2010/04/19

¿El fin de la confianza?

Por Richard Barley

Un desmoronamiento de la confianza se encuentra en el corazón de la crisis financiera. El enfrentamiento entre Goldman Sachs y la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, que acusó al banco de fraude en la creación de obligaciones sintéticas de deuda colateralizada, podría terminar siendo un incidente aislado. Pero aún podría asestar otro golpe a la confianza de los participantes en el mercado justo en el momento en que el aún frágil sistema financiero parecía estar reconstruyendo la confianza. Si persiste la incertidumbre, los mercados podrían incorporar una mayor prima por riesgo en el sistema.

Goldman asegura que el caso de la SEC es infundado y afirma que va a refutar los cargos. Sin embargo, la reputación de la firma ya ha sido golpeada; y para los bancos la reputación está estrechamente vinculada a la confianza.

La reacción inicial sugiere que la noticia sacudió en forma general la confianza de los inversionistas en el sistema financiero. El índice VIX, que mide la volatilidad en la Chicago Board Options Exchange, ascendió el viernes tras haber alcanzado durante la semana su nivel más bajo desde el derrumbe de Lehman Brothers.

En Europa, otro indicador del riesgo sistémico también reflejó los temores del mercado: la brecha entre el índice Markit iTraxx Europe de 125 empresas líderes y el índice Senior Financials de 25 bancos y aseguradoras aumentó el lunes a un nivel récord de 18 puntos base. Las preocupaciones en torno a la deuda de Grecia también pudieron haber contribuido al movimiento; pero ambos acontecimientos sugieren que los inversionistas se habían vuelto demasiado autocomplacientes frente al nivel de riesgo sistémico y la recuperación del sistema financiero.

En nuevo desplome en la confianza también podría socavar los esfuerzos por resucitar el maltrecho sector de las finanzas estructuradas: las acusaciones podrían intensificar las preocupaciones acerca de la divulgación de información, la diligencia debida y la complejidad. Esto podría ensombrecer el apetito de los inversionistas por las titulizaciones, que son reconocidas por autoridades como el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal de Estados Unidos como un canal clave para el crédito al consumidor, que necesita ser reactivado si se quiere que la recuperación se sostenga a si misma a medida que se retiran los programas de liquidez de los Gobiernos.

La SEC está en lo correcto al presentar cargos si cree que existe evidencia de algo ilegal: quienes arreglan transacciones deben estar a la altura de los máximos estándares y evitar, incluso, la apariencia de conflictos de intereses. Pero la medida de la SEC muestra que es incorrecto asumir que la crisis del mercado financiero ha terminado y que la recuperación que se ha descontado en los precios de varios tipos de activos seguirá sin impedimentos.

Fuente: WSJ