2010/06/25

Reino Unido inclina la balanza del G-20 a favor del control del gasto

A. B. Nieto / M. Ezquerra - Nueva York / Madrid - 25/06/2010

Finalmente, Washington se ha dado cuenta de que todo el mundo está en la cuneta y que EE UU no puede salir solo de ella". La frase es de un editorial de The Wall Street Journal publicado el 22 de junio de 1931, durante la Gran Depresión, a propósito del anuncio del entonces presidente Herbert Hoover en el que admitía estar pensando tomar medidas (que luego se quedaron en el tintero) para dinamizar la recuperación económica mundial. Siete décadas después y sufriendo la Gran Recesión, las grandes economías del mundo se reunieron inmediatamente en el marco del G-20 para diseñar conjuntamente una estrategia común con la que hacer frente a una crisis global. Pero el consenso se ha ido debilitando y este fin de semana la unidad se pone a prueba en Toronto.

La tensión, que enfrenta a la UE con EE UU, gira en torno a si seguir o no con una política keynesiana de estímulos públicos con los que animar la demanda privada mundial de una forma equilibrada y con ello recuperar un crecimiento estable. Para el profesor de Economía de Harvard y ex economista jefe del FMI, Ken Rogoff, esta disyuntiva sobre el mantenimiento de estímulos fiscales o la austeridad para recomponer las cuentas públicas "es la cuestión más importante, sin duda de esta reunión".

En Europa, se ha dado la espalda a esta receta poco a poco y la llegada del conservador David Cameron al poder ha terminado por inclinar la balanza en la UE hacia políticas de austeridad y consolidación fiscal muy defendidas por Alemania y por el presidente del BCE, Jean Claude Trichet. La presión de los mercados, temerosos del deterioro de las cuentas públicas y el bajo potencial de crecimiento han obligado a adoptar esta postura también en España y Portugal mientras que Grecia, sumida en una crisis sin precedentes, ha tenido que plegarse a las exigencias de una fuerte austeridad.

El vuelco británico es sustancial porque el ya ex primer ministro laborista Gordon Brown disfrutó de sus pocos momentos de popularidad cuando se celebró en Washington la primera gran cumbre del G-20 en noviembre de 2008. Entonces, Brown surgió como adalid de los estímulos fiscales, y como muestra anunció al poco tiempo una rebaja del IVA desde el 17,5% hasta el 15%. Ese nivel estuvo vigente hasta enero de este año, pero el nuevo Gobierno de coalición, liderado por los conservadores, se ha apresurado a realizar el movimiento inverso. El FMI en ese momento afirmó que todos los países tenían margen de maniobra para intervenir y dio sus bendiciones a la estrategia.

La prioridad del Ejecutivo de David Cameron es el control del déficit, y, para muestra de sus intenciones, acaba de plantear en su primer proyecto de Presupuestos una subida del IVA hasta el 20% a partir del 1 de enero. Así las cosas, los consumidores británicos afrontarán en doce meses nada menos que cinco puntos más en este impuesto. Fuentes cercanas al Gobierno conservador-liberal sostienen que el impacto sobre la actividad puede no ser excesivo, ya que, según Goldman-Sachs, la reducción del año pasado apenas aportó dos décimas extras al PIB. Además, explican, el presupuesto también incluye medidas de alivio, como la subida del umbral exento de tributación en el IRPF.

Falta de confianza

Hace unos días, en el Parlamento Europeo, Trichet amplió la división con EE UU asegurando con rotundidad que la política fiscal austera es la mejor forma de dinamizar el crecimiento en las economías industrializadas, máxime "cuando estamos en una situación en la que la falta de confianza está jugando en contra de la recuperación". En una entrevista con La Repubblica, Trichet afirmó ayer que no es correcto asumir que la austeridad dé lugar al estancamiento. Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, que ha puesto en marcha un agresivo recorte presupuestario y un plan de disminución de su deuda, transmitió al presidente de EE UU, Barack Obama, que la reducción del endeudamiento era "esencial" para su país.

La Administración de Obama desconfía del nuevo rumbo tomado por la UE. Siguiendo la lógica de los años treinta reflejada en el editorial del Journal, y a pesar del déficit y la elevada deuda, el Gobierno está convencido de que EE UU no puede salir solo de la crisis y el mundo no puede depender solamente del consumidor americano como hasta ahora. El tímido anuncio de China de liberar la cotización del yuan permite pensar que este país está dando pasos destinados a aumentar su demanda privada, pero en un contexto cortoplacista en el que el objetivo debe pasar por cimentar el titubeante crecimiento americano, Europa y su demanda son básicas. El giro de estos países ha sido criticado por el inversor George Soros, que sobre todo carga contra Alemania, y por Fred Bergsten, economista del Peterson Institute for International Economics, quien critica que los europeos "están frenando al tren del crecimiento". A este coro se une el Nobel Paul Krugman que cuestiona que las políticas de contracción defendidas por Trichet puedan ser, de hecho, expansionistas, una teoría que también cuestiona Robert Skildesky, el biógrafo de John Maynard Keynes. Skildesky argumenta que cuando el Reino Unido dio en 1931 el mismo giro que ahora, la recuperación no llegó hasta la Guerra.

