2010/05/10

La zona euro apuesta la casa

Por Richard Barley

Los líderes de la zona euro, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo ha presionado el botón rojo que decía "no presionar" con un paquete de préstamos, garantías, canjes y compras de bonos por cerca de US$ 1 billón (millones de millones). ¿Funcionará?

Esta estrategia de "choque y sorpresa" desató un auge inmediato de alivio, pero aún quedan algunas preguntas por resolver y su éxito final aún no ha sido asegurado. De cualquier forma, representa una gran apuesta política para restaurar confianza a los mercados y tendrá consecuencias profundas.

La escala del acuerdo, particularmente el tamaño de la contribución del FMI, 250.000 millones de euros (US$318.000 millones) y el grado de cooperación internacional, sorprendieron a los inversionistas. Los 750.000 millones de euros del paquete representan cerca del 8% del PIB de la euro zona, una cifra sin duda significativa.

Como resultado de ello, las acciones se dispararon, el euro subió, los diferenciales de crédito se redujeron y los bonos griegos, italianos, irlandeses, portugueses y españoles generaron grandes ganancias el lunes. Pero el otro lado de la moneda fue que el rendimiento de los bunds alemanes también se disparó, parcialmente reflejando una reversión de la tendencia a la seguridad de la semana pasada, pero también marcando potencialmente el inicio de una convergencia a largo plazo de los rendimientos de la euro zona. La crisis de la deuda ahora ha sido inyectada al propio sistema.

Sin embargo, algunos detalles clave del paquete no son claros. De los 500.000 millones de euros para el mecanismo de Estabilización Financiera de Europa, 60.000 millones de euros serán tomados del presupuesto de la Unión Europea, siguiendo las directrices de un fondo existente que fue creado para ayudar a miembros de la UE no pertenecientes a la euro zona que enfrenten dificultades. Los otros 440.000 millones de euros serán financiados a través de un vehículo de propósito especial garantizado por los estados participantes. ¿Pero cómo pueden financiar las garantías algunos estado que podrían llegar a necesitar la ayuda? ¿Los estados más fuertes como Alemania tendrían que cargar con la mayor parte del peso? ¿Cómo funcionarán las condiciones ligadas al plan? ¿La financiación estará disponible cuando sea necesaria? ¿Es este un paso a un bono común para la euro zona que finalmente desembocaría en una unión fiscal?

Preguntas similares rodean la decisión del Banco Central Europeo de comenzar a comprar valores de deuda pública y privada, un giro asombroso que se anunció días después que el propio banco dijera que comprar bonos no era un tema sobre la mesa. No está claro cuál será la escala y las fechas de las compras, o cómo se esterilizarán. ¿Es este tan sólo un esfuerzo simbólico? El que el BCE termine financiando déficit que los acreedores privados no desean tocar sería un golpe devastador a su credibilidad.

El paquete en general representa una apuesta enorme por la disposición de los gobiernos y si habilidad para implementar medidas de austeridad y la disposición y habilidad de los votantes para tolerarlas y que los mercados ahora tendrán confianza en estos esfuerzos. No toca las preocupaciones subyacentes sobre su solvencia.

Si la apuesta falla, se corre el riesgo de que se socialicen las pérdidas a través de un mecanismo de transferencia fiscal opaco. La euro zona ya está siendo transformada. La necesidad de prevenir que el mercado de bonos de los gobiernos europeos colapsara por completo era urgente. Pero el precio es una dura austeridad, un paso más hacia una Europa federal y el rescate de los inversionistas privados. Los contribuyentes aún podrían rechazar esas tres ideas.

Fuente: WSJ