2009/03/10

Los mercados de crédito se vuelven a congelar

Por Liz Rappaport y Serena Ng

Los mercados de crédito están volviendo a paralizarse en medio de nuevos temores acerca del sistema financiero global.

Las mismas incertidumbres que arrastraron las acciones a sus niveles más bajos en 12 años están ahora enturbiando el mercado para bonos y préstamos corporativos, los cuales han perdido gran parte de las ganancias que acumularon a principios de este año. Por su parte, las primas de riesgo están, en algunos casos, rozando los niveles del momento más grave de la crisis financiera a fines del año pasado.

Esta vez, la economía se está hundiendo más profundamente en una recesión y los inversionistas temen que las constantes modificaciones del gobierno a sus paquetes de rescate financiero están socavando las mismas bases de la inversión en bonos, bajo las cuales los acreedores retienen el derecho a reclamar activos si un prestatario incumple su deuda. Sin esta seguridad, es más riesgoso poseer bonos incluso de las empresas más saludables.

Después de lo que parecía ser el comienzo de un repunte en los mercados de deuda, el ánimo se ha deteriorado. Los mercados permanecen abiertos sólo a las empresas no financieras más estables y un repunte de bonos del Tesoro de Estados Unidos la semana pasada refleja que los inversionistas han vuelto a refugiarse en los activos más seguros. Los bonos chatarra han perdido más de 7% de su valor en los últimos meses, mientras que los bonos de alto grado han retrocedido más de 2%, caídas considerables y rápidas para estos mercados que se habían estabilizado este año.

Parte del problema es que los inversionistas todavía están esperando detalles clave del gobierno estadounidense sobre sus planes para revivir a los bancos del país y descongelar los mercados de crédito. Tras lanzar un programa de US$1 billón (millón de millones) la semana pasada, la Casa Blanca está considerando crear múltiples fondos de inversión para comprar préstamos tóxicos y otros activos en problemas, con el fin de estabilizar los precios de activos buenos y restaurar la confianza de los inversionistas.

Sin más información, un mayor deterioro de los valores de todo tipo de activos dificultaría aún más la tarea del gobierno de poner a buen resguardo el sistema financiero.

En las manos de Washington

"Los mercado de crédito son un desastre porque la economía es un desastre", dice Thomas Priore, presidente ejecutivo de ICP Capital, una firma de inversión en renta fija. "Hay un miedo que se está derrumbando todo tipo de activos al mismo tiempo. Esto ilustra una falta de confianza por parte del inversionista en el plan del gobierno para recomponer la estructura financiera".

Hasta ahora, los tenedores de bonos en general no se han visto afectados por la intervención. Pero empiezan a temer que, si la crisis empeora, algunos de los esfuerzos del gobierno para rescatar las instituciones financieras como American International Group Inc. y Citigroup Inc. podrían terminar perjudicando los intereses de los tenedores de deuda, quienes tienen los primeros derechos a los activos de una empresa. La preocupación es que nuevos cambios en los planes pongan los intereses del contribuyente por encima de los de los acreedores.

Aunque el gobierno intercambió sus posesiones en Citigroup a acciones comunes en vez de bonos, lo que eleva el riesgo para los contribuyentes, la medida no ha calmado la ansiedad de los inversionistas de los mercados de bonos. Muchos creen que el gobierno podría decidir cambiar de curso otra vez.

Las medidas del gobierno también podrían reducir la valoración de crédito de algunos activos, causando otra oleada de ventas forzadas. Eso aumentaría más la presión sobre los precios e incrementaría la probabilidad de que los fondos de pensiones, bancos y compañías de seguros necesiten realizar más rebajas contables. La posibilidad de dicho escenario está disuadiendo a los inversionistas de comprar bonos corporativos y valores respaldados por hipotecas.

"La única manera de invertir es adivinar en qué dirección soplan los vientos de Washington, así que el capital está congelado", dice Sean Dobson, presidente ejecutivo de Amherst Holdings LLC, una firma de inversión en valores hipotecarios.

Fuente: WSJ