2010/05/20

El euro se vuelve el patito feo del mercado cambiario

Por Mark Gongloff, Neil Shah y Alex Frangos

Los fondos de cobertura se han visto muy desprestigiados por contribuir a la reciente caída del euro. Pero los analistas dicen que se está gestando una oleada de ventas mayor y más perniciosa que podría hacer caer aún más a la divisa común europea.

Algunos gestores de capital y bancos centrales más grandes del mundo —que ejercen mucha más influencia en los mercados cambiarios que los fondos de cobertura— dicen que cada vez son más escépticos sobre el euro y los activos europeos.

Este escepticismo está generando preocupación entre los muchos participantes del mercado de divisas. Incluso si los bancos centrales y los grandes gestores no se deshacen de sus activos en euros, una simple pausa en sus compras podría tener un gran impacto en la moneda europea.

El euro subió el miércoles a US$1,2386 frente a US$1,2143, su nivel intradiario más bajo frente al dólar en cuatro años, y de US$1,2210 el martes en Nueva York. Es la segunda ganancia en siete jornadas del euro, que ha perdido casi 15% respecto a la divisa estadounidense este año.

El banco central de Corea del Sur dijo este mes que los problemas de deuda soberana de la eurozona restan atractivo al euro como divisa de reserva. En Irán, el director del banco central indicó esta semana que el país podría replantear la composición de sus reservas, que la CIA estima en US$81.000 millones. Y Rusia dijo que redujo la presencia del euro en sus reservas el año pasado.

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Datos de los fondos de inversión muestran que, en las últimas semanas, los inversionistas europeos y estadounidenses han reducido sus posiciones en fondos de renta variable de la zona euro. El mayor fondo en bonos de Asia, el Global Sovereign Fund, de Kokusai Asset Management, con US$40.000 millones bajo gestión, redujo su posición en euros de 34,4% en marzo a 29,6% al 10 de mayo, según un gerente de la compañía. Y las grandes administradoras de fondos, como Pacific Investment Management Co. (Pimco), de Allianz SE, y Baring Asset Management, mostraron prudencia respecto al euro en entrevistas con The Wall Street Journal.

No todos los gestores de fondos están vendiendo euros, y algunos ven la debilidad de la divisa como una oportunidad de compra. Un asesor del banco central de China, una entidad clave en los mercados cambiarios, dijo esta semana que planeaba seguir diversificando sus extensas posiciones en dólares, que en el pasado supuso la compra de euros.

Si bien algunos bancos centrales, como el de Rusia, comenzaron a reducir el año pasado su exposición al euro, los analistas dicen que la cautela está siendo más aparente.

"El programa de diversificación (reduciendo posiciones en dólares) se ha detenido en seco", dijo Collin Crownover, director gerente y director global de gestión de divisas en State Street Global Advisors, una firma de consultoría. "Si la progresión bajista del euro continúa, entonces veremos una venta evidente de activos de la eurozona, lo que creará un efecto de bola de nieve, empeorando la situación".

En los primeros dos meses de 2010, la salida de capital de Europa registró una tasa anualizada de US$50.000 millones, según Jens Nordvig, director gerente de análisis de divisas en Nomura Securities International. Esa velocidad se ha incrementado probablemente en los últimos meses, contribuyendo a la reciente caída del euro.

Según Nordvig, esta salida de capital se debe casi exclusivamente a los grandes inversionistas, en parte porque los fondos de cobertura han alcanzado su punto máximo de su capacidad o deseo de apostar contra el dólar. "Alguien nuevo está vendiendo ahora", dijo.

Y a diferencia de los especuladores, los inversionistas a largo plazo tardarán en modificar su comportamiento reciente, incluso si el euro tiene un respiro.

Además, muchos de los inversionistas con el llamado "dinero de verdad", de quienes se esperaría que compraran euros cuando la divisa europea pierde valor, se están manteniendo al margen debido al desalentador panorama económico de Europa y a las continuas protestas en Alemania sobre el costo del paquete de rescate a Grecia.

"Está haciendo que la gente se pregunte: '¿En qué me estoy metiendo?'", dijo Colin Harte, director de renta fija y divisas en la oficina londinense de Baring, compañía con más de US$47.000 millones bajo gestión. "¿Qué ocurre si compra euros y los alemanes votan para abandonar" la unión monetaria?

Si bien Harte generalmente compraría euros a la tasa de cambio actual, el ejecutivo dice que no puede predecir realmente qué dirección tomará ahora la moneda. Su pronóstico oscila entre US$1,10 y US$1,34 para fin de año.

Los bancos centrales, que contaban con un total combinado de unos US$7,5 billones (millones de millones) en reservas a finales del año pasado, forman la columna vertebral de los mercados cambiarios. Sus continuas reducciones de posiciones en dólares, que reciben generalmente del comercio o de la exportación de bienes básicos, en favor de otras divisas juegan un papel importante en la determinación de las tasas de cambio.

Los gestores de reservas no necesitarían vender euros en este momento para golpear fuertemente a la divisa. En su lugar, les bastaría con reducir el ritmo de compras de la moneda.

Fuente: WSJ