2011/07/15

Moody's pone en observación la calificación de deuda de EE.UU.

Por John Kell

Moody's Investors Service colocó el miércoles su calificación "Aaa" para los bonos del gobierno de Estados Unidos en observación para una posible rebaja, citando la "posibilidad creciente de que el límite estatutario de deuda no sea aumentado de forma oportuna", lo que daría lugar a un incumplimiento en las obligaciones de deuda del Departamento del Tesoro del país.

La agencia calificadora señaló que, junto a la medida del miércoles, puso en evaluación para una rebaja sus calificaciones para las instituciones financieras vinculadas directamente al gobierno estadounidense, incluidas Fannie Mae y Freddie Mac.

Las negociaciones en Washington continúan a medida que los líderes del gobierno buscan asegurar que el límite de deuda del país sea incrementando antes del plazo del 2 de agosto. Las negociaciones parecen haberse estancado en los últimos días en medio de las disputas partidistas entre demócratas y republicanos sobre la forma de preparar un acuerdo que sea aceptable para los dos bandos.

El miércoles, Moody's señaló que la medida fue motivada por la posibilidad de que el límite de deuda no sea aumentado a tiempo para impedir que se incumpla con el pago de intereses o capital sobre bonos y notas en circulación. Por lo tanto, Moody's señaló que existe "un pequeño pero creciente riesgo de un incumplimiento breve".

Moody's indicó que una cesación de pagos, independientemente de su duración, alteraría fundamentalmente la evaluación del momento en que se realizarán los pagos futuros, y que la calificación "Aaa" podría dejar de ser apropiada. Sin embargo, dado que el tipo de incumplimiento probablemente sea de corta duración, es probable que la calificación sea reducida al rango "Aa", indicó Moody's.

Si el límite de deuda es incrementado nuevamente y se evita un incumplimiento, la calificación "Aaa" probablemente sea confirmada. Moody's destacó que el panorama asignado ese momento a la calificación de los bonos del gobierno probablemente sería cambiado a negativo al final de la evaluación a menos que "se logre un acuerdo sustancial y creíble sobre un presupuesto que incluya una reducción del déficit en el largo plazo".

La advertencia sobre una posible rebaja se produce después que Standard & Poor's Services redujera en abril de "estable" a "negativo" su panorama para la deuda gubernamental estadounidense por primera vez en la historia, citando las preocupaciones actuales sobre la salud financiera del país en el largo plazo.

Fuente: WSJ

2011/07/14

La banca española es más vulnerable que la italiana

Por Simon Nixon

Si quedaba alguna duda sobre hasta qué punto están interconectadas la crisis de deuda soberana europea y la crisis bancaria, el último contagio nos ha sacado de dudas.

Las acciones de los bancos italianos y españoles se han desplomado al dispararse los costos de asegurar sus deudas contra una cesación de pagos; y muchas cotizan ahora por debajo de los mínimos alcanzados tras la quiebra de Lehman. Pero aunque los bancos italianos son una apuesta binaria para encontrar una solución europea a su crisis de deuda, los problemas de los bancos españoles tienen un carácter más fundamental.

Los problemas de la banca italiana están directamente relacionados con la crisis de deuda soberana. Hasta que Italia no se encontró en el ojo de la tormenta del mercado la semana pasada, los bancos italianos parecían relativamente sólidos. En conjunto, han recaudado más de 8.000 millones de euros en capital este año y la mayoría de bancos tiene ahora un ratio core Tier 1 medio superior al 8%. Los bancos italianos además dependen relativamente poco de la financiación al por mayor. Hasta hace poco, la principal preocupación del mercado era la baja rentabilidad del sector, lo que refleja altos costos, bajo crecimiento crediticio y bajos tipos de interés.

Pero la pérdida de confianza de los mercados en la deuda soberana ha despertado nuevas preocupaciones. Los bancos italianos poseen bonos estatales equivalentes al 13% del total de activos bancarios, lo que supone una de las mayores exposiciones entre los sistemas bancarios de las principales economías, según el FMI. En comparación, la exposición de los bancos españoles a su propio gobierno es de tan sólo el 6,8% de los activos bancarios; en el caso de los bancos estadounidenses, es del 5% y en el caso del Reino Unido de sólo el 1,5%. El único sistema bancario más expuesto a su propio gobierno es el de Japón, que supone el 24% de los activos bancarios.