Obama está en una débil posición. El presidente, que felicitó a España por sus medidas de austeridad pero no hizo lo mismo con Alemania, recordó en una carta a los miembros del G-20 que retirar las medidas de estímulo antes de tiempo puede dar lugar a una recaída. Para Obama, este G-20 puede ser un doble revés. No sólo porque considere que el desequilibrio global vuelve a estar servido, sino porque lleva meses intentando sacar adelante un nuevo estímulo fiscal que está bloqueado en el Congreso. Si en Toronto no logra sacar de Europa una bendición para su estrategia de intervención, en Washington habrá poca disposición a más estímulos.

Futuro incierto para la regulación financiera

En la última cumbre de jefes de Gobierno del G-20 celebrada en Pittsburgh (Pensilvania), los líderes se comprometieron a tomar medidas para reforzar los sistemas regulatorios financieros que tan estrepitosamente han fallado en esta crisis global.

Los deberes están a medio hacer y si en estrategia económica no hay acuerdo, en lo tocante a la regulación financiera el consenso para reescribir las reglas, más allá de las grandes declaraciones, está más que lejano.

Las divisiones de opiniones se han hecho patentes esta misma semana cuando Francia, Alemania y Reino Unido han anunciado planes, unos días antes del encuentro en Toronto, para introducir un impuesto sobre la banca cuyo objetivo es ayudar a sufragar algunos de los costes de la crisis. Ni Canadá ni Japón ni EE UU están a favor de ese gravamen que el ministro de finanzas del país anfitrión, Jim Flaherty, considera que es contraproducente. Para este ministro, lo más importante es avanzar sobre la espinosa cuestión de la calidad y cantidad del capital mínimo requerido a la banca o los topes sobre la capacidad de apalancamiento de los bancos.

Según Flaherty, este impuesto tendrá el efecto de restar del capital de la banca recursos que serán importantes para volver a activar el mercado crediticio.

Pese a la defensa del ministro, el acuerdo sobre las prioridades que plantea no es materia sobre lo que se vaya a acelerar en Toronto. La iniciativa sobre las normas de capitalización, apalancamiento e intermediación interna de la banca se dejaron en manos de Basilea III, cuyas negociaciones hasta ahora han sido lentas. Es previsible que el objetivo de tener la nueva regulación a finales de año en este particular, no se cumpla. Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, admitió que cree que las grandes decisiones "se van a tomar en la reunión de noviembre".

Fuente: 5 Días

EE.UU. revisa a la baja el PIB del primer trimestre

Por Jeff Bater y Luca Di Leo

WASHINGTON (Dow Jones)--El gobierno estadounidense revisó a la baja por segunda vez su estimación para el crecimiento económico en los tres primeros meses del 2010, debido a una disminución en los gastos de los consumidores, lo que genera cautela frente a la fortaleza de la recuperación.

El producto interno bruto creció a una tasa anual ajustada por factores estacionales del 2,7% entre enero y marzo, informó el viernes el Departamento de Comercio en su tercera estimación para el primer trimestre.

El gobierno había estimado originalmente la expansión trimestral en el 3,2%, la cual fue revisada hace un mes al 3,0%.

En el cuarto trimestre, la economía se expandió un 5,6%.

Los economistas esperaban un ascenso del 3,0% para el primer trimestre, según una encuesta de Dow Jones Newswires.

Las revisiones del viernes muestran que la recuperación sigue siendo moderada. Los gastos de los consumidores, un motor clave del crecimiento de la economía estadounidense, fueron menos robustos de lo que se pensaba previamente.

El mayor componente del PIB es el gasto de los consumidores, que representa cerca de las dos terceras partes de la actividad económica. Estos gastos crecieron un 3,0% en el trimestre, cifra inferior a la estimación previa de un aumento del 3,5%.

Las ganancias corporativas después de impuestos fueron revisadas al alza, al 12,1%, en lugar del ascenso del 9,7%. En el cuarto trimestre, las ganancias crecieron un 8,2%. Sobre una base interanual, aumentaron un 45,9%.

Los inventarios de las empresas ascendieron en US$41.200 millones, frente a los US$33.900 millones estimados anteriormente. Las ventas finales reales, o el PIB menos inventarios, se incrementaron un 0,8% en el primer trimestre, en lugar del incrementos del 1,4% estimado anteriormente.

Las exportaciones e importaciones fueron revisadas al alza. Las exportaciones estadounidenses ascendieron un 11,3%, frente a la proyección previa de un aumento del 7,2%. Las importaciones, por su parte, se incrementaron un 14,8%, comparado con la estimación anterior de un ascenso del 10,4%.

El índice de precios de consumo personal que elabora el gobierno aumentó un 1,6%, cifra revisada al alza frente a la estimación previa de un ascenso del 1,5%.

El índice de precios de consumo personal, que excluye los alimentos y la energía, subió un 0,7%, lectura superior a la estimación preliminar de un alza del 0,6%.

El índice de precios ponderados del PIB creció un 1,1%, comparado con la estimación anterior de un incremento del 1,0%.

La actividad en el sector de la vivienda se contrajo un 10,3% en el primer trimestre, cifra revisada frente a la estimación previa de una disminución del 10,7%.

