2011/01/07

El Banco Central de Brasil reduce las apuestas de los bancos en el mercado de divisas

Por Matthew Cowley

SÃO PAULO (Dow Jones)--El Banco Central de Brasil anunció medidas el jueves para reducir el tamaño de las apuestas de los bancos en el mercado de divisas para proteger el sistema financiero, pero que también podrían provocar algo de debilidad en el real brasileño, al menos en el corto plazo.

Los bancos brasileños tenían US$16.800 millones en posiciones cortas en dólares a fines de 2010, una fuerte variación frente a los US$3.000 millones en posiciones a largo de fines de 2009, indicó en una conferencia de prensa el director de política monetaria del banco central, Aldo Mendes.

Las posiciones podrían disminuir a cerca de US$10.000 millones como resultado de las medidas anunciadas el jueves, señaló Mendes.

Las apuestas contra el dólar son una constante fuente de presión para que el real brasileño se aprecie, lo cual preocupa al gobierno debido al impacto sobre los exportadores, en particular del sector fabril.

"La medida va en la dirección correcta, ya que combate las posiciones cortas de los bancos", dijo Sidnei Nehme, director de la corredora NGO Corretora de Cambio en São Paulo. "Es una medida dura que debería tener un efecto sobre el tipo de cambio en el corto plazo. Los bancos tendrán que ir al mercado para cubrir sus posiciones", agregó.

El real se debilitó poco después del anuncio, pero luego cambió de rumbo para regresar a niveles cercanos al cierre del miércoles. A las 1700 GMT, el real se negociaba en 1,6858 reales por dólar, lo que se compara con los 1,6842 reales por dólar en que se negoció en la mañana y los 1,6725 reales por dólar del cierre del miércoles, según Telekurs vía Factset.

RBC Capital Markets señaló que espera debilidad en el mercado de futuros de divisas, pero que "en cuanto a la propia tasa al día, no esperamos ver ninguna presión adicional".

El banco central elevó permanentemente el nivel de reservas que los bancos deben destinar para cubrir sus apuestas en el mercado cambiario. Por encima de cierto nivel, que depende del tamaño del banco y de sus apuestas en el mercado cambiario, las entidades tendrán que colocar más efectivo en el banco central -sin remuneración alguna- por cada apuesta al dólar en el mercado de divisas.

Ahora los bancos tendrán que depositar el 60% del valor de su posición, sobre US$3.000 millones -sin remuneración y tendrán 90 días para ajustarse a las nuevas medidas.

Mendes dijo que no espera que estas creen distorsiones en el mercado e indicó que los riesgos serían mayores si a los bancos se les permitiera quedarse con una cantidad tan grande de posiciones a largo en dólares, ya que cualquier volatilidad en los mercados globales podría provocar un fuerte aumento de las coberturas de posiciones cortas en Brasil, y agregó que ningún banco estaba en riesgo con sus actuales posiciones.

Medidas similares se tomarían en el futuro si las posiciones nuevamente comienzan a crecer demasiado, dijo Mendes.

Si bien Mendes calificó las medidas como "prudentes", reconoció que en el corto plazo habría más demanda de dólares a medida que los bancos cubren sus posiciones, lo que podría debilitar al real. Esto ayudaría a apaciguar algunos de los temores en el gobierno y la industria sobre la apreciación de la moneda.

Mendes reiteró que el banco central no tiene un nivel meta para la moneda, que es de libre flotación.

"No hay un nivel de cotización deseado", dijo Mendes.

Aún así, analistas interpretaron esto como una fuerte señal de que el gobierno tratará de impedir que el real se aprecie más allá de los niveles actuales entre 1,65 y 1,70 reales por dólar.

Mario Battistell, analista cambiario de Fair Corretora de Cambio, dijo que el gobierno "ha sido muy claro en que no desea que el país regrese a décadas pasadas, cuando era un mero exportador de bienes básicos. Con el tipo de cambio en estos niveles, la industria local corre un gran riesgo", afirmó.

