2011/04/29

EE.UU. se limita a observar la caída del dólar

Por Sudeep Reddy y Jon Hilsenrath

El dólar alcanzó el jueves su nivel más bajo desde agosto de 2008, pero las autoridades de Estados Unidos aún no intervienen para detener la caída.

En los últimos días, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, han expresado públicamente su deseo de contar con un dólar fuerte. Sin embargo, casi no hay indicios de un cambio en la política de la Fed o del Tesoro, o en las condiciones económicas subyacentes, que pudieran alterar la trayectoria descendente del dólar.

La moneda ha retrocedido casi 9% en lo que va del año ante una canasta de las monedas de los principales socios comerciales de EE.UU. Si bien Bernanke reiteró en su primera conferencia de prensa el miércoles que quería un dólar fuerte, la Fed ha dejado en claro que mantendrá las tasas de interés en un nivel muy bajo por ahora. La decisión del banco central de no alterar las tasas, anunciada en los precisos momentos en que otros bancos centrales comienzan un ciclo de ajuste, llevó a muchos inversionistas a vender activos denominados en dólares.

Las autoridades estadounidenses podrían estar más preocupadas si el declive del dólar mostrara señales de perturbar a otros mercados financieros, como una caída de las bolsas, o un alza en los precios de los bonos del Tesoro que haría subir las tasas. Aunque hay un riesgo de que esto ocurra, hasta ahora no se ha materializado.

"No veo una gran razón para estar preocupado en este momento desde el punto de vista de Estados Unidos", dijo Edwin Truman, investigador del Instituto Peterson de Economía Internacional. Refiriéndose a los temores de algunos operadores que temen un desplome del dólar manifestó que "el mercado puede haber comenzado a creer en algo que no tiene mucho sentido".

De todos modos, algunos analistas se están preparando para una caída más precipitada. "La política monetaria laxa en Estados Unidos ha sido positiva para la recuperación post crisis y nos ha comprado mucho tiempo", opinó Kit Juckes, estratega principal para el mercado de divisas de Société Générale en Londres. "Pero si esto se sale de control, entonces es muy peligroso, y estamos muy cerca de ese punto", señaló.

El dólar prolongó su descenso el jueves luego de que el Departamento de Comercio informara que el crecimiento económico alcanzó apenas 1,8% en el primer trimestre y que las nuevas solicitudes de beneficios de desempleo se incrementaran la semana pasada. El euro se mantuvo en US$1,48, una leve alza respecto a la jornada anterior, en tanto que el dólar cayó a 81,57 yenes. La demanda por la deuda del gobierno estadounidense aumentó, lo que hizo caer el rendimiento del bono a diez años a 3,316%. Las bolsas pasaron por alto los débiles datos económicos y el Promedio Industrial Dow Jones subió 72 puntos, o 0,6%, para llegar a los 12.763,31 puntos.

Varios factores conspiran contra un buen desempeño de la moneda estadounidense. Uno es que EE.UU. está creciendo mucho más lentamente que otras economías y el capital tiende a ir a donde los retornos son más altos. Desde que comenzó la recuperación, a mediados de 2009, EE.UU. ha crecido a una tasa anual promedio de 2,8%, muy por debajo de las economías en desarrollo y un ritmo cansino incluso con respecto a anteriores recuperaciones estadounidenses.

La política de crédito fácil de la Fed, mediante la cual el banco central ha estado inyectando dólares al sistema financiero para mantener las tasas de interés bajas, ha causado que muchos inversionistas trasladen su dinero a economías que ofrecen mayores retornos.

Los inversionistas, asimismo, están preocupados por el alto déficit fiscal estadounidense. Aunque los demócratas y republicanos concuerdan en la necesidad de abordar el problema, las soluciones que proponen son muy distintas.

Incluso si las autoridades estadounidenses quisieran apuntalar al dólar, disponen de herramientas limitadas y sus posibilidades de éxito en estos momentos son escasas. Una forma de hacer subir la moneda es elevar las tasas de interés para captar mayores flujos de inversión. Sin embargo, un alza de tasas podría desacelerar la economía y Bernanke dejó en claro que no quiere seguir ese camino.

