2009/03/18

EEUU fustiga a AIG y proscribe el bonus

por Gemma Martínez. Nueva York

El Congreso de Estados Unidos se tiñó ayer de rosa. Éste era el color de la ropa de un grupo de mujeres que interrumpió la sesión en varias ocasiones, con pancartas del mismo color, en las que exigían el despido fulminante del secretario del Tesoro, Tim Geithner, y la protección de los contribuyentes.

Los activistas protestaban así contra la aseguradora AIG, que ha tenido que ser rescatada por el Gobierno y cuyas políticas salariales se discutían justo en ese momento en la colina del Capitolio.

La ira de las chicas de rosa volvió a escenificar el furor popular que existe hoy en EEUU en contra de los excesos del capitalismo y de las entidades financieras que están siendo salvadas con fondos públicos, como AIG.

Esta ira, que también se extiende a todo lo que representa Wall Street, está siendo alentada por la clase política y por los medios de comunicación estadounidenses, incluidos influyentes blogs de información general, como The Huffington Post (demócrata) o The Drudge Report (conservador). Las webs han lanzado una cruzada contra la aseguradora y contra la retribución variable que ha pagado a parte de su plantilla por 165 millones de dólares (125,95 millones de euros).

El consejero delegado de AIG, Edward Liddy (que llegó al cargo tras el rescate), azuzó ayer el furor contra el reparto del bonus, calificado por él mismo como de “mal gusto”. Liddy, sin embargo, reiteró que pagar el importe es un imperativo legal y dijo que esta medida es necesaria para que la aseguradora pueda seguir siendo competitiva.

A pesar de esta justificación, el primer ejecutivo de la aseguradora anunció que ha solicitado a los empleados afectados la devolución de, como mínimo, el 50% del bonus. Los congresistas presionaron a Liddy para que revelara los nombres de los empleados que recibieron la gratificación, pero el directivo se negó advirtiendo que temía por su seguridad personal.

Al mismo tiempo que Liddy comparecía en el Capitolio, Barack Obama, presidente de EEUU, confirmaba que su Gobierno está analizando todas las vías posibles para recuperar el dinero dentro de la legalidad, incluido establecer un recargo fiscal que grave el cien por cien del bonus.

Obama, sin embargo, respaldó a Geithner y aseguró que la responsabilidad de que casos como el de AIG no vuelvan a suceder es exclusivamente suya. El presidente anunció este compromiso, a pesar de que, según él, la Casa Blanca no es quien debe supervisar los contratos de las entidades.

La controversia en torno a AIG ha reabierto la veda en contra de los bonus. EEUU desmenuza los sueldos de los bancos, dólar a dólar. Ayer el diario The Wall Street Journal avanzaba que las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, también rescatadas, pagarán bonus, aunque menores, sin superar los 611.000 dólares.

Esta información era revelada al mismo tiempo que el periódico de Rupert Murdoch expresaba los peligros que representa la "revolución" anticapitalista y que otro medio del grupo, The New York Post, revelara en exclusiva y con gran escarnio los nombres de tres empleados de AIG que han cobrado gratificaciones.

Fuente: Expansión