2010/01/22

Las amenazas contra los Terminators bancarios

por Gillian Tett

Hace seis meses, solía bromear con mis colegas comentando que la situación de los mayores bancos de inversión mundiales me recordaba a las escenas finales de la película Terminator II.

Casi al final de la cinta, tal y como recordarán sus seguidores, el Terminator malo queda esparcido en fragmentos por el suelo, totalmente impotente –una situación muy similar a la de Wall Street y la City de Londres tras la crisis financiera de 2008–.

Pero, entonces, los fragmentos del robot se fusionan hasta que el Terminator se yergue de nuevo en pie. Igualmente, a finales de 2009, los mayores bancos mundiales daban la sensación de estar recuperándose a un ritmo sorprendente, a medida que sus beneficios y las expectativas de bonus crecían –y el lobby financiero parecía alejar cualquier reforma radical–.

Pero ahora, siguiendo la tradición de Hollywood, se ha producido un espectacular giro en los acontecimientos. A principios de este mes, la Administración Obama sobresaltó a Wall Street con el anuncio de un nuevo impuesto.

Sin embargo, el jueves asestó un golpe aún más duro, amenazando con obligar a los bancos comerciales a abandonar la negociación con capital propio (proprietary trading), y con frenar la consolidación bancaria. En términos financieros, es como una bestia que vuelve a buscar venganza y que salta a escena para atacar de nuevo al robot. Sin duda, algunos banqueros se estarán temblando del susto.

No es muy difícil entender qué ha motivado todo esto. Pueden culpar, si lo prefieren, a las amenazas. En las últimas 48 horas, desde que el partido Demócrata perdiese en Massachussets, entre los grupos de apoyo del partido demócrata más importantes han circulado correos electrónicos en los que exigen que la Administración Obama tome medidas drásticas y agresivas contra el sector de la banca, para recuperar la confianza de los votantes.

Como muestra un influyente e-mail general al que he tenido acceso, algunos patrocinadores del partido demócrata han amenazado con empezar a sacar las armas –a menos que el Gobierno muestre que está dispuesto a enfrentarse a los bancos–. Ante esa amenaza, que es sólo la punta del iceberg de la ira de los votantes, la Administración Obama ha actuado.

Está por ver si dará resultado como estrategia política. Sin embargo, la pregunta más intrigante ahora es cuál será el siguiente paso en la reforma de la regulación. Después de todo, lo que Obama hizo el jueves no fue sólo atacar a los bancos; también minó implícitamente la idea de la coordinación global.

Durante los últimos meses, decenas de banqueros y burócratas sin rostro han viajado de un lado a otro, asistiendo a comités internacionales para intentar buscar soluciones a problemas como la estructura de los bancos, el capital o la regulación de los derivados. Y, mientras desempeñaban esta aburrida y compleja labor, el lema que los ha guiado ha sido la necesidad de actuar “de forma coordinada”.

Pero ahora, con la entrada de los políticos, se está echando por tierra el delicado esfuerzo burocrático. Cuando la Administración Obama reveló su impuesto bancario a principios de este mes, por ejemplo, no consultó al resto del G-20 (o al Fondo Monetario Internacional, que llevaba semanas trabajando diligentemente sobre este asunto).

Tampoco hubo coordinación del Gobierno británico con otros países cuando lanzó su propio impuesto bancario. Y, desde luego, los dramáticos anuncios de Obama no se presentaron como parte de un plan conjunto global; todo se reduce a la política estadounidense.

¿Responderán los banqueros? No cabe duda de que a algunos les gustaría, sobre todo porque creen (o esperan) que la falta de coordinación global abre potencialmente la posibilidad de un futuro arbitraje regulador generalizado. De hecho, antes incluso de que Obama hiciera el anuncio, algunos importantes financieros insistían en que existían sólidas bases legales para luchar contra la tasa bancaria estadounidense y el impuesto sobre los bonus de los banqueros británicos.

Hasta el jueves, la mayoría de los banqueros temían que emprender estas acciones resultase demasiado peligroso en términos políticos; sin embargo, después del anuncio, es posible que piensen que tienen poco que perder con ello.

