2009/02/07

La alternativa de los bancos tóxicos

por Expansión

Después de muchos meses de pugnar contra la crisis financiera, la terapia aplicada por los gobiernos de Europa y EEUU se ha revelado insuficiente para devolver la estabilidad a los mercados.

La nacionalización parcial o total de algunas entidades, o su recapitalización con fondos públicos, no han bastado para regenerar la confianza y normalizar el flujo crediticio. Ante la persistencia de los desequilibrios, EEUU y la UE analizan la creación de bancos malos –bad banks– que absorban los activos tóxicos de las entidades y dejen impolutos sus balances.

Esta posibilidad, contemplada en el plan inicial de rescate de la Administración estadounidense, tiene escasos precedentes más allá de la positiva experiencia sueca de los noventa, pero sobre el papel ofrece una ventaja esencial frente a otras fórmulas.

A diferencia de la recapitalización, donde los activos malos conviven con los buenos, consumiendo capital y alimentando los recelos, la absorción de los activos dañinos dejaría el banco saneado y limpio, lo que, en teoría, debería alentar la reaparición de la confianza.

El principal inconveniente estriba en definir y clasificar esos bienes tóxicos y, sobre todo, en establecer un precio adecuado para ellos. Cuanto más elevado, mayor factura para los contribuyentes, mientras que un precio demasiado bajo podría provocar que muchas entidades no acudieran, con lo que el mercado seguiría sin estar limpio de activos problemáticos.

El precio, en términos presupuestarios, no será pequeño en ningún caso, pero atajar una crisis bancaria de estas dimensiones no es un proceso barato ni indoloro.

A falta de conocer si esos bancos tóxicos estatales serán capaces de absorber todas las partículas dañinas acumuladas en los tiempos de bonanza, es evidente que la recapitalización de la banca con fondos públicos no ha traído consigo una mayor confianza, con el riesgo que ello implica: sin certidumbre no hay crédito y sin éste la economía y el sistema financiero corren el riesgo de colapsarse.

La posible creación de bancos malos no es la solución ideal –el rescate de entidades privadas con el dinero de los ciudadanos nunca lo es–, pero, dada la gravedad de la crisis y la singuralidad del sector financiero, es una hipótesis que no puede desecharse a la ligera, máxime cuando ya se ha experimentado con otras medidas igualmente intervencionistas y costosas, pero de limitada eficacia.

2009/02/06

Cómo el gobierno de EE.UU. impidió que Bank of America desistiera de comprar Merrill

Por Dan Fitzpatrick, Susanne Craig y Deborah Solomon

Kenneth Lewis ha experimentado en carne propia el nuevo equilibrio de poder entre Washington y Wall Street.

El presidente de Bank of America Corp. acordó comprar al gigante del corretaje Merrill Lynch & Co. en septiembre, posiblemente salvándola del colapso. A principios de diciembre, sin embargo, las pérdidas de Merrill se encontraban en una espiral fuera de control. Cálculos internos mostraban que Merrill había tenido una pérdida antes de impuestos de US$13.300 millones en los dos meses previos y diciembre se vislumbraba aun peor.

Lewis estaba hasta la coronilla. El miércoles 17 de diciembre, voló a Wa‐shington, listo para poner fin a la compra de Merrill, cuentan fuentes cercanas.

"Necesito que sepan la precariedad de la situación", le dijo Lewis al entonces secretario del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, y al presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, según relatos de personas dentro del gobierno. Lewis afirmó que Bank of America tenía una razón legítima para cancelar el acuerdo.

Paulson y Bernanke le insistieron enérgicamente que no se marchara, elogiando la anterior cooperación del banco, pero advirtiendo que abandonar el acuerdo equivaldría a una sentencia de muerte para Merrill. Añadieron que la decisión también podría socavar la confianza en Bank of America, tanto en los mercados como dentro del gobierno. A pesar de la franqueza, los ejecutivos de Bank of America interpretaron los comentarios como una señal de que el gobierno estaba dispuesto a lograr un compromiso.

En una conferencia telefónica realizada dos días después, el gobierno subió el tono. Bernanke señaló que Bank of America no tenía justificación para anular el pacto con Merrill, según fuentes cercanas. Un funcionario de la Fed advirtió que si Lewis abandonaba el acuerdo y en el futuro necesitaba nuevos fondos del gobierno, Bank of America podía esperar que los reguladores evaluarían detenidamente su confianza en la gerencia. Le dijeron a Lewis que el gobierno podría considerar el despido de ejecutivos y directores, cuentan fuentes allegadas al banco.

Las amenazas no dejaron lugar a dudas. El gobierno de EE.UU. se consideraba firmemente a cargo de las instituciones financieras apuntaladas desde octubre con inyecciones de capital de los contribuyentes.

Durante las cuatro semanas posteriores a la conferencia telefónica con Lewis, el gobierno y Bank of America trabajaron en un acuerdo para salvar la adquisición de Merrill. El gobierno acordó proveer US$20.000 millones en ayuda adicional para el banco de Carolina del Norte y asegurar pérdidas sobre US$118.000 millones en activos en problemas.

El dinero no es gratis. Seis meses después del gran rescate del sector financiero de EE.UU., el intento de Washington ha ayudado a apuntalar el sistema. Pero esa medida de emergencia, planeada de forma improvisada, ha llevado al gobierno a un peligroso recorrido al corazón del capitalismo estadounidense.

Ahora, los burócratas están dando las órdenes detrás de los bastidores en algunas de las mayores empresas del país. Detractores del programa de rescate dicen que sus reglas son poco transparentes y su ejecución improvisada, lo que provoca una prolongada falta de confianza en el sistema financiero. Algunos legisladores están luchando por dirigir fondos hacia sus bancos predilectos.

Los funcionarios del gobierno han hecho pocos comentarios en público sobre la supervisión de las instituciones que recibieron capital del Programa de Alivio de Activos en Problemas. Inicialmente, el gobierno parecía reacio a usar las participaciones que obtuvo en los bancos como herramienta de negociación. Sin embargo, las duras negociaciones con Bank of America y las medidas impuestas para limitar la remuneración de los ejecutivos, entre otros temas, sugieren que la actitud del gobierno hacia la atribulada industria bancaria ha cambiado en medio del deterioro de los mercados financieros y la creciente irritación política.

La historia de los problemas de Merrill Lynch y las subsecuentes negociaciones de rescate, hilada a través de entrevistas con personas que participaron en el proceso, sugiere que la extensión del control estatal sobre el sistema bancario estadounidense evoluciona de manera improvisada. Pese a inyectar US$25.000 millones en Bank of America y Merrill en octubre, el gobierno no tenía idea de que la firma de valores estaba sufriendo una hemorragia de dinero hasta que fue demasiado tarde para evitar un segundo rescate.

