2009/03/13

¿Por qué hay pocos dólares en México?

En México la oferta del billete verde escasea por todas partes. Éstas son algunas razones que explican esto y porqué resulta tan caro comprarlo:

1) Los flujos comerciales han entrado en franco declive. Según el Banco Mundial, el comercio internacional sufrirá este año una contracción, algo que no sucedía desde principios de los ochenta. Desde octubre, cuando se acentuó la depreciación del peso, hasta enero de 2009, las exportaciones totales de México han disminuido 17,129 mdd respecto al mismo periodo del año previo, de las cuales 45% se explica por los menores ingresos petroleros (-7,672 mdd). Mientras los exportadores traen menos dólares a México, la demanda de dólares por transacciones comerciales, en ese mismo lapso, cayó en menor cuantía, dado que las importaciones se contrajeron en poco más de 12,000 mdd. Ese deterioro de más de 5,000 mdd en la balanza comercial, en apenas cuatro meses, explica parte de la reciente presión sobre el peso.

2) El efecto de las remesas familiares también se dejó sentir sobre el peso. Aunque en todo 2008 acumularon 25,145 mdd, lo que apenas supone un modesto descenso de 931 mdd respecto a 2007, la caída se concentró en el segundo semestre que fue cuando la divisa mexicana empezó a debilitarse, y se espera que la entrada de dólares por este concepto se contraiga a un ritmo más rápido en 2009, en torno a 15%, según el IMEF.

3) La inversión extranjera directa (IED) también ha sufrió un marcado declive en 2008, pero especialmente funesto fue el último trimestre. En todo el año, el valor total de la IED sumó 18,489 mdd, lo que supuso una disminución de 8,577 mdd respecto a 2007. Para 2009, los analistas esperan que la IED descienda más para ubicarse en 15,000 mdd ó 3,500 mdd menos que en 2008.

Por otra parte, la menor oferta de dólares coincide con una mayor demanda de esa divisa: los inversionistas extranjeros, ante el pánico mundial y la generalizada aversión al riesgo, y la expectativa de que el peso siga perdiendo valor, dan por terminada sus aventuras foráneas, venden las acciones y bonos mexicanos, y regresan a sus casas con los dólares bajo el brazo. Además, las empresas endeudadas en dólares tratan de liquidan su deuda lo más pronto posible, antes de que se les sigan engrandando. Veamos:

1) La recesión económica en México mermará los beneficios corporativos y el atractivo de la renta variable, lo que también se ha traducido en una salida de capitales extranjeros. Por las cifras de la balanza de pagos, se sabe que la posición deudora en el mercado accionario con los inversionistas extranjeros disminuyó 4,147 mdd en el tercer trimestre de 2008 y 1,080 mdd en el cuarto, lo que denota la salida de capitales del país.

2) En el mercado de dinero, la fuga ha sido más abrupta: entre la aversión al riesgo, la depreciación de la divisa y la elevada inflación, los rendimientos fijos de los bonos gubernamentales han perdido toda su seducción. Desde finales de septiembre de 2008 y hasta finales de febrero de 2009, la tenencia de bonos gubernamentales por extranjeros se desplomó más de 12,000 mdd, hasta situarse en torno a 17,000 mdd.

3) La presión de deuda privada se ha intensificado: en 2008, la proporción de deuda en moneda extranjera de las corporaciones ascendía a 47.3% del total, comparado con 35.3% en 2007. Además, y debido en gran parte a la depreciación del peso frente al dólar, el equivalente en pesos del pasivo total externo de una muestra de 91 empresas de la BMV se incrementó en casi 38% a 909,000 mdp, lo que ha acentuado la demanda de dólares para cumplir con sus obligaciones.

Que hay especuladores que están atacando al peso ante el deteriorado de los fundamentales del país es claro, pero también hay una presión real asociada a la aversión al riesgo y a la dinámica de flujos externos, que ha mermado la existencia de dólares y ha favorecido el retorno de divisas a sus países de origen. l

(El Semanario Agencia, ESA)