En cualquier caso, lo que está claro ahora es que el futuro camino de la regulación es totalmente incierto, ya que lo que sucede en la actualidad no es tanto un test de las finanzas, como una prueba de los sistemas políticos y sociales occidentales; o, en otras palabras, los riesgos reales ahora son los que se pueden diseñar en una hoja de cálculo.

Esto es terrible para muchos banqueros, que prefieren un mundo en el que puedan ser dueños su futuro. Pero tal vez no resulte tan sorprendente en términos históricos. Después de todo, cuando la bolsa estadounidense quebró en 1929, pasaron cuatro largos años antes de que se implementase la Ley Glass-Steagall.

Sobre esa base, es razonable pensar que esta lucha pueda prolongarse más tiempo (incluso hasta 2012). Prepárense para nuevos giros argumentales como el de Terminator II.

The Financial Times Limited 2010. All Rights Reserved

La crisis de Grecia amenaza, pero no derriba al euro

Por Neil Shah

Hay una agitada batalla en los mercados financieros sobre qué significan los problemas fiscales de Grecia para la unión monetaria europea y para el propio euro.

De un lado: los precios se disparan para los seguros contra la cesación de pagos ligados a Grecia, que tiene el mayor déficit presupuestario de los 16 países que comparten el euro como moneda. Los inversionistas compran estos seguros, que pagan bien en caso de cesación de pagos, como un tipo de seguro contra la deuda soberana. Y algunos temen que una crisis de deuda en Grecia podría poner en peligro la posición del país dentro del club de la moneda europea.

Por otro lado, está el euro mismo, que mayormente ha soportado bien los problemas de Grecia (y las dificultades en otros países de la zona euro como Irlanda y Portugal). El euro, que ya lleva una década en circulación, perdió cerca de 5% de su valor contra el dólar durante las últimas semanas. El martes, se cotizaba a US$1,4277 en Nueva York frente a un máximo de US$1,51 a principios de diciembre.

¿Quién tiene la razón? Algunos inversionistas creen que el euro podría caer a hasta US$1,35 durante los próximos meses, un declive de alrededor de 11% frente a los altos valores de diciembre. Aunque es una caída considerable, no se vería como calamitosa, en especial al tener en cuenta el nivel de temor en los mercados financieros sobre la situación financiera de Grecia. Los defensores del euro creen que la posición de la moneda como un refugio para los que ven al dólar con pesimismo le dará una fortaleza sostenida incluso mientras los países de la zona euro buscan solucionan sus problemas fiscales tras la crisis financiera.

Ese estado de ánimo optimista no se ha podido apreciar muy a menudo durante la última semana, ya que el euro perdió terreno frente casi todas las monedas, incluidos el dólar, el yen y la libra esterlina.

En el mercado de seguros contra cesación de pagos, el costo de asegurar contra la cesación de pagos de la deuda griega tocó un récord la semana pasada antes de acomodarse modestamente. El lunes, costaba alrededor de US$313.000 anuales asegurar US$10 millones de deuda griega contra la cesación de pagos por cinco años, comparado con US$331.000 el viernes, según CMA DataVision. En septiembre, el mismo seguro costaba US$147.000.

Los temores sobre Grecia han preocupado a los mercados durante varios meses.

En octubre, el nuevo gobierno socialista de Grecia sorprendió a los inversionistas al decir que el déficit fiscal para 2009 —ahora estimado en casi 13% de su PIB— era mucho mayor que lo pronosticado anteriormente. La semana pasada, la agencia de estadísticas de Europa planteó dudas sobre los datos de años anteriores, lo que desató la especulación sobre que los déficits de Grecia podrían ser aún mayores.

Los economistas también tienen dudas sobre si Grecia es capaz de realizar los drásticos recortes de gastos necesarios para que su economía sea más competitiva a largo plazo. En un informe la semana pasada, la firma de calificación de crédito Moody's Investors Service advirtió que las economías de Grecia y Portugal, otro miembro de la zona euro, podrían enfrentar una "muerte lenta" a medida que lidian con baja competitividad y gastan más de su riqueza para pagar deuda.