Hacia fines de noviembre, transcurridos dos meses del cuarto trimestre, Merrill había acumulado pérdidas trimestrales antes de impuestos en torno a US$13.340 millones, según un documento interno revisado por The Wall Street Journal. Algunos ejecutivos de Bank of America expresaron preocupación. Se preguntaron si debían proceder con la adquisición y debatieron si las pérdidas de Merrill eran tan severas que el banco podría anular el acuerdo, citando el "efecto significativo adverso" en su contrato de fusión, dicen fuentes cercanas. Los contratos de fusión generalmente especifican ciertas condiciones "adversas" que le dan al comprador el derecho de abandonar el pacto. Por consejo de sus abogados, Bank of America decidió seguir adelante con la votación de los accionistas sobre el acuerdo, la que se efectuó el 5 de diciembre. Los accionistas tanto de Merrill como de Bank of America dieron su visto bueno. Los problemas de ‐Merrill no se mencionaron.

A mediados de diciembre, las pérdidas de Merrill bordeaban los US$21.000 millones antes de impuestos, cerca de US$15.000 millones en pérdidas netas, y algunos abogados de Bank of America sentían que había suficientes razones para invocar la cláusula legal para cancelar la fusión.

En la reunión del 17 de diciembre, Paulson y Bernanke le pidieron a Lewis que le diera tiempo al gobierno para estudiar sus opciones, según fuentes al tanto. Lewis aceptó.

Gente cercana al entonces presidente ejecutivo de Merrill Lynch, John Thain, señalan que el ejecutivo no estaba al tanto de las inquietudes de Bank of America. El 19 de diciembre, viajó a Vail, Colorado, con su familia, dicen fuentes cercanas.

Ese mismo día, unas 20 personas participaron en una conferencia telefónica entre la sede de Bank of America, en Charlotte, Carolina del Norte, y Washington. Entre los asistentes figuraban Lewis, otros ejecutivos de Bank of America, Paulson, Bernanke y otros funcionarios del Tesoro y la Fed. Bernanke le informó a Lewis que el personal de la Fed había llegado a la conclusión que no había manera de que el banco invocara la cláusula de cambio adverso significativo que le permitiría abandonar el acuerdo.

Los representantes del gobierno también le advirtieron a Lewis que la cancelación de la operación agobiaría a los mercados, provocaría una ola de demandas judiciales contra Bank of America y mancillaría el prestigio del banco durante años. Un alto funcionario de la Fed intensificó la presión, diciéndole a Lewis que cualquier pedido de ayuda gubernamental en el futuro haría que las autoridades consideraran una mayor injerencia en las operaciones del banco.

El tono del gobierno no era hostil, pero las implicaciones eran obvias, dicen fuentes de Bank of America. La Fed, como principal regulador del banco, puede cambiar ejecutivos si estima que se han comportado de manera irresponsable. Lewis respondió con calma que el gobierno debía hacer lo que tenía que hacer y que el banco haría lo mismo.

Al preguntarle qué necesitaba para seguir adelante con el acuerdo, Lewis respondió que Bank of America quería capital adicional y protección contra futuras pérdidas sobre los activos de Merrill, algo similar a la protección que había recibido J.P. Morgan Chase & Co. cuando acordó adquirir a Bear ‐Stearns Cos. en marzo. Paulson y Bernanke acordaron continuar el diálogo.

Durante los siguientes días, el gobierno examinó los libros de Bank of America y Merrill, debatiendo acerca de qué activos tóxicos garantizar y cómo valorarlos, cuentan personas cercanas. Era cada vez más evidente que el balance de Bank of America también estaba repleto de activos que enfrentaban posibles rebajas contables, dicen las fuentes.

El 16 de enero, Bank of America anunció el nuevo rescate. Al mismo tiempo, reveló una pérdida neta de US$15.310 millones de Merrill. Los accionistas quedaron anonadados. Bank of America reportó una pérdida trimestral neta de US$1.790 millones.

Consultado por un analista sobre su decisión de proseguir con la compra de Merrill, Lewis respondió: "Pensamos que estábamos haciendo lo correcto para el país".

Fuente: WSJ

Lo que nos enseñan otras crisis financieras

Por Carmen M. Reinhart y Kenneth S. Rogoff

Tal vez el gobierno Obama podrá poner un punto final temprano a la actual crisis financiera que vive EE.UU. Así lo esperamos, pero no va a resultar fácil. Hasta ahora, la economía de EE.UU. ha estado siguiendo el mismo recorrido que las pasadas crisis financieras graves, al menos en lo que se refiere a los indicadores macroeconómicos estándar que evaluamos en un estudio de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER por sus siglas en inglés) el pasado diciembre.

En particular, cuando se compara la crisis de EE.UU. a crisis financieras serias en países desarrollados (por ejemplo, España en 1977, Noruega en 1987, Finlandia en 1991, Suecia en 1991 y Japón en 1992) o incluso a crisis bancarias en importantes economías emergentes, los paralelos resultan sorprendentes como mínimo.

Empecemos por las buenas noticias. Las crisis financieras, incluso las graves, no duran para siempre. De veras. De hecho, los episodios de crecimiento negativo normalmente terminan en poco menos de dos años. Si uno acepta la aseveración por parte de la NBER de que la recesión empezó en diciembre de 2007, entonces la economía de EE.UU. debería dejar de contraerse hace fines de 2009. Evidentemente, si uno fecha el inicio de la verdadera recesión a septiembre de 2008, como muchos en Wall Street hacen, la argumentación de su fin en 2009 es menos convincente.

En otros frentes, las noticias son igualmente lúgubres, aunque tal vez no estén en disonancia con las expectativas del mercado. En la típica crisis financiera grave, el precio real (ajustado a la inflación) de las viviendas tiende a caer 36%, con un lapso de cinco a seis años entre su punto más alto al más bajo. Dado que los precios de la vivienda en EE.UU. llegaron a su máximo a fines de 2005, eso significa que el mínimo no llegará antes de fines de 2010, con una caída de entre 8% y 10% respecto a los precios reales de la vivienda en la actualidad.

Los precios de las acciones tienden a tocar fondo un poco más deprisa, con sólo tres años y medio entre su máximo y mínimo — perdiendo un promedio de 55% en términos reales, una marca que ya ha alcanzado el S&P. Sin embargo, dado que la mayoría de índices bursátiles alcanzaron su máximo a mediados de 2007, los precios de las acciones todavía podrían tardar un par de años más en repuntar, al menos según datos históricos.

En el tema del desempleo, donde el nuevo gobierno está concentrando su atención, las malas noticias sólo empeorarán por al menos dos años más. En las últimas crisis, la duración del periodo de aumento del desempleo fue de cinco años en promedio, con una tasa media de incremento del desempleo de siete puntos porcentuales, lo que situaría al desempleo en EE.UU. cifras de dos dígitos.

De modo interesante, el desempleo es la categoría en la que los países ricos, con sus mayores niveles de seguro de desempleo y protecciones laborales más fuertes, tienden a experimentar mayores problemas tras una crisis financiera que los mercados emergentes. Las economías de los mercados emergentes registran mayores caídas en la producción después de crisis bancarias, pero los paralelos en otras áreas como los precios de la vivienda son fuertes.