Una intervención directa en los mercados cambiarios complacería a muchos países, como los europeos y los latinoamericanos, preocupados por el alza de sus monedas. Sin embargo, las condiciones que ameritan una intervención, como una caída libre del dólar y oscilaciones drásticas en otros mercados, aún no se presentan, dijo Truman.

[Dolar]
Fuente: WSJ

2011/04/28

El oro y la plata extienden sus rachas alcistas

Por Matt Whittaker
Dow Jones Newswires

NUEVA YORK—Los futuros del oro y la plata extendieron el jueves sus avances para cerrar en máximos históricos luego de la publicación de datos que muestran que el crecimiento económico en Estados Unidos se desaceleró, mientras que los precios de la gasolina y los alimentos aumentaron.

Los metales han subido en 10 de las últimas 11 sesiones, y las alzas del jueves se produjeron debido a que los inversionistas buscaron un refugio frente a las presiones inflacionarias y un lugar seguro para guardar su dinero luego que otros datos mostraran que las solicitudes de beneficio por seguro de desempleo en Estados Unidos se incrementaron inesperadamente.

El oro y la plata subieron también debido al debilitamiento del dólar luego de las declaraciones del miércoles del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, sobre que las bajas tasas de interés seguirán siendo una característica de la política estadounidense durante un "período prolongado".

El contrato del oro para entrega en junio, el más activo, ascendió US$14,10, o 0,9%, para cerrar en US$1,531,20 la onza troy en la división Comex de la New York Mercantile Exchange. El contrato del oro a mayo ascendió US$14,20, o 0,9%, a un nivel récord para un contrato al mes entrante de US$1.530,80.

La plata registró otro enorme salto en su precio. El contrato del oro para entrega en mayo, el más activo, ascendió US$1,562, o 3,4%, para cerrar en un récord de US$47,520 la onza troy.

Los inversionistas siguieron comprando el jueves oro y plata luego que el gobierno estadounidense informara que su producto interno bruto aumentó a una tasa anual ajustada por factores estacionales de 1,8% en el primer trimestre, una importante desaceleración frente al cuarto trimestre.

En tanto, los metales preciosos brillaban como inversión de refugio luego que el gobierno informara que el número de trabajadores que presentó solicitudes de beneficio por seguro de desempleo aumentó inesperadamente la semana pasada, en lo que representa la última señal de que el mercado laboral sigue débil.

2011/04/27

Los fondos que redefinieron la inversión

Por Tom Lauricella

Los fondos de inversión que cotizan en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) fueron alguna vez un oscuro nicho en la industria de los fondos mutuos. Ya no.

Para encontrar evidencia de esto, basta con mirar lo que ha sucedido desde que los mercados comenzaron a recuperarse de la crisis financiera global. Desde marzo de 2009, cuando los mercados bursátiles de Estados Unidos tocaron su fondo, los inversionistas han inyectado US$57.000 millones en este tipo de fondos que poseen acciones estadounidenses. Durante el mismo período, los fondos que invierten directamente en acciones de EE.UU. sufrieron retiros de US$66.000 millones, de acuerdo con Mornigstar Inc.

En total, los inversionistas de todo el mundo tienen hoy US$1,4 billones (millones de millones) invertidos en alrededor de 3.500 portafolios que cotizan en bolsa, de acuerdo con la firma de inversión BlackRock Inc.

Pero estos fondos, que son básicamente fondos de inversión que operan siguiendo índices y que cotizan en bolsa como las acciones, han hecho más que acumular dinero.

Para los inversionistas, grandes y pequeños, han redefinido los elementos básicos de la inversión. Han demostrado ser fáciles de usar para crear portafolios diversificados. Con relativa transparencia, costos bajos y eficiencia desde el punto de vista tributario, ofrecen acceso, y salida, fácil a mercados y estrategias. Para los operadores profesionales, estos fondos ofrecen un buen margen de maniobra, lo que les permite cambiar grandes posiciones o saltar a nuevas oportunidades relativamente rápido.

