2011/03/04

El panorama es (relativamente) bueno para la moneda común europea

Por Geoffrey T. Smith

Los últimos 18 meses han sido muy agitados para la moneda única europea, pero sus perspectivas son más brillantes ahora de lo que han sido últimamente.

De hecho, algunos analistas están diciendo que si los políticos de la región pueden evitar el desastre en una cumbre clave que se celebrará este mes, lo peor de la crisis del euro podría haber terminado.

Desde comienzos de este año, el euro ha subido 1,3% sobre una base ponderada según el comercio y 3,8% con respecto al dólar. Su cotización de US$1,387 al cierre del miércoles está un poco por encima del nivel de US$1,35 que muchos analistas habían pronosticado para fines de año.

"El desafío financiero parece mucho menos serio que hace un par de meses", señala John Normand, jefe de estrategia cambiaria en J.P. Morgan Chase & Co. en Londres, refiriéndose a la crisis de la deuda soberana europea. "El gran cambio se produjo cuando los líderes europeos se dieron cuenta de que necesitan una solución más amplia para el problema de la deuda".

Mucho depende ahora de la cumbre que se realizará el 24 y 25 de marzo en Hungría, en la cual los 17 países de la zona euro analizarán la posibilidad de que Alemania y otros miembros centrales financien un fondo permanente y más grande para los socios más débiles a cambio de más influencia en la política económica de la región.

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Es poco probable que cualquier acuerdo al que se llegue sea lo suficientemente amplio como para terminar con las preocupaciones del mercado respecto a la deuda soberana de Europa. Normand, sin embargo, piensa que un pacto que cumpla con las pretensiones de los países núcleo podría ser suficiente para convencer a los mercados de que la actual situación del financiamiento soberano es "manejable".

Pero algo más también ha cambiado. La inflación de la zona euro, que en enero llegó a una tasa anual de 2,3%, está por encima de la meta de mediano plazo del Banco Central Europeo (BCE) por primera vez desde la crisis financiera de 2008 y está presionando a la entidad para que eleve las tasas.

El presidente del banco, Jean-Claude Trichet, sostiene que la inflación ha subido en gran parte debido a los precios de la energía y los alimentos, que están determinados por la economía global. Pero hay crecientes señales de preocupación entre los integrantes del consejo de gobierno del BCE.

Uno de sus integrantes, Lorenzo Bini Smaghi, dijo en un reciente discurso que la inflación "probablemente sea de una naturaleza diferente a la del pasado", mientras que el presidente del banco central holandés, Nout Wellink, indicó hace poco que "el panorama completo no es uno que me guste mucho".

La curva a futuro para las tasas a tres meses refleja la expectativa de que el BCE suba su principal tasa de refinanciación a fines del tercer trimestre. Podría haber, sin embargo, más de lo que salta a la vista en algunos comentarios recientes provenientes del banco. La carrera para suceder a Trichet en octubre está abierta tras la decisión del presidente del Bundesbank alemán, Axel Weber, de renunciar en abril. Los posibles candidatos, como Wellink, el italiano Mario Draghi y el luxemburgués Yves Mersch, han dado a conocer opiniones "germánicas" en los últimos días respecto a la política monetaria.

"Se arriesga a que haya más confusión… al crear expectativas que no están garantizadas", dice Jacques Cailloux, economista de Royal Bank of Scotland, respecto a esas posturas. Piensa que el BCE no necesitará subir las tasas hasta el cuarto trimestre. Sobre las advertencias inflacionarias, dice que "si son genuinas, está bien, pero si no lo son, es un juego peligroso".

Cualquier incremento de las tasas de interés probablemente amplíe el diferencial de tasas con Estados Unidos, lo que respaldaría al euro frente al dólar, dicen los analistas. Roberto Mialich, estratega cambiario de Unicredit en Milán, considera que EE.UU. no necesitará subir las tasas antes de 2012.

Incluso el escenario más optimista dejaría a la zona euro con una economía muy endeudada y de bajo crecimiento, con una población envejecida y sin una estrategia convincente para competir con los mercados emergentes. Pero eso es mejor que las profecías sobre desastres y rupturas que dominaron el año pasado y que aún circulan.