Tal vez el mensaje más sorprendente de la historia de las crisis es sencillamente el extraordinario aumento en la deuda gubernamental que experimentan la mayoría de países. La deuda del gobierno central suele aumentar más de 85% en términos reales durante los primeros tres años después de una crisis bancaria. Esto significaría otros US$8 billones (millones de millones) a US$9 billones en el caso de EE.UU.

Por doloroso que sea, el motivo principal por el que la deuda se dispara no es el costo del rescate al sistema financiero, como tanto se comenta. El culpable real, en cambio, es el inevitable colapso de los ingresos fiscales provocado por una recesión honda y prolongada. Las políticas agresivas anti-cíclicas también tienen su parte de responsabilidad, como estamos a punto de comprobar por nosotros mismos aquí en EE.UU. con la aprobación de una ley de estímulo de más de US$800.000 millones.

Sobra decir tiene que la casi duplicación de la deuda nacional estadounidense sugiere que el final de esta crisis eventualmente traerá consigo tasas de interés mucho mayores y un colapso de la burbuja actual del mercado de bonos. El legado de una deuda gubernamental alta es otra de las razones por las que la crisis actual podría significar un estancamiento del crecimiento en EE.UU. por al menos entre cinco y siete años más.

Efectivamente, existen importantes diferencias entre la crisis estadounidense y las crisis financieras cíclicas pasadas, pero no representan una ventaja. Ciertamente, de momento el gobierno de EE.UU. se encuentra en la afortunada posición de poder pedir prestado a tasas de interés más reducidas que antes de la crisis, y el dólar de hecho se ha fortalecido. Pero a pesar de eso, las crisis financieras profundas en el pasado han solido delimitarse a países o regiones particulares, permitiendo a dichos países recurrir a la exportación para salir de ellas.

La crisis actual es definitivamente global. El colapso en las acciones extranjeras y los mercados de bonos han infligido pérdidas masivas en los activos extranjeros tenidos por EE.UU. Al mismo tiempo, la débil demanda global limita cuánto EE.UU. puede depender de las exportaciones para amortiguar el continuado colapso en el consumo doméstico y en la inversión.

¿Puede EE.UU. evitar el profundo estancamiento de las pasadas crisis financieras y recesiones? En estos momentos, las recetas efectivas en cuanto a políticas gubernamentales — como una estimación realista del tamaño del agujero en los balances bancarios — requieren un cálculo sobrio de la dirección de la economía.

Por demasiado tiempo, las evaluaciones oficiales sobre la trayectoria del crecimiento de EE.UU. han sido absurdamente positivas y siempre poco ajustadas, provocando una respuesta gubernamental débil, sobre todo en relación a la necesaria reestructuración del sistema financiero. En cambio, las autoridades deberían estar preparadas para permitir que las instituciones financieras se reestructuren a través de una bancarrota acelerada, de ser necesario colocándolas de manera temporal en cesación de pagos y luego recapitalizándolas y reprivatizándolas. Este no es el momento para que EE.UU. evite una dolorosa pero necesaria reestructuración convenciéndonos a nosotros mismos de que somos distintos de todos los demás.

Reinhart es profesora de economía en la Universidad de Maryland. Rogoff es profesor de economía en Harvard y ex economista jefe en el Fondo Monetario Internacional.

2009/02/05

Inglaterra recorta sus tasas, mientras que la UE las mantiene

Por Natasha Brereton, Roman Kessler y Nina Koeppen

El Banco de Inglaterra recortó su tasa de interés de referencia en medio punto porcentual a un nuevo récord de 1%, en su intento más reciente por anclar a la debilitada economía británica, mientras que el Banco Central Europeo dejó a su tasa de referencia sin cambios en 2%.

La decisión de ambos bancos centrales era esperada, pero marcó estrategias muy diferentes para enfrentar los problemas económicos globales que han enviado a los mercados a pique y han causado miles de despidos, menores horas de trabajo y cierres de fábricas.

El BCE, el banco central para los 16 países que usan el euro, ha sido más cauto que el Banco de Inglaterra en el recorte de tasas, el cual puede estimular el crecimiento al reducir los costos de tomar prestado para negocios y consumidores.

La medida del Banco de Inglaterra eleva el total de recortes desde octubre a cuatro puntos porcentuales. Aunque el banco central reconoció que los recortes de tasas se han vuelto menos efectivos a la hora de estimular la economía durante la crisis crediticia, a medida que los bancos acumulan efectivo, dijo que espera que las duras reducciones de tasas de interés llevadas a cabo desde octubre, eventualmente tengan un "impacto significativo" en la economía.

Cifras oficiales confirmaron que Gran Bretaña está experimentando su peor recesión desde principios de los 80. La economía vio cómo la producción se desplomaba en 1,5% en el cuarto trimestre de 2008.

Mientras tanto, el BCE mantuvo a su tasa sin cambios, pese a otra ola de malas noticias económicas esta semana. El BCE ha recortado en más de la mitad su tasa de interés de referencia desde octubre, recortándolo en 2,25% a 2%. A excepción de dos economistas, todos los encuestados predicen una mayor reducción a medida que las presiones inflacionarias continúan aliviándose. La mayoría cree que la tasa quedará en 1,5% para finales de marzo.

Una inflación más baja le debería dar al BCE suficiente margen de maniobra para recortar las tasas en marzo, dicen los economistas. El promedio de inflación anual en la eurozona cayó a 1,1% en enero frente a 1,6% en diciembre, muy por debajo de la zona de confort del banco central, de apenas por debajo de 2%. El indicador podría caer mucho más en la primera mitad de 2009, revirtiendo el alza del año pasado a 4%, la cual fue alentada por los precios del petróleo.

Associated Press contribuyó a este artículo

Fuente: WSJ

Rusia anuncia recortes de presupuesto y US$40.000 millones para los bancos

Por Lidia Kelly

MOSCÚ – El gobierno ruso recortará los gastos públicos e inyectará otros US$40.000 millones en los bancos del país en un esfuerzo por estabilizar las finanzas públicas y darle un impulso a los préstamos, dijeron funcionarios del gobierno el miércoles.

Los anuncios coincidieron con la rebaja de calificación de la deuda soberana del país por parte de Fitch Ratings, citando el impacto de la caída en los precios de los commodities y los flujos de salida de capital.

El primer ministro encargado, Igor Shuvalov, en un cambio en su política, dijo que el gobierno se prepara para recortar gastos para minimizar un déficit presupuestal que se cree que alcanzará 6,9% del producto interno bruto este año, su primer déficit desde 1999.

Shuvalov, quien habló ante una conferencia de inversión en Rusia, dijo que la estabilidad financiera sigue siendo una prioridad.

"Para garantizar esto, el gobierno reducirá significativamente los gastos del presupuesto federal", dijo en un comunicado presentado por el banco de inversión Troika Dialog, el cual organizó la conferencia.

El comunicado de Shuvalov no entregó más detalles, pero marcó un giro frente al compromiso anterior del Kremlin de no alterar el presupuesto del 2009, pese al declive económico.

