2010/12/22

EE.UU. estudia endurecer las normas de compensación salarial del sector financiero

Por Aaron Lucchetti y Sara Schaefer Muñoz

Las autoridades reguladoras de Estados Unidos estudian exigir a las grandes firmas financieras que difieran parte de las compensaciones a los ejecutivos para desalentar la toma de decisiones demasiado riesgosas que contribuyeron a la crisis financiera, según personas familiarizadas con la situación.

Compañías como Bank of America Corp. y J.P. Morgan Chase & Co., Goldman Sachs Group Inc. y Morgan Stanley, consideradas clave para la economía estadounidense, podrían verse obligadas a otorgar la mitad o más de los pagos a sus ejecutivos en forma de acciones o de compensación diferida, en lugar de dinero en efectivo en el momento.

La mayoría de estas compañías ya han reducido voluntariamente el uso de las bonificaciones en efectivo tras la crisis.

Las discusiones de la Reserva Federal, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y otras agencias bancarias federales son consecuencia de una disposición de la ley de reforma financiera Dodd-Frank que ordena a las autoridades reguladoras que prohíban cualquier plan de compensación que "fomente los riesgos inapropiados" en las firmas financieras con más de US$1.000 millones en activos.

La compensación diferida se ha convertido en la última moda en Wall Street después de que expertos en compensaciones salariales criticaran la concesión de bonificaciones en efectivo por adelantado, al fomentar los tipos de riesgosas apuestas a corto plazo que contribuyeron a la crisis financiera.

Ya que las bonificaciones en efectivo eran prácticamente irrevocables, muchos ejecutivos amasaron grandes fortunas a pesar de las enormes pérdidas de los bancos.

La idea de la paga diferida, por la que se mantiene en depósito al menos por tres años, es que los empleados tengan más incentivos para trabajar en el interés a largo plazo de la compañía.

Las iniciativas consideradas por los reguladores exigirían este tipo de prácticas por primera vez a una gran cantidad de bancos, firmas de corretaje y administradoras de inversión.

También establecería el porcentaje mínimo de compensación que sería diferido.

Según una de las posibilidades que se consideran, el porcentaje más alto de la paga total a ser diferida correspondería a las empresas más grandes en comparación con las firmas que apenas entran en la categoría, indicaron personas al tanto.

En bancos y firmas de valores consideradas como posible amenazas para el sistema financiero, las reglas —que podrían ser propuestas el mes próximo— se aplicarían a un mayor número de altos ejecutivos y otros.

Aún están por definirse muchos detalles de las reglas, que además deberían ser aprobados por las autoridades reguladoras antes de entrar en vigencia.

Pero funcionarios federales se apresuran para cumplir con una fecha límite de la ley Dodd-Frank que requiere que las regulaciones relacionadas a la compensación queden finalizadas antes de abril.

Las reglas de compensación diferida marcarían uno de los pasos más importantes por parte de reguladores estadounidenses para cambiar la cultura de compensación en las firmas financieras.

La Fed ya estuvo revisando las prácticas de pagos en unas dos decenas de grandes bancos estadounidenses, incluyendo si los bancos sopesan de forma adecuada los riesgos causados por empleados, según personas al tanto.

Recientemente funcionarios de la Fed enviaron cartas a grandes bancos en las que sugerían mejoras en la forma en que se estructura la compensación tanto para operadores con altos salarios como para empleados de menores ingresos como oficiales de préstamos, ya que ambos grupos pueden contribuir a causar voluminosas pérdidas.

Funcionarios de la Fed también consideran la posibilidad de recomendar a los bancos prácticas de compensación específicas, como las llamadas acciones vinculadas al desempeño, donde el número de acciones a conceder puede diferir puede según el desempeño del empleado.

Voceros de Bank of America, J.P. Morgan, Goldman y Morgan Stanley prefirieron no hacer comentarios sobre las discusiones de los reguladores.

Los cuatros bancos usan compensación diferida en distintos grados.

La mayoría de los bancos, firmas de valores y administradores de inversión han recuperado la rentabilidad. Pero en momentos en que la crisis se desvanece, los reguladores en todo el mundo están creando reglas que buscan reducir la tentación entre los ejecutivos para volver a asumir grandes riesgos con el dinero de los bancos.

En Europa, este mes las autoridades reguladoras bancarias concretaron restricciones que reducen el monto que pueden llevarse a casa los operadores y ejecutivos durante la inminente temporada de bonificaciones.