2011/01/06

Banqueros e inversionistas, con la mirada fija en la creciente pila de dinero corporativo

Por Mike Foster, William Hutchings y Liam Vaughan

Las condiciones están listas este año para una pugna entre accionistas y banqueros de inversión sobre cuál es la mejor forma de utilizar los más de US$2 billones (millones de millones) que tienen las compañías europeas y estadounidenses en sus balances.

Los banqueros alegan que ahora es el momento del ciclo económico para buscar oportunidades. Los accionistas dicen que, aunque algunas fusiones y adquisiciones pueden estar justificadas, no debería haber una ola de gastos y la mayor parte del efectivo debería pagarse en forma de dividendos.

"La economía estaría mucho mejor y los inversionistas serían mucho más ricos, si las juntas directivas de las empresas y los presidentes ejecutivos asignaran capital para beneficio de sus propietarios… en lugar de acumularlo en los balances a una tasa cero de retorno", escribió Bill Miller, presidente del directorio y director financiero de Legg Mason Capital Management, en una nota que publicó en noviembre. "El efectivo en el balance general no ofrece ninguna rentabilidad, sin embargo es capital y tiene un costo, un costo muy alto actualmente, en comparación con el costo de la deuda", sostuvo.

Las compañías han estado conservando efectivo durante los dos años de la crisis financiera en medio de los temores a la posibilidad de colapsos bancarios y a que se sequen los mercados de capital. Las encuestas sugieren que el número de presidentes ejecutivos que quieren firmar acuerdos ha aumentado este año, pero a la mayoría de los banqueros todavía les falta confianza.

"Existe una aceptación de que, a pesar del entorno difícil, uno no se puede quedar quieto", dice Thierry d'Argent, jefe global de fusiones y adquisiciones en Societé Générale Corporate and Investment Banking. "Hay que optimizar la forma de desplegar su capital. Los mercados han premiado a quienes han realizado adqusiciones porque las fusiones y compras dan una oportunidad de incrementar las ganancias por acción en un mercado difícil".

Pero Charles Richardson, presidente ejecutivo de la administradora de fondos británica Veritas Asset Management, dijo: "Cuando las compañías están fuertes, deberían compartir los beneficios con sus accionistas por la vía de los dividendos; no deberían forzar las adquisiciones y fusiones, aunque algún negocio acertado puede tener sentido".

Bruce Stout, miembro del equipo global de renta variable de Aberdeen Asset Management, considera que las compañías se han fortalecido suficientemente y que llegó el tiempo de que los acccionistas se beneficien. "Dado el pobre nivel de éxito de las adquisiciones corporativas, preferiríamos que las empresas devolviesen el exceso de efectivo a los accionistas", dijo.

En Europa, el efectivo representa el 12% del total de activos de los balances corporativos y está casi un tercio por encima del nivel adquirido en cualquier momento del último ciclo económico, de acuerdo con UBS. En Estados Unidos, la relación entre la deuda y los fondos propios es la más baja en medio siglo.

Las compañías europeas tienen el equivalente a US$354.000 millones en efectivo. En EE.UU. las empresas tienen US$1,9 billones, de acuerdo a AllianceBernstein.

La cifra combinada de US$2,3 billones en los balances corporativos permitiría comprar casi el doble de todas las fusiones y adquisiciones valoradas en US$1,3 billones realizadas en Europa y EE.UU. en 2009.

Este efectivo también financiaría los dividendos pagados por las 100 compañías que integran el índice FTSE de la bolsa londinense en 2008 durante más de 23 años.

Fuente: WSJ

2011/01/05

La Fed debatió el alza de los rendimientos de los bonos

Por Luca Di Leo y Jeffrey Sparshott
Dow Jones Newswires

WASHINGTON (Dow Jones)—La Reserva Federal cree que una economía estadounidense más sólida es una de las razones para el aumento en los rendimientos de los bonos gubernamentales, lo que podría socavar sus esfuerzos para mantener la recuperación a través de tasas de interés bajas.