Los gastos de las empresas crecieron un 2,2% en el trimestre, en lugar del 3,1% estimado anteriormente.

Los gastos del gobierno federal aumentaron un 1,2% en el primer trimestre, cifra no revisada frente a la estimación previa.

2010/06/24

Merkel rechaza los llamados a que Alemania gaste más y exporte menos

Por Marcus Walker y Matthew Karnitschnig

BERLÍN —La canciller alemana Angela Merkel rechazó tajantemente las sugerencias del presidente estadounidense Barack Obama para que los alemanes contribuyan a la recuperación de la economía global al gastar más y depender menos de las exportaciones, a pesar de advertir que la crisis europea está lejos de terminar.

En una entrevista con The Wall Street Journal en Berlín, Merkel dijo que los países que comparten el euro apenas han ganado un respiro para reparar las fallas en su unión monetaria. La canciller hizo un llamado a los países del Grupo de los 20 (G-20) que se reunirán este fin de semana en Toronto a enviar una señal de que se avecina una regulación más estricta de los mercados financieros para disipar la impresión de que el ímpetu se está desvaneciendo en medio de la resistencia de los grandes bancos.

Merkel apuntó sus dardos contra una idea articulada por Francia, Estados Unidos y otros países que han pedido que Alemania ayude a la economía global apuntalando la demanda interna, que ha sido persistentemente débil. El llamado más reciente se produjo en una carta de Obama al G-20, en la cual pedía a los grandes exportadores —Alemania, China y Japón— que reequilibren la demanda global fortaleciendo el consumo interno en lugar de las exportaciones.

Merkel respondió que el crecimiento y el empleo en Alemania están en alza y, por lo tanto, la cuarta economía del mundo no tiene motivos para examinar su dependencia del poderoso sector industrial y su amplio superávit comercial. "Los éxitos de las exportaciones alemanas reflejan la alta competitividad y fortaleza innovadora de nuestras compañías", manifestó. "Reducir artificialmente la competitividad no sería beneficioso para nadie", dijo.

La defensa de Merkel del modelo exportador alemán constituye el segundo rechazo de Berlín a las demandas internacionales en los últimos días. A principios de semana, Merkel también desoyó los llamados para que Alemania prolongara las medidas de estímulo fiscal a corto plazo.

Alemania ha enfrentando un creciente coro de críticas de países que quieren que ponga fin a su dependencia del gasto insostenible en otros países y se convierta en una fuente de crecimiento. La renuencia de Berlín amenaza con aislar al país dentro del G-20, haciendo más difícil que logre el apoyo que necesita para endurecer la regulación de los mercados financieros así como otras prioridades.

Alemania ha pasado a ser el foco de atención después de que China, cuyo crecimiento también depende en gran medida de los superávit comerciales, puso en marcha una política más flexible de tipo de cambio.

Un informe divulgado el miércoles como "manual" para los gobiernos del G-20 por el Centro de Estudios de Política Económica, una red europea de prestigiosos economistas, acusó a Alemania de hacer menos que China para corregir los desequilibrios globales, que el reporte calificó de amenaza para la estabilidad de la economía mundial.

Merkel negó que Alemania estuviera bajo presión para modificar sus políticas, prediciendo "una discusión muy relajada sobre este tema en Toronto". Además, sugirió que la teoría económica imperante sobre el estímulo —que el creciente gasto fiscal deficitario promueve el crecimiento— no se aplica a Alemania.

La acumulación de déficits fiscales sería contraproducente, recalcó, debido a la inquietud de los alemanes por una sociedad que envejece y a la creciente deuda pública. El temor a que el Estado de bienestar se quede sin dinero en el futuro lleva a los individuos a ahorrar sus ingresos como medida de precaución, aseveró. Si Alemania reduce el déficit fiscal, "entonces el ciudadano está más dispuesto a gastar dinero", dijo Merkel, "porque sabe que puede contar con los sistemas de pensiones, de salud y de cuidados a la tercera edad".

La canciller, no obstante, reconoció algunas de las críticas y dijo que Alemania necesita más "reformas estructurales", especialmente "para mejorar los incentivos para aumentar el empleo y fortalecer el sector de servicios". Muchos economistas dicen que las industrias de servicios alemanas están sobrerreguladas y subdesarrolladas comparadas con las de EE.UU. y otras economías avanzadas.

En la entrevista, Merkel subrayó que Alemania ha realizado "una importante contribución para superar la crisis económica global en los dos últimos años" e hizo hincapié en las continuas medidas de estímulo fiscal del país, que superaron el 2% del PIB en 2010, según el Fondo Monetario Internacional.

"Es más que en muchos otros países", donde las políticas de estímulo están terminando antes, dijo. Pero con una economía alemana que se espera crezca cerca de 2% este año, ha llegado el momento de eliminar el estímulo "paso a paso" a partir del 2011, resaltó.

Merkel, asimismo, negó que sus compatriotas se estuvieran volviendo euro escépticos. "Los alemanes conocen el valor de todas las cosas europeas", insistió. "Todas las discusiones actuales sobre el euro están teniendo lugar sobre la base de que queremos fortalecer el euro, no cuestionarlo". Merkel también se defendió de las críticas que la acusan de demorar demasiado antes de acudir al rescate de Grecia. "Fue correcto que no siguiéramos el camino supuestamente fácil de apoyar a Grecia financieramente sin condiciones claras, sin reflexionar sobre las causas de esta crisis", indicó. "Ahora, en cambio, estamos atacando las causas, es decir la falta de competitividad" en Grecia y otras economías.