Hasta ahora, los mercados financieros no reaccionaron de forma positiva a los planes de reforma de Grecia. El índice principal de la Bolsa de Atenas ha caído 4,8% este año, frente a un alza de 2% para el índice paneuropeo Dow Jones Stoxx 600.

A pesar de los problemas, muchos inversionistas y analistas deses timan especulaciones sobre una división de la zona euro. El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, calificó estos rumores de "absurdos" la semana pasada. De todos modos, el BCE hace poco estudió la posibilidad de que un país intente retirarse de la moneda común.

Además, muchos inversionistas creen que los países más fuertes de la zona euro ayudarían a Grecia (u otro país en problemas) si una crisis realmente requiriera ese tipo de asistencia. Funcionarios del BCE, en particular su economista jefe, Jürgen Stark, han cuestionado esta idea, al decir que Grecia no debería esperar ninguna clase de rescate.

Fuente: WSJ

2010/01/21

Obama propondrá nuevos límites a las firmas financieras de EE.UU.

Por Damian Paletta y Jonathan Weisman

WASHINGTON (EFE Dow Jones)--Se espera que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, proponga el jueves nuevos límites al tamaño y a los riesgos de los mayores bancos del país, el último asalto de su Administración en Wall Street en lo que podría marcar el retorno --al menos en espíritu-- de algunos de los frenos a las finanzas adoptados en la Gran Depresión, según fuentes del Congreso y altos cargos de la Administración.

La propuesta representa un cambio radical en la concepción de la banca con respecto a la que ha imperado en la última década, que vivió una consolidación generalizada entre las grandes instituciones financieras para crear titanes de la banca. Si el Congreso aprueba la propuesta, el plan de la Casa Blanca podría imponer permanentemente restricciones gubernamentales en el tamaño y la naturaleza de la banca.

Se espera que la propuesta de Obama incluya nuevas restricciones en el tamaño de las grandes instituciones financieras. El objetivo sería dificultar a los bancos que lleguen a ser lo suficientemente grandes como para poner en riesgo a toda la economía y distorsionar la competencia. No se pudo detallar exactamente los límites precisos que apoyará la Casa Blanca, o si se detallarán el mismo jueves.

También se espera que Obama apoye, por primera vez en público, las medidas impulsadas por el antiguo presidente de la Fed, Paul Volcker, que consisten en adoptar restricciones en el comercio de propiedades por la banca comercial, limitando la forma en que los bancos apuesten con su propio capital. El objetivo es evitar la "actividad especulativa" con depósitos asegurados por el Gobierno federal.

La propuesta podría tener un efecto mayor en Bank of America Corp., Wells Fargo & Co. y J.P. Morgan Chase & Co., que controlan una gran cantidad de los depósitos de Estados Unidos, y también Goldman Sachs, Morgan Stanley y Citigroup Inc., que tienen una gran presencia en Wall Street.

La propuesta de la Casa Blanca, dijo un asesor, no resucitaría exactamente los límites adoptados por la Ley Glass Steagall de la época de la Gran Depresión, que esencialmente separaba radicalmente a los bancos comerciales de los bancos de inversión y fue anulada en 1999. En lugar de eso, la Casa Blanca quiere recuperar "el espíritu" de esa legislación, lo que supone evitar que los grandes bancos lleguen a ser tan grandes y complejos como para crear enormes riesgos.

Berlín propone a Weber para presidir el BCE

por Gerrit Wiesmann, Ben Hall y Tony Barber

Berlín ha reforzado su campaña a favor del presidente del Bundesbank, Axel Weber, para su elección como presidente del Banco Central Europeo, justo cuando se intensifican las negociaciones sobre el nombramiento del número dos de la entidad, con sede en Fránkfurt.

Según las autoridades alemanas, los países de la eurozona podrían elegir a Vitor Constancio, presidente del Banco Central de Portugal para el puesto de vicepresidente del BCE. Si Constancio resultara nombrado número dos, se detendrían las aspiraciones del flanco sur de llevarse también el primer puesto del BCE. Está previsto que el actual presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, se retire en 2011; Mario Draghi, presidente del Banco Central de Italia, se considera el principal rival de Weber de cara a sucederle. En opinión de un alto funcionario alemán, "las posibilidades de Weber van en aumento, y se multiplicarían si Constancio es nombrado vicepresidente".

