2011/12/16

Fitch mantiene la calificación AAA de Francia

MADRID (EFE Dow Jones)--La agencia de calificación crediticia Fitch anunció el viernes que ha colocado bajo revisión para una posible rebaja los ratings de Bélgica, España, Italia, Esolvenia, Irlanda y Chipre, ya que considera que una "solución integral" a la crisis de deuda de la región es "técnica y políticamente inalcanzable".

La agencia también reiteró la calificación de triple A de Francia, aunque revisó su perspectiva a negativa desde estable. Esto sugiere que Francia tiene probabilidades de algo más de 50% de ver su rating revisado a la baja de aquí a dos años.

Entre otros motivos, la decisión de mantener la triple A se fundamenta en su economía diversificada, su flexibilidad financiera, así como las medidas adoptadas por el gobierno francés para reforzar la credibilidad de sus esfuerzos de consolidación fiscal, dijo Fitch.

La decisión de cambiar la perspectiva a negativa refleja un incremento de los riesgos sobre la capacidad de Francia de pagar su deuda mientras que, según los cálculos de la agencia, la deuda del gobierno podría alcanzar 92% del PIB en 2014, lo que supera a casi todos los demás países que cuentan con una calificación triple A.

Fitch espera terminar la revisión de los ratings de Bélgica, España, Italia, Esolvenia, Irlanda y Chipre para finales de enero de 2012, y en caso de que se decida rebajarlos se limitará a un recorte de uno o dos escalones.

Fitch dijo que a pesar de los compromisos positivos de los líderes de la Unión Europea de la reciente cumbre, los temores que albergaba antes del encuentro siguen presionando ya que no cuentan con una solución.

Especialmente preocupa la ausencia de un apoyo financiero creíble, señaló Fitch, que exigiría un compromiso más activo del Banco Central Europeo para mitigar el riesgo de crisis de liquidez en los estados de la zona euro.

2011/12/15

Los bonos soberanos de Alemania: ¿refugio o tormenta?

Uno de los dilemas más difíciles de 2012 será el siguiente: ¿comprar o vender bonos alemanes?

A lo largo de la crisis financiera de Europa, los bonos soberanos de Alemania han conservado su aura de refugio, recompensando a los inversionistas que se aferraron a la deuda de la potencia económica. Ahora, sin embargo, muchos temen que las medidas para salvar el euro dejarán a Alemania pagando los platos rotos, lo cual perjudicaría los precios de los papeles.

Incluso Wall Street está dividido. Por un lado están J.P. Morgan y UBS, que creen que el auge de los bunds, como se conocen los bonos alemanes, continuará. Dicen que los bonos seguirán siendo un refugio seguro para los inversionistas mientras Europa trata de resolver su crisis de deuda. En el bando contrario están Goldman Sachs y Credit Suisse, que pronostican la caída a largo plazo de los bunds, lo cual empujaría los rendimientos al alza, conforme los inversionistas se inquietan sobre la carga que cualquier solución supondría para las finanzas alemanas.

Las noticias de que los líderes europeos acordaron proseguir hacia un control centralizado de la política fiscal fueron bien recibidas por muchos inversionistas. Pero los tenedores de bonos alemanes se concentraron en el análisis de lo que una medida semejante supondría para los contribuyentes del país y si éstos acabarían pagando las deudas de sus vecinos.

A medida que los precios de los bonos alemanes se desplomaban, el rendimiento —que se mueve a la inversa— de los bunds a 10 años subió el viernes a 2,106%, de 1,97% del día anterior, según datos de la plataforma de operaciones Tradeweb. El martes, los inversionistas exigieron una tasa de 2,020% para comprar bonos alemanes a 10 años.

Durante la mayor parte de la crisis, los inversionistas con bonos se han alejado de los países en problemas fiscales como España e Italia y se aferraron a la seguridad de los bunds. Eran "el único refugio que quedaba" en Europa, dice Michael Mata, jefe de renta fija multisectorial de ING Investment Management, con US$24.000 millones en activos.

Pero eso ha cambiado, señala Mata, quien ahora se ha unido al repliegue, vendiendo sus bunds a largo plazo y moviendo efectivo a deuda alemana a más corto plazo, la cual por definición no está tan expuesta a la incertidumbre del futuro. También ha utilizado parte del dinero para comprar otros bonos que le gustan, como los de mercados emergentes denominados en monedas como el dólar de EE.UU., que según él son menos propensos a verse afectados por los acontecimientos de Europa.

[wsjamd2dec14]

Los signos de cautela de los inversionistas sobre los bunds aparecieron a finales de noviembre. A medida que la crisis de la zona euro se intensificó, los mercados comenzaron a tener dudas sobre los bonos con calificación triple A de las naciones europeas, y Alemania tuvo una de las peores subastas de deuda a 10 años de su historia.