A partir del próximo año, las reglas europeas limitan la cantidad de ciertas bonificaciones que se pueden pagar de forma inmediata en efectivo a 20% del pago total, lo que significa que el resto debe ser una mezcla de acciones por adelantado y pagos diferidos.

En cambio, los funcionarios estadounidenses han hecho hincapié en la necesidad de hacer que los bancos sean más seguros en general, por lo que persiguen la aprobación de una amplia variedad de medidas que incluyen cambios en la compensación.

2010/12/20

El lado oscuro del auge de Vietnam: la caída del dong

Por James Hookway

CIUDAD HO CHI MINH, Vietnam—Mientras que muchos mercados emergentes intentan capear un fortalecimiento desestabilizador de sus monedas con respecto al dólar, Vietnam enfrenta un problema muy distinto: una fuerte demanda de billetes verdes, a medida que la moneda local, el dong, amenaza con debilitarse aún más.

El miércoles, Moody's Investors Service dejó clara la extensión del problema al bajar su calificación de la deuda del gobierno vietnamita de "Ba3" a "B1", en parte debido a la presión a la baja sobre el dong y a la creciente inflación. También mantuvo su perspectiva negativa de la calificación del país, citando los crecientes problemas de deuda de la compañía estatal Vietnam Shipbuilding Industry Group como otra razón para reducir la nota.

Llámenlo el lado oscuro del auge económico vietnamita. En los últimos años, Vietnam se ha establecido como un importante centro productor para la economía mundial, atrayendo nombres como Canon Inc. e Intel Corp. y logrando algunas de las tasas de crecimiento más rápidas en Asia, después de China.

Pero la determinación del gobierno comunista de alcanzar tasas de crecimiento persistentemente altas, junto con una expansión del crédito de más de 30% anual en los últimos años, ha inundado la economía vietnamita con dinero y causado una serie de problemas para la moneda local. El exceso de capital ha hecho que la inflación se acelere más que en otros mercados emergentes, disminuyendo la confianza en el dong a medida que la población duda que el gobierno pueda manejar el aumento de los costos en los próximos meses.

[Vietnam] Justin Mott para The Wall Street Journal

A medida que su moneda pierde valor, los vietnamitas acumulan dólares.

A diferencia de muchos países asiáticos, Vietnam tiene un déficit comercial sustancial, que presiona aún más el dong. Los funcionarios aquí esperan un déficit de US$12.000 millones este año, similar al de 2009.

Desde mediados de 2008, el dong ha perdido casi una quinta parte de su valor respecto al dólar. El tipo de cambio en el mercado negro para la moneda estadounidense está cerca de 10% por encima del oficial. Esto alimenta especulaciones de que el gobierno se vería forzado a devaluar el dong nuevamente en los próximos meses para nivelar los valores oficiales con los del mercado negro.

Los problemas de la moneda vietnamita sirven como un recordatorio de que no todos los países emergentes son iguales en momentos en que los inversionistas están volcando dinero en economías fronterizas de todo el mundo.

La mayoría de los vecinos de Vietnam, incluyendo Tailandia, Malasia y Corea del Sur, experimenta una valoración de sus monedas en momentos en que los inversionistas apuestan a un crecimiento más fuerte en Asia mientras que Estados Unidos y Europa salen lentamente de la última recesión global, lo que hace bajar al dólar y al euro.

El fortalecimiento de las monedas es un problema para muchos países asiáticos porque hace sus exportaciones menos competitivas.

Pero este no ha sido un problema en Vietnam. En cambio, los vietnamitas están acumulando dólares y otros objetos de valor porque consideran que casi todo, desde el oro y las joyas, hasta el won surcoreano, es mejor que el dong. La mayoría de las transacciones son hechas por vendedores que también ofrecen productos como camisas, zapatos y mangos secos.

La pérdida de fe en el dong también presenta un desafío para los líderes comunistas que, hasta ahora, han confiado en un rápido crecimiento económico para mantener satisfecho al país de 85 millones de habitantes. A medida que el dong se debilita, crece el costo de los bienes importados y aumenta el miedo de que se avecine una mayor inflación. El índice de precios al consumidor llegó a 11,1% en noviembre, lo que casi asegura una inflación de dos dígitos para todo el año. Se prevé un crecimiento económico de 6,7%.

El mes pasado, el banco central hizo subir la tasa de referencia para préstamos de 8% a 9% para apuntalar al dong y contener los precios, en tanto que el gobierno impuso un impuesto de 10% a las exportaciones de oro para ayudar a mantener su oferta y evitar cualquier potencial pánico. Pero no está claro si las medidas son suficiente para evitar el deterioro.

Fuente: WSJ