Según fuentes diplomáticas de Bruselas, es demasiado prematuro dar por hecho que Constancio resultará elegido para ocupar el segundo puesto del BCE. No obstante, Francia ya ha sugerido que seguramente apoye la candidatura del portugués, una buena noticia para Alemania. Los países de la eurozona tienen hasta el próximo año para nombrar al próximo presidente de su banco central; la candidatura a la vicepresidencia acabará convirtiéndose en una lucha de poder para obtener el primer puesto, un juego de equilibrio geográfico y de estrategia monetaria. Weber se considera uno de los miembros más severos de los 22 miembros que forman el Consejo de Gobierno del Banco Central a la hora de mantener la inflación a raya, mientras que Constancio, que pertenece al sector más moderado del Consejo, concede más prioridad al crecimiento de la economía. Según esta lógica, opinan fuentes francesas, Italia apoyaría al luxemburgués Yves Mersch, más partidario de controlar la inflación, para impulsar la candidatura de Draghi, de perfil más moderado, al frente del BCE. En opinión de un funcionario italiano, Constancio tiene posibilidades de conseguir el puesto, aunque su elección no influiría en la elección del presidente del BCE.

El pasado lunes, los ministros de Finanzas de la UE acordaron elegir al vicepresidente del BCE durante su próxima reunión, que se celebrará el 15 de febrero. El resultado de esta elección se trasladará a los jefes de Estado y de Gobierno para que sometan la candidatura a votación durante la próxima cumbre de la UE, que tendrá lugar en Marzo. Berlín sabe que París no aceptará que haya dos candidatos alemanes en el Consejo del BCE. Una solución sería ofrecer a Jürgen Stark, economista jefe del BCE y miembro del consejo, la presidencia del Bundesbank, dejando un sitio libre a Francia. La confianza de Berlín ha aumentado desde que el lunes, el primer ministro luxemburgués y titular de Finanzas resultara reelegido presidente del Eurogrupo.

The Financial Times Limited 2010. All Rights Reserved

El auge inmobiliario de China alimenta el crecimiento, pero también los temores

Por Andrew Batson

BEIJING—El renaciente mercado inmobiliario apuntaló la recuperación de la economía china durante el año pasado. Sin embargo, ahora este boom de la construcción podría convertirse en uno de los mayores riesgos que afronta el país a largo plazo.

En 2009, la economía china se expandió en torno a 8,5%, superando con creces la meta de 8% fijada por el gobierno a principios del año, cuando algunos economistas advirtieron que el crecimiento podría alcanzar apenas un 5%. El gobierno publicará el jueves cifras oficiales para el cuarto trimestre y el año completo.

Este dinámico crecimiento deja a China más cerca de desbancar a Japón como la segunda economía del mundo, pese a que los resultados finales de ese país no estarán disponibles hasta fines de febrero. Siguiendo el modelo que Japón implementó hace décadas, China se ha expandido a partir de una rápida industrialización y el traslado de una gran parte de su población rural a las ciudades, donde puede conseguir mejores empleos y comprar viviendas y productos de consumo.

Sin embargo, a medida que China prospera, los paralelos con Japón se vuelven más preocupantes.

Hay cierto temor de que China se tope con los mismos problemas que afrontó Japón a principios de los años 90, cuando la explosión de una gigantesca burbuja inmobiliaria asfixió el crecimiento durante años. Wang Shi, presidente ejecutivo de la mayor urbanizadora de China, China Vanke Co., advirtió en diciembre que el país corre el riesgo de experimentar una burbuja inmobiliaria similar a la de Japón si las rápidas alzas de precios se expanden más allá de las grandes ciudades.