La importancia de lo que pase con los bunds transciende a Alemania. Con los rendimientos en niveles mínimos, los precios de los bonos pueden moverse drásticamente con oscilaciones pequeñas en el rendimiento. Así, para los gestores de fondos de renta fija, escoger los refugios más seguros puede significar la diferencia entre grandes ganancias o quedarse muy rezagados ante sus competidores. "El riesgo del crédito de los países centrales (de la zona euro) ya está aumentando, y a un ritmo cada vez más rápido", escribieron analistas de Goldman.

No todos concuerdan. Analistas de UBS sostienen que es probable que la situación en Europa empeore hasta que se desate una crisis, a la que se refieren como un "big bang". Acertar en la apuesta por Alemania no es un tema de poca monta. Con el equivalente a US$1,44 billones (millones de millones) de deuda en circulación, Alemania es el sexto mercado de bonos según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y su deuda soberana es la quinta en el índice Barclays Capital Global Treasury.

Fuente: WSJ

2011/12/14

Todo el oro de Europa no basta para resolver la crisis de la deuda

Por Liam Pleven

Primero: los países europeos están entre los mayores tenedores de oro en el mundo. Segundo: las enormes deudas contraídas por algunos de esos gobiernos están alimentando una crisis política en Europa y turbulencias en los mercados globales.

Esos dos hechos conducen a una pregunta obvia para muchos inversionistas: ¿por qué esas naciones no venden oro para pagar sus deudas?

Ojalá fuera así de simple.

Para empezar, ni siquiera los propios europeos tienen tanto oro. Las necesidades de crédito, y las consiguientes deudas de países como Italia, Francia y España son tan grandes, aseguran los analistas, que la liquidación de sus reservas de oro no haría gran cosa para cuadrar las cuentas a largo plazo. "Incluso si vendieran su oro, no estoy seguro de que tuviera el más mínimo impacto en su calificación de crédito", dice Kenneth Rogoff, profesor de economía en la Universidad de Harvard que ha estudiado las reservas soberanas de oro.

La realidad política y financiera, asimismo, haría difícil que los europeos pudieran depender de un paracaídas de oro, apuntan los expertos. Existe el riesgo, por ejemplo, de que vender el oro o utilizarlo como garantía para un préstamo fuera interpretado en el mercado como una señal de desesperación, lo cual elevaría los costos del financiamiento al poner incluso más nerviosos a los prestamistas.

Algunos inversionistas, sin embargo, aún no están convencidos de que el oro no sea la panacea que Europa está buscando. Después de todo, los gobiernos, bancos centrales y organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional acumulan aproximadamente 18% del oro del mundo, según el Consejo Mundial del Oro, un grupo del sector. Las tenencias de oro de Italia sólo son superadas por las de Estados Unidos y Alemania, calcula el Consejo.

Francia ocupa el cuarto lugar y Portugal, el 12. Incluso Grecia, la cuna del rey Midas, está entre los 30 primeros, muy por delante de países ricos como Australia y potencias emergentes como Brasil.

Y con los precios batiendo una marca tras otra, han subido 17% este año, el valor de dichas reservas se ha disparado. Las reservas actuales de oro de Italia, ahora valoradas en US$134.000 millones, habrían recaudado apenas US$21.000 millones a finales de 2000.

La otra cara de la moneda, no obstante, es que el oro de Italia representa apenas 6,7% de su Producto Interno Bruto. El suministro de Portugal es proporcionalmente mayor, y supera el 9% de su PIB. Pero vender oro apenas haría mella en la deuda soberana de Portugal, que representa 93% del PIB, según el FMI.

Además, los miembros de la Unión Europea aceptaron restricciones sobre el uso de sus reservas de oro al lanzar la moneda común.

El tratado del euro prohíbe a los países del bloque económico que financien operaciones del gobierno con la venta de oro depositado en los bancos centrales, que es donde la mayoría de los países europeos tiene sus reservas, según Natalie Dempster, directora de asuntos oficiales del Consejo del Oro.

Recurrir al oro para financiar las operaciones del Estado "simplemente no es una opción", dice Dempster. El oro, añade, está principalmente para proteger al euro.

Fuente: WSJ

2011/12/13

La Fed no anuncia cambios en medio de un mayor optimismo

Por Luca Di Leo y Jeffrey Sparshott

WASHINGTON (Dow Jones)--Las autoridades de la Reserva Federal de Estados Unidos dejaron el martes abiertas sus opciones de política monetaria para 2012, pero no adoptaron medidas y ofrecieron una evaluación de la economía cautelosamente más optimista, pero marcada por "significativos riesgos a la baja".

