2010/08/25

Opciones para estimular la economía dividen a la Fed, ¿cuál es el siguiente paso?

Por Jon Hilsenrath
The Wall Street Journal

La reunión de los principales funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos el 10 de agosto figura entre una de las más polémicas del período de cuatro años y medio de Ben Bernanke como presidente del banco central.

Con el empeoramiento de las perspectivas económicas, el tema en discusión parecía simplemente técnico: ¿debería la Fed modificar la manera en que maneja su enorme portafolio de instrumentos financieros? No obstante, el debate era más trascendental: hacerlo pondría a la Fed de nuevo en el centro de los mercados y propiciar un futuro relajamiento de la política monetaria.

Al menos siete de los 17 funcionarios reunidos se opusieron a la propuesta o expresaron sus dudas. Al final del extendido debate, Bernanke presionó con éxito para proceder con el cambio.

La reunión que concluyó con la decisión de no reducir la reseserva de US$2.050 billones en deuda hipotecaria e instrumentos del Departamento del Tesoro de EE.UU. de la Fed, descrito por varios participantes, marcó la pauta para una discusión aún más importante que sigue sin resolverse: qué hacer, si acaso algo, sobre la débil recuperación económica de EE.UU. y su preocupante baja inflación.

Bernanke tendrá la oportunidad de explayarse sobre esta crucial pregunta cuando él y otros funcionarios de la Fed se reúnan el viernes y sábado, junto con homólogos extranjeros y un grupo de expertos académicos, durante el encuentro anual del banco central en Jackson Hole, estado de Wyoming.

Luego de lograr evadir otra Gran Depresión, Bernanke enfrenta una lenta recuperación. El desempleo sigue alto y la inflación permanece incómodamente baja. Funcionarios de la Fed, que dedicaron gran parte del año a planificar el fin de políticas monetarias expansivas, han sido obligados a pensar qué hacer para revivir la economía.

Representantes de la Fed enfatizan que tienen objetivos comunes si bien están divididos sobre qué hacer ahora: evitar una deflación, una caída general de precios y salarios, o un resurgimiento de la inflación. Y comparten un fuerte deseo por hacer que la economía crezca lo suficientemente rápido como para sostener una recuperación sin un apoyo gubernamental inusual.

La Fed ya recortó la tasa de interés de corto plazo a casi cero, prometió mantenerla a ese nivel por un período largo de tiempo y compró billones de dólares en valores, con dinero impreso por el mismo banco central, para bajar las tasas de interés de largo plazo.

El tema más polémico ahora es si se debe imprimir más dinero y comprar más instrumentos de largo plazo, lo que ensancharía el portafolio de la Fed aún más. Un reciente programa de compra de bonos cesó en marzo.

La decisión depende en gran parte de si la inflación sigue cayendo o si el crecimiento económico no logra repuntar. La Fed y la mayoría de analistas privados aún esperan una aceleración del crecimiento en 2011, y pocos economistas predicen una clara deflación.

Otro tema pendiente es si la Fed debe actuar de manera preventiva o si debería esperar a ver evidencia más clara de que la economía realmente flaquea. Y si decide actuar, ¿debería tomar medidas pequeñas y cautas o grandes y radicales?

Los funcionarios de la Fed están divididos en ambos puntos, y todas las partes sabían que la decisión de la reunión del 10 de agosto indicaría la inclinación de la Fed sobre estos temas. En esa reunión, se decidió actuar.

Antes de la reunión, funcionarios de la Reserva Federal de Nueva York, que maneja el portafolio de la Fed, estaban preocupados, según fuentes al tanto. El portafolio de valores respaldados por hipotecas estaba por reducirse mucho más rápido de lo anticipado, a medida que tasas de interés llevaban a más consumidores a refinanciar sus hipotecas. Esto significaba que los instrumentos hipotecarios en poder de la Fed estaban siendo pagados.

El tamaño del portafolio de la Fed se ha convertido en uno de los instrumentos monetarios principales del banco central. Un portafolio que se reduce en medio de un crecimiento económico en desaceleración no caía bien a muchos funcionarios, incluyendo al presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley. Equivalía a frenar la economía de manera prematura.

A Dudley y los presidentes de los bancos centrales de San Francisco y Boston les inquietaba que la tasa de desempleo estuviese en 9,5%, muy por encima del 5% a 6% que la Fed considera como empleo total. También les preocupaba la inflación de 1%, por debajo de su meta informal del 1,5% a 2%. Este grupo se inclinaba a actuar.

El otro bando tenía dudas. El gobernador de la Fed Kevin Warsh, temía que una decisión para reinvertir ganancias de hipotecas en bonos del Tesoro podía confundir a los inversionistas y hacer creer que el banco central estaba más preocupado por la economía de lo que realmente lo estaba.

Richard Fisher, presidente de la Fed de Dallas, y otros expresaron su preocupación de que las decisiones del banco podrían ser ineficaces.