Fuente: WSJ

La Fed mantiene las tasas y se muestra más cautelosa

Por Luca Di Leo y Tom Barkley

WASHINGTON (Dow Jones)--Las autoridades de la Reserva Federal expresaron el miércoles una mayor cautela sobre la economía estadounidense, lo que sugiere que las tasas de interés de corto plazo podrían permanecer en un mínimo histórico hasta el próximo año para apoyar el crecimiento.

El Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal, encargado de fijar la política monetaria del banco central, votó 9 a 1 a favor de mantener sin cambios la banda para la tasa interbancaria federal en el rango de entre cero y el 0,25%.

Tras una reunión de dos días del comité, las autoridades utilizaron un lenguaje más tentativo para referirse a la fortaleza de la recuperación frente al usado en su reunión previa hace casi dos meses.

Los funcionarios destacaron además cómo las condiciones financieras se han vuelto de menor ayuda para el crecimiento económico tras la crisis de la deuda soberana en Europa.

"La información recibida desde que el Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal se reunió en abril sugiere que la recuperación económica está avanzando y que el mercado laboral está mejorando gradualmente", señaló el FOMC en su declaración.

El banco central indicó que, en medio de las expectativas de que la tasa de desempleo se mantenga elevada y que la inflación permanezca baja durante algún tiempo, espera que la tasa de interés de referencia permanezca cerca de cero durante un "período prolongado". Eso podría significar que la tasa se mantendrá en un mínimo récord hasta el próximo año.

Los funcionarios de la Fed emitieron una evaluación más preocupante sobre el mercado laboral en relación a la expresada en la reunión de abril, cuando dijeron que estaba "empezando a mejorar". En esta ocasión, indicaron que el mercado está "mejorando gradualmente".

La Fed también pareció un poco más pesimista en su evaluación de los gastos de los hogares, al limitarse a señalar que estos están "aumentando". Tras la reunión de abril, el banco central indicó que estos habían "aumentado recientemente".

El banco central expresó además menos optimismo frente a las condiciones financieras, que habían mejorando en forma estable antes de la crisis fiscal en Europa. Las preocupaciones sobre la viabilidad del euro contribuyeron a hacer caer las acciones casi un 10% desde la reunión previa de la Fed. También se ha observado un ascenso del dólar, lo que afecta a las exportaciones, y en los diferenciales en el mercado de dinero.

En lo que constituye una señal de la persistente debilidad de la economía, la inflación se ha estado desacelerando en los últimos meses desde niveles ya bajos, lo que fue destacado por la Fed, que reiteró que miércoles que "es probable (que la inflación) sea moderada durante algún tiempo".

Ante los temores a que puedan producirse en el futuro burbujas de activos o un aumento en la inflación, el presidente de la Fed de Kansas City, Thomas Hoenig, volvió a oponerse a la decisión del banco central de reiterar que las tasas permanecerán cerca de cero durante un "período prolongado". Sin embargo, los otros nueve miembros con derecho a voto del FOMC apoyaron que se mantenga esa afirmación.

Importantes firmas financieras estadounidenses han postergado recientemente el momento en el que esperan que la Fed empiece a aumentar las tasas de interés de corto plazo. En un sondeo publicado el martes, la mayoría de un panel de 18 economistas principales de bancos señaló que ahora prevé que el banco central empiece a aumentar la tasa el próximo año. En el sondeo previo de diciembre del 2009, casi la mitad de los consultados consideró que la Fed ya habría empezado a aumentar la tasa para este momento.

2010/06/23

Reino Unido, Alemania y Francia imponen una tasa a la banca

George Osborne, ministro de Economía británico, acaba de anunciar en el Parlamento británico un pacto por el que Reino Unido, Alemania y Francia van a establecer a partir de enero de 2011 un impuesto que penalizará a los bancos que operan en esos tres países europeos.

Con esta medida, el Gobierno británico espera recaudar dos mil millones de libras anuales (2.400 millones de euros) de las entidades con sede en Reino Unido y de las filiales de grupos extranjeros que operan en el país. Francia y Alemania confirmarán hopy que también van a tomar una medida similar, según Osborne.

La tasa será similar a la que el Gobierno estadounidense de Barack Obama anunció el año pasado. Gravará los activos de los bancos que no son financiados ni con capital ni con depósitos de ahorradores, ni con deuda a largo plazo. Es decir, será un porcentaje sobre la financiación a corto plazo en los mercados, que se considera más arriesgada.

Las entidades más afectadas por este tipo de impuesto serán las que se dedican a la banca de inversión.

Osborne considera que es "justo" que los bancos paguen este impuesto para contribuir a la eliminación de los déficits fiscales, tras causar la crisis de los últimos años.

El anuncio ha sido realizado durante la presentación de los nuevos presupuestos de Reino Unido. Además, Osborne ha dicho que el IVA subirá del 17,5% al 20% el próximo año, y también habrá un incremento del impuesto sobre las plusvalías.

