2010/05/07

Crece el pesimismo entre los inversionistas frente al euro

Por Katie Martin

Dow Jones Newswires

LONDRES (Dow Jones)--Los analistas e inversionistas son cada vez más pesimistas respecto a las perspectivas del euro, temerosos de que los bancos centrales puedan empezar a abandonar la inestable moneda.

Varios bancos han advertido a sus clientes que la moneda única podría caer mucho más rápido de lo previsto hasta ahora. El banco francés BNP Paribas cree que el euro alcanzará la paridad con el dólar a principios del año próximo.

La opinión de este banco es extrema, pero no es el único en pensar así. Barclays Capital y Standard Chartered --ambos muy respetados en el sector de las divisas-- también han reducido sus perspectivas para el euro. Ambos prevén que el euro retrocederá hasta US$1,20 durante el próximo mes, frente a la previsión anterior de US$1,35.

Un factor clave para este cambio de perspectiva es el temor a que los bancos centrales, que han estado impulsando al euro durante los últimos años, podrían ahora estar preocupados por los fundamentos del euro y los procesos de toma de decisiones de la región ante la crisis de deuda de Grecia.

Las manifestaciones en Atenas para protestar por las medidas de austeridad y la falta de voluntad del Banco Central Europeo para apoyar los mercados de bonos de la región llevan a los analistas a pensar que han subestimado lo mala que puede llegar a ser esta situación.

Y no solo están preocupados los analistas de banca. Los inversionistas también están inquietos. Si apoyan esta opinión con dinero en metálico, el euro cae seguro.

Los flujos de los bancos centrales son vitales para determinar el valor de una divisa. Con alrededor de US$9 billones en activos combinados, estos fondos son enormes, aunque todavía relativamente pequeños si los comparamos con el valor de los fondos de pensiones mundiales. Los lentos pero paulatinos movimientos saliendo de unas divisas para meterse en otras de algunos bancos centrales son un factor clave para determinar las tasas de cambio. Se consideran un importante motivo por el que el dólar cayó entre 2001 y 2008.

Pero para que el euro descienda, no es necesario que los bancos centrales vendan sus euros acumulados, que suponen un tercio de sus reservas totales. Tampoco tienen que dejar de comprar la moneda única. Con reducir sus compras de euros --que es lo que la gente teme ahora-- ya se dañaría a la moneda única.

"No creo que vayan a vender. Pero sí creo que van a dejar de comprar por ahora, y eso no es positivo para la moneda", afirma Thanos Papasavvas, inversor en divisas para Investec en Londres.

Papasavvas es relativamente positivo, al prever que si el euro cae por debajo de US$1,25, entrarían en el juego los cazadores de gangas.

El pesimismo es generalizado. Stephen Jen, inversor en divisas para BlueGold Capital Management y ex analista de Morgan Stanley, cree que en lo que va de año, los gestores de las reservas ya han perdido el equivalente a US$300.000 millones por los euros en su cartera, por la devaluación de la divisa frente al billete verde.

Las pérdidas de China, que tiene US$2,4 billones en activos, podrían ascender a US$80.000 millones, dice Jen.

Jen espera que el euro descienda hasta US$1,20.