2009/03/20

El FMI modifica una línea de crédito para atraer interesados

Por Bob Davis

WASHINGTON—Con la intención de ayudar a países en desarrollo a hacerle frente a la crisis global, el Fondo Monetario Internacional planea incrementar un programa de préstamos de US$100.000 millones anunciado en octubre que no atrajo siquiera a un solo prestatario.

Altos funcionarios del FMI dijeron que el programa revisado, conocido co‐mo la línea de crédito flexible, actuaría como una línea de crédito para países con políticas económicas que el FMI considera saludables, pero que enfrentan marcados declives en su crecimiento.

Aunque esos países han evitado hasta ahora lo peor de la crisis, están siendo golpeados por una caída precipitada en los préstamos bancarios y el comercio. Funcionarios del FMI dicen que su intención es evitar que los problemas se agraven en dichos países, algo que podría debilitar aún más a los bancos de EE.UU. y Europa, así como a los exportadores.

Para el FMI, la revisión constituye un nuevo esfuerzo para labrarse un rol principal en el manejo de la crisis global antes de que los líderes del G-20, el grupo de 20 países industrializados y en desarrollo, se reúnan en Londres para una cumbre el 2 de abril. Los líderes probablemente aprobarán al menos duplicar las reservas de préstamos del FMI a US$500.000 millones y gran parte de esos fondos se destinarían a la línea de crédito flexible.

Un estudio del FMI publicado el jueves, que previó que la recesión global está empeorando, propulsará el trabajo del FMI al corazón de la agenda del G-20. El informe estimó que el PIB global se reducirá de 0,5% a 1% en 2009, la primera contracción desde la Segunda Guerra Mundial, y se recuperaría algo en 2010, a un crecimiento de entre 1,5% y 2,5%. El FMI considera un crecimiento global de menos de 2,5% una recesión.

En el cuarto trimestre de 2008, según el informe del FMI, el crecimiento cayó 5% en una base anualizada. Un funcionario del FMI dijo que la economía mundial se está contrayendo a "una tasa similar" en el trimestre actual.

A fines de 2008, el FMI empezó una campaña para combatir décadas de desconfianza, especialmente en América Latina y Asia, donde el organismo tiende a ser asociado con la imposición de duras demandas a países en crisis.

Bajo el programa de préstamos flexibles, el FMI anunció que "preaprobaría" a los países cuyas políticas consideraba acertadas. El Fondo también aseguró que no exigirá cambios significativos de política económica a los países que pidan préstamos.

La mayoría de países no cumplía los requisitos para recibir este tipo de préstamo. Turquía, por ejemplo, que está negociando un acuerdo de préstamo con el FMI, ha postergado su aprobación hasta después de las elecciones municipales del 29 de marzo. El país no quiere aceptar restricciones sobre gastos del FMI potencialmente impopulares, aunque el FMI ha relajado sus demandas a medida que la economía turca empeoraba.

El FMI dice que ni un solo país solicitó este tipo de préstamo. La principal razón es el temor de repercusiones negativas en los mercados local e internacional, que podrían interpretar el préstamo como una señal de debilidad.

Los ministros de Finanzas dijeron al FMI que algunos detalles de los préstamos eran poco atractivos. El FMI ofrecía préstamos de tres meses de hasta cinco veces su contribución financiera al Fondo. El nuevo programa, que se espera sea aprobado por la junta ejecutiva del FMI la próxima semana, busca eliminar los puntos criticados por ministros de finanzas y economistas. El Fondo planea ofrecer estos préstamos como líneas de crédito, para que los países sólo los utilicen si los necesitan, y no paguen intereses a menos que usen el dinero.

Los detalles finales están siendo concretados. Pero el FMI espera eliminar los límites a las sumas que pueden tomar prestadas los países, aunque en la práctica probablemente limitará esa cantidad a 10 veces su cuota de contribución. También reducirá tarifas y alargará el plazo del préstamo a entre seis meses y un año.

[FMI]

El FMI espera persuadir a algunos países en desarrollo con economías más sanas a que utilicen la línea de crédito y así darle credibilidad al programa. Un blanco es México, cuyo secretario de Hacienda, Agustín Carstens, es un ex vicedirector del Fondo, dicen dos funcionarios del FMI.

El Fondo no tiene la promesa de ningún país de que tomará prestado bajo la nueva línea de crédito, en parte, porque los miembros quieren examinar los detalles del acuerdo de préstamo. La secretaría de Hacienda de México no ha respondido los pedidos de comentarios.