Con estos impuestos y la reducción de gasto, Reino Unido espera eliminar casi todo su déficit público entre 2011 y 2016.

Fuente: Expansión

Fitch: las dudas sobre la solvencia de la deuda española son exageradas

Otro espaldarazo internacional a Zapatero. La agencia de calificación Fitch, que a finales de mayo recortó la calificación de la deuda española de tripe A hasta el AA+, en un informe sobre la zona euro, señala que "las preocupaciones sobre la solvencia de la deuda española son exageradas". en este sentido, destaca el "moderado nivel de endeudamiento del sector público y la credibilidad del programa de reducción de déficit".

En el lado negativo: "Los desequilibrios macroeconómicos más importantes que han surgido dentro de la zona del euro se han producido en Alemania y España", indica Fitch, que se refiere al aumento del endeudamiento privado español.

Pese a ello, señala que el perfil del crédito soberano "sigue siendo muy fuerte" y sostenido por unos "altos ingresos y una economía diversificada". E indica que el grueso del sector financiero está sano y que el nivel de endeudamiento público todavía es moderado. También destaca que España cuenta con un programa "creíble de reducción del déficit". En consecuencia, en opinión de Fitch, "las preocupaciones sobre la solvencia de la deuda española son exageradas".

Así, destaca que "el programa de consolidación fiscal establecido por el gobierno es ambicioso y está apoyado en medidas concretas, muchas de ellas ya se han puesto en marcha". Pese a ello, Fitch señala que es probable que la recuperación sea más lenta que la que indica el Gobierno en sus previsiones debido a la carga de intereses, el pequeño sector exportador y los costes de la reestructuración de las cajas. En concreto, señala que a pesar de que "el reequilibrio de la economía de España está firmemente en marcha, la rigidez de mercado laboral y la reestructuración de las cajas entorpecen el ritmo de ajuste".

No obstante, "en la hipótesis de Fitch, estos costes serían inferiores a los efectuados por otros gobiernos, lo que refleja el sólido perfil financiero de España". Por ello, la agencia mantiene estable la calificación de la deuda soberana de España.

Ahora bien, la agencia considera que la mayor amenaza para la solvencia de España es que aumenten las posibilidades de una ruptura de la zona euro, un riesgo que califica de "bajo" dada la contundencia de las medidas de rescate puestas en marcha por la UE y el BCE.

Fitch publica este informe días después de que el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, manifestara públicamente en La Moncloa su confianza en la economía española.

Fuente: Expansión

2010/06/22

El yuan toca un nuevo máximo frente al dólar con nuevo sistema cambiario

Por Andrew Batson, Shen Hong y Joy Shaw

BEIJING—El yuan chino alcanzó un nuevo máximo contra el dólar el lunes y así dio un primer paso hacia la mayor flexibilidad que prometió el banco central chino el fin de semana al relajar el tipo de cambio fijo.

El yuan cerró en 6,7976 contra el dólar en las operaciones extrabursátiles el lunes, un 0,4% más que el cierre del viernes de 6,8262. Se trata del nivel más alto del yuan contra el dólar desde que la moneda se intercambia en forma regular. El máximo anterior se había producido en julio de 2008, justo antes de que el banco central llevara la moneda a alrededor de 6,83 contra el dólar y la mantuviera en esa cotización durante los dos años siguientes para ayudar a estabilizar la economía en medio de la crisis global.

El banco central sorprendió a los mercados el lunes por la mañana al mantener la tasa de paridad, una referencia oficial para las operaciones diarias, sin cambios en 6,8275 frente al dólar. Eso sobresaltó a los corredores que habían interpretado el anuncio del fin de semana como una indicación de que la moneda china reanudaría su apreciación gradual frente al dólar.

Analistas y medios estatales chinos también advirtieron en contra de expectativas de una apreciación acelerada o predecible del yuan. La moneda, sin embargo, cerró al alza, lo cual reflejó una sólida demanda. El resultado podría apuntalar la credibilidad de la promesa de China de permitir que las fuerzas del mercado tengan un papel más preponderante en el valor del yuan. "Esta es una gran forma de mostrar un tipo de cambio más determinada por el mercado", indicó Richard Yetsenga, estratega de monedas de HSBC en Hong Kong.

El avance del yuan —aunque muy leve para los estándares de casi cualquier otro mercado— ayudó a impulsar otras monedas asiáticas contra el dólar y tuvieron un efecto alcista en las bolsas. Los índices bursátiles de referencia en Hong Kong, Tokio, Seúl y Mumbai aumentaron entre 1,6% y 3,1%. Los precios de las acciones en Europa también subieron. En Estados Unidos, en cambio, el Promedio Industrial Dow Jones cerró con una ligera caída de 8,23 puntos para quedar en 10.442,41 puntos.

El índice de referencia Compuesto de Shanghai cerró con un alza de 2,9% luego de que los inversionistas se volcaran sobre las acciones de aerolíneas y firmas de metales chinas, cuyos costos por combustible importado y mineral de hierro disminuirían con una moneda más fuerte. Los retornos sobre bonos del gobierno chino también cayeron ya que los inversionistas apostaron a que el fortalecimiento del yuan reducirá la necesidad de un aumento de las tasas de interés.