En el proceso, los ETF han cambiado la forma en que las acciones y los bonos se negocian. La compra y venta de acciones de este tipo de fondos tiene repercusiones a lo largo del mercado. Las firmas de Wall Street han reconfigurado sus operaciones de negociación y venta para concentrarse más en los ETF y menos en las acciones individuales. En un día cualquiera, estos fondos están entre los valores más operados en los mercados de EE.UU.

Al mismo tiempo, sin embargo, también han generado potenciales escollos para los inversionistas, especialmente los particulares. Por ejemplo, con su capacidad de ser negociados varias veces a lo largo de una jornada— en lugar de una solo vez con los fondos mutuos— los ETF plantean la duda de si han facilitado demasiado la transacción de valores. Y algunos expertos argumentan que la prisa de los proveedores de ETF por captar participación de mercado ha resultado en ofertas de fondos que o no son necesarias o son directamente peligrosas para los pequeños inversionistas,

Los ETF no comenzaron como instrumentos exóticos. El primero fue lanzado en 1993 por State Street Global Advisors, de State Street Corp., con la clara misión de seguir el desempeño del índice Standard & Poor's 500. Hoy, SPDR S&P 500 es el mayor ETF, con alrededor de US$90.000 millones en activos.

Pero a medida que el número de proveedores y productos crece, también lo hace la complejidad de sus estrategias. Muchos prometen no solamente rastrear ciertos índices, sino también apalancar las ganancias, asegurar retornos inversos y proveer cobertura de divisas, todo para conquistar a los inversionistas que están buscando herramientas sofisticadas para atender necesidades específicas de algunos portafolios.

Atractivo minorista

Gracias a su variedad, no son solamente para los corredores profesionales o los sofisticados. Los ETF están teniendo cada vez más presencia en los portafolios de personas que toman sus propias decisiones, dice Peter Crawford, director de marketing de fondos externos en Charles Schwab, una firma de corretaje minorista de EE.UU. Entre los clientes que Schwab clasifica como particulares, los activos de ETF crecieron en diciembre de 2010 a 37% de sus carteras frente a 30% a fines de 2009.

En Northern Oak Capital Management, una firma de Milwaukee, la mayoría de los portafolios de los clientes ha sido rediseñada de forma que gire en torno a los ETF. Hace diez años, los portafolios se centraban en las acciones individuales, dijo el jefe de inversiones David Becker. Ahora, 50% de las inversiones en acciones de sus clientes están en estos fondos.

La empresa sigue una estrategia "de centro y satélite" común desde que aparecieron los fondos más sofisticados. Los asesores mantienen un portafolio central y diversificado de ETF, después suman o restan los fondos de este tipo que están concentrados en un segmento más específico del mercado, como los países emergentes, dependiendo de sus perspectivas.

Pero algunos dicen que el aspecto negativo de la creciente popularidad de estos fondos es la "fiebre del oro" que ha provocado entre los promotores de los fondos, una actitud que supone niveles de riesgo y complejidad que exceden ampliamente aquellos a los que el inversionista común está acostumbrado.

Quizás crítico el más arduo de los ETF ha sido el fundador de la firma de inversión Vanguard, John C. Bogle. El ejecutivo se opone a todo lo que anime a los inversionistas individuales a involucrarse en transacciones de alta frecuencia. En 1999, Bogle comparó a los ETF con una pistola: muy buena para cazar, "pero también excelente para el suicidio".

Otros asuntos se han planteado también. Debido a la complejidad de los futuros de los commodities, el desempeño de algunos ETF ha diferido mucho de los movimientos de los precios de las materias primas subyacentes a ellos. Por ejemplo, a fines de marzo, las acciones del fondo U.S Natural Gas bajaron 17% respecto al año anterior, pero los precios del gas natural estaban 7,4% al alza.

Don Phillips, director de investigación de fondos en Morningstar, dice que en los ETF persiste una mentalidad de vendedor de armas: "Nosotros solamente fabricamos las armas y lo que la gente haga con ellas no es nuestra responsabilidad".

2011/04/26

Confesiones de un traficante financiero

Por Michael Rothfeld, Susan Pulliam y Vanessa O'Connell

LONG BEACH, Nueva York—Kenneth T. Robinson sabía que tenía que parar. Pero en una entrevista con The Wall Street Journal, dijo que simplemente no podía dejar de negociar acciones basándose en información privilegiada, lo cual es ilegal.