El gobierno implementó el miércoles controles más estrictos sobre los préstamos de los bancos estatales, una señal de los temores sobre la formación de una burbuja. Reguladores reforzarán la supervisión de los préstamos y endurecerán los controles sobre la concesión de créditos de varios bancos, incluyendo Bank of China Ltd. Las iniciativas ahuyentaron a los inversionistas en China, lo que dejó su huella en las bolsas.

La suerte del mercado inmobiliario es un factor cada vez más importante para la economía china. A medida que el gobierno retira paulatinamente sus programas de estímulo, las empresas privadas necesitan gastar más para mantener la robustez del crecimiento. El Banco Mundial estima que el boom de la construcción ha sido el principal motor de la inversión privada en el último año. Otros sectores son reacios a expandirse ante la debilidad de la economía mundial y el exceso de capacidad en las industrias locales.

Pilar de la economía

"Ahora que las exportaciones afrontan tiempos difíciles, los bienes raíces se han convertido en un pilar del crecimiento económico de China", señala Ji Zhu, profesor de economía en la Universidad Tecnológica y de Negocios de Beijing. "Nadie quiere ver caer los precios de la vivienda", argumenta, ni los inversionistas, ni las empresas inmobiliarias ni, mucho menos, las autoridades gubernamentales.

Los precios de las nuevas propiedades residenciales están subiendo a una tasa anualizada de más de 20% en todo el país. Los apartamentos más lujosos en las grandes ciudades se han apreciado mucho más. Hasta ahora, los aumentos de precios han estimulado la construcción de más viviendas, impulsando la demanda de trabajadores de la construcción y materias primas. Tanto noviembre como diciembre vieron un volumen récord en la inauguración de nuevas obras, que registran un salto de 75% frente al mismo período del año anterior.

Koyo Ozeki, director de investigación de crédito en Asia para la gestora de fondos de bonos Pacific Investment Management Co., argumenta que las comparaciones entre el auge inmobiliario de China con la burbuja especulativa de Japón son exageradas, en parte porque la economía japonesa era mucho más madura en los años 80 que la de China en la actualidad.

China sigue muy rezagada en cuanto a los estándares de vida del mundo desarrollado. Gracias a la expansión de las ciudades y el alza en los ingresos, Ozeki anticipa que habrá mucha demanda para viviendas nuevas en los próximos años.

Eso, en todo caso, no significa que la especulación no esté presente en el mercado inmobiliario. "Nos encontramos ante una tendencia secular de una demanda que aumenta con el tiempo pero, por otro lado, aún podría formarse una burbuja", explica Wang Tao, economista de China para UBS. "En la calle, desde luego, se intuye una sensación burbujeante: la gente espera para comprarse un apartamento de lujo como si estuviera haciendo cola para comprar repollo".

El riesgo es que se estén construyendo demasiadas viviendas a precios demasiado caros para encontrar compradores. Esto resultaría en un desperdicio de inversiones y deudas incobrables que debilitarían la economía. Incluso sin un estallido, un mercado de bienes raíces que sirve exclusivamente a un pequeño grupo de la élite urbana podría desembocar en un problema político para Beijing.

Los menos afortunados, como Huang Haiying, una trabajadora de 28 años en un hospital en Chengdou, observan con consternación el incesante ascenso de los precios de las viviendas. A Huang le gustaría comprarse un apartamento en el centro de la ciudad, cerca de su trabajo, pero no le alcanza.

[China]

Los precios en la capital ya han superado los US$1.170 por metro cuadrado. A esa tasa, la hipoteca de un apartamento pequeño absorbería bastante más de la mitad del salario mensual de Huang.

Los precios de Beijing y Shanghai están muy por encima del alcance de las familias de ingresos medios y bajos. China Internacional Capital Corp, un banco de inversión, calcula que 20% de la población urbana todavía puede comprar una casa. Eso supone un mercado de unos 120 millones de personas, pero hay temores de que el resto se quede rezagado.

"Si el mercado se concentra en este pequeño grupo de personas, no podrá llegar muy lejos porque, después de todo, es limitado frente a la población total de China de unos 1.300 millones de habitantes", dice Wang Lina, una investigadora de la Academia de Ciencias Sociales de China. Dos tercios de los hogares chinos encuestados recientemente por el banco central opinaron que los precios de las viviendas son demasiado altos.