Luego de escuchar el debate con atención, Bernanke tomó en consideración las diferencias y concluyó que la Fed no debería permitir una restricción pasiva de las condiciones financieras causada por la reducción de su balance. Esto implicaría en la práctica tomar cerca de US$400.000 millones en deuda hipotecaria que vencía e inyectar el dinero en deuda del Tesoro. La Fed también debía reconocer el panorama de menor crecimiento, dijo. El voto 9 a 1 disimuló las diferencias.

Ahora, el debate interno se dirige hacia el futuro, sobre todo si se deben tomar grandes medidas. Las opiniones otra vez son diversas.

Algo si es claro: Bernanke tiene la determinación de evitar errores de sus predecesores que dieron pie a brotes deflacionarios devastadores.

"Responderá de manera tajante a evidencia de una materialización de un riesgo de proceso deflacionario. No será ambivalente", asegura Alfred Broaddus, ex presidente de la Fed de Richmond.

2010/08/24

La sinceridad de bancos europeos sobre los bonos comienza a decaer

Por David Enrich y Sara Schaefer Muñoz

El objetivo primordial de las recientes pruebas de solvencia a los bancos europeos era arrojar un poco de luz sobre su exposición a la deuda soberana. Pero esa claridad se ha ido esfumando.

Los reguladores de la Unión Europea llevaron a cabo pruebas de resistencia a 91 bancos el mes pasado, con la esperanza de calmar los nervios de los inversores sobre la salud del sistema bancario del continente. Además de mostrar la capacidad de los bancos para soportar una crisis económica severa, las pruebas también requerían que los bancos informaran de su exposición a la deuda soberana --deuda emitida por los estados-- a 31 de marzo.

Ahora algunos bancos no están facilitando detalles actualizados de deuda soberana. Otros están usando metodologías diferentes para calcular su exposición de una forma que no concuerda con el proceso de pruebas de resistencia.

Esto ha producido fuertes cambios en las tenencias de deuda de las que informan estos bancos, que no están detallando claramente los cambios.

"A los bancos les incumbe detallar bien su exposición soberana", dice Leigh Goodwin, analista de banca de Citigroup. "En su mayoría lo han hecho, pero desde luego podría haber una alineación más clara".

La falta de una información estandarizada por parte de los bancos hace difícil, si no imposible, que los inversores puedan saber cuán expuesto está cada banco a los distintos países europeos. Éste es un asunto importante, dados los temores sobre los riesgos de algunos de los bonos emitidos por gobiernos con problemas financieros.

Aunque muchos expertos cuestionan el rigor de estas pruebas, ya que sólo siete entidades las suspendieron, los inversores aplaudieron la gran transparencia de los bancos al informar sobre sus carteras de deuda soberana.

La exposición a la deuda soberana ha provocado turbulencias en los mercados en distintos momentos desde comienzos de año. Estos temores aminoraron en las semanas inmediatamente después de las pruebas de solvencia, pero han resurgido de nuevo por las últimas señales que apuntan a que la zona euro sigue atravesando problemas económicos.

Entre los bancos que no dan detalles de su exposición a la deuda soberana están los franceses BNP Paribas SA y Societe Generale SA, cuya exposición a la deuda de los países periféricos de Europa ha puesto nerviosos a los inversores.

Este mes, los tres mayores bancos británicos dieron a los inversores datos a 30 de junio sobre su exposición a la deuda soberana de los países con mayores déficit, como Grecia, Irlanda, Portugal, Italia y España. Pero esta información varió mucho frente a los datos publicados como parte de las pruebas de solvencia dos semanas antes.

Barclays PLC, que tuvo la mayor calificación en las pruebas, informó entonces de que tenía 787 millones de libras (US$1.220 millones) en deuda soberana italiana a 31 de marzo. Los últimos datos facilitados por el banco, a 30 de junio, indican que esta exposición ha aumentado hasta 8.600 millones de libras. La exposición del banco a la deuda española subió un 50% desde el 31 de marzo hasta los 6.400 millones de libras del 30 de junio.

Mientras, la exposición a la deuda irlandesa de Royal Bank of Scotland Group PLC parece que ha caído hasta 327 millones de libras a 30 de junio desde los casi 4.300 millones de libras de los que informó en la prueba de solvencia. Su exposición a la deuda española casi se dobló desde el 31 de marzo hasta 1.600 millones de libras a 30 de junio.

No es raro que estas carteras varíen, ya que las preferencias de inversión de los bancos evolucionan, pero esto no explica totalmente los significativos movimientos de cartera de los que han informado.

Un portavoz de Barclays, Richard Treadwell, dijo que el banco con sede en Londres calculó las cifras del 30 de junio usando una metodología diferente de la que el Comité de Supervisores Bancarios Europeos usó para las pruebas de resistencia.

Treadwell señaló que no tenía una explicación completa para las diferentes cifras.