Por su parte, el ministro de Finanzas Alexei Kudrin le dijo a reporteros en Londres que los bancos rusos recibirán otros US$40.000 millones en inyecciones de capital del gobierno. Kudrin, quien estaba reuniéndose con funcionarios del Reino Unido, dijo que el gobierno haría una prioridad el que los bancos usen los fondos adicionales para prestarle a negocios.

La reducción de calificación de la deuda rusa la lleva de BBB+ a BBB, el segundo grado más bajo. En diciembre, la calificación rusa fue recortada por Standard & Poor's.

La rebaja de la calificación es parte del precio que Rusia, un país que apenas hace seis meses se promocionaba como un serio contendor a una calificación de grado de inversión A, está pagando por su dependencia casi total de los precios de los commodities y el capital a corto plazo, dicen los economistas.

Fitch dijo que Moscú también ha optado por una muy costosa depreciación gradual del rublo. El banco central ha desangrado un tercio de sus reservas de oro y divisas extranjeras, que en agosto alcanzaron un nivel récord de US$600.000 millones, para defender al rublo.

El rublo ha recortado 35% de su valor desde aquel entonces y está a punto de romper su recién formulado nivel de debilidad en su banda cambiaria, de 41 rublos contra una canasta de euros y dólares que el banco usa para guiar la tasa de intercambio de divisas.

El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, dijo el miércoles que Rusia podría quedarse sin reservas si la crisis financiera global dura hasta 2011.

"Depende de cuánto tiempo dure la crisis", dijo Thomas Mirow, el presidente del banco en una conferencia en Londres. "Si dura más allá de 2009 y 2010, entonces se podrían agotar las reservas".

Fuente: WSJ

Los legisladores critican a la SEC por no descubrir estafa de Madoff

Por Patrick Yoest y Michael R. Crittenden

WASHINGTON – La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) fue duramente criticada el miércoles por los congresistas y el investigador de fraude que descubrió la supuesta estafa Ponzi de Bernard Madoff, describiendo al ente regulador como asustado de abrir casos en contra de las principales firmas de valores e inversionistas.

"Ustedes son tanto un regulador cautivo como un regulador fallido", dijo Harry Markopolos con respecto a la SEC en un testimonio altamente esperado ante un subcomité de la Cámara de Representantes de EE.UU.

Markopolos detalló su esfuerzo de nueve años por alertar a los reguladores federales sobre Madoff, quien está acusado de orquestar una de las mayores estafas en la historia estadounidense. La SEC fue "incapaz de entender" los complejos instrumentos financieros involucrados en el supuesto fraude, dijo Markopolos y no estaba interesada en abrir investigaciones contra firma e inversionistas influyentes.

"La SEC nunca fue capaz de atrapar a Madoff", le dijo Markopolos al subcomité de servicios financieros de la Cámara. También dijo que planea reunirse en jueves con el inspector general de la SEC para discutir el caso y le pidió a los legisladores y reguladores que persigan a los supuestos cómplices de Madoff, incluyendo los fondos alimentadores que le proporcionaban dinero.

"Mi equipo estaba allá en labores de campo hablando con los fondos alimentadores de Madoff e identificando quienes eran", dijo Markopolos. "Hay 12 más allá manteniendo un bajo perfil en Europa, de los cuales ustedes aún no saben nada".

Los legisladores llenaron de elogios a Markopolos, mientras que concentraban sus críticas en la SEC por no reconocer las advertencias sobre Madoff por años.

"Desafortunadamente, nuestros reguladores fallaron a la hora de seguir sus directrices y escuchar sus advertencias", dijo el representante Paul Kanjorski. "Como resultado de ello, miles de inversionistas resultaron afectados".

El represente Scott Garrett, el principal republicano en el subcomité, dijo que el supuesto fraude no era el resultado de una falta de regulación, sino de coordinación entre los entes regulatorios.

"Al menos algunas de las cosas, si se hubieran implementado antes, al menos en este caso, habrían hecho que los actos impropios se hubieran descubierto mucho antes", dijo Garrett.

Fuente: WSJ

2009/02/04

Geithner recuerda las lecciones de la crisis en Japón para encarar la de EE.UU.

Por Michael M. Phillips

WASHINGTON—Si hay algo que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, aprendió de observar cómo Japón se hundía en un remolino económico que se prolongó por una década, es esto: mejor no titubear.

Geithner tiene muy presente los errores de Tokio ahora que él y el resto del equipo económico del presidente Barack Obama encaran la profunda recesión estadounidense y la persistente restricción del crédito. Recordando cómo las autoridades japonesas prolongaron la crisis con sus titubeos acerca del gasto público, las tasas de interés y los rescates bancarios, Geithner lidera los esfuerzos por diseñar una respuesta a gran escala que responda a la crisis estadounidense, incluyendo un paquete de estímulo de casi US$890.000 millones, más ayuda para propietarios de vivienda e intentos renovados para ayudar a las instituciones financieras a deshacerse de sus malas inversiones.

La crisis de EE.UU. "es hoy mucho peor porque las autoridades, en conjunto, reaccionaron un poco tarde tanto en el frente fiscal como en el financiero", dijo Geithner en una entrevista reciente.

Él recuerda debates del año pasado sobre si la inflación o la crisis crediticia eran riesgos mayores, si los reguladores deberían "tratar de darle una lección a la gente o salvar el país... que empeoraron el temor y el pánico más de lo que debió ser".

Con su nuevo plan, el gobierno "hará lo más que pueda" para aplicarse la lección japonesa, dijo Geithner. De todos modos, acotó, el dolor es inevitable.

Se espera que a principios de la semana entrante Geithner presente el plan general del gobierno para lidiar con la crisis, el cual probablemente contendrá desde un rescate bancario renovado y un plan de prevención de ejecuciones hipotecarias a una reestructuración del sistema de regulación financiera. Junto con el paquete de estímulo que se define en el Congreso, el gobierno de Obama está listo para comprometer billones de dólares de los contribuyentes a la reactivación de la economía.

Geithner era un burócrata de menor rango del Tesoro el 29 de diciembre de 1989, cuando el promedio japonés Nikkei, propulsado por el aumento exponencial en los precios de los inmuebles, alcanzó su máximo histórico de 38.915,87 e inició un descenso del que todavía no se ha recuperado (el martes cerró en 7,825.51). Pocos meses después, Geithner llegó a Tokio y tomó un cargo como asistente para asuntos financieros en la embajada de EE.UU.

No fue inmediatamente evidente que la economía de Japón, la cual había inspirado temor y sobrecogimiento en EE.UU. durante los años 80, estaba iniciando un largo descenso.

Durante los dos años de Geithner en Tokio, y después de que regresó a varios altos cargos en Washington, él y otros funcionarios del Tesoro se convencieron de que Japón sufría una troika de problemas económicos que sus líderes no querían encarar. La economía del país estaba estancada. Sus bancos y firmas de valores estaban saturados de préstamos en mora. Y el yen era tan fuerte que estaba diluyendo la estrategia de crecimiento del país, la cual se centraba en la exportación.

Las autoridades japonesas temían que una reducción en las tasas de interés alimentaría la inflación. Temiendo déficit, adelantaron grandes paquetes de gastos con alzas de impuestos, encareciendo cualquier estímulo resultante.

