

El índice de precios de consumo personal que excluye los alimentos y la energía subió un 0,8%, un leve aumento frente a la estimación previa del 0,6%, pero inferior al aumento del 2,4% del tercer trimestre.

El índice de precios para las compras internas brutas, que mide los precios que pagan los residentes en Estados Unidos, disminuyó un 4,1%, frente al descenso del 4,6% de la estimación inicial. El índice ascendió un 4,5% en el tercer trimestre.

El índice de precios ponderados aumentó un 0,5%, en lugar del descenso del 0,1% estimado originalmente. En el tercer trimestre, el índice creció un 3,9%.