Las operaciones en la moneda china fueron seguidas de cerca el lunes, cuando inversionistas y autoridades de todo el mundo intentaron evaluar la importancia del giro en la política cambiaria china. La magnitud de las fluctuaciones en la cotización del yuan ayudará a determinar hasta qué punto China puede desactivar las tensiones con sus socios comerciales y ayudar a inclinar el balance de su economía hacia el consumo interno.

En el pasado, el banco central generalmente usaba la tasa de paridad central para controlar las operaciones diarias del yuan. Oficialmente, la tasa se determina según las fuerzas del mercado, pero en realidad depende de la discreción del banco central y se interpreta como una señal de sus intenciones. Pero con su decisión del lunes el banco central envió un mensaje ambiguo y luego dejó que el mercado siguiera su propia dirección. Los participantes del mercado afirmaron que era significativo que el banco central permitiera el fortalecimiento del yuan en las operaciones al contado, donde a menudo interviene de forma notoria.

"Creemos que el banco central podría estar dando señales de que está dispuesto a ver más fluctuación en el mercado", indicó un corredor de un banco de Shanghai.

Los inversionistas también subieron sus estimaciones sobre el valor del yuan. El lunes, los mercados de derivados de divisas incluían en los precios una apreciación del yuan de 2,7% contra el dólar durante los próximos 12 meses, comparados con sólo 1,8% el viernes.

De todos modos, es poco probable que una modesta alza del yuan, también llamado renminbi, sea el comienzo de un rápido aumento contra el dólar. El banco central de China enfatizó en su comunicado del fin de semana que el regreso a lo que considera un tipo de cambio flotante controlado implica movimientos graduales y descartó una apreciación significativa.

El gobierno también ha controlado de forma cuidadosa la discusión pública sobre el cambio de política y parece estar intentado evitar que el público chino asuma que el yuan subirá de forma inevitable.

La agencia estatal Xinhua publicó un comentario el lunes en el que atacaba lo que llamó las confusiones occidentales sobre la política china de tipo de cambio. "Una mayor flexibilidad de la tasa de cambio no significa una apreciación del renminbi ni, mucho menos, una gran apreciación", sostuvo el artículo. Economistas chinos han señalado que el yuan incluso podría depreciarse frente el dólar, para compensar su reciente alza contra el euro.

El banco central recalcó que la moneda "fluctuará en ambas direcciones". Las operaciones diarias en la tasa de cambio dólar-yuan están confinadas a una banda de 0,5% por encima y por debajo del nivel de paridad central, un rango que no ha cambiado. Pero los analistas afirman que es probable que el banco central intente crear más volatilidad dentro de una banda para desalentar la especulación con una subida del yuan.

El lunes, el yuan llegó a subir hasta 0,4% de la tasa de paridad central, una de las mayores oscilaciones desde que se estableció el sistema en 2005. Las operaciones del lunes fueron las más volátiles en un año y medio y la diferencia entre el punto más alto y el más bajo del día fue la más amplia desde el 3 de diciembre de 2008.

Fuente: WSJ

Los bancos españoles, ansiosos por deshacerse de activos inmobiliarios, resucitan los créditos generosos

Por Sara Schaefer Muñoz y Christopher Bjork

España tiene uno de los mercados inmobiliarios más debilitados del mundo, pero aun así es posible obtener un crédito hipotecario por 100% del valor de una propiedad y las constructoras están haciendo nuevas viviendas a pesar de un enorme exceso de oferta.

La razón es que hace dos años, los bancos españoles se quedaron con un gigantesco inventario de viviendas, edificios y terrenos al condonar las deudas con la esperaza de evitar una ola de cesaciones de pagos. La idea era revender las propiedades cuando repuntara el mercado y, de este modo, eludir la peor parte de una crisis inmobiliaria que en ese momento era inminente.

La situación del sector inmobiliario, sin embargo, ha empeorado desde entonces y llegó la hora de pagar la cuenta ahora que los bancos cuentan con cerca de 59.700 millones de euros (US$74.000 millones) en activos inmobiliarios en sus libros.

Bajo presión del Banco de España para realizar nuevas rebajas contables de esos activos, ahora muchos bancos luchan por desprenderse de dichas propiedades tan pronto como puedan.

En algunos casos, eso significa hacer ofertas a los consumidores muy parecidas a las que desataron la crisis del mercado inmobiliario. La táctica no incluye sólo la financiación de la totalidad del valor de una vivienda, sino también de ofrecer tasas más bajas durante un tiempo que luego se reajustan y la concesión de un plazo de tres años para pagar la cuota inicial de la vivienda.

Al mismo tiempo, los bancos que poseen terrenos están anunciando planes para construir nuevas viviendas e incrementar el valor de los terrenos, a pesar de que hay una sobreoferta de un millón de casas vacías.

"Por un lado, están vendiendo propiedades que ya existen y, por la otra, están construyendo casas", dice Fernando Encinar, jefe de estudios de la página web especializada en bienes raíces www.idealista.com.

[bancos]

Los bancos que están haciendo estas ofertas, que van desde gigantes como Banco Santander SA a los pequeños bancos regionales, insisten en que sólo se hacen para la compra de primeras viviendas y sólo a compradores con buen historial de crédito. Con todo, esta clase de financiamiento sigue representando una pequeña fracción de los créditos hipotecarios del país.