"La política monetaria tardó en responder", dijo Geithner. "La política fiscal era muy tentativa y zigzagueó mucho".

Del mismo modo, las autoridades japonesas titubeaban para reconocer lo obvio, que los bancos japoneses eran un castillo de naipes, y tomar medidas impopulares para colocar a las instituciones en un terreno más firme. No fue hasta relativamente tarde en la década, cuando los bancos empezaron a quebrar, que las autoridades japonesas inyectaron capital público en el sistema y establecieron una corporación estatal para deshacerse de los préstamos tóxicos.

Como en Japón, la crisis en EE.UU. fue desatada por el colapso de los precios de los bienes raíces. A pesar de los cientos de miles de millones en inyecciones de liquidez por parte de la Reserva Federal y un rescate federal de US$700.000 millones, muchas instituciones financieras aún son reacias a prestar, privando a empresas y personas de crédito y dejando a la economía en una profunda recesión.

"Existe una gran tentación por ver la luz al final de túnel antes de que realmente esté ahí", dice Geithner. "Y por ende de volver a la austeridad antes de que la recuperación haya echado raíz".

Fuente: WSJ

Rusia sube al ring para evitar el colapso del rublo

Por Joanna Slater en Nueva York y Gregory L. White en Moscú

Rusia ha prometido ponerle un piso al declive del rublo. Pero es cada vez más evidente que la alicaída moneda del país se ha transformado en un blanco.

Inversionistas y analistas dicen que la presión sobre la divisa aumentará en las próximas semanas, lo que puede resultar en un enfrentamiento entre Moscú y los operadores del mercado y forzar a las autoridades a tomar decisiones difíciles.

Los operadores, desde inversionistas extranjeros hasta compañías locales, han llevado al rublo a un nivel muy cercano al nuevo límite impuesto por el banco central, anunciado hace apenas dos semanas. El derrumbe de la moneda tiene lugar pese al alza de las tasas de interés y las medidas impuestas para limitar la oferta de rublos.

Las autoridades rusas "trazaron una línea en la arena y nos acercamos a ella a toda velocidad", dice James Malcolm, estratega de divisas de Deutsche Bank en Londres. "Es un blanco irresistible".

El tipo de cambio es un tema bastante delicado en Rusia, donde los recuerdos del colapso del rublo en 1998 aún están frescos.

El drástico cambio en la trayectoria de la divisa en los últimos meses —golpeada por el desplome en los precios del petróleo, la principal exportación de Rusia y una fuga de capitales en medio de la crisis global— ha puesto al Kremlin en la defensiva.

Desde agosto, Rusia ha emprendido una costosa campaña primero para frenar y luego para atenuar el declive del rublo, invirtiendo más de un tercio de sus sustanciales reservas de divisas extranjeras. Los más altos funcionarios, incluyendo el primer ministro Vladimir Putin, han defendido la política, diciendo que era necesaria para permitir que los bancos y las personas se ajusten a las medidas. Los esfuerzos por controlar el descenso del rublo también le dieron tiempo a las grandes compañías rusas para reestructurar parte de su enorme deuda en moneda extranjera, cuyo valor se habría disparado si el rublo se desplomaba, dicen los analistas.

A fines de enero, el gobierno canceló las medidas e instituyó una nueva banda cambiaria para el rublo con un límite inferior de 41 rublos contra una canasta de dólares y euros. El martes, el rublo estaba a centavos de este límite. Esta semana, la divisa alcanzó su nivel más bajo en 11 años, un poco más de 36 unidades por dólar. Los inversionistas "están poniendo a prueba la determinación del banco central", dice Markku Anttila, un operador de divisas de Danske Bank que se especializa en Rusia.

Por ahora, los esfuerzos del banco central —que ha subido las tasas de interés y reducido la liquidez— no han sido lo suficientemente agresivos, dicen los analistas, sirviendo principalmente para aumentar el apetito de los inversionistas de nuevos declives del rublo. Como resultado, la mayor parte del dinero que el Kremlin está gastando para impulsar su sistema bancario y la economía, en realidad, está siendo inyectado en el mercado de divisas.

"Todos los rublos que están en el mercado han sido convertidos en dólares", dice Natalya Orlova, economista jefe de Alfa Bank en Moscú. "Salir de esta espiral donde todos esperan una devaluación será muy difícil".

Algunos analistas dicen que, para aliviar las presiones sobre la moneda, el gobierno podría imponer controles de capital, lo que limitaría la fuga de dinero. Pero eso representaría un retroceso más para el Kremlin, que ha promovido la liberalización económica en los últimos años.

La semana pasada, Putin mencionó el rechazo del gobierno a los controles de capital como una señal de su compromiso con la apertura de los mercados.

Fuente: WSJ

2009/02/03

El BCE comienza a forjar planes para crear "bancos malos"

Por Joellen Perry y Marcus Walker

El Banco Central Europeo está trazando las directrices para los países europeos que están considerando la creación de "bancos malos" para albergar los activos tóxicos de los bancos, mientras que Alemania dio un paso más para pasar una ley que ayudaría a sus bancos a crear malos bancos individuales.

Los partidos de la coalición de la canciller Angela Merkel han expresado su apoyo en los últimos días a un plan bajo el cual los bancos alemanes moverían sus activos tóxicos fuera de sus balances. Los activos serían trasladados a vehículos especiales con garantías del gobierno y reglas contables más generosas para prevenir que las rebajas contables devoren el capital de los negocios de préstamo de los bancos.

EL BCE también trabaja en un esquema para los gobiernos que planean garantizar los activos tóxicos que quedan en los balances de los bancos, otra forma de rescate.

El BCE espera que las directrices puedan ayudar a evitar una competencia entre los 27 miembros de la Unión Europea a medida que los países buscan apuntalar a sus tambaleantes bancos. Ambas estrategias están siendo diseñadas en conjunto con el brazo ejecutivo de la UE, la Comisión Europea.

Los gobiernos a lo largo y ancho de Europa están considerando o implementando planes para ayudar a los bancos a lidiar con los préstamos incobrables y otros activos que siguen en sus balances.

Los alemanes se oponen a un mal banco que abarque a todo el país, el cual haría al gobierno responsable de recobrar el dinero de los activos tóxicos y podría dejar a los contribuyentes asumiendo las pérdidas. En cambio, el ministro de finanzas alemán Peer Steinbrück dijo la semana pasada que el gobierno tal vez permita que los bancos establezcan bancos malos internamente.

Bajo el plan alemán, las unidades de activos tóxicos de los bancos podría fijar el valor de los activos por encima de su valor actual el cual es casi siempre mínimo. Eso reduciría la necesidad de rebajas contables a corto plazo.

Si los malos bancos sólo recuperan parte del valor de los activos, sus casas matrices tendrían que pagar por las pérdidas y solicitar más capital al gobierno, de ser necesario.

El ministerio de finanzas también trabaja en una posible ley que permitiría que Alemania nacionalizara a la fuerza a bancos en problemas. El primer blanco sería el banco de Munich Hypo Real State holding AG, el cual ha necesitado ayuda estatal en repetidas ocasiones.