En las actas de la reunión del banco central del 14 de diciembre, publicadas el martes tras el período de espera usual, los funcionarios de la Fed ofrecieron varias explicaciones sobre las razones por la que los rendimientos de los títulos del Tesoro estadounidense han estado subiendo pese a su programa de compras de bonos de US$600.000 millones.

La revisión a la baja en las expectativas de los inversionistas acerca del tamaño final del programa, el panorama económico más positivo, y el impacto del acuerdo reciente para reducir impuestos sobre el déficit fiscal fueron factores que explican el aumento de los rendimientos, dijeron funcionarios de la Fed. Algunos destacaron que el ascenso en las tasas podría incluso haber sido amplificado por el posicionamiento de fin de año.

Sin embargo, pese a la mejora en la economía, los miembros de la Fed "en general consideraron que el cambio en el panorama no era suficiente como para justificar algún ajuste en el programa de compras de activos, y algunos destacaron que se necesita más tiempo para acumular información sobre la economía", señalaron las minutas.

Se esperaba que el programa de compras de bonos ayude a la economía, entre otras cosas, a mantener las tasas de interés para los préstamos en niveles bajos. Sin embargo, las tasas que se cobran a los consumidores y compañías que piden prestado para gastar e invertir en realidad han estado aumentando desde que la Fed anunciara el 3 de noviembre su plan para comprar US$600.000 millones en bonos del gobierno hasta junio del 2011. El rendimiento de las notas a 10 años del Tesoro, que sirve de referencia para varios tipos de tasas de interés, se ubica en la actualidad alrededor del 3,35%, por encima del 2,48% registrado el 4 de noviembre.

Las minutas muestran que los funcionarios de la Fed estaban más optimistas hacia el panorama para el crecimiento, una vez que disminuyeran los riesgos de una deflación. Sin embargo, destacaron que existen aún muchos riesgos de un debilitamiento, particularmente en el sector de la vivienda y vinculados a la crisis crediticia persistente en Europa.

La recuperación de la economía estadounidense tras la severa recesión del 2008 y 2009 ya estaba cobrando impulso cuando la Fed se reunió hace tres semanas. Desde entonces, han aumentado las señales de que el endeble mercado laboral está mejorando y el presidente Barack Obama convirtió en ley un paquete tributario bipartidista que se espera que otorgue un impulso adicional a la economía durante el 2011, al costo de incrementar el ya elevado déficit presupuestario.

El panorama más positivo, unido a las preocupaciones de que la economía podría en algún momento sobrecalentarse y generar alta inflación, motivó a los inversionistas a vender bonos del gobierno, reduciendo los precios y aumentando los rendimientos.

Los críticos del banco central señalan el incremento en las tasas de interés para afirmar que la estrategia de la Fed no está funcionando. Los funcionarios de la Fed replican en las actas que los rendimiento de los bonos serían aún más altos sin las medidas del banco central.

Los partidarios de la política de la Fed también destacan que las compras de los bonos ayudan a la economía en otras formas: al empujar a los inversionistas hacia los valores más riesgosos, contribuyendo con ello a las alzas de las acciones; y al mantener el valor del dólar en niveles bajos frente a otras monedas, alentando así las exportaciones.

2011/01/04

Tras un 2010 con altibajos, ¿qué le depara el 2011 al mercado de divisas?

Por Tom Lauricella

El dólar consiguió una decisión dividida en contra de sus dos mayores rivales en 2010: la crisis europea vapuleó al euro, pero el yen ganó terreno pese a los problemas fiscales y económicos de Japón.

Ahora que los corredores dan inicio a sus labores en 2011, hay dos preguntas rondando. La primera es si los gobiernos europeos lograrán poner fin a la serie de crisis que comenzaron en Grecia, arrollaron a Irlanda y ahora amenazan a España y Portugal.

La segunda es si la economía estadounidense finalmente ganará tracción con la ayuda de los estímulos monetarios y fiscales. La Reserva Federal está inyectando dinero a la economía a través de sus bajas tasas de interés y la segunda ronda del llamado alivio cuantitativo. Además, un inesperado aluvión de estímulos fiscales se desató a través de los recortes impositivos antes de navidad.

