2010/04/20

La acusación contra Goldman resalta las fallas de las calificadoras de riesgo

Por Aaron Lucchetti y Serena Ng

Abacus 2007-AC1, el acuerdo hipotecario en el centro de la demanda civil entablada el viernes por Estados Unidos contra Goldman Sachs Group Inc., tiene otra dudosa distinción: fue uno de los instrumentos de peor desempeño durante la crisis financiera.

Menos de un año después de finalizar el acuerdo, las agencias de calificación de riesgo habían rebajado el valor de 100% de los bonos seleccionados para formar Abacus, según un informe de febrero de 2008 elaborado por Wachovia Capital Markets, que ahora forma parte de Wells Fargo Securities.

Esta misma suerte la corrieron sólo otros dos acuerdos entre cientos, conocidos como obligaciones de deuda garantizada (CDO, por sus siglas en inglés) durante esa época, según el reporte de Wachovia. Pero otros acuerdos ya estaban en problemas y numerosos CDO también se vieron afectados más adelante, a medida que las calificadoras se volvían más pesimistas sobre los bonos respaldados por hipotecas de alto riesgo o subprime.

La noticia de Abacus y la acusación contra Goldman vuelve a resaltar las fallas de las calificadoras a la hora de evaluar los bonos respaldados por hipotecas. Muchos expertos dicen que estas equivocaciones fueron uno de los principales detonantes de la crisis financiera.

Moody's Corp. y Standard & Poor's, una filial de McGraw-Hills Cos., otorgaron una calificación de Triple A (la más alta) a Abacus. Las acciones de ambas firmas han caído desde el viernes, en parte debido a la preocupación de que la acusación contra Goldman, una demanda civil entablada por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés), planteará nuevas dudas sobre la capacidad de las calificadoras para evaluar correctamente el riesgo de los bonos, dijeron analistas. Goldman ha refutado enérgicamente los cargos de la SEC e insistido en que no hizo nada malo.

Voceros de Moody's y S&P se abstuvieron de referirse al tema.

Un subcomité del Senado estadounidense informó el lunes que sostendrá audiencias sobre el papel de las firmas de calificación de riesgo en la crisis financiera. Las audiencias, que fueron programadas antes de la presentación de la demanda contra Goldman, tendrán lugar en momentos en que el Congreso de EE.UU., la SEC y autoridades de valores de todo el mundo estudian la aprobación de nuevas reglas que mejoren el sistema de calificación de riesgo.

Entre las soluciones que se contemplan figura la eliminación del papel de las firmas de calificaciones en la ley para, de este modo, obligar a los inversionistas a que hagan su propia investigación. También proponen que las firmas calificadoras divulguen más detalles sobre sus evaluaciones. Otro esfuerzo se concentra en facilitar que firmas de calificación nuevas compitan contra las ya establecidas como S&P y Moody's, que son contratadas por los emisores de bonos para que evalúen sus valores.

Los críticos, sin embargo, insisten en que estas medidas no van lo suficientemente lejos. Las actuales propuestas "no responden en realidad al problema fundamental, que son los incentivos", señala Joseph Grundfest, profesor de la escuela de derecho de la Universidad de Stanford. "Los inversionistas necesitan estar a cargo del proceso".

Abacus podría servir como la primera evidencia de lo que salió mal con las calificaciones. La demanda de la SEC dice que 83% de los valores hipotecarios que componían Abacus habían sido rebajados para octubre de 2007, unos seis meses después de que el acuerdo había sido finalizado. Para noviembre de 2007, Moody's rebajó los bonos a grado de "basura". El propio CDO está actualmente en el nivel más bajo posible, o muy cerca, de acuerdo con los sitios web de las agencias calificadoras.

"No podrían haberlo hecho sin la calificación", indica Jack Chen, un ex analista de Moody's que dejó la firma en 2006 y ahora forma parte de la consultora Sophrosyne LLC.

En Moody's, se había estado gestando un debate interno a principios de 2007 sobre si la firma debería otorgar calificaciones más bajas, o ninguna calificación, a acuerdos de CDO como el de Abacus. Los CDO son fondos de bonos hipotecarios u otros activos.

En ese entonces, el director gerente responsable de las calificaciones de CDO, Eric Kolchinsky, le planteó su inquietud a su jefe, Yuri Yoshizawa, según un artículo de The Wall Street Journal en 2008. Yoshizawa no estuvo disponible para hacer comentarios, informó Moody's.

Moody's indicó en ese momento que necesitaba más información para otorgar calificaciones más estrictas a CDO y bonos hipotecarios. Esa y otras decisiones similares en otras firmas de calificación permitieron que muchas partes de los CDO de peor desempeño se emitieran en el primer semestre de 2007 con calificaciones de triple A. Los reguladores han examinado otros acuerdos como el de Abacus para ver si los inversionistas que apostaron en contra fueron instrumentales en su diseño.

La SEC sostiene que Goldman vendió Abacus sin revelar apropiadamente que el fondo de cobertura Paulson & Co. ayudó a seleccionar los valores respaldados por hipotecas residenciales que lo integraban. Paulson & Co, luego apostó contra partes de Abacus. La firma no ha sido acusada por el gobierno.

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Fuente: WSJ