EL BCE también trabaja en directrices para los gobiernos que esperan ofrecer seguros en contra de los activos tóxicos que quedan en los balances de los bancos. Una pregunta frecuente es cómo fijarle un precio a esos activos.

Una pieza central del paquete de rescate de bancos más reciente del gobierno británico es proveer seguros que limitarían las pérdidas de los bancos sobre préstamos e inversiones incobrables. Sin embargo, no se tiene claro cómo se le otorgará un precio a este seguro por parte del gobierno.

Los planes del BCE expanden el rol de mediación que adelantó el año pasado, a medida que la crisis forzó a muchos gobiernos europeos a intervenir para rescatar a sus bancos.

A solicitud de los gobiernos de la euro zona, el banco central calculó una fórmula para fijar una referencia para las garantías del gobierno de algunos tipos de deuda bancaria.

En noviembre, el BCE diseñó una referencia para el precio de las inyecciones de capital de los gobiernos en los bancos.

El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, advirtió la semana pasada que la inclinación de los mercados a presionar a los bancos a tener más capital amenaza con agravar el declive global.

Fuente: WSJ

Tesoro de EE.UU. anunciará próxima semana plan de rescate financiero

Dow Jones Newswires

WASHINGTON (Dow Jones)--El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, pronunciará un discurso la semana próxima en que detallará los planes del rescate financiero del presidente Barack Omana, según un funcionario del Departamento del Tesoro.

El plan incluirá esfuerzos para ayudar a los propietarios de viviendas en peligro de enfrentar ejecuciones hipotecarias, así como medidas adicionales para apuntalar al sector financiero.

Wall Street ha estado anticipando los nuevos planes del Gobierno, incluyendo que el presidente Obama solicite al Congreso más dinero. Muchos economistas dudan que la segunda mitad de los US$700.000 millones, que ya fueron aprobados por el Congreso, sean suficientes para mejorar al atribulado sector financiero.

La Casa Blanca no ha finalizado los planes para el núcleo del plan de rescate bancario. El Gobierno está considerando una serie de planes que inyectarían dinero a las firmas financieras al mismo tiempo que las liberaría de sus activos tóxicos. El gobierno del presidente Obama está considerando un enfoque de dos estrategias complementarias que ayudarían aún más a los bancos mediante la compra por parte del Gobierno de una porción de sus activos incumplidos al tiempo que ofrece garantías contra pérdidas futuras sobre los activos tóxicos restantes.

El gobierno continúa trabajando en los detalles, incluyendo cuánto debería pagar el Gobierno por los activos en problemas, los cuales están dañando las hojas de balance de las instituciones financieras. Geithner ha encargado a equipos de funcionarios explorar las opciones y se espera que pronto presente el plan al presidente.

Antes del discurso, con la intención de mejorar la percepción del público sobre el rescate financiero por US$700.000 millones, se espera que el Gobierno anuncie esta semana restricciones más drásticas sobre las compensaciones de los ejecutivos en aquellas firmas que reciben ayuda gubernamental. Esto podría ayudar a sentar las bases para los políticos y el público, entre los que ha aumentado la preocupación sobre el rescate a los bancos.

La Casa Blanca, al darse cuenta que el público espera una acción rápida, parece estar lista a anunciar algunos de sus iniciativas en etapas.

Las medidas más drásticas se aplicarían a bancos que reciben un suma sustancial de dinero. Los presidentes ejecutivos de la firmas que reciben ayuda "excepcional" no podrán recibir indemnizaciones por despido y, junto a los principales 50 ejecutivos, verán una disminución en su compensación de hasta un 40% respecto de los niveles del 2007.

El gobierno de Obama no ha especificado qué se califica de ayuda "excepcional", pero los funcionarios del Gobierno afirman que la reglas se aplicarán en casos en que el Gobierno provea una cifra significativa de dólares, similar a lo que se ha otorgado a American International Group Inc., Citigroup Inc. y las automotrices de Detroit.

La semana pasada, Obama calificó de "vergonzoso" que las firmas de Wall Street adjudicaran US$20.000 millones en bonos en momentos en que Washington está gastando el dinero de los contribuyentes para rescatarlos de sus problemas.

Con todo y ello, no se espera que la Casa Blanca agregue alguna nueva limitación en los salarios para los bancos saludables que reciben dinero procedente del Programa de Compra de Capital ascendente a US$250.000 millones. Ese programa, que ha invertido casi US$200.000 millones en más de 300 instituciones financieras, impuso algunas modestas restricciones a las remuneraciones, incluyendo una prohibición a los llamados "paracaídas dorados" para la compensación por despido de altos ejecutivos.

2009/02/02

La banca española se prepara para lo peor

por Mark Mulligan/Victor Mallet | FT

Los políticos y líderes empresariales españoles que busquen algo bueno en medio del pesimismo económico, aún pueden animarse con el rendimiento del sector bancario del país.

A diferencia de EEUU y Reino Unido, todas las entidades crediticias del país están aún intactas, ninguna ha sido recapitalizada con dinero estatal y la mayoría de ellas son rentables. Los bancos españoles destacan por su relativa salud.

Esto cambiará a medida que el malestar económico de España se agudice y que las moras sobre la deuda relacionada con la crisis inmobiliaria se cobren su peaje.

Santander, el mayor banco de la eurozona por capitalización de mercado, anunció la semana pasada un aumento del 9,4% en los beneficios netos para 2008 hasta los 8.880 millones de euros, pese a los 500 millones de euros que tuvo que aportar a última hora en relación a las pérdidas de sus clientes sobre inversiones vinculadas a la estafa de Bernard Madoff.

BBVA, el segundo mayor banco español, declaró una fuerte caída en los beneficios del cuarto trimestre, pero anunció un aumento del 0,2% en los beneficios netos recurrentes hasta los 5.410 millones de euros para el global del ejercicio.

La Caixa, la primera caja de ahorros, declaró el viernes un aumento del 2% en su beneficio recurrente de 2008, un ejercicio en el que registró ganancias de 2.052 millones después de impuestos y del reparto de dividentos a minoritarios por la salida a bolsa de su hólding Criteria.

En estos tres casos, el crecimiento de ventas y beneficios podría haber sido aún mayor, de no haber sido por las instrucciones del Banco de España de limitar el crecimiento de beneficios, – incómodo por motivos políticos debido a la profunda crisis económica – aumentando las provisiones preventivas en las cuentas de 2008.

El Banco de España ha tomado además una actitud de cautela en referencia a los dividendos, pidiendo discretamente a los directivos bancarios una restricción de los repartos para poder retener beneficios y así fortalecer las ratios de capital que los inversores vigilan tan de cerca.

Ese tipo de medida es característica de los reguladores españoles. Su postura conservadora sobre las inversiones fuera de balance y la insistencia en que se mantuvieran provisiones anticíclicas ayudó a los bancos del país a salvarse de los peores efectos de la crisis subprime de EEUU, dándoles además el colchón financiero que necesitarán durante los próximos dos años.