Era septiembre de 2009, 15 años después de participar por primera vez en un presunto fraude multimillonario considerado uno de los casos de negociación de valores con información privilegiada más prolongados en la historia de Estados Unidos. La confabulación mostraba serias grietas: uno de los dos socios de Robinson en el presunto delito, su amigo cercano Garrett Bauer, había comenzado a gastar a lo grande, pagando al contado casas de millones de dólares.

Durante una década y media, dicen los investigadores, el plan funcionó a la perfección. Robinson, un banquero hipotecario, era el intermediario. Recibía pistas sobre fusiones corporativas de un amigo (el abogado Matthew Kluger) y se las pasaba a otro amigo (Bauer, un corredor bursátil), quien compraba acciones en nombre de los tres.

Este esquema frustró a los investigadores durante años porque no podían determinar dónde obtenía sus pistas Bauer. Los tres hombres recaudaron al menos US$37 millones en el curso de los años, según Judith Germano, fiscal federal en Nueva Jersey.

Pero a finales de 2009, Robinson cometió un error fatal: negoció a nombre propio en vez de hacerlo a través de Bauer. Esa transacción, y otra en 2010 (en la que él y Kluger ganaron la suma relativamente modesta de US$693.000, según los investigadores) ayudaron a las autoridades a atar cabos.

La entrevista con Robinson, realizada el 13 de abril en su casa de Long Island, un suburbio costero de Nueva York, provee una mirada inusual a la mentalidad y la motivación que alentaron el supuesto fraude.

Robinson, de 45 años y padre de dos niños, dijo que nunca pensó que su compra directa de acciones acabaría con sus actividades. "Parecía que no iría a levantar sospechas si no se trataba de millones de dólares".

Involucrarse en el supuesto fraude "fue una estupidez total", dijo Robinson. No necesitaba el dinero, dijo, pero no pudo resistirse.

La semana del 6 de abril, autoridades federales presentaron cargos por fraude de valores, conspiración y obstrucción de la justicia en contra de Bauer y Kluger, que también han sido acusados en una demanda civil interpuesta por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC).

Robinson se ha declarado culpable de fraude de valores y conspiración. Ayudó a las autoridades a armar su caso grabando secretamente a sus supuestos socios, a quienes consideraba sus amigos.

Su saga es parte de una ofensiva sin precedentes en contra de las negociaciones con información confidencial en Wall Street y el mundo corporativo de EE.UU.

El caso de Robinson ha cautivado a Wall Street porque supuestamente duró mucho tiempo e involucró bastante dinero. Los tres hombres son acusados de traficar con información privilegiada desde 1994 con acuerdos de los que Kluger se enteró a través de su trabajo en una prestigiosa firma de abogados. Los acuerdos incluyeron pesos pesados corporativos, como la compra de Sun Microsystems Inc. por parte de Oracle Corp. y la adquisición de McAfee Inc. por parte de Intel Corp.

Ni Kluger ni Bauer se han declarado ni culpables ni inocentes. Kluger salió en libertad luego de pagar US$500.000 de una fianza de US$1 millón y permanecerá bajo arresto domiciliario. Bauer también salió libre luego que le impusieron una fianza de US$4 millones. Su abogado dijo que Bauer "está esperando la oportunidad de revisar la evidencia del caso y que entonces tomará decisiones sobre su defensa".

A comienzos de la década de los 90, Robinson y Kluger trabajaron juntos en una firma inmobiliaria y se hicieron amigos. El tráfico de información confidencial tomó forma en 1994, cuando Kluger, entonces estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, hacía prácticas profesionales en la firma de abogados Cravath, Swaine & Moore LLP, aseguran los fiscales. Allí se enteró sobre una próxima fusión y pasó la información a Robinson, según la demanda.

Kluger sugirió que Robinson encontrara un operador que pudiera negociar acciones a nombre de ellos, según la demanda y Robinson buscó a Bauer, quien había sido su colega cuando trabajaba en una firma de valores, dicen los fiscales.

