2009/05/15

La cautela impera en los consumidores de EE.UU.

Por Justin Lahart

Las ventas minoristas, desde alimentos hasta muebles, cayeron en abril en Estados Unidos, dejando en evidencia la cautela de los consumidores y desinflando las esperanzas de que la economía está a un paso de la recuperación.

Las ventas minoristas cayeron 0,4% el mes pasado en comparación a marzo, informó la Oficina del Censo. Los datos decepcionaron al mercado y el Promedio Industrial Dow Jones cayó 2,2%. Los rendimientos de los bonos también bajaron.

"La gran noticia es que los consumidores se ajustaron el cinturón", afirmó Michael Carey, economista de Caylon Securities en Nueva York. "A la gente aún le preocupa conservar su empleo y quiere aumentar sus ahorros y reducir su deuda".

Las ventas en los concesionarios de autos repuntaron un poco. Al excluir los automóviles, las ventas minoristas bajaron 0,5% en abril. Los descensos más pronunciados se produjeron en los artículos de alto costo, como muebles y electrodomésticos. "La gente necesita comida, electricidad, pero no necesita un mueble flamante en este momento así que simplemente no lo compra", afirmó Randy Weires, el único empleado que trabaja en la enorme tienda de muebles y electrodomésticos Carr's en Old Town, Florida. Carr's va a eliminar sus ofertas de electrodomésticos debido a la debilidad de la demanda, incluyendo lavaplatos, microondas y refrigeradores y ha empezado a vender muebles usados.

Una reciente oleada de informes optimistas —incluyendo un aumento en la confianza de los consumidores y una caída en los nuevos pedidos de seguro de desempleo— había alentado las esperanzas de que la economía estadounidense podría comenzar a crecer en el trimestre actual. La caída en las ventas minoristas en marzo y abril, no obstante, enfría ese entusiasmo.

Los datos, más bien, sugieren que la recuperación no llegará hasta el segundo semestre y que cuando lo haga será débil, indica Michael Darda, economista de MKM Partners. "Las expectativas podrían ser un poco exageradas", aseguró. "El crecimiento no alcanzará un buen ritmo hasta el próximo año".

La recesión ha forzado a los estadounidenses a ahorrar más. La tasa de ahorro personal subió a 4,2% en marzo, de apenas 0,2% en igual mes del año anterior.

Un sondeo realizado en abril entre 1.500 compradores por WSL Strategic Retail encontró que el 28% de los encuestados afirmaron que estaban ahorrando más, un aumento en comparación al 19% de hace seis meses. "La frugalidad está de moda, la frivolidad, no", señaló Shilpa Rosenberry, consultora de WSL.

Un cambio duradero hacia el ahorro representa un desafío para una economía global que se ha vuelto muy dependiente del consumo en Estados Unidos. Durante los últimos tres años, el consumo equivalió al 71% del Producto Interno Bruto estadounidense, comparado al 67% en los años 80 y 90.

A medida que EE.UU. pasó a depender más del consumo, también lo hicieron otros países, incluyendo a China. El valor nominal de las importaciones estadounidenses de productos de consumo, excluyendo autos, aumentó a US$485.000 millones el año pasado, desde US$244 millones en 1999.

Bill Rice, un ingeniero eléctrico de San Diego, ha reducido todos sus gastos, desde las salidas a bares a sus viajes a Las Vegas. Su empresa ha realizado tres rondas de despidos y Rice, de 28 años, ha estructurado su presupuesto pensando en que será el próximo. No ha comprado ningún aparato electrónico en al menos un año y lleva su propio almuerzo a la oficina. Durante una época más boyante, Rice y sus amigos iban a los bares los viernes y sábados, donde gastaban entre US$80 y US$100 la noche. Ahora, sólo sale una vez a la semana y toma antes en la casa de los amigos, para así gastar menos en el bar.

Fuente: WSJ