2009/02/16

EE.UU. baja el tono a su retórica contra China

Por Michael M. Phillips y Stacy Meichtry

ROMA – Estados Unidos y sus principales aliados suavizaron sus críticas a la controversial política cambiaria de China, en un giro que refleja la ansiedad de Occidente por obtener la ayuda de Beijing para resolver la crisis económica y financiera global.

Apenas semanas después de acusar a China de manipular su moneda para obtener ventajas en el comercio global, el secretario del Tesoro de EE.UU. Unidos, Timothy Geithner, alabó el sábado a Beijing por "jugar un papel muy importante y estabilizador en el sistema financiero internacional de hoy".

Geithner también sumó su firma a un comunicado de los principales funcionarios económicos del Grupo de los Siete grandes poderes industriales, los cuales, después de reunirse en Roma, recibieron con beneplácito "las medidas fiscales de China y su continuo compromiso para pasar a una tasa de intercambio más flexible". Beijing forjó un paquete de estímulo de US$581.000 millones en noviembre, en un esfuerzo por impulsar a la economía china, la cual está desacelerando.

La posición más amable de Geithner hacia China se presenta en momentos en que la situación económica empeora. El presidente chino Hu Jintao se unirá a Barack Obama en Londres en abril para la cumbre del Grupo de los 20, un grupo que incluye al G-7 y a los países en desarrollo. Los líderes del G-20 considerarían formas para rediseñar las regulaciones financieras para prevenir la próxima crisis del mercado.

El gobierno de Obama también adelanta una campaña para persuadir a otros países de que igualen la ambición, sino las dimensiones, de los paquetes de rescate de EE.UU. y China.

Geithner fue a Roma listo para exhortar al resto del G-7, Francia, Alemania, Italia, Japón, Canadá y El Reino Unido, a que tomaran acciones más agresivas para atacar el caos financiero y la contracción económica. Sin embargo, en Roma, manejó un delicado balance entre alabar a sus contrapartes por su entendimiento de la severidad de los problemas y el recordarles los riesgos de hacer muy poco o detenerse muy pronto.

"Es muy importante para EE.UU. e importante para la economía mundial que las principales economías se muevan para implementar paquetes de medidas fiscales tan fuertes como puedan para tratar de lograr una amplia recuperación", dijo Geithner.

Los funcionarios del G-7 advirtieron que las medidas proteccionistas podrían empeorar el declive económico al bloquear el comercio internacional, incluso cuando los países miembros adopten políticas que puedan ser vistas como anti-comerciales. El paquete de estímulo estadounidense incluye cláusulas que requieren que la infraestructura sea construida con materiales estadounidenses, aunque Obama prometió que la medida no violará los acuerdos comerciales de EE.UU. Francia ofreció ayuda a sus automotrices con la condición de que cierren plantas en el extranjero antes que en Francia. Gran Bretaña inyectó US$53.000 millones a sus bancos en octubre, con la estipulación de que se comprometieran a prestarle a negocios británicos.

"El G-7 se mantiene comprometido a evitar medidas proteccionistas, las cuales sólo exacerbarían el declive, desde evitar el erigir nuevas barreras y trabajar hacia una rápida y ambiciosa conclusión de la Ronda de Doha", de negociaciones globales de comercio, dijo el comunicado del G-7.

Bajo la ley comercial de EE.UU., el Departamento del Tesoro tendrá que sentar una posición oficial sobre si China manipula su moneda. Tal aseveración genera una pequeña penalidad, EE.UU. tendría que iniciar negociaciones con China, pero conllevaría un estigma político significativo que podría agravar las relaciones entre los dos países.

Fuente: WSJ