Banco Popular, uno de los más expuestos a la crisis de los constructores, se tomó el mensaje en serio, y en el último trimestre acumuló unas provisiones extraordinarias "voluntarias" por valor de 189 millones de euros.

Después de declarar el viernes una caída del 17% de los beneficios anuales, el presidente de la entidad, Angel Ron, aseguró "tenemos que prepararnos para una crisis que pudiera prolongarse durante más tiempo y tener consecuencias peores de lo que creen las organizaciones internacionales".

La mayor parte de los economistas del sector privado apuntan a un descenso de al menos el 2% del PIB de España y a un aumento significativo del desempleo. Aunque el sector de la construcción empezó siendo el más afectado, el paro se extiende ahora a otros sectores.

El desempleo implica además impagos en los préstamos. Los préstamos con riesgo de impago representan el 3,5% del total de créditos bancarios y la cifra aumenta a gran velocidad. Pocos dudan de que este año alcance el 8%, el nivel registrado durante la última crisis financiera que sufrió España en 1993.

Buena parte de este incremento estará provocada por la difícil situación de las constructoras, inmersas en un alto nivel de deuda, de los desempleados con hipotecas y de las entidades que las respaldan, es decir, los bancos.

Para un país y un sector bancario acostumbrados a un crecimiento económico ininterrumpido y a un crecimiento anual de los préstamos de doble dígito, esta crisis supone una fuerte sacudida. "Los que gestionaron la crisis de 1993 ya no están ahí", explica Ricardo Wehrhahn Amézaga, socio de Roland Berger en Madrid.

Según los analistas, la rentabilidad e incluso la supervivencia de bancos y cajas (que en algunos casos se verán obligadas a fusionarse) dependerá de su capacidad de hacer que las provisiones para préstamos dudosos duren hasta que la crisis termine.

Estas provisiones, acumuladas durante la época de bonanza, son considerables y, en el caso de Santander, superan los 6.000 millones de euros. Sin embargo, algunos bancos comenzaron a reducirlas en el último trimestre de 2008.

The Financial Times Limited 2009. All Rights Reserved.

El cobre salvará a Chile de la recesión, otra vez

C. Molina - Santiago de Chile

Los años de bonanza económica en Chile parecen haber llegado a su fin. Tras encadenar tres años de crecimientos superiores al 4% y alcanzar un superávit fiscal medio del 7% en el trienio de 2006 a 2008, ahora afronta las consecuencias del derrumbe de dos de sus mayores riquezas: el comercio exterior y el cobre. Chile es el mayor productor de este mineral y aglutina el 50% de las reservas internacionales. También es líder en harina de pescado y celulosa. La recesión económica mundial ha provocado un fuerte descenso de las importaciones desde EE UU, la Unión Europea o Asia, sus tres principales clientes, que además se han visto beneficiados por el desplome del precio de las materias primas en los mercados internacionales.

El cobre es el mejor ejemplo. En 2006, el precio de la libra de cobre, al igual que ocurrió posteriormente con el barril de petróleo, experimentó un crecimiento sin precedentes, por el incremento de la demanda en países emergentes, que le llevó a cotizar por encima de cuatro dólares, cuando en anteriores ejercicios apenas llegó a uno. En un proceso similar al del crudo, el precio del mineral se desplomó por la falta de demanda en China o India y ahora retrocede a niveles cercanos a un dólar.

Pero, pese a ese fuerte recorte, el cobre se ha convertido en la receta milagrosa que salvará a Chile de entrar en crecimientos negativos de PIB este año. El Gobierno chileno gestiona las tres minas de cobre más importantes del país, cuyos beneficios se utilizan íntegramente para financiar el gasto público. En 2006, la recaudación ascendió a 9.600 millones de dólares (7.446 millones de euros), mientras que dos años más tarde se redujo a la mitad hasta los 5.000 millones de dólares (3.879 millones de euros). Los ingresos por la venta de cobre en esos tres años se elevaron a 20.000 millones de dólares (15.522 millones de euros).

Ese colchón será el que va a librar por ahora a Chile de entrar en recesión y el que le va a permitir financiar, entre otros, el plan de rescate aprobado por el Ejecutivo por un valor de 3.000 millones de euros. María Olivia Recart, viceministra de Hacienda, destaca que ese excedente concede al Estado margen para llevar a cabo políticas contracíclicas. 'Ahora, tenemos capacidad para afrontar gastos con una economía saneada y con un nivel de deuda cero en un momento en el que las compras desde el exterior caen con fuerza', señaló. La viceministra, sin embargo, es consciente de que se cerrará 2009 con déficit por el incremento de los gastos que hay que financiar, entre ellos, otro plan estatal para revitalizar la obra pública por valor de 543 millones de euros. A su juicio, el principal desafío al que se enfrenta la economía chilena en 2009 es el crecimiento del desempleo, cuyo deterioro se ha acentuado en los tres últimos meses y ha llegado al 9,7%, la cifra más alta desde junio de 2006.

El otro gran reto es asegurar la producción de cobre. Pablo Orozco, portavoz de Codelco, la compañía estatal del cobre, asegura que la producción está asegurada, ya que la demanda desde China se va a mantener fuerte en los próximos años. 'China no puede parar la urbanización de los grandes núcleos urbanos y seguirá consumiendo a buen ritmo, aunque la demanda de otros grandes clientes, como la India, bajará', agregó. Además avanzó que el Gobierno reinvertirá por primera vez este año 1.000 millones de los beneficios por las ventas en mejorar las técnicas de prospección bajo tierra.

Impulso a las exportaciones no tradicionales

El desplome de los precios de las materias primas (cobre, celulosa y harina de pescado) y el frenazo en el consumo de sus grandes clientes (EE UU, UE y China) ha obligado al Ejecutivo chileno a buscar nuevas fórmulas para mantener la fortaleza de las ventas al exterior. Y una de ellas puede ser la búsqueda de inversión extranjera para que utilice a Chile como plataforma de acceso a terceros mercados. Alicia Frohmann, directora de Prochile, agencia encargada de fomentar los intercambios comerciales de Chile con el resto de socios comerciales en el mundo, apunta que esta vía ya ha sido utilizada por algunas empresas españolas para abordar sobre todo las ventas en los mercados asiáticos. 'Las empresas se pueden beneficiar de los acuerdos de libre comercio que tenemos firmados con 60 países', señala.

Frente a la volatilidad que ha experimentado el precio de las materias primas, Frohmann también apuesta por el impulso de las exportaciones no tradicionales para asegurar el flujo exportador a otros países. Esa tendencia también se puede constatar en las exportaciones no tradicionales a España, que representaron un volumen de 441 millones de euros entre enero y noviembre de 2008, un 33,7% más que el año anterior. Un buen ejemplo son las exportaciones de frutas y hortalizas. Entre los veinte productos no tradicionales exportados a España figuran la naranja fresca, con un alza del 104%, las nueces, con un avance del 98%, o la uva, con un 23,3% más.