Hasta que no emerjan respuestas claras, las expectativas se centran en el tipo de oscilaciones que los mercados vieron en 2010, en el que el dólar sube y baja a medida que los inversionistas saltan de una preocupación de una región a la otra.

En general, el índice U.S. dollar, el cual mide a la divisa estadounidense contra una canasta de monedas, logró hacerse con una ganancia de 1,5% en 2010, a 79,028, en parte gracias al avance del dólar frente al euro. Al terminar el año, el euro se encontraba en US$1,3370, un declive de 6,6%.

El dólar también avanzó 3,6% contra la libra esterlina, la cual sufrió por cuenta de los propios problemas económicos y fiscales del Reino Unido.

El euro

La moneda comunitaria de la Unión Europea estuvo a la defensiva durante buena parte del año a medida que los llamados países periféricos pasaron apuros debido a los problemas causados por los altos déficit presupuestales y devastados mercados financieros. En mayo, la UE y el Fondo Monetario Internacional tuvieron que salir al rescate de Grecia, mientras que Irlanda fue rescatada en noviembre.

Como resultado de ello, el euro, que había alcanzado su punto más alto de la historia frente al dólar en abril de 2008 a US$1,5981, comenzó el 2010 en US$1,4326 y cayó a US$1,1917 el 7 de junio antes de recuperarse.

Durante 2011, "El euro va a tener unos primeros cuatro o cinco meses bastante erráticos, pero terminará el 2011 al alza", indica John Normand, director de estrategia global de divisas de J.P. Morgan Chase.

Normand asegura que el euro podría caer al "rango de US$1,20" si se intensifica significativamente la presión sobre la euro zona. Sin embargo, "los problemas fiscales están más cerca de ser resueltos en Europa que en EE.UU.", dijo. Por esta razón, "el camino del dólar a largo plazo apunta hacia abajo", indicó. Él calcula que el euro alcanzará los US$1,45 para finales de 2011.

Sin embargo, el panorama del euro podría complicarse por un débil crecimiento en EE.UU: y por las bajas tasas de interés. "La Fed desea un dólar débil y hará lo que pueda [para conseguirlo]", dijo Stein.

El yen

Si hubo una sorpresa en 2010, fue la fortaleza del yen frente a una débil economía japonesa y una carga de deuda que, a casi 200% del producto interno bruto del país, es vista por muchos inversionistas como una bomba de tiempo.

No obstante, el dólar perdió 12,8% frente a la divisa japonesa, cerrando el 2010 a 81,250 yen, frente a 93,08 a finales de 2009.

La fortaleza del yen no solo se dio frente al dólar. Cuando se comparó con una canasta ponderada de 35 divisas, el yen subió 6,5% en 2010, el mejor desempeño en cualquier grupo de 10 divisas, según Barclays Capital.

Jeff Young, director de investigación de cambio de divisas para Norteamérica de Barclays, indica que el desempeño del yen a menudo puede ligarse a la diferencia entre las tasas de interés a corto plazo en Japón y EE.UU. y la compra de yenes por parte de inversionistas japoneses que buscan balancear sus inversiones en valores estadounidenses y extranjeros.

A menos que se de un gran cambio en esa relación, tal como un aumento en las tasas de interés a corto plazo gracias al apretón de las Fed, esa dinámica debería apoyar al yen, pero en un rango relativamente limitado.

"Cuando se piensa en las monedas que probablemente se moverán significativamente, el yen no se encuentra en la parte más alta de esa lista", dijo Young.

Lo impredecible

El mercado podría recibir una gran sorpresa si la economía estadounidense resulta ser más fuerte de lo esperado, asegura Jessica Hoversen, estratega de divisas de MF Global.

Claro, cabe la posibilidad de que temas estructurales como el desempleo alto, un mercado inmobiliario deprimido y los crecientes déficit federales y estatales amenacen a la economía.

