2010/03/16

La Fed sale como la gran ganadora del proyecto de reforma financiera

Por Sudeep Reddy

La Reserva Federal, que durante los últimos meses ha sido el blanco de furibundos ataques de la opinión pública y los políticos, emerge como la gran ganadora del proyecto de ley para reformar la regulación del sistema financiero en Estados Unidos.

El proyecto de ley que el presidente del Comité Bancario del Senado, Christopher Dodd, presentó el lunes preserva el papel de la Fed como supervisor de las mayores instituciones financieras del país y le concede un rol de liderazgo en la supervisión de los riesgos del sistema, tal y como quería Ben Bernanke, el presidente del banco central.

La iniciativa también convierte a la Fed en un regulador para proteger a los consumidores. La versión inicial del proyecto de ley creaba agencias para supervisar a los bancos, una idea que objetaban la Fed y el gobierno del presidente Barack Obama, así como una agencia independiente de protección al consumidor.

Pero el proyecto de ley de Dodd, cuya aprobación dista de estar garantizada en el Senado, le quitaría a la Fed la responsabilidad de supervisar a miles de bancos más pequeños y se la traspasaría a otras agencias federales. La medida disminuiría sustancialmente el rol de los 12 bancos regionales de la Fed, que supervisan a los bancos en sus respectivas regiones. La mayoría de los presidentes de estas entidades se oponen con vehemencia al cambio.

El proyecto de ley de Dodd también impondría un mayor control político sobre la Fed al otorgarle al presidente —en lugar de a la Fed— la potestad de designar al presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, quien supervisa de forma directa muchas firmas de Wall Street y se desempeña como vicepresidente del comité de política monetaria de la Fed, el Comité Federal del Mercado Abierto. "No lo veo necesariamente como un castigo a la Fed, sino más bien como un regreso a sus funciones básicas y el establecimiento de líneas claras de autoridad", indicó el lunes el senador Dodd.

El gobierno de Obama, bancos y muchos legisladores republicanos lucharon en los últimos meses para mantener más autoridad dentro de la Fed en lugar de cederla a agencias recién creadas. Asimismo, funcionarios del banco central emprendieron un esfuerzo tras bambalinas para mantener más de su autoridad actual en el rediseño regulatorio.

"Parecía que realmente iban a ser los grandes perdedores...", afirma Brian Gardner, analista de la firma de inversión Keefe, Bruyette & Woods, en alusión a la Fed. "Han tenido al Tesoro de su lado. Han tenido a la industria de su lado. La Fed tal vez no haya ganado todas las batallas, pero había un mensaje coherente que provenía de varias partes de la industria bancaria que decía que la Fed era el regulador idóneo para manejar los temas más delicados y más complejos del sistema bancario".

Los legisladores han atacado el rescate de American International Group Inc. y de otras empresas, además de los defectos de la Fed como regulador de créditos hipotecarios y otros préstamos al consumidor antes de la crisis financiera.

El sentimiento anti-Fed casi frustra la confirmación de Bernanke para un segundo mandato al frente de la entidad. Sin embargo, su confirmación por 70 votos a favor y 30 en contra en enero parece haber marcado un punto de inflexión.

Los legisladores también ven a la Fed como una de las entidades menos politizadas de Washington, lo que los lleva a cuestionar la noción de transferir su personal y comenzar una nueva burocracia, como propuso inicialmente Dodd. "Realmente no hay nada que se le compare en cuanto a su reputación y credibilidad para regular los bancos más grandes", sostuvo Cornelius Hurley, un ex abogado de la Fed y director del Centro Morin para la Ley Bancaria y Financiera, de la Universidad de Boston.

El proyecto de ley estipula que la Fed albergará en sus oficinas a un nuevo organismo, la Oficina de Protección Financiera del Consumidor. Incluso financiará su presupuesto, pero no ejercerá control sobre la redacción de nuevas normas de protección al consumidor. Tal facultad quedaría en manos de un director independiente nombrado por el presidente y confirmado por el Senado.

Dodd reconoció el lunes que no cuenta con los votos necesarios en el Senado para convertir a la oficina de protección al consumidor en una entidad independiente, como él y la Casa Blanca querían originalmente.

Eso podría generar un enfrentamiento con la Cámara de Representantes, cuyo proyecto de ley aprobado en diciembre contempla la creación de un regulador independiente.

Fuente: WSJ