2010/01/15

Las reservas de divisas de China siguen creciendo

Andrew Batson

BEIJING--Los inversionistas están colocando dinero en China a una tasa de decenas de miles de millones de dólares al mes, según muestran nuevas cifras oficiales, una tendencia que representa un desafío para un gobierno cada vez más preocupado por el riesgo de inflación.

El banco central chino informó el viernes que sus reservas de moneda extranjera, que son por lejos las mayores del mundo, aumentaron a US$2,4 billones a fines de diciembre, un aumento de US$126.560 millones desde el último informe, publicado en septiembre.

Las reservas crecen cuando el banco central compra moneda extranjera que ingresa al país, algo que en general hace para estabilizar el valor del yuan, la moneda local.

La inversión extranjera directa -el dinero que invierten las compañías en sus operaciones en China- se duplicó con creces en diciembre frente a un año antes a US$12.140 millones, según la cifras dadas a conocer el viernes.

El ingreso sostenido de capitales amenaza con complicar los recientes esfuerzos del gobierno por reducir el auge histórico del crédito que desencadenó para hacer frente a la crisis financiera. El banco central publicó también el viernes cifras que muestran que los bancos chinos extendieron un total de 9,59 billones de yuanes en 2009 en préstamos, cerca del doble de los 4,9 billones de yuanes en nuevos créditos en 2008 y el equivalente a alrededor de un tercio de la producción económica estimada del país para el año.

Los bancos entregaron 379.800 millones de yuanes en nuevos créditos en diciembre -menos de la mitad del promedio mensual del año pasado- pero el ritmo habría comenzado a recuperarse al comienzo de este año.

Junto con el repunte de la inflación y una recuperación en las exportaciones más rápida de lo anticipado, esa podría haber sido una de las razones por las cuales el banco central pidió esta semana a los bancos que aumentaran la porción de los depósitos destinados a reservas para disminuir los fondos para otorgar préstamos.

Fuente: WSJ

Es poco probable que la Fed cambie de rumbo en su reunión de enero

Por Jon Hilsenrath

Pese a que las autoridades en la Reserva Federal esperan que la economía estadounidense crezca este año demasiado lento como para que se produzca una reducción significativa en la tasa de desempleo, es probable que concluyan durante su reunión del 26 y 27 de enero que no es mucho más lo que pueden hacer.

Eso significa que mantendrán su plan de finalizar las compras de valores con respaldo hipotecario a fin de marzo, retirar en febrero los programas de préstamos de emergencia y continuar con el compromiso de mantener las tasas de interés en niveles excepcionalmente bajos durante al menos varios meses más.

"Creo que vamos a esperar a que la economía mejore de una forma sólidamente sostenible, y hasta que eso ocurra, luego es poco probable que cambiemos la política", dijo esta semana a la prensa Charles Evans, presidente del Banco de la Reserva federal de Chicago.

El elevado desempleo es uno de los varios problemas que incomoda a los funcionarios de la Fed en momentos en que buscan dejar atrás gradualmente su importante rol en el rescate.

También les genera inquietud el estancamiento de la recuperación inmobiliaria cuando la Fed concluya en marzo las compras de US$1,25 billones en hipotecas. La Fed cuenta con US$919.000 millones en esos valores.

Eric Rosengren, el presidente de la Fed de Boston Fed, estima que las compras de hipotecas de la Fed han ayudado a bajar las tasas hipotecarias entre un cuarto y tres cuartos de un punto porcentual. Cuando el banco deje de comprar estos valores, dijo el funcionario mediante un portavoz, no espera que las tasas suban en la misma proporción debido a que la Fed seguirá teniendo una cartera bastante grande.

Muchos funcionarios de la Fed consideran que el alza será de menos de un punto porcentual por lo que no afectará seriamente la recuperación del sector de la vivienda. Una encuesta de The Wall Street Journal entre varios economistas mostró que casi dos tercios pronostican que las tasas hipotecarias ascenderán menos de un medio punto porcentual cuando la Fed cese sus compras.

Los funcionarios de la Fed están dejando abierta la posibilidad de que se realicen más compras de hipotecas en caso de que la economía y el mercado de la vivienda se debiliten. Pero si la economía tiene un buen desempeño, como la Fed prevé, la mayoría de los funcionarios parecen estar abiertos a dejar que el programa termine.

"Existe el deseo de liquidar paulatinamente estos programas de compra tan pronto como tenga sentido y hay fechas establecidas para hacerlo", afirmó Dennis Lockhart, presidente del Banco de la Reserva Federal de Atlanta en una entrevista.