El Banco Central prevé varias rebajas de tipos

El presidente del Banco Central de Chile, José de Gregorio, confirma que el PIB de Chile creció un 3,5% en 2008, casi un punto y medio menos que la media de los últimos años y prevé que para este ejercicio el avance oscile entre el 2% y el 3%. 'La economía está afectada por una gran incertidumbre, aunque esperamos que los 3.000 millones de euros del plan de rescate sirva para mitigar los efectos de ese decrecimiento', apunta.

Otra medida que podría tener el mismo efecto sería una rebaja de los tipos de interés, ahora en el 7,25%. De Gregorio afirma que el principal mandato de la institución, al igual que el del BCE, es atajar la inflación, cuyo límite se establece entre el 2% y el 4%. Algo que no se está cumpliendo, puesto que los precios cerraron 2008 en el 7,1%.

Gordon Brown suena la alarma sobre la falta de préstamos

Por Carrick Mollenkamp
DAVOS, Suiza

Una serie de altos ejecutivos de la banca europea así como el primer ministro británico Gordon Brown indicaron que los mercados emergentes están experimentando un éxodo de créditos de la banca internacional, lo que podría desestabilizar el comercio mundial.

El hecho de que las economías emergentes, que han sido uno de los principales motores del crecimiento económico, están viendo una escasez de crédito coincide con los recientes informes, y con las advertencias de boca del propio Brown, de que una economía de la magnitud de la británica ha sufrido una disminución importante del crédito proveniente de bancos extranjeros.

Una gran pregunta en el caso británico es si los bancos locales, como Royal Bank of Scotland PLC, que ahora está en manos estatales, y bancos independientes como HSBC Holdings PLC, pueden llenar el vacío.

La nueva falta de crédito es uno de varios desequilibrios que se están viendo a medida que los bancos y los gobiernos tratan de combatir la crisis financiera global. En los últimos años, los bancos y las instituciones financieras acudieron en masa a los mercados emergentes para aprovechar la demanda inexplotada de préstamos para las empresas y las personas. Ahora, los bancos están reduciendo su nivel de endeudamiento y concentrándose en sus mercados locales, lo que deja a los mercados emergentes en una situación más precaria en términos de financiamiento.

En una entrevista en el marco del Foro Económico Mundial, Brown señaló que la economía global se dirige a una peligrosa forma de proteccionismo financiero. "Al echar un vistazo por el mundo, lo que observamos es la retirada de bancos de una serie de mercados emergentes con sistemas bancarios bastante débiles", aseveró. "Lo que se tiene, entonces, es una forma de mercantilismo financiero", indicó Brown. "Lo que se tiene es gente que regresa a sus sistemas bancarios locales. Es la primera etapa de un proteccionismo financiero que eventualmente llevará al tipo de proteccionismo comercial que hemos visto en el pasado, si no estamos preparados para hacer algo al respecto".

Brown y Stephen Green, el presidente de la junta directiva de HSBC, el mayor banco británico por valor de mercado, advirtieron durante la reunión de Davos que la falta de crédito afectaría a la economía real y perjudicaría el libre comercio.

El repliegue de los bancos se está sintiendo en el Reino Unido. Brown dijo que Royal Bank of Scotland Group, que recibió un rescate estatal, está incrementando los préstamos, al igual que otros bancos británicos, pero que aún quedan brechas significativas por cerrar. El Reino Unido ha sido golpeado por la salida de bancos irlandeses y de Islandia, que habían sido prestamistas agresivos.

"Debido a la pérdida de capacidad en el sistema bancario británico, debido a que los bancos extranjeros y las entidades no bancarias se han ido, se ha perdido una parte significativa de su capacidad", afirmó Brown.

El primer ministro británico no ha descartado el uso del modelo conocido como "banco tóxico", si eso es lo que se requiere para ayudar a los bancos a deshacerse de sus activos incobrables y reanudar los préstamos a empresas y deudores hipotecarios en problemas.

Brown también dijo a otros medios que el gobierno británico podría incorporar otras ideas para ayudar a los bancos. A principios de este mes, el gobierno presentó una estrategia en múltiples frentes para fortalecer los préstamos, incluyendo el uso de un esquema de seguros que cubriría las pérdidas de los bancos generadas por activos tóxicos. El gobierno, sin embargo, no estableció un llamado "banco tóxico". Estados Unidos considera un modelo de este tipo.

"Hemos dicho que somos partidarios de estudiar una serie de formas diferentes de lidiar con esto", dijo Brown.

PIB de EE.UU. registró su mayor contracción en 26 años

Dow Jones Newswires

WASHINGTON (Dow Jones)--La economía estadounidense sufrió en el cuarto trimestre del 2008 su mayor contracción en 26 años, a medida que se reducían los gastos de los consumidores y las empresas, se profundizaban los problemas del sector inmobiliario y caían las exportaciones.

Al mismo tiempo, los precios continuaron cayendo a medida que se profundizaba la recesión económica.

El producto interno bruto se contrajo a una tasa anual ajustada por factores estacionales del 3,8% entre octubre y diciembre, informó el viernes el Departamento de Comercio en su estimación inicial para el PIB de ese trimestre.

En el tercer trimestre, el PIB cayó un 0,5%. Los descensos trimestrales consecutivos son los primeros desde la contracción del 3,0% en el cuarto trimestre de 1990 y del 2,0% en el primer trimestre de 1991.

La tasa de contracción del 3,8% en el período más reciente fue la más débil desde el primer trimestre de 1982, cuando la economía se contrajo un 6,4%.

Los economistas esperaban un descenso del 5,5% en el cuarto trimestre, según una encuesta de Dow Jones Newswires.

Los indicadores sobre la inflación mostraron descensos pronunciados en el período.

El índice de precios para los gastos de consumo personal cayó un 5,5%, tras ascender un 5,0% en el tercer trimestre.

Si se excluyen los alimentos y la energía, el índice de precios de los gastos de consumo personal subió un 0,6%, tras incrementarse un 2,4% en el tercer trimestre.

El PIB mide todos los bienes y servicios producidos en la economía. El PIB se contrajo un 0,5% en el tercer trimestre, pero creció un 2,8% en el segundo.

El índice de precios ponderados del PIB, por su parte, descendió un 0,1%, tras ascender un 3,9% en el tercer trimestre.

El mayor componente del PIB es el gasto de los consumidores, que representa cerca del 70% de la actividad económica total. Esos gastos disminuyeron un 3,5% en el trimestre, tras caer un 3,8% en el tercer trimestre.

Las compras de bienes duraderos cayeron un 22,4%, en el período, tras disminuir un 14,8% entre julio y septiembre. Las compras de bienes no duraderos descendieron un 7,1% en el cuarto trimestre.

Los gastos en servicios se incrementaron un 1,7%. Las inversiones residenciales fijas, que incluyen los gastos en vivienda, disminuyeron un 23,6% en el cuarto trimestre. En el tercer trimestre, este tipo de inversión cayó un 16,0%.

Durante el período, las exportaciones descendieron un 19,7%, su primer descenso en seis trimestres, mientras que las importaciones disminuyeron un 15,7%.