Fuente: WSJ

2011/03/03

Brasil usará el mercado de deuda para frenar la apreciación del real

Por Rogerio Jelmayer

SÃO PAULO (Dow Jones)--El gobierno de Brasil continuará realizando emisiones internacionales de bonos denominados en reales como parte de las medidas para frenar la apreciación del real frente al dólar, así como para aumentar la disponibilidad de este tipo de valores, informó un alto funcionario del Tesoro.

"Cuando un inversionista adquiere un bono internacional denominado en reales, el dinero va directamente a las reservas internacionales del gobierno, y no entra al mercado de divisas", dijo a Dow Jones Newswires el subsecretario del Tesoro, Paulo Valle.

Varios países de mercados emergentes han estado preocupados en los últimos meses por la fuerte apreciación de sus monedas, a menudo impulsadas por la demanda de materias primas además de la debilidad de las economías de mercados desarrollados. El gobierno de Brasil ha tomado varias medidas, incluyendo controles de capital, para detener la apreciación del real, que se ha fortalecido cerca de un 35% durante los últimos dos años.

El Tesoro planea vender nuevos bonos con vencimientos de 10 y 30 años, indicó Valle. Sin embargo, el funcionario no reveló detalles sobre el cronograma o el tamaño de las posibles transacciones.

Cuando los inversionistas compran bonos denominados en reales, ellos entregan dólares, pero ningún dinero realmente es convertido en reales. El gobierno convierte los pagos de interés y capital nuevamente a dólares para el pago.

Para compensar a los inversionistas por el mayor riesgo de tener un bono en moneda extranjera, el Tesoro tiende a pagar un rendimiento más alto por su deuda en moneda local comparado con los bonos internacionales.

2011/03/02

¿Qué pasará con las monedas de los mercados emergentes?

Por Enda Curran

Las monedas de los mercados emergentes les han dado resultados positivos a muchos inversionistas. Los analistas, sin embargo, advierten contra la tentación de pensar que los buenos tiempos durarán eternamente.

En el lado positivo, la rápida expansión de las economías en desarrollo debería continuar impulsando sus monedas, lo que son buenas noticias para los inversionistas en acciones y bonos de esos países.

Muchas naciones, no obstante, están luchando contra la apreciación de sus divisas, principalmente porque les resta competitividad a sus exportaciones y estimula las importaciones que compiten con los productos locales. Algunos gobiernos han impuesto controles de capital y otros han intervenido en mercados para atenuar el alza de la moneda local.

La seriedad con que los países acometan esos esfuerzos determinará, en gran medida, el desempeño de esas monedas a largo plazo. "Incluso con los controles de capital, no pienso que se vaya a poder revertir la tendencia general a la apreciación", dijo Joyce Chang, jefa global de investigación sobre crédito y mercados emergentes de J.P Morgan Chase & Co. "Pero no estamos esperando el mismo tipo los retornos que obtuvimos en 2010", agrega.

Chang espera avances de entre 5% y 8% en los valores de renta fija de los mercados emergentes en este año, en comparación con los retornos de entre 12% y 13% correspondientes a 2010.

En general, los analistas esperan avances en el caso del won coreano, el dólar de Singapur, el rublo ruso, el peso mexicano y el filipino a medida que un crecimiento económico robusto y un alza en las tasas de interés aumentan el ingreso de capitales. Entre las monedas bajo presión está el shekel de Israel, dada la preocupación sobre la seguridad en Medio Oriente.

¿Grandes cambios en el futuro?

El atractivo a largo plazo de las monedas emergentes proviene en parte de los desequilibrios en los flujos globales de inversión, lo que a su vez sugiere que se podrían producir grandes cambios. Por ejemplo, las economías de los mercados emergentes representan 20% de la economía mundial, de acuerdo con las estimaciones HSBC Holdings, pero los fondos de pensiones de Estados Unidos tienen solamente alrededor de 6% de sus activos en acciones de los mercados emergentes.

Mientras tanto, a medida que crece la confianza en los mercados emergentes, los gobiernos y las empresas de esos países emiten deuda en moneda local. Un total de US$437.700 millones correspondientes a ese tipo de deuda fue emitido el año pasado, un poco por debajo de los US$452.700 millones de 2009, pero 52% por encima de la cifra de 2008 y casi el triple que el monto emitido en 2005, de acuerdo con Dealogic. La mejoría en la liquidez en esos mercados debería, con el tiempo, atraer a un creciente número de inversionistas extranjeros, apuntalando todavía más a las monedas locales.