Cuando realmente quieran elevar las tasas de interés, los funcionarios de la Fed tendrán al menos dos palancas de qué tirar. Ellos podrían drenar parte del US$1 billón que han inyectado al sistema financiero o pueden elevar una tasa que ellos pagan directamente a los bancos por el dinero que es mantenido como reserva en la Fed. El alza de esas tasas sobre la reservas obligaría a los bancos a elevar las tasas que cobran por los préstamos que se otorgan entre sí. Cualquiera de las dos medidas restringiría las condiciones financieras.

Los funcionarios de la Fed no han decidido qué paso tomar primero. Con las preocupaciones sobre la vivienda y el empleo, ellos no se sienten inclinados a tomar una decisión apresurada.

Fuente: WSJ

2010/01/14

Indigestión de bonos corporativos

por Jennifer Hughes

Parece que los inversores de bonos corporativos padecen una pequeña indigestión. Después de que la oleada de compras provocara la caída de la rentabilidad de los bonos y un aumento de nuevas emisiones, en los últimos dos días, los precios han caído.

El frenesí de los bonos ayudó a que el sector registrara su mejor comienzo de año desde 1998. La cuestión es si este último tropezón se puede interpretar como un descanso para digerir los últimos cambios o como una señal de que la opinión del sector más optimista está ayudando a olvidar los temores de los que se preocupaban por un aumento de la rentabilidad y el efecto que esto podría tener en los planes de préstamos de las empresas.

Esta semana, la demanda de bonos corporativos y el aumento del riesgo soberano que acompañan a la subida de la rentabilidad hicieron que el coste de asegurarse contra el riesgo de impago por parte de los países europeos fuera superior que para las empresas con mejor calificación.

Tanto hablar de que la rentabilidad de los bonos del Estado estaba exenta de riesgos, y Unilever, que recurre a los CDS, se considera una apuesta mejor que los gobiernos de Reino Unido y EEUU. Este cambio no se considera lógico, dado que la ubicación de una empresa es, evidentemente, uno de los factores de los riesgos que deben tenerse en cuenta.

La composición de estos dos índices también tiene su importancia, dado que la liquidez de los mercados de los CDS soberanos es escasa, lo que afecta a su validez como indicador. No obstante, parece que las dos tendencias pueden convivir de forma pacífica.

Todo parece indicar que la rentabilidad de los bonos del Estado aumentará y las impresas intentarán poner en marcha sus programas de préstamos antes de que eso ocurra. Pero, a menos que las perspectivas económicas empeoren mucho a partir de ahora, hay muchas probabilidades de que la rentabilidad de los bonos corporativos se mantenga, aunque aumente la rentabilidad de los bonos del Estado.

Tampoco parece que la demanda de deuda vaya a agotarse a corto plazo. El año pasado, los inversores se lanzaron a comprar bonos, por la alta rentabilidad que ofrecían. Aunque la tendencia ha cambiado, los bonos corporativos todavía encontrarán compradores, dado que por el momento es difícil encontrar gangas en el mercado bursátil.

The Financial Times Limited 2009. All Rights Reserved

Grecia presentará plan a la UE para reducir su déficit a 8,7% en 2010

Dow Jones Newswires

ATENAS (EFE Dow Jones)--El primer ministro de Grecia, Giorgos Papandreu, declaró el jueves que el plan de recuperación presupuestaria que presentará el viernes en Bruselas pretende reducir el déficit público de su país del actual 12,7% del producto interno bruto al 8,7% al cierre de 2010.

Tras una reunión de gabinete, el mandatario socialista expresó su esperanza de que los socios europeos aprecien los esfuerzos realizados.

El ministro de Finanzas, Giorgos Papaconstantinos, declaró que el plan de estabilidad y desarrollo constituye una hoja de ruta de la economía griega.

Papaconstantinos anunció que el plan de tres años del Gobierno griego comprende reducir el déficit al 5,6% del PIB en 2011, al 2,8% en 2012 y al 2% en 2013.

La deuda pública del país helénico subirá hasta el 120,4% del PIB en 2010, después de situarse en el 113,4% en 2009, lo que equivale a unos 300.000 millones de euros.

El titular de Finanzas anunció cambios en la recaudación de impuestos, la congelación de salarios en 2010, la reducción de contratos temporales, impuestos sobre grandes fortunas, el aumento de los impuestos en el alcohol y el tabaco, entre otras medidas.

El recorte de los gastos públicos alcanzará una media del 10% este año.

Papaconstantinos aseguró que la reciente visita a Atenas de los expertos financieros de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo fue útil para llegar a una texto final del plan.

Otra misión compuesta por cinco expertos del Fondo Monetario Internacional se encuentra en la capital griega desde el miércoles para asesorar al Gobierno en la recuperación económica.

Papandreu descartó el miércoles que Grecia pueda ser expulsada de la zona euro y que recurra al FMI para pedir financiación.

El desempleo en Grecia se situó en octubre 2009 en el 9,8%, anunció el jueves el Centro de Trabajo Nacional, casi 1,5 puntos porcentuales más que en el mismo mes del año anterior. El Gobierno no descarta que suba el paro durante el presente año.