La buena noticia para los bancos italianos es que si la eurozona en efecto logra con éxito resolver su crisis de deuda soberana, los precios de las acciones podrían recuperarse rápidamente. Aunque las tensiones en Italia reflejan parcialmente los temores fiscales y políticos, el principal problema ha sido la insistencia de Alemania por que el sector privado participe en cualquier acuerdo de ayuda de Grecia. Esto ha asustado a los inversionistas, que temen verse obligados a asumir pérdidas como primer y no como último recurso. Encontrar una solución que evite eso tranquilizaría a los bonistas.

Pero los bancos españoles no escaparán tan fácilmente. El mercado cree que el sector bancario está infracapitalizado y la reciente volatilidad seguirá entorpeciendo las salidas a bolsa de Bankia y Banca Cívica, tan cruciales para restaurar la confianza. Bankia parece especialmente vulnerable dado que su salida a bolsa está constreñida por la necesidad de recaudar 4.000 millones de euros sin diluir a su matriz por debajo del 50%.

Peor aun, la fuerte emisión de bonos cubiertos ha dejado a los bancos españoles con una escasez de colateral para futuras financiaciones, según UBS.

Para relajar las tensiones en España, es necesario un paquete de rescate de gran alcance que prepare el camino para un mejor reconocimiento de las pérdidas y una extensa recapitalización bancaria. Eso podría tardar meses. Hasta entonces, los bancos españoles seguirán sufriendo.

Fuente: WSJ

2011/07/13

Italia pasa a estar en el ojo de la tormenta financiera europea

Por Alessandra Galloni y Marcus Walker

ROMA—Italia, que hasta ahora había observado los problemas financieros de la zona euro desde cierta distancia, quedó el lunes en el ojo de la tormenta cuando los inversionistas huyeron de los bonos del país mientras los líderes europeos luchaban por impedir que la crisis se propagara a la tercera economía del continente.

Los temores sobre la solvencia y la estabilidad política de Italia, sumados a la frustración del mercado ante la incapacidad de los líderes europeos para resolver los problemas de Grecia, provocaron que el rendimiento de los bonos soberanos de Italia a 10 años saltara más de 100 puntos básicos, alcanzando un récord de 285,6 frente a los bonos alemanes, en comparación con la semana anterior.

En un intento por detener el pánico, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi prometió la pronta aprobación en el parlamento de un paquete de medidas de austeridad que fue divulgado hace dos semanas y que busca equilibrar el presupuesto de Italia para 2014, evitando el titubeo político que a menudo frustra a los gobernantes italianos.

Las medidas "serán aprobadas dentro de unos días, puesto que el gobierno cuenta con una sólida mayoría", respondió en un correo electrónico el ministro de Trabajo y Políticas Sociales Maurizio Sacconi.

Incluso ese plazo abreviado, sin embargo, podría no alcanzar para aliviar la turbulencia de los mercados. "La experiencia de Grecia, Irlanda y Portugal demuestra que la confianza del mercado puede desaparecer muy rápido", afirma Marchel Alexandrovich, economista de Jefferies International, en Londres. "Los fundamentos de Italia son más fuertes que, por ejemplo, los de España, pero si el mercado pierde la confianza en un país, entonces este tipo de cosas ya no importa".

La mayor parte de las dudas de los inversionistas tienen sus raíces más allá de las costas de Italia. Al mercado le inquieta que los líderes europeos aún no acuerden un segundo paquete de ayuda para Grecia, y que una posible caída en cesación de pagos por parte de Atenas pudiera afectar a las economías más grandes del continente.

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Ante la ausencia de un consenso acerca de cómo repartirse con los acreedores del sector privado la carga de un nuevo paquete de rescate griego, una reunión de ministros de Finanzas europeos no consiguió avanzar mucho sobre un nuevo plan de asistencia.

