2010/05/28

La reciente agitación del mercado no es una repetición de 2008

Por Kathleen Madigan

NUEVA YORK (Dow Jones)--La actual agitación del mercado financiero ha generado temores de que se repitan los problemas del 2008 y se produzca una recesión de doble caída. Los economistas descartan este escenario en parte debido a las medidas gubernamentales y a una mayor solidez en los indicadores económicos.

La intervención de una caja de ahorro regional española, además de la tensión entre Corea del Sur y Corea del Norte, llevaron el martes a los inversionistas a buscar apuestas seguras. Los precios de las acciones se desploman, las mediciones de volatilidad se disparan y los mercados de instrumentos comerciales de corto plazo -donde las empresas obtienen créditos para financiar necesidades básicas como salarios y arriendos- están observando una reducción de los vencimientos a menos de un mes.

Si todo eso parece familiar, debería serlo. Movimientos similares se registraron en 2008 después de que colapsó Lehman Brothers Holdings Inc., las cuentas del mercado de dinero cayeron y el mercado de deuda comercial a corto plazo se volvió tan volátil que se generalizó el crédito al día.

La falta de liquidez resultante llevó a los bancos y otros prestadores a dejar de ofrecer dinero a empresas o a subir las tasas a niveles estratosféricos. La falta de financiamiento golpeó duramente a las pequeñas empresas, lo que causó cancelaciones de pedidos, recortes salariales y reducciones de inventarios. La recesión económica empeoró drásticamente tras la quiebra de Lehman.

¿Por qué los temores causados por la crisis europea no volverán a paralizar el crédito?

Primero, considere que los diferenciales de crédito no han aumentado tanto como en 2008. Los economistas de BNP Paribas miden el estrés en los mercados crediticios por la diferencia entre la tasa interbancaria de Londres, o Libor, a tres meses y los swaps sobre índices a un día. El diferencial se ha duplicado a alrededor de 26 puntos base a inicios de mayo en comparación al rango de 10 puntos base durante la mayor parte de marzo y abril.

Sin embargo, a fines de 2008, el diferencial superaba los 300 puntos base, lo que sugiere que la actual tensión que afecta al mercado no es comparable a la situación anterior.

Adicionalmente, como destacó Edward Yardeni de Yardeni Research, el riesgo de colateral en Europa ahora es inferior a la situación de 2008.

"Los bonos de los poco fiables prestatarios soberanos europeos no se han mezclado con otros instrumentos en pozos ciegos de colateral", dijo Yardeni.

Otra diferencia fundamental es que las economías estadounidense y global se encuentran en una mejor situación que a fines de 2008. En ese entonces, Estados Unidos llevaba tres trimestres en recesión. Aunque no es oficial, Estados Unidos probablemente ha estado en recuperación durante tres trimestres.

Además, el sector del consumo se está recuperando. El índice de confianza del Conference Board subió a 63,3 en mayo, la lectura más alta en más de dos años. La mejoría de los mercados laborales -las nóminas salariales han aumentado durante cuatro meses consecutivos- está fortaleciendo el optimismo.

Los precios de las viviendas finalmente se estabilizaron y las ventas de viviendas usadas crecieron un 7,6% en abril, gracias a un beneficio tributario para los compradores.

James Bullard, presidente del Banco de la Reserva Federal de St. Louis, descartó la idea de que el contagio se expanda a través de la economía internacional.

En un discurso realizado el martes en Londres, Bullard dijo que los planes de rescate existentes deberían otorgar "bastante tiempo para que los Gobiernos europeos implementen programas de reducción del gasto fiscal".

Adicionalmente, los acontecimientos de los últimos dos años muestran que las economías industrializadas "no permitirán que las grandes instituciones financieras quiebren en este momento", dijo Bullard.

El Banco Central Europeo ya se comprometió a comprar deuda soberana en el mercado secundario, lo que eliminará dichos instrumentos de los balances de los bancos.

Como ha sido el caso durante este ciclo económico, los shocks pueden hacer fracasar hasta las proyecciones mejor preparadas. Eso podría explicar por qué el último giro en el panorama económico -el ruido de sables en Corea- llamó la atención de los inversionistas. Sin embargo, hasta ahora, la recuperación ha superado todos los potenciales obstáculos.