2010/01/13

El riesgo de los bonos soberanos, mayor que el de los corporativos

por David Oakley

El coste de la protección frente al riesgo de impago de la deuda por parte de naciones europeas es por primera vez mayor que el de la cobertura frente a las principales empresas con grado de inversión, ya que el aumento de la deuda gubernamental hace que se tema por la salud de muchas economías importantes.

Según los índices recopilados por Markit, la empresa de datos e información financiera, en la actualidad, a los inversores les resulta más caro protegerse frente al riesgo combinado de impago de 15 naciones europeas desarrolladas, incluidas Alemania, Francia y Reino Unido, que frente al riesgo colectivo de las 125 principales empresas de Europa con grado de inversión.

El indice Markit iTraxx Europe, que incluye a 125 compañías, opera a 63 puntos básicos, es decir, un coste de 63.000 dólares (43.456 euros) para asegurar 10 millones de dólares de deuda durante los próximos cinco años. En el caso del índice Markit SovX de 15 naciones industrializadas europeas, la cifra es de 71,5 puntos básicos –71.500 dólares–.

El temor al riesgo soberano ha aumentado considerablemente en los últimos meses ante la alarma de los inversores por los crecientes déficit presupuestarios y por los niveles récord de emisiones de bonos gubernamentales para pagar la deuda pública.

En cambio, las esperanzas de una recuperación han ayudado a los mercados de crédito corporativo. Desde septiembre, el índice SovX ha subido 20 puntos básicos, mientras que el iTraxx Europe ha perdido 30 puntos básicos.

Los banqueros advierten incluso de que las grandes economías, como EEUU y Reino Unido, podrían perder su calificación AAA por el deterioro de sus finanzas públicas.

Russell Jones, responsable de estrategia de renta fija y divisas de RBC Capital Markets, advirtió: «EEUU y Reino Unido podrían ver reducido su ráting como consecuencia de sus niveles de deuda». «Algunos países, como Grecia, se encuentran en peor posición, mientras que la situación de muchas empresas parece relativamente buena».

El coste de la protección frente al impago de Grecia, cuyos mercados de acciones y bonos se desplomaron el martes después de que la Comisión Europea comunicase que existían serias irregularidades en sus datos estadísticos, ha aumentado 140 puntos básicos desde septiembre, hasta 263 puntos básicos. Esta cifra es seis veces superior a la de importantes empresas como Unilever, BP y Deutsche Post.

Antes de la crisis financiera, el coste de la cobertura de los bonos soberanos era inferior al de los corporativos. En agosto de 2007, los swap de impago de crédito (CDS) griegos operaban a 11 puntos básicos, mientras que los de Unilever, BP y Deutsche Post lo hacían en torno a 20 puntos básicos.

Los banqueros advierten de que la liquidez en los mercados de CDS soberanos aún es escasa, lo que implica que basta un pequeño número de órdenes de compra para provocar una fuerte subida de los precios. La liquidez en el mercado de CDS corporativos es mucho mayor.

Sin embargo, incluso en los mercados de bonos soberanos de alta liquidez, la deuda de los gobiernos, como Grecia, es más barata que la de muchas empresas. La rentabilidad de los bonos griegos a cinco años, que muestra una relación inversa con los precios, es de un 4,75% frente a la de los bonos a cinco años de Deutsche Post –de un 3,17%– y de Unilever –de un 3,31%–.

The Financial Times Limited 2009. All Rights Reserved

El impuesto bancario de Obama

por Lex Column | FT

Mientras los principales banqueros de EEUU se reúnen en Washington para volver a tratar las causas de la crisis, la administración Obama intenta dar un golpe. Su objetivo es el de recaudar más de 100.000 millones de dólares (68.977 millones de euros) mediante un impuesto a los bancos, aparentemente para cubrir las pérdidas derivadas de los fondos de rescate del TARP.

Es probable que los políticos dictaminen que los bancos más pequeños y las Cooperativas de Ahorro y Crédito estarían exentas. Así que el proyecto provisional podría implicar un gravamen, tal vez similar a las contribuciones al fondo de seguro de depósitos, sobre los bancos de mayor tamaño durante varios años. El precio de las acciones de los grandes bancos cayó el martes.

Concept Capital calcula que el mayor de ellos podría pagar 20.000 millones de dólares (después de haber devuelto los fondos del TARP con intereses). Pero la propuesta, bajo su forma actual, no tiene mucho sentido. Se espera que las inversiones bancarias del TARP aporten beneficios a partir de ahora. Las pérdidas proceden, en cambio, del rescate del sector del automóvil y de AIG.