—Sue Fen contribuyó a este artículo

2010/01/20

Chile: El presidente de Codelco rechaza el plan de privatización parcial de Piñera

Por Anthony Esposito

SANTIAGO (Dow Jones)--El presidente ejecutivo de la estatal chilena Corporación Nacional del Cobre, o Codelco, rechazó el plan del presidente electo Sebastián Piñera de incorporar capital privado a la minera.

Piñera, quien asume el mando en marzo, planteó la idea de cotizar una parte de Codelco en bolsa o incorporar capitales privados, si bien reconoció que esto requeriría modificar la Constitución.

El lunes, Piñera dijo que Codelco continuará siendo una compañía estatal, pero añadió que se realizarán cambios profundos ya que la minera ya no es el mayor productor mundial de cobre.

El presidente ejecutivo de Codelco, José Pablo Arellano, dijo el miércoles que la compañía no está enfocada en abrirse al capital privado y reiteró los dichos del presidente electo respecto a que esos cambios requerirían del acuerdo amplio de la sociedad y cambios a la Constitución.

La minera estatal en la actualidad realiza grandes cambios, como el avance de proyectos de última generación que requieren de grandes inversiones y la modernización del gobierno corporativo de la compañía, dijo Arellano, quien añadió que dichos cambios modificarán la cara de Codelco por los próximos 40 a 50 años.

Codelco tiene un ambicioso plan de inversión para aumentar la producción dentro de los próximos años, con un presupuesto de US$2.000 millones en gasto de capital para 2010.

En años anteriores, la minera cubrió sus necesidades de financiamiento a través de la retención de sus ganancias antes de impuestos, amortizaciones y depreciaciones y emisiones de bonos.

Chile es el mayor productor mundial de cobre, con alrededor del 35% de la producción mundial.

2010/01/19

Bancos españoles

por Lex Column

A veces las apariencias engañan. Si se les compara con las entidades anglosajonas, los bancos españoles han conseguido esquivar la peor parte de la crisis financiera, centrándose más en el estallido de la burbuja inmobiliaria y en el fuerte deterioro económico que viven en casa.

Las provisiones anticíclicas contra créditos incobrables que acumularon en tiempos de bonanza les han ayudado, pero sólo hasta un cierto punto. De hecho, la reciente caída del 28% de los beneficios netos de 2009 por el fuerte aumento de las provisiones en Banesto, hace pensar que otras entidades pueden encontrarse en una situación similar.

Ahora que comienzan a aparecer los resultados, parece que las grietas de las fachadas de los bancos con más proyección nacional, como Banco Popular y Banco de Sabadell, empezarán a crecer, dejando al descubierto el deterioro de sus préstamos.

El sector inmobiliario es, sin duda, el mayor responsable de esta situación. Aunque, según los datos oficiales, la caída de las propiedades residenciales se moderó el año pasado, sus precios parecen elevados frente a las caídas registradas en Irlanda y Reino Unido, por lo que podrían seguir bajando. Además, los préstamos inmobiliarios corporativos tampoco están en buenas condiciones.

Las entidades crediticias han intentado refinanciar los créditos inmobiliarios de dudoso cobro (NPL, en sus siglas en inglés). Nomura calcula que, si los activos inmobiliarios adquiridos en el tercer trimestre de 2009 se consideraran préstamos incobrables, la ratio NPL de una entidad como Banco de Sabadell aumentaría del 3,87% al 6,82%. La diferencia no sería tan acusada en el caso de BBVA y Santander, cuyas operaciones internacionales representan dos quintas partes y dos terceras partes de sus beneficios, respectivamente.

En cambio, 2010 será difícil para los bancos que se limitan al mercado español. Se espera que el paro supere el 20%. La presión sobre los márgenes está aumentando y el volumen de créditos se reduce. Banesto, que opera a un múltiplo precio/valor en libros de 1,1 veces muestra qué podría deparar el deterioro de la calidad de los activos a Popular y a Sabadell, que operan con una prima del 21%. BBVA y Santander, que operan por encima de dos veces el valor en libros, reafirmarán el atractivo de su herencia conquistadora y de su exposición a los mercados latinoamericanos que, por el momento, están en pleno auge.