La portavoz de RBS Claire Gorman también dijo que las diferencias entre las cifras del 31 de marzo y del 30 de junio se debían en parte al uso de metodologías diferentes.

Fuente: WSJ

2010/08/23

S&P eleva la calificación de deuda de Paraguay

Por John Kell

La agencia calificadora de riesgo crediticio Standard & Poor's elevó el lunes de "B" a "B+" las calificaciones de deuda soberana a largo plazo en moneda extranjera y local de Paraguay y ratificó en "B" las calificaciones de deuda soberana a corto plazo en moneda extranjera y local para la nación sudamericana.

Las perspectivas para las calificaciones son positivas.

"La mejora refleja el fortalecimiento gradual de los indicadores económicos de Paraguay además de su mayor estabilidad política en los últimos tres años", señaló el analista crediticio de Standard & Poor's Richard Francis. "Desde 2007, cuando elevamos las calificaciones de "B-" a "B", el gobierno central en general ha registrado superávits fiscales, lo que ayudó a que cayera la deuda del gobierno a un estimado del 4% del PIB en 2010, en comparación al 22% de 2007".

Una serie de países sudamericanos -incluidos Brasil, Chile, Perú y Uruguay- han sido elogiados en el último año por las agencias calificadoras, ya que se vieron menos afectados por la desaceleración económica mundial que países con economías más desarrolladas. El producto interno bruto de Paraguay creció un 11% interanual durante el primer trimestre, gracias a una producción agrícola histórica que se vio beneficiada por las buenas condiciones meteorológicas.

La agencia calificadora señaló el lunes que la situación política del país sudamericano mejoró pronunciadamente en los últimos seis meses, debido a que las relaciones entre el presidente y el Congreso, controlado por la oposición, se han vuelto más amigables.

Francis señaló que mejoras adicionales son posibles siempre que el gobierno implemente reformas en áreas como la gestión de deuda, la supervisión financiera y la recapitalización del banco central, un paso previo a las metas de inflación.

De acuerdo con Francis, Paraguay se benefició con la expansión de las exportaciones y las reservas internacionales. El valor de los bienes exportados subió a US$8.100 millones este año frente a los US$5.600 millones de 2007, mientras que las reservas internacionales se expandieron de US$2.400 millones a a US$4.200 millones en la misma comparación.

En el frente político, Fernando Lugo terminó con más de 60 años de gobierno del partido Colorado al alcanzar la presidencia en 2008. Pese a un difícil ambiente político, el Congreso ha trabajado junto a Lugo en la aprobación del presupuesto y varias de sus principales reformas políticas, indicó Francis.

Fuente: WSJ

Los mercados pierden impulso al esfumarse el optimismo por los acuerdos

Por Donna Kardos Yesalavich

NUEVA YORK (Dow Jones)--Las acciones en Estados Unidos registraban leves bajas el lunes cerca del mediodía tras ceder las alzas observadas más temprano a medida que los inversionistas volvían a enfocar su atención en la debilidad de la economía y se esfumaba el entusiasmo generado por la actividad de fusiones y adquisiciones corporativas.

El Promedio Industrial Dow Jones bajaba 14 puntos a 10199. El Índice Compuesto Nasdaq retrocedía un 0,5% a 2168 y el Standard & Poor's 500 descendía menos de un punto a 1072.

Temprano en la sesión, los índices se ubicaron en territorio positivo tras las noticias sobre ofertas de adquisición por parte de varias compañías, que incluyen a Hewlett-Packard y HSBC Holdings.

"Hubo esta euforia marginal, y ahora la gente está diciendo que [la actividad de fusiones y compras] es muy específica y no tiene nada que ver con las ganancias básicas e indicadores económicos fundamentales", dijo Barry Knapp, director gerente de análisis de acciones de Barclays Capital. "El panorama macroeconómico se ha deteriorado significativamente".

En momentos en que las cifras económicas han sido decepcionantes, el incremento inesperado en los acuerdos corporativos había dado a los inversionistas esperanzas en que las compañías estadounidenses que se cotizan en bolsa finalmente tienen suficiente confianza para empezar a poner a trabajar los US$2,03 billones en efectivo e inversiones de corto plazo que tenían al final del primer trimestre.

Entre las acciones destacadas, Potash Corp. of Saskatchewan avanzaba un 1,5%. La compañía de fertilizantes señaló que fue contactada la semana pasada por terceras tras recibir una oferta de adquisición no solicitada de US$38.600 millones de BHP Billiton, luego que la compañía recomendara formalmente a sus accionistas no ofrecer sus acciones en aceptación de la oferta de BHP.

Bank of America trepaba un 1,2% después que Fitch Ratings mejorara su calificación al grado de inversión para la acción preferente del banco, citando los esfuerzos de la compañía para aumentar el capital accionario común y la liquidez, así como para mejorar la calidad de los activos en sus diversas carteras de préstamos.