2009/03/09

La corta escoba del Gobierno británico

por Roberto Casado

El Gobierno británico ha huido de eufemismos al llamar Operación escoba a sus
últimas iniciativas de apoyo a la banca. Como su nombre indica, la clave del
plan es barrer buena parte de los activos tóxicos que pesan en los balances de
los principales grupos financieros de Reino Unido, escondiéndolos debajo de la
alfombra del Tesoro británico.


Royal Bank of Scotland y Lloyds han colocado activos valorados en 325.000
millones de libras (373.500 millones de euros) y 260.000 millones de libras,
respectivamente, bajo el manto público. La mayor parte de esos activos
bancarios son préstamos a familias y empresas con riesgo de impago, además de
inversiones de tesorería en títulos de baja liquidez. Barclays, por su parte,
negocia el apoyo gubernamental para unos 50.000 millones de libras en activos.

En lugar de comprar la propiedad de esos activos, lo que habría generado
fuertes discusiones sobre su valoración, el Gobierno británico ha creado un
seguro para cubrir parte de las pérdidas que generen a los bancos. Según los
términos de la operación, Royal Bank of Scotland y Lloyds asumirán las
primeras pérdidas sobre los activos acogidos al plan, hasta un determinado
umbral: 19.500 y 25.000 millones de libras, respectivamente. A partir de esa
cantidad, el Gobierno asumirá el 90% de las pérdidas adicionales, y el 10% se
quedará en los bancos.

Ese seguro, que impide que las entidades caigan en la insolvencia en caso de
un aluvión de impagos, no sale gratis. A cambio del respaldo gubernamental,
los bancos van a entregar diversos instrumentos de capital al Gobierno, con lo
que éste aumentará su participación en Royal Bank y Lloyds hasta tomar una
clara mayoría del accionariado. En ambos bancos, el derecho de voto del Tesoro
queda limitado al 75%.

Otra condición del rescate es que las entidades incrementen la concesión de
créditos para reactivar la economía británica. Royal Bank of Scotland prestará
25.000 millones de libras anuales más a sus clientes, y Lloyds otros 14.000
millones de libras.

Analistas e inversores no se han quedado tranquilos tras conocer las
condiciones de la operación. Temen que el deterioro de la economía británica
alcance tal nivel que las pérdidas afecten a los activos de Royal Bank y
Lloyds no cubiertos por el seguro, lo que podría forzar una nacionalización
total de las entidades.

Roger Bootle, de Capital Economics, asegura que "sería ingenuo asumir que la
Operación escoba va a limpiar los balances de los bancos de una sola barrida.
En los próximos meses y años, préstamos que parecían seguros se convertirán en
tóxicos, conforme el aumento del desempleo y las quiebras de empresas
provoquen que familias y negocios dejen de pagar sus créditos".

Este temor pesa también sobre las entidades en manos privadas, como HSBC y
Barclays. Ayer, estas dos entidades y Royal Bank of Scotland volvieron a bajar
en bolsa, mientras Lloyds recuperó un 4%.

Por ahora, los activos de los bancos nacionalizados totalmente (Northern Rock
y Bradford & Bingley) y los activos de RBS y Lloyds acogidos a la Operación
escoba equivalen a un 52% del PIB anual de Reino Unido. Pero el conjunto de
sector financiero representa un 400% del PIB anual británico. Si el Gobierno
se ve obligado a barrer más basura, necesitará un aspirador, más que una
escoba.

Fuente: Expansión


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