A medida que sus negocios avanzaban, Robinson y Bauer se convirtieron en muy buenos amigos, mientras que Robinson y Kluger sólo hablaban cuando era necesario y a través de teléfonos públicos y celulares que desechaban inmediatamente.

En 2009, el trío hizo su mayor ganancia, dicen los investigadores. Obtuvieron US$11 millones con la compra de acciones de Sun cuando fue adquirida por Oracle. También ganaron US$8,3 millones al comprar títulos del fabricante de software Omniture Inc., adquirido por Adobe Systems Inc., según la demanda.

Ese mismo año, el estilo de vida de Bauer cambió. En agosto de 2009, pagó US$6,65 millones en efectivo por un dúplex de cinco habitaciones en Manhattan con vista al Central Park, según registros inmobiliarios. Meses después pagó US$875.000 al contado por una casa en Boca Ratón, Florida.

Fue entonces, dijo Robinson en la entrevista, que empezó a preocuparse y le dijo a Bauer "que debía parar".

Si Robinson hubiera seguido su propio consejo, es posible que nunca lo hubieran descubierto. Los investigadores ya sospechaban sobre la legalidad de las negociaciones de Bauer, pero no tenían nada concreto en su contra.

Fue en octubre de 2009 que Robinson recibió la información confidencial que llevó a su caída: Hewlett-Packard Co. iba a comprar 3Com Corp. Robinson —quien dijo que ya había negociado acciones de 3Com por su cuenta— decidió comprar más.

Él y Kluger ganaron casi US$200.000 con esa transacción, según la querella. Robinson esperaba que las operaciones, al no ser de millones, pasaran inadvertidas. Pero alguien notó algo.

Los investigadores ya tenían una lista de allegados de Bauer, que incluía a Robinson, según una fuente cercana al asunto. Cuando Robinson comenzó a negociar antes de acuerdos vinculados a la firma de abogados Wilson Sonsini Goodrich & Rosati PC (donde Kluger había trabajado desde 2005), los reguladores empezaron a sospechar que estaba involucrado con Bauer en la trama, dice la persona.

Funcionarios de la SEC dieron parte al FBI y por más de seis meses esperaron el próximo paso de los sospechosos.

El momento llegó en enero. Bauer compró 1,4 millones de acciones de la compañía de tecnología de video Zoran Corp. con el dato de que pronto se fusionaría con CSR PLC, fabricante de productos inalámbricos. El trío ganó casi US$2 millones con la operación.

Pocos días después, agentes del FBI llegaron a casa de Robinson. Al presentarle las pruebas en su contra, también le dijeron que Bauer había ganado mucho más en el supuesto delito que él y Kluger.

Robinson aceptó ayudar a recaudar pruebas contra sus amigos y el 17 de marzo comenzó a grabar sus llamadas telefónicas, consiguiendo que ambos se incriminaran.

Los fiscales han recomendado una sentencia de hasta 87 meses de prisión para Robinson.

2011/04/25

Se acelera la caída del dólar

Por Tom Lauricella

La tendencia bajista del dólar está acelerándose en momentos en que los tipos de interés, las preocupaciones inflacionarias y el enorme déficit federal socavan la moneda.

Sin alivio a la vista para el dólar en ninguno de esos frentes, se espera que continúe la presión bajista sobre la moneda estadounidense.

El dólar cayó casi 1% contra una amplia canasta de monedas la semana pasada, tras una caída similar la semana anterior a esa. El Índice ICE del Dólar de EE.UU. cerró a su mínimo nivel desde agosto de 2008, antes de que se intensificara la crisis financiera.

"Simplemente no le ha pasado nada positivo al dólar", dijo Alessio de Longis, quien supervisa el Oppenheimer Currency Opportunities Fund.

El principal motor de la caída del dólar son las bajas tasas de interés en EE.UU. comparadas con tasas mayores y crecientes en el exterior. Las menores tasas significan un menor retorno sobre el efectivo, y la presión de ese factor podría intensificarse esta semana, cuando se prevé que la comisión de la Reserva Federal de EE.UU. que fija las tasas de corto plazo dé señales de que se mantendrán cerca de cero durante muchos meses más. El miércoles próximo, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, tiene previsto dar la primera conferencia de prensa del banco central hasta la fecha tras una reunión de estrategia.