Algunos analistas, no obstante, creen que con esta estrategia lo único que consiguen es aplazar los problemas. "Están haciendo una apuesta", dice Alfonso de Gregorio, director de gestión de patrimonio y fondos de Gesconsult, una administradora española de fondos. "Esperar a que se resuelva la crisis económica, dejar los problemas para dentro de tres o cuatro años y tratar de que no se note mucho en los resultados financieros", explica.

Otros se preocupan de que las generosas hipotecas, que ayudan a mantener los pecios, opaquen las perspectivas de largo plazo del mercado inmobiliario. El desempleo en España roza actualmente 20% y es probable que siga subiendo tras las medidas de austeridad anunciadas recientemente por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Un reciente informe de la calificadora de riesgo Standard & Poor's indicó que los precios de las viviendas, que ya han caído 16% desde su máximo en 2008, podrían descender otro 12%.

"En otros países, los precios se han ajustado de manera importante", dijo Rafael Repullo, profesor de Economía del Centro de Estudios Monetarios y Financieros en Madrid. "Mientras antes se ajusten en España, mejor".

El canje de deuda por activos que tuvo lugar hace dos años fue interpretado como una forma de afrontar la crisis inmobiliaria que se les venía encima. El programa se concentró en deudores hipotecarios que aún no estaban atrasados en sus pagos pero que, según los cálculos de los bancos, tendrían problemas.

Banco Santander fue uno de los primeros en recurrir a esta estrategia y ahora tiene 4.200 millones de euros en estos activos, con 33% de provisiones por pérdidas. El mes pasado, sin embargo, desprenderse de estas inversiones se volvió más urgente luego de que el Banco de España anunciara propuestas que exigirían a los bancos que aún no lo han hecho a reservar más fondos contra pérdidas potenciales generadas por estos activos. Esto deja a los bancos ante una disyuntiva: provisionar más dinero en los próximos meses o deshacerse de los activos en un mercado difícil.

El Banco de España pretende que los "bancos sean bancos y no empresas de bienes raíces", afirma Javier Ariztegui, su subgobernador, en un discurso pronunciado el viernes. Agregó que es razonable que los bancos utilicen las herramientas a su disposición con tal de minimizar sus pérdidas, pero que eso no significa que deban postergar su reconocimiento.

2010/06/21

La flotación del yuan probablemente impulse monedas asiáticas

Por Alex Frangos

HONG KONG (Dow Jones)--La postura más flexible de China frente al yuan probablemente dará un impulso a las monedas en Asia, al tiempo que reducirá las presiones sobre las tasas de interés asiáticas.

El won de Corea del Sur, el dólar australiano, el bath tailandés y el ringgit de Malasia podrían sentir los mayores efectos, a medida que los operadores e inversionistas acumulan monedas consideradas representantes del crecimiento de China y el potencial aumento de la demanda de bienes extranjeros gracias a la mayor solidez del yuan.

"Es posible que las mayores variaciones en las monedas se registren en el resto de Asia, no en China", afirmó Robert Subbaraman, economista de Nomura en Hong Kong.

En el corto plazo, la moneda china podría incluso debilitarse frente a las divisas de sus vecinos, donde se encuentran varios de sus principales rivales exportadores. Es probable que China tome medidas graduales para dejar que el yuan se fortalezca, mientras que otros países, con mercados de capital más abiertos, podrían observar una apreciación más rápida.

"China habrá generado un montón de titulares positivos incluso a medida que su moneda se debilita", sostuvo Sean Callow, estratega del mercado cambiario de Westpac Bank en Sydney.

Para muchos de los vecinos de China, la medida sobre el tipo de cambio del yuan podría ser un arma de doble filo. Por una parte, les otorgará flexibilidad para manejar sus políticas monetarias. El aumento en los flujos de ingreso de capital y la demanda de energía y otros bienes básicos han incrementado las presiones inflacionarias, pero los bancos centrales han sido reticentes a elevar las tasas de interés por temor a atraer incluso más capital y provocar un alza en el valor de sus monedas. Una apreciación de sus monedas hace que las exportaciones -un motor clave del crecimiento asiático- se vuelvan menos competitivas, particularmente frente a China, siempre y cuando su moneda estuviera paralizada frente al dólar.

Ahora, con la posible alza del yuan, los bancos centrales de países como Tailandia, Indonesia y Taiwán podrían sentirse más cómodos al dejar que sus monedas se fortalezcan. Eso, a su vez, puede ayudar a combatir las presiones inflacionarias debido a que una moneda más sólida hace más baratos los bienes importados y los bienes básicos, lo que reduce la necesidad de elevar las tasas de interés.

"Probablemente tenemos un poco más de tolerancia a una apreciación de la moneda", dijo Sanjay Mathur, economista para Asia de Royal Bank of Scotland en Singapur.

Pero al mismo tiempo, los países vecinos de China podrían tener que hacer frente el lunes a una ráfaga de capital que buscan ponerse al día con la medida sobre el yuan. La demanda de los inversionistas por monedas locales ejercerá más "presión sobre los bancos centrales para que intervengan y así impedir que las monedas se fortalezcan demasiado", dijo Peter Redward, titular de análisis de Asia emergente de Barclay's Capital en Singapur. "Lo que es bueno para China no es necesariamente bueno para el resto de Asia".