Además, los últimos cálculos oficiales de las “perdidas” del TARP incluyen una parte que en realidad son gastos; por ejemplo, hasta 50.000 millones de dólares para estimular la modificación de hipotecas. Así, este plan guarda más relación con el populismo y con la reducción simbólica del déficit que con la recuperación de la inversión en el sistema bancario.

Ese subterfugio no ayuda mucho a la hora de intentar diseñar un impuesto que no se trasladase a los clientes de los bancos. Al menos, los gravámenes europeos sobre los bonus –que probablemente dañarían más a los accionistas que a los empleados– abordaban directamente el descontento público. Tampoco es probable que ponga freno al riesgo –para empezar, las primas sobre los seguros de depósitos no penalizan a las entidades de riesgo–.

Entretanto, no está claro cómo encajaría el impuesto con otros ya propuestos, como un gravámen similar sobre las entidades importantes para el sistema. Es posible que un impuesto contra los bancos sea del agrado de una enojada opinión pública. Pero este nuevo ataque a los bancos se asemeja más al típico teatro político.

The Financial Times Limited 2009. All Rights Reserved.

2010/01/12

Regulación financiera

por Lex Column

Regúlenme esto, regúlenme aquello. En 2009, las iniciativas para volver a regular el sistema financiero se convirtieron en una especie de acertijo. En EEUU, el discutido proyecto de ley de la Cámara de Representantes todavía tendrá que conciliarse con el resultado del debate que tiene lugar en el Senado.

En cuanto a Europa, las maniobras siguen su curso, incluido el trabajo del Banco de Pagos Internacionales. La consecución de un conjunto coherente de normas globales aplicables a la banca parece cada vez más lejana.

No obstante, los informes y las enmiendas contribuyen a empañar determinados hechos que comenzaban a salir a la luz. Ahora ha quedado claro, por ejemplo, que los bancos tendrán que observar un mayor número de ratios de capital, restricciones de deuda y normas de liquidez. Todo parece indicar que EEUU contará con una agencia de protección al consumidor, aunque no gozará de tantos poderes como en principio se pensaba.

Los hedge fund estarán sometidos a un mayor control, los bancos mantendrán cierto riesgo crediticio en las titulizaciones y los derivados irán trasladándose a las casas de compensación y las bolsas. En lo demás, los principios no están tan claros. EEUU se ha mostrado más reticente que Europa a introducir la medida conocida como “certificado de últimas voluntades” para los bancos, un concepto cuya puesta en práctica sigue siendo difícil de imaginar.

Todavía se desconoce quién debería controlar a los bancos y el riesgo sistémico. No obstante, parece que, tanto el proyecto de ley de la Cámara de Representantes como la propuesta del senador Chris Dodd, presentada ante el Senado, se moderarán antes de ser aprobados.

The Financial Times Limited 2010. All Rights Reserved.

2010/01/11

BIS

por Lex Column

Los banqueros han vuelto a incurrir en el exceso de riesgos que provocó la crisis financiera. Ésta es, al menos, la sensación del Banco de Pagos Internacionales (BIS en sus siglas en inglés).

El conocido como "banco central de los bancos centrales" ha convocado a algunos de los directores de la banca privada, que acudirán a Basilea este fin de semana, para reprenderles por volver a adoptar la "actitud agresiva que predominó durante el periodo anterior a la crisis".

Dado que el BIS fue una de las pocas instituciones oficiales que advirtió sobre la crisis crediticia que se avecinaba, su último mensaje resulta preocupante. Pero al mismo tiempo, el BIS quiere estar en misa y repicando. Los bancos centrales quieren que los banqueros privados asuman más riesgos y concedan créditos aun cuando haya escasez de demanda. En términos más generales, quieren que los fondos se trasladen a la economía real.

Ése, al fin y al cabo, es el motivo de la relajación cuantitativa y por el que los tipos de interés se rebajan prácticamente a cero. El resultado ha sido una lucrativa y descomunal especulación de consecuencias, por un lado deseadas y, por otro, desastrosas.

El suministro de créditos baratos ha creado una demanda de bonos gubernamentales justo en el momento en el que los déficit fiscales comenzaban a aumentar. También ha ayudado a los bancos a recuperar sus balances. Y es probable que haya provocado un incremento gradual de la concesión de créditos.

No obstante, la posibilidad de tomar un préstamo a un interés cero en EEUU y concederlo a un interés superior al 9% en Brasil ha provocado un flujo de dinero especulativo a los mercados emergentes potencialmente peligroso. De vuelta a casa, también ha generado unos beneficios bochornosamente generosos en los bancos que capearon mejor la crisis, como en el caso de Goldman Sachs.

Hasta que aumenten los tipos de interés o comiencen a funcionar las nuevas regulaciones bancarias como los requisitos de capital es casi imposible separar el riesgo beneficioso del que no lo es. Mientras tanto, los bancos se aprovecharán de la situación.

Fuente: FT