2010/03/19

China defiende su política cambiaria

Por Andrew Browne

BEIJING— Un alto funcionario comercial chino advirtió que cualquier apreciación adicional del yuan podría obligar a los exportadores a cerrar sus puertas. Las declaraciones ponen de manifiesto las presiones políticas internas que soporta Beijing en medio de los llamados internacionales para que permita la apreciación de su moneda.

El viceministro de Comercio, Zhong Shan, dijo en una entrevista exclusiva que el margen de ganancia de muchos exportadores chinos es inferior a 2%. La mayoría de los exportadores absorbió la apreciación del yuan que se produjo tras su revaluación en 2005 al impulsar la innovación y reducir los costos, pero muchos se vieron obligados a cerrar, manifestó. Una nueva alza de la moneda pondría en peligro la supervivencia de más exportadores, un lujo que China no puede darse, sostuvo.

Zhong agregó que la situación de muchos exportadores es frágil. "El agua no hierve si se calienta a 99 grados. Pero hervirá si se calienta un grado más", aseveró. De igual forma, "otro aumento del yuan en una magnitud muy pequeña podría causar cambios fundamentales" para los exportadores chinos, indicó.

El yuan subió 21% contra el dólar entre 2005 y 2008, cuando China adoptó un sistema de flotación controlada bajo el cual el valor de la divisa estaba vinculado a una canasta de monedas. Pero la cotización del yuan casi no ha variado frente al dólar desde que se desató la crisis financiera global y China ha sido blanco de las críticas de otros países.

Esta semana, un grupo bipartidista de senadores estadounidenses presentó un proyecto de ley para obligar al gobierno del presidente Barack Obama a tomar medidas contra China por su política cambiaria. El jueves, el embajador estadounidense en China, Jon Huntsman, en un discurso ante estudiantes en la Universidad Tsinghua en Beijing, pidió que China permita "más flexibilidad" en el tipo de cambio.

"Entiendo por completo la mentalidad del gobierno estadounidense y su gente", afirmó Zhong en alusión al alto índice de desempleo. Destacó, sin embargo, que mientras EE.UU. tiene un desempleo de más de 9%, comparado con una tasa de desempleo urbano de poco más de 4% en China, el número absoluto de desocupados chinos es mucho mayor debido a que tiene una población mucho mayor. China no oculta el hecho de que su política cambiaria está diseñada, al menos en parte, para proteger empleos en el sector exportador y, de esta forma, mantener la estabilidad social.

El Ministerio de Comercio chino siente la presión de parte de los exportadores y los comentarios de Zhong reflejan esa realidad política. Los exportadores, que emplean a muchas personas, son los que tienen más que perder con el alza de la moneda, que erosiona su competitividad.

Zhong afirmó que China está dispuesta a comprar más mercadería estadounidense y tomar otras medidas para reducir el superávit comercial con EE.UU. Pero exhortó a EE.UU. a encontrar una solución dentro de sus fronteras en lugar de ejercer más presión sobre China.

Añadió que Beijing encontró formas de enfrentar el problema cuando decenas de millones de trabajadores quedaron desempleados a fines de los años 90, cuando el gobierno cerró empresas estatales deficitarias. "Cuando tenemos un problema, habitualmente buscamos las causas de forma interna. Sin embargo, EE.UU. suele buscar los motivos en el exterior. Hay una diferencia cultural entre nuestros dos países", sostuvo Zhong.

Zhong advirtió que un aumento en el valor de las exportaciones chinas también podría acelerar la inflación en EE.UU. y el resto del mundo.

Sin embargo, evitó cuidadosamente decir que China mantendrá su régimen cambiario sin alteraciones. "Estamos dispuestos a sostener conversaciones con EE.UU. sobre el tema del tipo de cambio. No hay nada que no se pueda tratar entre China y EE.UU. Pero si nos presionan a hacer algo, eso no encaja en la cultura china", indicó Zhong.

El primer ministro chino, Wen Jiabao, sostuvo el domingo pasado que el yuan no está subvaluado.

Fuente: WSJ