Pero es la inquietud sobre el déficit presupuestario de EE.UU. lo que está intensificando la venta generalizada. El 18 de abril, los inversionistas se espantaron por una advertencia de Standard & Poor's de que podría quitarle la codiciada calificación de AAA al gobierno de EE.UU., en medio de inquietudes por que el gobierno del presidente de EE.UU., Barack Obama, y los republicanos en el Congreso podrían no ser capaces de acordar reducciones significativas en el déficit.

Además, funcionarios gubernamentales chinos han intensificado la retórica que indica que podrían diversificar sus reservas de monedas de US$3 billones (millones de millones) para reducir sus carteras de dólares estadounidenses. Tal giro menoscabaría lo que ha sido una fuente sustancial de compra de dólares en años recientes.

En semanas recientes, China ha permitido que su moneda, el yuan, se aprecie constantemente. Esto representa dos retos para el dólar. En primer lugar, cuanto más permita Beijing que se aprecie su moneda, tanto menos necesita comprar dólares para contrarrestar la fortaleza del yuan. En segundo lugar, otros países asiáticos que compiten con China por exportaciones también podrían permitir que sus monedas se fortalezcan contra el dólar.

Washington ha estado presionando a Beijing para que permita que el yuan suba contra el dólar y otras monedas, para ayudar a reducir el déficit comercial de EE.UU., en otros objetivos. Pero una caída continua en el valor del dólar es un arma de doble filo para la economía de EE.UU.

Un dólar más débil es una bonanza para los exportadores de EE.UU. al darles precios más competitivos para sus bienes. Esto ha impulsado a las compañías tecnológicas y de manufacturas, un ejemplo positivo en una recuperación económica que ha sido lenta.

Desde que comenzó la recuperación en el tercer trimestre de 2009, las exportaciones han contribuido alrededor de 1,4 puntos porcentuales a la tasa de crecimiento anualizada de 3,0% de EE.UU., lo que representa la mayor cuota de crecimiento del comercio hasta la fecha en un periodo de 18 meses.

Pero un dólar más débil golpea a los consumidores afectados por el creciente costo del petróleo importado, conforme los exportadores buscan precios más altos para el crudo denominado en dólares como una forma de compensar el valor menguante de esta moneda.

En cierta medida, algunos funcionarios de EE.UU. ven el descenso del dólar como el resultado inevitable de tasas de crecimiento dispares entre EE.UU. y el mundo en vías de desarrollo de rápido crecimiento. Bernanke y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, no han dado indicios de querer alterar su postura.

Un motivo de tranquilidad para el gobierno estadounidense es que el descenso del dólar ha sido ordenado. Contra una amplia canasta de monedas, el dólar ha caído 9,1% frente a un año antes. En 2003 y 2004 —un periodo de muy bajas tasas de interés orquestadas por el predecesor de Bernanke, Alan Greenspan— registró caídas anuales de cerca de 10%.

En tanto la moneda más débil está ayudando a impulsar la recuperación, también ha contribuido a generar inquietudes públicas palpables acerca de la inflación y la postura disminuida de EE.UU. en la escena global. La moneda débil ayuda a elevar el precio del petróleo en términos de dólares, y por ende la gasolina en el surtidor, exacerbando otro problema político para Obama en este momento. Según una encuesta de Gallup en abril, 42% de los estadounidenses encuestados tenía poca o nada de fe en que la Fed haría lo mejor para la economía, y 43% tenía poca o nada de fe en Geithner.

La semana pasada, el dólar, medido según el índice que lo sigue contra una cesta de monedas, tocó su punto más bajo desde la crisis financiera de 2008. Antes de que comenzara la crisis, el dólar había perdido más de 40% de su valor contra la cesta durante un descenso constante de seis años, impulsado por muchos de los mismos factores que aquejan hoy a la moneda. El dólar está a 5% de su mínimo histórico, al que cayó en marzo de 2008, según el índice del dólar, que se remonta a 1971.

—Jon Hilsenrath y Jonathan Cheng contribuyeron a este artículo.

Fuente: WSJ