2010/05/12

El riesgo a la griega amenaza al nuevo gobierno británico

Por Katie Martin

LONDRES (EFE Dow Jones)--El nuevo Gobierno conservador del primer ministro británico David Cameron hurgará en las cuentas y diseñará un presupuesto de emergencia en 50 días, lo que aumenta las posibilidades de lo que parte del mercado denomina momento griego.

Cuando el nuevo Gobierno heleno llegó al poder a finales del año pasado, sus cargos admitieron que las finanzas del país estaban bastante peor de lo que pensaban y culparon a la administración anterior.

El nuevo Gobierno británico tiene ante sí una situación parecida después de trece años de Gobierno laborista, que deja tras de sí lo que la Comisión Europea cree que será el mayor déficit público de Europa este año.

Si el Gobierno declara que el Reino Unido está en una tesitura aún más problemática de lo que se pensaba, podrá también culpar de la magnitud del desaguisado al Gobierno anterior. Sin embargo, una declaración así podría también provocar una desbandada de inversionistas en activos británicos.

Este tipo de riesgo esta evitando que se produzca el repunte de la libra. Los operadores simplemente no están dispuestos a hacer que la divisa rompa al alza su rango reciente mientras la cosa siga como está.

Esta claro que el nuevo Gobierno debe actuar rápido, y de los tres principales partidos políticos, los conservadores siempre han estado más comprometidos con sanear pronto las cuentas del Reino Unido.

"Lo primero que hará el Gobierno de Cameron es examinar las cuentas y preparar a la población para recortes presupuestarios", señalaron los analistas de BNP Paribas en una nota a los clientes.

Sin embargo, el banco dijo que eso conlleva riesgos. "Cameron tiene que evitar un momento griego", dijeron. "Presentar la situación presupuestaria actual en términos demasiado negativos (...) hará más sensibles a las ya nerviosas agencias de calificación crediticia".

El modo en que el nuevo Gobierno capeará la situación deja a la libra vulnerable a sufrir una importante debilidad, a pesar del impulso que recibió la moneda con la formación de la nueva coalición, añadió el banco.

El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, elogió el miércoles los planes que ha visto hasta ahora del nuevo Gobierno formado entre conservadores y liberal-demócratas para reducir el déficit público.

Incluyen "un compromiso muy claro y vinculante de acelerar la reducción del déficit", dijo King. "Creo que reducirá algunos de los riesgos bajistas (para la economía) debido a la acción que se llevará a cabo para atajar el déficit".

Sin una acción decidida sobre las cuentas públicas, el país se enfrenta a un riesgo muy real de crisis de deuda soberana, con la posibilidad de que los inversionistas en bonos salgan rápidamente del Reino Unido. Eso elevaría los costes de la deuda y crearía la espiral de problemas en los que ahora está sumida Grecia, advirtió King.

Esas palabras, junto con la valoración del Banco de Inglaterra de que probablemente por el momento no es necesario subir tasas, golpearon a la libra y la hicieron caer frente al dólar y al euro.

Los inversionistas en bonos no tuvieron clemencia alguna el año pasado cuando el Gobierno socialista llegó al poder en Grecia y admitió que el déficit público del país representaba el 12,5% del Producto Interno Bruto en 2009, casi dos veces el nivel que declaró el anterior Gobierno conservador. Ese aumento desde entonces se ha hecho mayor, y la oficina de estadística de la Unión Europea, Eurostat, sitúa la cifra en el 13,6%.

El reconocimiento inicial de lo mal que estaban las cuentas públicas de Grecia causó una oleada de ventas de bonos griegos y un fuerte descenso del euro, ya que los inversionistas temían que el país podría caer en la insolvencia.

Eso podría ser un caso extremo, pero no obstante, los inversionistas en deuda pública del Reino Unido, o gilts, también son conscientes de peligros similares esta vez. "Los mercados de bonos estatales lo están haciendo bastante bien, actuando como refugio, como el mercado de bunds (alemán). Por ahora, el Reino Unido está dentro de ese grupo, pero está muy cerca de la puerta", comentó David Scammell, director de estrategia de Schroders Investment Management en Londres, que gestiona activos por valor de casi 168.000 millones de libras.

"Si miras a Grecia, Portugal y España, puedes ver que cuando el mercado cambia, puede ser muy violento", añadió.

Si los recortes en el gasto público son demasiado pequeños, el nuevo Gobierno podría sufrir una devastadora rebaja de la calificación triple-A.

Algunos economistas ya piensan que incluso si se recorta el gasto en 6.000 millones de libras como persigue la nueva administración en este año fiscal no será suficiente. Se espera que el déficit público del Reino Unido alcance 163.000 millones de libras en el año fiscal que concluye en marzo, una de las cifras más altas en relación con el Producto Interior Bruto de cualquier economía importante.

El Instituto de Estudios Fiscales ha advertido que el Reino Unido necesita reducir el gasto en 60.000 millones de libras en los próximos cinco años.

"Los recortes de gasto son demasiado pequeños. Es necesario subir los impuestos para reducir el déficit", dijo John Hydeskov, analista de Danske Bank en Copenhague. Es más probable que las agencias de calificación despojen al Reino Unido de su prestigioso rating de triple-A, añadió Hydeskov.

Esas agencias están dispuestas a revisar pronto sus valoraciones del Reino Unido, con la llegada del nuevo Gobierno. Una reducción de la calificación de la deuda del Reino Unido podría obligar a muchos tenedores de bonos a vender inmediatamente.