Nueve de los 10 funcionarios de la Fed votaron por mantener sin variación las políticas de crédito fácil del banco central por segunda reunión consecutiva. La reunión fue la última del año para el Comité de Mercados Abiertos de la Fed, o FOMC.

La reunión se realizó en el cumpleaños 58 del presidente de la institución, Ben Bernanke.

Los funcionarios reiteraron que las tasas de interés de corto plazo probablemente se mantendrán cerca de cero por lo menos hasta mediados de 2013.

En su evaluación de la economía, señalaron que los indicadores apuntan hacia una cierta mejora en el mercado laboral de Estados Unidos.

Las cifras desde la reunión anterior, realizada en noviembre, sugieren que la "economía se ha estado expandiendo moderadamente, a pesar de cierta aparente desaceleración en el crecimiento global", dijeron los miembros del FOMC en un comunicado.

La tasa de desempleo en Estados Unidos se redujo a 8,6% en noviembre, el nivel más bajo desde marzo de 2009, y el número de personas que han solicitado beneficios por seguro de desempleo ha caído en forma reciente.

No obstante, a la Fed le preocupa que la economía pueda ser afectada por un alza en los impuestos y los continuos despidos del gobierno el próximo año, así como también por las repercusiones de la crisis de la deuda en Europa, región que tiene estrechos lazos financieros y comerciales con Estados Unidos.

Ante las expectativas de una disminución en la tasa de inflación en 2012, algunos funcionarios de la Fed ya han comenzado a abogar por medidas para impulsar el crecimiento.

La Fed busca mejorar su estrategia de comunicaciones, lo que podría ser un paso hacia una política monetaria más flexible. Los funcionarios del banco central están analizando si hacer públicas sus proyecciones internas para las tasas de interés. Si deciden hacerlo, y esas proyecciones sugieren que las tasas de interés de corto plazo se mantendrán bajas por un período aún más largo de lo que ahora creen los inversionistas, eso podría hacer caer las tasas de interés a largo plazo e impulsar el crecimiento económico.

La declaración de la Fed no entregó indicios sobre el estado de ese debate. Eso sugiere que el banco lo ha dejado para que se resuelva el próximo año. Las actas de la reunión, que se publicarán en tres semanas, podrían otorgar más información.

Fuente: WSJ

2011/12/12

Un sondeo en Europa revela confianza en que el euro sobrevivirá

Por Tim Hanrahan

La mayoría de las personas en los atribulados países de la eurozona permanecen confiados en que el euro continuará siendo su moneda dentro de una década y afirman que mantener la divisa es el camino correcto, según los últimos resultados del sondeo GfK Investment Barometer.

El sondeo también reveló que en los siete países encuestados de la eurozona, los individuos adinerados sienten un mayor optimismo sobre el destino del euro y probablemente apoyen más la continuación de su uso que los individuos menos adinerados.

El sondeo, de la investigadora de mercado GfK Verein, en cooperación con The Wall Street Journal Europe, fue realizado en octubre y noviembre.

En total, se encuestó a personas en 10 países europeos: siete países de la eurozona y tres fuera de la zona del euro.

A medida que los líderes europeos implementan recortes cada vez más rigurosos para evitar que el euro se desintegre bajo el peso de la crisis de la deuda gubernamental de la región, sus votantes se están quejando sobre una mayor austeridad, pero no sobre el euro en sí mismo. La moneda común hasta su reciente crisis había sido el logro máximo de la integración europea posterior a la guerra y la promesa de una Europa más asertiva desde el punto de vista económico.

La mayoría sigue creyendo que no estarían en una situación mejor si volvieran a las viejas monedas nacionales, lo cual daría a sus gobiernos más flexibilidad para responder a impactos a la economía. La culpa se asigna a los gobiernos y no a la idea de la unión monetaria. De hecho, según el sondeo todos los gobiernos de la eurozona recibieron calificaciones pobres sobre la forma en que manejaron la crisis.

Por ahora, el sondeo Gfk muestra que si bien la mayoría de los encuestados cree que el euro sobrevivirá a la crisis, el nivel de certidumbre y el apoyo a la moneda única varía considerablemente de país en país.

Entre los cuatro países con más problemas durante la crisis de deuda europea —, Portugal, España e Italia— los españoles e italianos fueron los más seguros de que el euro se mantendrá. La mayoría de los griegos y portugueses cree que mantendrán el euro, pero por márgenes menores.

En una pregunta aparte —sobre si sus países deberían mantener el euro— los cuatro mostraron una fuerte preferencia hacia mantener la moneda.

En España, por ejemplo, más de las tres cuartas partes de los encuestados respondieron que "sí, absolutamente" o "probablemente sí" cuando se les preguntó si el euro debería continuar siendo su moneda dentro de una década.

Fuente: WSJ