The Financial Times Limited 2009. All Rights Reserved

2010/01/18

La banca extranjera en EEUU se rebela contra Obama

por Francesco Guerrera y Patrick Jenkins

“Impuestos sin representación”. Un importante banquero invocó el grito de la revolución estadounidense para condenar la decisión de la Administración Obama para imponer una nueva tasa bancaria sobre las filiales estadounidenses de grupos financieros extranjeros.

Ninguno de los bancos extranjeros con oficinas en Nueva York, entre los que se incluyen importantes nombres de las finanzas globales como Credit Suisse, Deutsche Bank, UBS y BNP Paribas, quisieron criticar en público la medida. Pero en privado, muchos ejecutivos se mostraban indignados.

En su opinión, pedir a los bancos extranjeros, que no se beneficiaron de forma directa de la ayuda del Gobierno estadounidense, que paguen un impuesto dirigido a recaudar al menos 90.000 millones de dólares (62.000 millones de euros) en la próxima década, era básicamente injusto.

“Nadie en la lista de los 50 bancos afectados podría exponer que no se benefició de la ayuda gubernamental, ya fuera de forma directa o indirecta”, admitió un importante banco europeo. “Pero la forma en la que está estructurado el impuesto no es equitativa. No existe distinción alguna entre Citigroup o Bank of America, que recibieron grandes sumas de dinero del Gobierno, y otros como nosotros, que sólo nos beneficiamos de forma indirecta”.

Para agravar las injurias –al menos a los ojos de los banqueros extranjeros– el gravamen iría dirigido en parte a pagar las pérdidas que sufrirá el Gobierno estadounidense después de rescatar a empresas como los fabricantes de coches de Detroit y a financieras hipotecarias como Fannie Mae y Freddie Mac.

Autoridades de la Administración expusieron que los bancos extranjeros con sede en EEUU se beneficiaron del repunte de los mercados de capitales y de la recuperación económica derivada del desembolso de cientos de miles de millones de dólares de fondos de los contribuyentes.

De hecho, algunos analistas recibieron con agrado la inclusión de bancos extranjeros en la lista de las cerca de 50 empresas a las que se les aplicará la “Tasa por Responsabilidad en la Crisis Financiera”, ya que reducirá la carga sobre las entidades domésticas.

“Las firmas estadounidenses no se encontrarán en desventaja competitiva frente a las filiales estadounidenses de bancos extranjeros”, escribió Jaret Seiberg de Concept Capital, un grupo de investigación sobre inversiones de Washington.

Estos argumentos no fueron bien recibidos por los ejecutivos de bancos extranjeros. Uno de ellos señaló que los hedge fund y los grupos de capital riesgo también se beneficiaron de la intervención del Gobierno estadounidense en los mercados y que no se les ha pedido que paguen el impuesto.

Según varios análisis de investigadores de Morgan Stanley, Barclays Capital será una de las entidades extranjeras más afectadas, con una tasa prevista de 560 millones de dólares anuales.

Otros bancos que se espera que se vean afectados por sumas de una magnitud similar son HSBC, Deutsche Bank, Credit Suisse y UBS. Las entidades francesas BNP y Société Générale tienen menos operaciones en el país.

Algunos bancos extranjeros que se encuentran en el extremo más bajo del umbral de los 50.000 millones de dólares en activos a partir del que se aplica el impuesto aseguran que podrían reducir su tamaño para no verse afectados.

Todos los bancos están convencidos de que la medida afectará negativamente a la economía.

The Financial Times Limited 2009. All Rights Reserved

Obama lanza un duro ataque contra la banca y propone un nuevo impuesto

Por Jonathan Weisman y David Enrich

El presidente estadounidense, Barack Obama, reveló el jueves su propuesta para aplicar un impuesto de US$90.000 millones a los bancos y acompañó el anuncio con algunas de las críticas más feroces que ha lanzado contra Wall Street. "Queremos que nos devuelvan nuestro dinero y lo vamos a conseguir", advirtió.

