2010/03/11

Los economistas reconocen la labor de la Fed en la lucha contra la crisis

Por Phil Izzo

El paquete de estímulo de US$787.000 millones fue bueno para la economía estadounidense, pero la Reserva Federal jugó el papel más importante en el rescate de la economía en medio de la crisis financiera, según la mayoría de los economistas consultados en la última encuesta sobre proyecciones de The Wall Street Journal.

"El resultado habría sido mucho peor si nada se hubiese hecho", dijo Allen Sinai de Decision Economics, coautor junto a su colega Paul Edelstein de un ensayo que analiza los efectos de la intervención gubernamental. Pero, "la ausencia de un relajamiento en la política monetaria [por parte de la Fed] habría tenido un resultado mucho peor para la economía que la ausencia de un estímulo fiscal", agregó.

En total, 38 de los 54 economistas encuestados dijeron que la ley American Recovery and Reinvestment Act impulsó el crecimiento y mitigó las pérdidas de empleos. Sólo seis opinaron que la legislación tuvo, un efecto neto negativo.

No todos los economistas respondieron a la totalidad de las preguntas.

En promedio, los economistas estimaron que el estímulo contribuyó un punto porcentual al crecimiento del 2009 y proyectaron que el producto interno bruto se expandirá el 3% este año, comparado con un 2,2% sin el estímulo. Estimaron, además, que la tasa de desempleo de febrero, del 9,7%, se habría ubicado en el 10,4% sin el estímulo.

Sin embargo, las intervenciones de la Fed probablemente tuvieron un rol mayor al sacar a la economía de su caída en picada. En su ensayo, Sinai y Edelstein estiman que las medidas de la Fed contribuyeron con 1,9 puntos porcentuales al crecimiento del PIB en 2009 y aportarán 3,3 puntos este año.

Cuando se les preguntó qué medidas del Gobierno tuvieron el principal papel en reavivar la economía estadounidense, 25 economistas dijeron que las tasas de interés bajas y 13 afirmaron que fueron las compras de hipotecas y títulos del Tesoro por parte del banco central. Ocho destacaron las pruebas de estrés a los bancos y las recaudaciones de capital relacionadas por parte de los bancos. Sólo tres economistas opinaron que el estímulo jugó el papel principal.

"Se podría haber hecho más si el Congreso hubiera actuado cuando el [presidente de la Fed Ben] Bernanke le solicitó actuar en noviembre del 2008", dijo Diane Swonk de Mesirow Financial.

De hecho, la Fed pudo moverse antes que el Congreso y el tamaño de sus intervenciones fue muy superior al estímulo. El banco central habrá comprado para el final de este mes cerca de US$2 billones en títulos del Tesoro, deuda de entidades auspiciadas por el Gobierno y valores respaldados por hipotecas. Al mismo tiempo, las tasas de interés en mínimos récord han permitido a los bancos reconstruir sus hojas de balance severamente dañadas durante la crisis crediticia.

Pero incluso si se materializa una recuperación y la política de la Fed empieza a normalizarse (38 de los 54 encuestados esperan que la tasa interbancaria federal aumente para el final del año), los problemas de largo plazo continuarán.

Los economistas esperan que la tasa de desempleo permanezcan por encima del 9% durante el 2010. La deuda fiscal de largo plazo de Estados Unidos también se disparó durante la recesión, y 43 economistas expresan poca o ninguna confianza en que el Gobierno actuará para reducir la deuda antes de que se presente otra crisis financiera importante.

Aunque los economistas estiman sólo una probabilidad del 17% de una recesión de doble, los riesgos para la recuperación continúan.

A 12 de los consultados les preocupa más la creciente austeridad de los consumidores, mientras que la escasez de crédito a las empresas pequeñas y medianas y el potencial de que ocurra una nueva caída en el mercado inmobiliario fueron las preocupaciones principales expresadas por 11 economistas. Nueve consultados afirman que el tamaño del déficit fiscal de Estados Unidos representa el mayor riesgo para el crecimiento, mientras que cinco expresaron más preocupación por las pérdidas en los bienes raíces comerciales.