A más corto plazo, la demanda por algunos activos de los mercados emergentes posiblemente se incremente a medida que las calificaciones de la deuda de varios países son revisadas al alza para reflejar la mejoría en las finanzas de los gobiernos, entre otras cosas. En enero, Moody's Investors Service elevó la calificación de la deuda en moneda extranjera y local de Indonesia para dejarla en Ba1, solamente un escalón por debajo del grado de inversión. Los analistas dicen que Filipinas y Sri Lanka son candidatos para mejorar su calificación.

"Las tasas muy bajas en el mundo desarrollado por un largo período de tiempo" empujarán a los gestores de fondos de bonos hacia los mercados con intereses más altos y con la potencial de apreciación en sus monedas, dice Ashish Agrawal, estratega de renta fija en Asia (excluyendo Asia) de Credit Suisse Group.

Los bancos centrales en muchos países en desarrollo, donde las tasas son más altas, han intentando evitar que sigan trepando, en un intento por prevenir una apreciación excesiva de sus monedas. Durante los próximos meses se volverá más claro si los bancos centrales necesitan permitir que las tasas suban para controlar la inflación, dijo Richard Yetsenga, jefe de estrategia de divisas de mercados emergentes de HSBC.

Los riesgos

Hay potenciales peligros latentes para cualquier apuesta con las monedas de los mercados emergentes. Una preocupación de larga data es la posibilidad de que la inestabilidad en lugares como el Medio Oriente y la península coreana lleve a los fondos a refugiarse en monedas más seguras como el dólar o el yen. Otra preocupación es que un crecimiento económico más acelerado de lo anticipado en Estados Unidos y Europa, podría hacer que volvieran las inversiones al mundo desarrollado.

Si se reduce el diferencial entre los rendimientos de los valores de deuda de los mercados emergentes y los de los bonos de los países industrializados, "pienso que veremos un cierto nivel de toma de ganancias en la deuda de los mercados emergentes por parte de los administradores de fondos de bonos", dijo Olgay Buyukkayali, director de estrategia para Europa emergente, Medio Oriente y África de Nomura Securities.

Curran es un reportero de Dow Jones Newswires y de The Wall Street Journal en Sydney. Se le puede escribir a enda.curran@dowjones.com

2011/03/01

El yuan está devaluado menos de 8% frente al dólar, dice economista chino

Por Bob Davis

PEKÍN (EFE Dow Jones)--Lu Mai, destacado economista chino asociado durante mucho tiempo con las reformas orientadas al mercado, dijo que el yuan está devaluado menos del 8% frente al dólar, una pequeña diferencia que podría eliminarse con la gradual apreciación que el Gobierno chino está llevando a cabo.

El yuan "aún tiene espacio para apreciarse", dijo Lu, secretario general de la Fundación para la Investigación del Desarrollo de China, cuyos informes circulan en el Consejo de Estado de China. "Pero Estados Unidos no debería preocuparse por ese 8%" de devaluación, dijo en una entrevista con The Wall Street Journal.

El yuan ha subido un 3,8% frente al dólar desde que a mediados de junio de 2010 China permitiese a su divisa fluctuar, de forma limitada, frente a la moneda de Estados Unidos y en cómputo interanual lo hace en un 6%. El Secretario del Tesoro de Estados Unidos Timothy Geithner ha pedido un ritmo más rápido de apreciación, dando a entender que Estados Unidos desea una apreciación del 10% al año. Varios economistas estadounidenses sostienen que el yuan está devaluado en más del 20%, aunque los cálculos son muy difíciles de realizar.

En los últimos meses, Geithner ha añadido otro argumento: que un ritmo más rápido de apreciación podría ayudar a combatir la inflación en China. Esto se debe a que las importaciones serían más baratas en yuanes.

Lu Mai no dijo cómo ha llegado a su cálculo de devaluación. Sin embargo, dijo que esperaba que la moneda china se mantendría ligeramente devaluada frente al dólar, siempre y cuando la economía de China crezca más rápidamente.

Dejar que el yuan se aprecie un 6% al año frente al dólar es "casi normal", dijo. "La inflación no sólo se produce por los tipos de cambio. Es parte de la razón. Pero los factores más importantes son la subida de los costes laborales y la cantidad excesiva de préstamos bancarios" que han introducido demasiado dinero en la economía china.

"Lo mejor es dar a las empresas chinas la idea clara de que el yuan se está apreciando, pero también darles tiempo para adaptarse".