2010/05/14

¿Nueva vida para el euro?

Por Richard Barley

La semana pasada, el mercado estaba cuestionando la continuidad de la existencia del euro. Sin embargo, esta semana la moneda parece estar lista a expandirse nuevamente, aunque modestamente, luego que Estonia recibiera la luz verde para utilizar el euro en enero de 2011.

La decisión envía una señal de que la eurozona está aquí para quedarse, pero podría transcurrir un largo tiempo antes de que se produzcan nuevos ingresos.

La entrada de Estonia no era algo previsible. Recién la semana pasada, el comisario europeo para Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, dijo que la aceptación de Estonia no era "un trato hecho" y el Banco Central Europeo advirtió que el ingreso de Estonia no está exento de riesgos, ya que contener la inflación en el futuro podría ser difícil.

Pero Estonia, única entre los ocho estados de Europa Central y del Este dispuesta junto a Suecia a unirse al euro en el futuro, cumple con la totalidad de los criterios más difíciles y otros más. El país registró un déficit presupuestario en 2009 de sólo el 1,7% del PIB y tiene tan poca deuda gubernamental que pasa sin problemas la prueba de tasas de interés a largo plazo, debido -en parte- a que no cuenta con bonos en circulación aplicables. Un rechazo habría sido algo brutal.

Para Estonia, la medida es un debido premio por la recesión sumamente severa que ha atravesado. En particular, eliminará el riesgo de un desajuste en la tasa de cambio para los préstamos al sector privado, una preocupación clave para los bancos de Europa Occidental durante el peor momento de la crisis. Existirán, sin embargo, enormes desafíos en el frente de la política monetaria: las tasas de interés de la eurozona podrían ser demasiado bajas como para contener la inflación a medida que la economía de Estonia cosecha los beneficios del ingreso a la zona euro. Y en algún momento, Estonia podría recibir un costoso llamado para apoyar a otros miembros de la eurozona que se encuentran en problemas, como lo están haciendo los miembros actuales con Grecia.

Un 'no' al ingreso de Estonia habría enviando un mensaje muy negativo a otros candidatos, lo que posiblemente causaría un trastorno en la política y una alteración en la convergencia. Pero los otros candidatos aún tienen un largo camino por recorrer: Fitch Ratings prevé que el próximo ingreso podría ser el de Lituania en el 2014, con Bulgaria, Hungría, Letonia, Polonia y Rumania en el 2015 y la República Checa en el 2016. Y dados los problemas en Grecia, probablemente los exámenes para los países candidatos se volverán más difíciles con el transcurso del tiempo.

Fuente: WSJ