2009/03/02

El carácter de refugio del yen se debilita

Por Joanna Slater, en Nueva York, y Alison Tudor-Ackroyd, en Tokio

El yen japonés, uno de los principales baluartes en la crisis financiera, está sucumbiendo a la presión económica.

Desde agosto del año pasado, el yen ha sido la divisa de mejor desempeño del mundo, superando incluso el dólar estadounidense a medida que los inversionistas fueron perdiendo su apetito por el riesgo y compraron yenes para compensar apuestas previas. Ahora, datos apabullantes sobre la economía de Japón empiezan a opacar el estatus de "refugio" de la moneda.

El dólar se ha fortalecido casi 8% frente al yen en las últimas dos semanas y, el jueves, un dólar compraba 98,32 yenes, el nivel más alto desde mediados de noviembre.

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La reciente debilidad del yen está empujando a corredores a reexaminar la antigua relación entre la moneda y otros mercados financieros. Aunque el yen ha tendido a moverse en dirección opuesta a las acciones, esa relación parece estarse quebrando.

John Taylor, quien dirige FX Concepts, un fondo de cobertura en Nueva York que se concentra en divisas, dice que a principios de febrero su firma empezó a cambiar sus apuestas de a favor del yen a que la moneda japonesa se debilitará. El ataque de debilidad del yen "recién está en su etapa inicial", asegura.

Varios inversionistas opinan lo mismo. El dólar podría comprar hasta 115 yenes para fin de año, escribió Stephen Jen, un director gerente de Morgan Stanley, en una nota a clientes el miércoles.

Un yen más débil sería un alivio para los más grandes exportadores de Japón. La fortaleza de la moneda en los últimos meses ha sido particularmente devastadora para las automotrices japonesas, incluyendo Toyota Motor Corp. Cada vez que el valor del dólar cae en un yen, la ganancia operativa anual de Toyota desciende en 35.000 millones de yenes.

Ahora, una oleada de malas noticias sobre la economía japonesa está tumbando al yen. En el último trimestre de 2008, la economía se contrajo a su ritmo más veloz en tres décadas. En enero, las exportaciones sufrieron su mayor caída y el déficit comercial del país creció a un nivel récord.

Cuando la situación estaba bien, los inversionistas globales, desde fondos de cobertura hasta amas de casa japonesas, adquirieron deuda barata en yenes, gracias a las bajísimas tasas de interés de Japón. Luego, vendían el yen por otras divisas e invertían las ganancias en distinto mercados, desde Nueva York a Nueva Zelanda, para lograr mayores retornos. Los inversionistas revirtieron dichas operaciones, conocidas como carry trades, a medida que se agravaba la crisis financiera. Debido a que la disolución de la operación involucra la recompra de yenes, la divisa japonesa se fortalece. El yen se fortaleció más de 30% contra una canasta compuesta por las monedas de sus principales socios comerciales desde agosto de 2008 hasta principios de febrero, según J.P. Morgan Chase.

A estas alturas, la mayoría de esas operaciones probablemente se han deshecho, estiman expertos en divisas. El debilitamiento de la influencia de las carry trades significa que el yen podría dejar de actuar como un termómetro del apetito de los inversionistas por el riesgo. Esto equivale a una especie de "cambio de régimen", dice Dong-Hyun Ahn, un analista de Royal Bank of Scotland en Hong Kong.

Fuente: WSJ