Además, muchos inversionistas apuestan a que el dólar terminará debilitándose debido al relajamiento cuantitativo. A través de sus compras de bonos del tesoro, la Fed esencialmente está imprimiendo dinero, diluyendo el valor de los dólares en circulación.

Sin embargo, con la economía estadounidense aparentemente cogiendo fuerza y los precios de los commodities en alza en gran parte por la demanda de los mercados emergentes, estos riesgos podrían generar un aumento en la inflación, dijo.

Si ese es el caso, la Fed podría recortar su relajamiento cuantitativo, dice Hoversen.

"Ese es un riesgo que aún no se ha considerado en el mercado", dijo.

2011/01/03

Venezuela unifica sus tipos de cambio a 4.30 bolívares por dólar

Por Kejal Vyas

CARACAS (Dow Jones)— Venezuela modificará nuevamente su régimen de tasa de cambio al crear una tasa fija de 4,30 bolívares por dólar a partir del 1 de enero, a menos de un año de que el país migrara a una estructura de doble tasa que se esperaba limitara la creciente inflación.

El país descartará la tasa más fuerte de 2,6 bolívares por dólar, impuesta en enero de este año sobre las importaciones de alimentos, medicina y otros productos de primera necesidad.

La decisión ayudará "a simplificar las transacciones", indicó el ministro de Finanzas y Planificación de Venezuela, Jorge Giordani, durante una conferencia de prensa emitida por la televisión estatal. El funcionario agregó que los cambios ayudarán a que el país alcance su crecimiento económico planeado para 2011.

Más temprano el jueves, el banco central de Venezuela informó que la economía se había contraído 1,9% en 2010 en momentos en que el país seguía luchando contra la alta inflación, la baja inversión y la producción petrolera en baja. La cifra negativa fue la segunda pérdida seguida de Venezuela en productividad, luego de que la economía se contrajera 3,3% en 2009.

En el informe anual del banco central, el presidente de la institución Nelson Merentes atribuyó la economía en baja a una caída de 2,2% en la actividad del sector petrolero, la columna vertebral del país, miembro de la OPEC. La extracción de petróleo y gas natural se contrajo un 2,8%, indicó el banco. La actividad en los sectores no petroleros, en tanto, cayó 1,8%.

"Durante los primeros meses del año, la crisis energética, causada por el prolongado período de sequía y la necesidad de implementar un programa de racionamiento, limitaron a la capacidad de expansión del sector manufacturero e influenciaron la desaceleración que comenzó en 2009", indicó Merentes.

El país registró una tasa de inflación anual de 26,9%, entre las más altas del mundo. A fines de 2009 la inflación se informó en 25%. Y el banco central estimó un desempleo de 8,7% este año, un aumento frente a 8% el año pasado.

Autoridades de gobierno también han dicho que esperan que el producto interno bruto se eleve 2% el próximo año, tras dos años consecutivos de contracción económica.

Sin embargo, Giordani afirmó que la tasa en el muy controlado sistema SITME, que provee dólares a empresas locales a una tasa de 5,3 bolívares por dólar, permanecerá sin variación.

El sistema SITME se lanzó a principios de este año en un intento por acabar con el mercado cambiario paralelo y no regulado del país, donde la tasa fácilmente supera los 8 bolívares por dólar.

Merentes indicó en el reporte anual del banco central que 2011 "será un año de crecimiento económico y mayor bienestar social", y agregó que el banco trabajará para reducir los niveles de inflación, mientras a la vez estimulará el crecimiento del crédito y la inversión.

La problemática economía del país atrajo cada vez más atención en momentos en que gran parte del continente sudamericano experimenta un sólido crecimiento y alta inversión. De hecho, incluso cuando los precios del petróleo tienen un nivel alto y estable, Venezuela sigue con problemas.

Los críticos han culpado a las políticas del presidente Hugo Chávez, mientras sigue nacionalizando empresas y propiedades, lo que muchos afirman ha sofocado la inversión en el país.

Chávez, a su vez, ha culpado a los problemas económicos del sistema financiero global y ha justificado sus acciones como parte de su revolución socialista.