2009/02/19

Obama lanza el esperado salvavidas al mercado inmobiliario

Por Damian Paletta

WASHINGTON — El gobierno de Barack Obama anunció el miércoles nuevos planes para facilitar que nueve millones de estadounidenses refinancien o vuelvan a negociar sus hipotecas, como parte de un esfuerzo agresivo de la Casa Blanca para estabilizar el mercado inmobiliario.

En un discurso en Phoenix, el presidente Barack Obama dijo que el plan "dará a millones de familias resignadas a la ruina financiera una oportunidad para salir a flote y prevendrá que la crisis cause estragos aún mayores en la economía. La reducción en la tasa de embargos hipotecarios ayudará a fortalecer los precios de las viviendas para todos".

[EE.UU.]

Un elemento central del plan permitiría a hasta cinco millones de personas refinanciar sus hipotecas a través de los acreedores hipotecarios controlados por el gobierno Fannie Mae y Freddie Mac. Se desconoce por el momento el costo total del plan, aunque podría ser de más de US$275.000 millones debido a nuevos compromisos financieros del gobierno para ayudar a financiar a Fannie Mae y Freddie Mac.

El plan del gobierno de Obama tiene tres elementos principales: el esfuerzo para ayudar a propietarios a refinanciar sus hipotecas, sobre todo si el valor del contrato se acerca o sobrepasa el valor actual de sus hogares; una iniciativa de US$75.000 millones para modificar hipotecas que permita conseguir pagos más asequibles para hasta cuatro millones de deudores cuyas tasas de interés se han disparado o cuyos ingresos han disminuido; y medidas más amplias destinadas a reducir tasas de interés de las hipotecas.

La Casa Blanca también pidió la aprobación de una cláusula que permitiría a los jueces modificar las hipotecas en la corte. La industria bancaria ha luchado contra este tipo de medidas durante años, aunque algunos bancos recientemente han moderado su postura.

El plan de vivienda, parte de un esfuerzo más amplio por parte de Washington para enfrentar la crisis que ha estancado la economía de Estados Unidos, llega después de que el Congreso aprobara un paquete de estímulo fiscal de gran envergadura y de que el Departamento del Tesoro presentara su plan para apuntalar el sector bancario.

"Los efectos de la crisis (inmobiliaria) también han repercutido en los mercados financieros", dijo el presidente Obama. "Cuando el mercado inmobiliario se vino abajo, también lo hizo la disponibilidad del crédito de la que depende gran parte de la economía".

El plan de Obama parece mucho más completo que las medidas voluntarias aprobadas por el gobierno de Bush. Una gran diferencia es la cláusula que incluye la corte de bancarrota, que podría percibirse como una penalización para los bancos que no se ajusten a los planes del gobierno para modificar las hipotecas antes de que los propietarios de vivienda se declaren en quiebra.

Obama respondió rápidamente a los temores de que el plan podría ser explotado por propietarios que tomaron riesgos indebidos en el mercado inmobiliario, diciendo que la propuesta se centrará en los que "siguieron las reglas".

"Quiero ser muy claro sobre lo que este plan no hará: no rescatará a personas inescrupulosas e irresponsables al inyectar dinero de los contribuyentes en préstamos tóxicos", dijo Obama.

El plan, como el paquete de estímulo económico de US$787.000 millones que Obama firmó el martes, probablemente desatará una guerra bipartidista. El líder republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, de Ohio, y su brazo derecho, Eric Cantor, de Virginia, enviaron una carta a Obama con preguntas, incluyendo ¿cómo prevendrá el gobierno que los propietarios de vivienda que reciban ayuda entren en mora de nuevo?, y si ¿los bancos serían compensados por realizar préstamos "que nunca debieran haber extendido en primera instancia"?.

Fannie Mae y Freddie Mac, gigantes hipotecarios que no cotizan en bolsa y están bajo tutela del gobierno, tienen un lugar destacado en el plan. Normalmente no están autorizados a poseer o garantizar hipotecas que superen el 80% del valor de la casa, ya que son consideradas mucho más arriesgadas. Pero el plan de Obama les permitiría comprar o garantizar estas hipotecas si están refinanciando un contrato que ya tienen o garantizan. Esto sería posible, por ejemplo, si el año pasado Fannie Mae compró una hipoteca de US$80.000 por una casa de US$100.000 pero esa casa ahora vale sólo US$75.000.

Permitir a esas compañías comprar o garantizar préstamos más arriesgados, sin embargo, podría exponerlas a pérdidas mayores en los próximos meses. De todos modos, Obama reiteró los beneficios del plan. "Esto permitirá que millones de familias atrapadas en hipotecas con tasas más altas refinancien sus contratos. El costo estimado para el contribuyente sería más o menos cero; y aunque Fannie y Freddie recibirán menos dinero en pagos, esto se compensaría con una reducción en la cesación de pagos y ejecuciones hipotecarias".

El gobierno anunció que aumentará los límites a los portafolios de Fannie Mae y Freddie Mac, de US$850.000 millones a US$900 millones cada. El Departamento del Tesoro también informó que incrementará sus acuerdos de compra de acciones preferentes con esas empresas, de US$100 millones a US$200 millones cada una.