El problema es que las calificadoras de riesgo han dejado en claro que cualquier esfuerzo significativo para que los acreedores privados asuman una parte del costo equivaldría a una cesación de pagos por parte de Grecia. Eso deja a Europa ante una difícil disyuntiva: hacer que los contribuyentes europeos financien a Grecia en forma indefinida o trasladar parte de la carga a los acreedores privados y caer en cesación de pagos.

No obstante, los problemas de larga data de Italia, como una deuda en torno al 120% del Producto Interno Bruto, un crecimiento débil y un sistema político volátil, han salido a la palestra después de dos años en los cuales Italia estuvo al margen de la crisis de la deuda.

"El componente objetivo que alimenta esas presiones del mercado es la carga de la deuda soberana de Italia. Es como un fusible que desestabiliza a los mercados y conduce a una situación que es peor que lo que ameritan los fundamentos de Italia", afirma Fabio Pammolli, profesor de Economía de la Universidad de Florencia.

También hay un aspecto psicológico que agrava la situación. Mientras que un plan de rescate de Grecia, Irlanda, Portugal e incluso, eventualmente, España no quebraría a la zona euro, un colapso financiero italiano podría derribarla, opinan los economistas.

El peligro para Italia sería que los mercados de bonos dieran la espalda al país por completo, negándose a financiar la cantidad que el país necesita incluso a mayores tasas de interés. Grecia y Portugal sucumbieron a tales cierres de los mercados de deuda.

Si Italia pierde el acceso a los mercados de capitales, probablemente el resto de Europa tendría problemas para obtener fondos suficientes para mantener la liquidez del país, señalan los economistas y funcionarios, ya que Italia es "demasiado grande como para caer", reconocen muchas autoridades. En ese caso, sólo la intervención del Banco Central Europeo (BCE) podría apuntalar al país, a partir de la emisión de dinero, algo a lo que se resiste con todas sus fuerzas.

La mayoría de los economistas no cree que la pérdida completa de acceso a los mercados sea inminente o probable. "Pienso que el pánico se detendrá antes. Italia tiene problemas objetivos, pero esto es un poco exagerado", afirma Daniel Gros, director del Centro de Estudios de Políticas Europeas, un centro de estudios en Bruselas.

El alza del rendimiento de los bonos no afectará las finanzas de Italia en el corto plazo, dado que la mayoría de su deuda no vence hasta dentro de varios años. En el largo plazo, las tasas de interés significativamente más altas podrían llevar a la deuda total de Italia a un nivel insostenible, dado el crecimiento económico crónicamente débil del país, que ha sido inferior a 0,25% en la última década, en comparación con el 1,1% de la zona euro.

2011/07/12

Las primas de riesgo de la deuda de España e Italia tocan niveles récord

Por Neelabh Chaturvedi y Nick Cawley

LONDRES (EFE Dow Jones)--Los bonos españoles e italianos se hundían el lunes, empujando la rentabilidad extra que piden los inversores para comprar la deuda de estos países a niveles récord desde la creación del euro, debido principalmente a un nuevo rebrote de la crisis de deuda soberana de la eurozona que amenaza con salirse de control.

A las 1105 GMT, el diferencial de los bonos italianos a 10 años con respecto al bund alemán de referencia subía 25 puntos básicos a primera hora a un récord de 268 puntos básicos, mientras que el diferencial del bono español aumentaba 29 pbs hasta los 312 pbs, unos máximos nunca vistos antes en la era del euro. El bono italiano a 10 años rinde al 5,40%, y el español el 5,8%. Los operadores hablan de que llegar al 6% podría suponer una señal de alto riesgo.

La fuerte caída de los precios de los bonos llega el día en que los líderes de la eurozona se reúnen en Bruselas por la tarde para tratar el contagio de Italia --la tercera economía de la eurozona-- y los progresos del segundo rescate griego.

Las discusiones entre los bancos y los gobiernos para el segundo rescate de Grecia han sufrido un giro fundamental en los últimos días, y se centran más en reducir la gigantesca carga de deuda del país que en buscar una solución parcial a corto plazo, dijeron dos fuentes conocedoras de las negociaciones.

Las discusiones empezaron hace dos semanas con la propuesta de la banca francesa de animar a los inversionistas a que contribuyan al nuevo rescate, reinvirtiendo lo recaudado en los bonos griegos que vencen en los próximos tres años.

