2009/02/27

EE.UU. proyecta su déficit fiscal con una dosis de optimismo

Por Sudeep Reddy

WASHINGTON—La Casa Blanca cifra sus esperanzas en una serie de presunciones económicas optimistas para su presupuesto que le permiten al gobierno estimar una reducción del déficit en los próximos años mayor a lo que muchos analistas privados prevén.

El pronóstico del presupuesto asume que el producto interno bruto de Estados Unidos —la producción total del país— descenderá cerca de 1,2% este año, mientras que los pronósticos privados —medidos por el sondeo Blue Chip— estiman un declive del 1,9%. El equipo de Barack Obama pronostica un crecimiento de 3,2% para el año que viene, mientras que analistas profesionales esperan una expansión del 2,1%.

Las previsiones económicas son vitales para los pronósticos presupuestarios. Un crecimiento más fuerte se traduce en más ganancias para las empresas y más ingresos para las personas. Eso significa una mayor recaudación tributaria, lo que puede reducir el déficit anual del país, así como su deuda total.

El presupuesto de Obama sitúa el déficit en menos de US$600.000 millones a partir de 2012, comparado con US$1,75 billones (millón de millones) este año. Lograr eso requiere que el PIB crezca más de 4% por año para entonces —lo que significa que EE.UU. volvería rápidamente a las tasas de crecimiento que disfrutó en los años de bonanza de los 90— después del peor shock financiero desde la Gran Depresión. Un crecimiento tal estaría más de un punto porcentual por encima de las estimaciones de crecimiento del sector privado para 2011 y 2012.

Hablando con reporteros el jueves, la economista de la Casa Blanca Christina Romer calificó las proyecciones como "un pronóstico honesto", basado en las estimaciones de los analistas profesionales del gobierno. "Yo rechazaría la premisa de que vemos las cosas color de rosa", dijo. "Sin duda somos un poco más optimistas, pero no descabellados".

Romer, presidenta del Consejo de Asesores Económicos del presidente, dijo que el pronóstico incorpora los efectos esperados del recientemente aprobado paquete de estímulo económico de US$787.000 millones, el continuo rescate del sector financiero y los planes para ayudar al mercado inmobiliario, así como a los propietarios de vivienda. Apuntó que algunos análisis del sector privado, que son calculados por el sondeo Blue Chip, no incluyen plenamente todas esas medidas.

El gobierno de Obama dista de ser el primero en argumentar que sus políticas ayudarán a la economía más de lo que asumen los analistas privados. En febrero de 2008, el gobierno de George W. Bush predijo que la economía crecería 2,7% ese año. Pronosticadores privados en esos momentos situaron la expansión en 2,2%. Ambos resultaron ser demasiado optimistas. La estimación más reciente del gobierno mostró un crecimiento de 1,3% en 2008, que podría reducirse aún más tras revisiones.

En los años de Ronald Reagan, el gobierno también fue conocido por pronósticos "color rosa".

En un aspecto importante, los pronósticos del gobierno se enfrentan con los de la Reserva Federal: ambos calculan una tasa de crecimiento de largo plazo de alrededor del 2,6%. Pero algunas presunciones de la Casa Blanca son mucho más optimistas que las del banco central.

La mayoría de los funcionarios de la Fed, que han demostrado en varias ocasiones ser demasiado optimistas respecto a la recuperación, calculan una tasa de desempleo de entre 8,5% y 8,8% para el cuatro trimestre de 2009 y de entre 8% y 8,3% para fines de 2010. El gobierno sitúa el promedio anual para 2010 en 7,9%, a pesar de que el banco central y la mayoría de los analistas privados esperan que el desempleo continúe por encima del 8% —y en algunos casos cerca de 9%— durante la mayor parte del año.

Los economistas de Goldman Sachs, cuyos pronósticos estuvieron entre los más acertados el año pasado, esperan que el desempleo llegue a 9,5% a fines de 2010. Jan Hatzius, el economista en jefe de la firma para EE.UU., dice que el estímulo fiscal debería tener un efecto significativo pero la probabilidad de que la mayoría del dinero sea ahorrado limitaría su efecto.

"Con lo que tenemos más dudas es con la tendencia subyacente. La tendencia subyacente es muy, muy pobre", afirma Hatzius. Goldman ha predecido que el PIB se reducirá 1,8% en 2009, pero Hatzius reconoce que "será más bajo que eso".