2009/02/12

La deflación: un escenario altamente improbable en España

por José Carlos Díez. Economista Jefe de Intermoney

Mañana conoceremos el dato final de IPC de enero en España. Según la estimación preliminar, la inflación se situó en el 0,8% anual, lo cual ha despertado los temores de la deflación.

A continuación, se va analizar el dato y nuestras previsiones para el resto del año con el fin de concluir si la economía española está inmersa en una espiral deflacionista.

Deflación versus desinflación
Recientemente el Premio Nobel de economía, Robert Solow lo explicaba magistralmente: “que los precios caigan no significa que haya deflación. Hay deflación cuando los precios caen y luego vuelven a caer y vuelven a caer”. En lenguaje de técnico: expectativas y efectos de segunda ronda.

El IPC intenta replicar la cesta de la compra de un consumidor español medio, por lo que es necesario segmentarlo y analizar bienes que tengan condiciones de oferta y demanda homogéneas. Si se desagrega el IPC entre núcleo subyacente y componente volátil veremos como todo el desplome de la inflación desde el pasado verano se debe a los precios energéticos y de los alimentos.

Fuente: Ministerio de Economía e IM. (05-02-09)

Fuente: Ministerio de Economía e IM.(05-02-09)

Gráfico 1: evolución IPC a corto plazo

Es inusual que el precio del crudo alcance 147 dólares por barril y seis meses después se desplomara hasta 40 dólares por barril. Algo similar le sucedió al precio de los alimentos, por lo que ni había inflación el pasado verano, cuando el IPC aumentaba por encima del 5% anual, ni habrá deflación en los próximos meses cuando decrezca, según nuestras previsiones. Esperamos un precio promedio del crudo de 35 dólares por barril en 2009, un 65% inferior a los de 2008.

Para analizar las expectativas y los efectos de segunda ronda es necesario centrarse en la evolución del núcleo subyacente y aquí las cosas son muy diferentes. Dentro de la inflación subyacente se encuentra el precio de los alimentos elaborados que en 2008 se vieron afectados por el aumento de las materias primas agrícolas. El precio del trigo en los mercados internacionales se dobló en 2007 y cayó un 50% en 2008, lo cual afectó al precio del pan y lo mismo sucedió con otros alimentos como la leche. El índice de alimentos elaborados aumentó casi un 8% anual el pasado verano y se situará por debajo del 2% anual, lo cual ayuda a explicar buena parte de la caída de la inflación subyacente en nuestras previsiones para 2009.

Los bienes industriales no energéticos, que pesan un 36% en el núcleo subyacente, han estado prácticamente estancados en 2008 y esperamos que caigan ligeramente en 2009. Estos bienes están sometidos a la competencia internacional y la recesión global vuelve a aflorar un exceso de capacidad instalada que anticipamos provocará competencia de precios a la baja, especialmente en Asia. Los precios de los bienes importados de China en EEUU ya están cayendo desde el pasado verano y esperamos que sigan haciéndolo en 2009. En este caso si podríamos hablar de deflación aunque para un país dependiente de las importaciones como España supone un alivio para nuestro déficit por cuenta corriente.

Por último, aunque no por ello menos importante, queda por analizar los precios de los servicios. La mayoría de precios de este componente son sectores protegidos de la competencia internacional y se acaban determinando por el nivel de renta del país y la presión de demanda doméstica. Por lo tanto, es el componente clave para analizar la deflación y sus efectos depresivos sobre el gasto de familias y empresas.

Fuente: Ministerio de Economía e IM.(05-02-09)

Fuente: Ministerio de Economía e IM.(05-02-09)

Gráfico 2: evolución IPC español

En el gráfico 2 se puede observar la evolución a largo plazo de la inflación en España donde la subyacente se desploma en las dos recesiones anteriores sombreadas. En 1993, la inflación de servicios mostró mucha inercia, pero acabó cayendo con fuerza en 1994. En 2008, el ajuste de consumo privado está siendo más intenso que en 1993 y por lo tanto esperamos que la inflación de servicios vuelva a caer con fuerza hasta situarse en el cuarto trimestre de 2009 próxima al 2,5% anual frente al 4% anual que finalizó en el cuarto trimestre de 2008. El 2,5% es un nivel históricamente bajo, pero está muy lejos aún de escenarios deflacionistas.

Conclusiones
Aunque esperamos una caída de los precios en 2009, descartamos un escenario deflacionista. Lejos de esto, la caída de la inflación, especialmente la de servicios, permitirá a la economía mantener la estabilidad salarial, contrarrestando la destrucción de empleo y mejorando nuestra competitividad precio con el exterior, pero permitiendo que las familias ganen capacidad adquisitiva, lo cual ayudará a reactivar el consumo privado. Además, políticas fiscales y monetarias expansivas reducen significativamente el riesgo de deflación en 2010.

Fuente: Expansión