Pero ahora se centran más en cómo Grecia podría recortar su deuda de 350.000 millones de euros aprovechando los fuertes descuentos con los que cotizan sus bonos. Una fuente dijo que la discusión sobre la reducción de la deuda "podría ser transformacional".

Die Welt informó también el lunes que los ministros de Finanzas de la eurozona ya no excluyen la reestructuración de la deuda griega como "una opción extrema".

"Estas negociaciones, que se probablemente se van a alargar, son un riesgo significativo para España e Italia", dijo Richard McGuire, analista jefe de renta fija en Rabobank International.

También se especulaba con que el mecanismo de rescate del euro, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, podría modificarse para permitir que compre bonos de los países más endeudados.

Los bonos italianos se han desplomado en las últimas sesiones por la preocupación sobre la salud del sistema bancario italiano, así como por la creciente enemistad entre el primer ministro italiano Silvio Berlusconi y su ministro de Finanzas Giulio Tremonti.

El supervisor bursátil italiano, el Consob, aprobó el domingo nuevas medidas de urgencia sobre transparencia, con el objetivo de combatir la especulación tras una oleada de ventas masivas que golpeó a la banca italiana el pasado viernes.

"Hay mucha incertidumbre y el riesgo de contagio es extremadamente alto", dijo Orlando Green, un estratega de renta fija de Credit Agricole.

2011/07/11

La rebaja de calificación de Portugal, en el fuego cruzado griego

Por Richard Barley

El interminable y disfuncional debate europeo sobre la reestructuración de la deuda griega se ha cobrado una nueva víctima: la calificación de grado de inversión de Portugal por parte de Moody's. Esto supone un duro revés para Portugal, que lucha por controlar un déficit público del 9,1%, por impulsar el crecimiento a largo plazo y por gestionar el desapalancamiento del sector privado, cuya deuda es 2,6 veces el PIB. Esto dificultará aún más la ya de por sí difícil tarea que afronta el nuevo Gobierno luso.

Moody's rebajó esta semana el rating de Portugal en cuatro escalones a Ba2, a categoría "basura". La agencia afirma que los esfuerzos de Europa por conseguir que los tenedores de bonos del sector privado compartan la carga en Grecia disuadirá a los inversores y reducirá la capacidad de Portugal de recuperar acceso a los mercados en 2013. Moody's también duda de la capacidad de Portugal de reducir su déficit hasta el 3% en 2013, al considerar que incluso las asunciones conservadoras de que la economía se contraerá un 2,2% en 2011 y un 1,8% en 2012 podrían resultar excesivamente optimistas. Esto podría provocar que la deuda pública no logre estabilizarse en el 115% del PIB en 2013, despertando temores sobre su sostenibilidad.

Ambos temores de Moody's parecen algo agresivos en esta fase del programa. Portugal no ha hecho más que empezar con su reforma. El Ministerio de Finanzas se quejó de que el nuevo Gobierno liderado por Pedro Passos Coelho ha anunciado medidas adicionales para alcanzar sus objetivos, como privatizaciones aceleradas y un impuesto extraordinario con el que podría recaudar unos 800 millones de euros en 2011. La postura de Europa con respecto a la participación del sector privado en los rescates es cambiante, y no se sabe muy bien cuál será su postura en 2013.

Aun así, el daño ya está hecho: la rebaja generará costos directos para Portugal, dado que el recorte del rating tiene un efecto dominó sobre todo el sistema. Las calificaciones de los bancos y las compañías también descenderán, aumentando los costos de financiación y potencialmente incrementando la presión para que el sector privado se desapalanque, una amenaza fundamental para el crecimiento. El mayor riesgo para el país podría provocar que los bancos extranjeros reduzcan sus préstamos. Los inversores en bonos indexados se verán obligados a vender al ver que retiran a Portugal de los índices por estas rebajas.

Esto significa que los temores de Moody's sobre la participación del sector privado y las dinámicas de la deuda corren el riesgo de convertirse en una profecía que tiende a cumplirse por su propia naturaleza. La rebaja de Portugal lleva un claro mensaje para los políticos de otras capitales europeas, especialmente para Berlín.

Fuente: WSJ