2009/03/13

Crece la presión sobre los paraísos fiscales

Por David Crawford

BERLÍN—Los pequeños principados de Andorra y Liechtenstein prometieron relajar sus estrictas leyes de secreto bancario, cediendo ante la intensa presión internacional para que los paraísos fiscales dejen de proteger a los evasores de impuestos.

Los anuncios ponen más presión sobre los grandes centros financieros internacionales como Suiza para que adopten medidas similares antes de la reunión del Grupo de los 20 países industrializados y emergentes en Londres. Se espera que la evasión de impuestos a través de paraísos fiscales sea uno de los temas tratados en la cumbre que se realizará el 2 de abril.

La crisis financiera global y la implosión de los fondos en el extranjero, como la presunta pirámide financiera operada por R. Allen Stanford, han llevado a muchos gobiernos necesitados de dinero a tomar medidas drásticas contra la falta de transparencia que ha sido parte de la industria bancaria internacional desde hace décadas.

El pequeño principado alpino de Liechtenstein informó el jueves que cumplirá los estándares internacionales sobre impuestos e intercambio de información establecidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Andorra, un pequeño bastión bancario en los Pirineos entre Francia y España, también indicó el jueves que relajará las leyes de secreto bancario para noviembre, con la esperanza de ser borrada de una lista negra elaborada por la OCDE en 2005. "Andorra se ha comprometido a cambiar sus leyes para garantizar la transparencia bancaria y permitir asistencia legal según los estándares de la OCDE", afirmó el primer ministro del principado, Albert Pintat, en una entrevista.

La lista de la OCDE incluye a Liechtenstein, Andorra y Mónaco. En los últimos meses, sin embargo, Francia y Alemania exigieron una lista más amplia de países que no comparten información bancaria adecuadamente con las autoridades fiscales internacionales. Esa lista, que será compartida con los miembros del G-20, actualmente menciona a unos 30 países, incluyendo Suiza, Luxemburgo, Austria, Singapur, Hong Kong, Andorra y Mónaco.

La OCDE no tiene autoridad de regulación pero tiene influencia sobre los gobiernos de Occidente. En un reciente informe, el organismo estimó que la industria de los paraísos fiscales podría alcanzar los US$11,5 billones (miles de millones).

Los anuncios en Europa se produjeron dos días después de que el gobierno de Barack Obama respaldara una severa legislación en el Congreso de Estados Unidos para tomar medidas severas contra los países que se rehúsen a cooperar en investigaciones de fraudes tributarios y financieros multinacionales. "Apoyamos la legislación por completo", dijo el secretario del Departamento del Tesoro, Timothy Geithner, el martes ante el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes.

El representante Lloyd Doggett, de Texas, y el senador Carl Levin, de Michigan, ambos demócratas, han presentado proyectos de ley que requieren que el Tesoro publique una lista de jurisdicciones con secretos bancarios en el exterior que estén sujetas a "medidas especiales", incluyendo sanciones comerciales. La versión preliminar incluye a Liechtenstein, Suiza y otros países europeos y del Caribe. La lista es similar a la producida por la OCDE de los paraísos fiscales que no cooperan.

Sin duda, las medidas del jueves son sólo un primer paso. "No nos importa lo que diga Liechtenstein o Andorra; lo que cuenta es la inacción", dijo la vocera del gobierno alemán, Jeanette Schwamberger. "No podemos aceptar puntos ciegos" en el sistema bancario internacional. Stephen Timms, secretario financiero del Tesoro británico, manifestó en un comunicado que las medidas tomadas eran "más pruebas de que el secreto impositivo se está volviendo completamente inaceptable", pero señaló que tenía que ser seguido por "pasos concretos". Otros paraísos fiscales europeos ya han tomado medidas para cooperar más en asuntos tributarios y hoy son mucho más transparentes de lo que eran antes de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Fuente: WSJ