Los posibles ganadores y perdedores de la flotación del yuan

Por Jason Dean

BEIJING—La flexibilización de la divisa china frente al dólar podría afectar el destino de una amplia gama de compañías a largo plazo, ayudando a aquellas que producen para a los consumidores de ese país y complicando la vida de aquellas que dependen de las exportaciones de bajo costo.

El anuncio de Beijing de que hará más flexible la tasa de cambio del yuan, y la apreciación que se espera de esta divisa frente al dólar, no tendrá un gran impacto inmediato en los resultados de la mayoría de las empresas.

El banco central de China dejó en claro que cualquier movimiento del yuan será gradual. Los analistas prevén un aumento de entre 2% y 5% frente al dólar durante el próximo año.

Pero con el pasar del tiempo, un yuan más fuerte aumentará el poder de compra de los chinos y ayudará a empresas centradas en el consumidor, como el gigante de bebidas Coca-Cola Co., la automotriz General Motors Co., y el fabricante de celulares Motorola Inc. También podría representar un auge para empresas que alimentan la demanda industrial china como los fabricantes de maquinaria Caterpillar Inc. y Komatsu Ltd., y las mineras BHP Billiton y Rio Tinto.

China ya es un mercado clave para muchas multinacionales. Es el mayor mercado mundial de autos, celulares, cerveza y mineral de hierro. China representó 16,6% de los ingresos del fabricante de chips Intel Corp. en el año terminado el 26 de diciembre, frente a 13,8% hace dos años.

China es uno de los principales mercados exportadores para Caterpillar, el mayor fabricante de maquinaria pesada del mundo. La empresa estadounidense también tiene una significativa base manufacturera en China, la cual vende la mayor parte de su producción al mercado local.

"Creemos que, con el tiempo, una moneda china más fuerte promoverá más exportaciones de EE.UU. a China", dijo Rich Lavin, presidente de grupo de Caterpillar, responsable de mercados emergentes.

Otros ejecutivos aún estaban contemplando cómo la medida de Beijing afectaría sus negocios en China. Un portavoz de Tyson Foods Inc. dijo que la empresa de alimentos estadounidense "no especulará sobre el impacto". Tyson generó cerca de US$442 millones de las ventas en el año fiscal 2009 a través de exportaciones a China, así como de sus operaciones allí.

David Salmonsen, especialista en comercio de la American Farm Bureau Federation, un gremio de la industria agrícola, dijo que un yuan más barato "sería útil para hacer que nuestras exportaciones tengan precios más competitivos, pero si la divisa china se ajusta también a las monedas de otros países, ningún país vería una ventaja para sus exportaciones".

Yum Brands Inc., la cual tiene cerca de 3.500 sucursales de KFC, Pizza Hut y otros restaurantes en China y ha estado abriendo casi que un nuevo local al día, obtuvo 30% de sus ingresos del gigante asiático en el primer trimestre del año. Tales compañías también se beneficiarían de un yuan más fuerte debido a que sus ventas en China valdrán más cuando al convertirlas en dólares.

Las exportaciones estadounidenses a China en los primeros cuatro meses de este año subieron 42% frente al mismo período de 2009 y una apreciación del yuan frente al dólar podría ayudarlas a subir aún más. Economistas de China International Capital Corp. (CICC), uno de los principales bancos de inversión del país, estimaron recientemente que incluso al interior de China los ganadores de un aumento del yuan superarían a los perdedores. Pero sin lugar a dudas los exportadores sufrirán, ya que un yuan más fuerte hace que sus productos sean más costosos en dólares.

CICC indicó en un informe de marzo que las compañías que serían más golpeadas por un yuan fuerte probablemente serían los fabricantes de textiles y ropa y los de equipos de oficina, los cuales tienen márgenes de ganancia muy pequeños y costos denominados en yuanes. Analistas de CICC calculan que estas compañías verían una caída de 1% en sus ganancias si el yuan se aprecia 5% frente al dólar.

Esto también representaría un golpe para minoristas de ropa como Wal-Mart Stores Inc. que compran mucho de China, aunque Wal-Mart, al igual que otros grandes minoristas como Carrefour SA, también se beneficia cada vez más de los consumidores chinos.

Una revaluación del yuan "significaría una transferencia de riqueza de los exportadores chinos hacia los consumidores chinos", dijeron analistas de Credit Suisse en un informe de abril.

El gobierno chino ha mantenido el yuan atado al dólar desde julio de 2008, cuando el declive económico global se estaba intensificando, principalmente debido a su temor de un potencial impacto sobre los exportadores, especialmente las empresas privadas pequeñas que representan una parte significativa del crecimiento laboral en China. Una apreciación del yuan "de una magnitud muy pequeña podría causar cambios fundamentales" para los exportadores, dijo el viceministro de Comercio de China, Zhong Shan, a The Wall Street Journal en una entrevista llevada a cabo en marzo.

—Norihiko Shirouzu, Kersten Zhang y Ting-I Tsai contribuyeron a este artículo.