La dura postura del presidente encaja dentro de la ofensiva de los demócratas para sacarle partido a la ira provocada por las cuantiosas bonificaciones y ganancias de los bancos que se beneficiaron del rescate fiscal durante el punto álgido de la crisis financiera.

Aunque una buena parte de la industria bancaria ha atacado el propuesto impuesto, su impacto en las ganancias de las compañías sería relativamente modesto.

La evaluación de 10 años de los pasivos de los bancos, denominada Tarifa de Responsabilidad Fiscal de la Crisis Financiera, recaería con más fuerza sobre los seis mayores grupos financieros del país: Citigroup Inc., J.P. Morgan Chase & Co., Bank of America Corp., Goldman Sachs Group Inc., Morgan Stanley y Wells Fargo & Co. Estas instituciones probablemente afrontarían una factura anual del orden de los US$1.000 millones o más, aunque Citi y J.P. Morgan podrían tener que pagar más de US$2.400 millones cada uno.

Las cifras, sin embargo, no asestarían un golpe serio a las ganancias de estas firmas, cuyos gastos anuales ascienden a las decenas de miles de millones de dólares, incluyendo el pago de impuestos. Betsy Graseck, analista de Morgan Stanley, calcula que el impuesto eliminaría alrededor de 5% de las ganancias de los principales bancos este año.

La Casa Blanca atacó duramente a los bancos. Obama se refirió a "bonificaciones obscenas" y a la "lógica retorcida" de los ejecutivos bancarios que se oponen al impuesto. Robert Gibbs, portavoz de la Casa Blanca, sugirió que los bancos estaban tratando de traspasar la factura de sus problemas a los contribuyentes. "En lugar de emplear a un ejército de abogados y contadores para ayudarlos a evadir el cobro, les sugeriría que trataran simplemente de cumplir con sus obligaciones".

Representantes de la industria advirtieron que el impuesto podría limitar la capacidad de los bancos de realizar nuevos préstamos, algo que perjudicaría a la economía. Además, algunos analistas advirtieron que el plan estimularía a los bancos a dejar más activos y obligaciones fuera de sus balances para reducir su exposición a la tarifa, algo que contribuyó a plantar las semillas de la crisis financiera.

De ser aprobado por el Congreso, el impuesto obligaría a unos 50 bancos, aseguradoras y firmas de valores a pagarle al gobierno, en conjunto, unos US$90.000 millones en 10 años.

El gobierno propone cobrar un impuesto de 0,15% sobre los pasivos de una amplia gama de empresas que recibieron asistencia fiscal, con la excepción de las automotrices. El impuesto se aplicaría a los pasivos totales, pero se descontaría el capital considerado de mayor calidad como las acciones comunes.

Estrategas políticos demócratas señalan que el plan podría frustrar a los republicanos que trataban de aprovechar la ira de muchos estadounidenses hacia los rescates del gobierno a Wall Street pero no están dispuestos a respaldar un aumento de los impuestos.

Si los republicanos se oponen al impuesto, los demócratas los pueden acusar de ponerse del lado de los banqueros rescatados por los contribuyentes. Si lo apoyan, corren el riesgo de quedar mal con los activistas antiimpuestos que le han infundido un nuevo brío al partido.

Estrategas republicanos, por su parte, centraron su atención en la gente que, según ellos, pagará la factura del impuesto en última instancia, los consumidores que afrontarán mayores tarifas bancarias y las pequeñas empresas que tendrán un menor acceso al crédito. "Dificultar el ahorro, la inversión y la creación de empleos para las familias y los pequeños negocios sería la última de una serie de políticas incongruentes aprobadas por el Congreso demócrata", manifestó Ken Spain, vocero del Comité Nacional Republicano del Congreso, que supervisa las campañas de la Cámara de Representantes para el partido republicano.

Los inversionistas, mientras tanto, no se mostraron tan preocupados por la noticia. Las acciones de la mayoría de los bancos estadounidenses subieron el jueves y el índice KBW de acciones bancarias ascendió 1,5%.

Fuente: WSJ