2009/07/31

The Economist asegura que Zapatero terminará por "italianizar" España

por Covadonga García y Cynthia Alva

En las páginas de opinión de la prensa destaca hoy un asunto en el que repara el prestigioso semanario británico, la política de Zapatero. 'The Economist' asegura que el presidente español "se sitúa entre las pocas cabezas de Gobierno de centro izquierda que ha conseguido mantenerse más o menos por encima de las aguas políticas". Zapatero ha demostrado una gran destreza política, pero todo tiene un precio y España pagará por esto.

'The Economist' toma como punto de partida el resultado de encuesta del CIS publicado esta semana, en el que el PP adelantaba al PSOE por primera vez desde 2004 en intención del voto. No obstante, Zapatero pierde popularidad, pero el semanario resalta que se sitúa por encima del líder de la oposición, Mariano Rajoy.

La revista considera que son dos asuntos los que apuntalan su situación de Zapatero al 19% de paro . El acuerdo sobre financiación autonómica, que asegura el apoyo de los partidos nacionalistas catalanes para los Presupuestos Generales, y la negativa de Zapatero a aceptar las peticiones de los empresarios y reformar el mercado laboral.

Pero "estos movimientos tácticos desde el punto de vista político acarrean un coste económico para España. Se trata del típico modo de Gobernar de Zapatero. Por su negativa a tomar medidas impopulares y su hábito de regar con dinero público cualquier problema, se arriesga a prolongar la recesión", explica 'The Economist'.

"La década de crecimiento de España llegó a un doloroso final. En contraste con Europa, que muestra algunos brotes verdes, la economía española aún parece una meseta", resalta la revista, que añade que aunque los pronósticos de caída del PIB son mejores para España que para otras economías del continente, la recesión se alargará más en España.

Esto se debe a que España enfrenta problemas internos, como el peso de la construcción, que requieren tiempo, "el tiempo que ha comprado el gasto público para una reestructuración económica". Pero esta reforma debe atajar, además del sistema de educación disfuncional, el desastroso mercado de trabajo. Zapatero se niega a abaratar el despido y "su negativa destroza los incentivos para contratar", indica la publicación. "Estas reglas suponen que los salarios de la 'aristocracia laboral' suban incluso cuando los precios bajan", indica.

Una España menos competitiva
Para el semanario, el resultado de todo esto es que España es cada vez menos competitiva y la posición fiscal fuerte que mantenía al inicio de la crisis se está deteriorando. En este contexto, los bonistas empezarán a exigir al Estado mayores rentabilidades y, por si esto no fuera suficiente, el acuerdo de financiación autonómica añadirá un punto más del PIB al déficit.

"Zapatero parece contar con la inercia para sacar a su país de la caída, lo que le permitiría ganar por tercera vez las elecciones en 2012. Tendría suerte si lo consigue. Aún si lo hace, es una fórmula de italianización de España. Pospón el camino de la reforma ahora y la recuperación tardará más en llegar. Mientras los españoles se van a la playa, es hora de que el Gobierno les haga saber esto", sentencia 'The Economist'.

El triunfo del lobby bancario
En otras cosas, la prensa alemana depide esta semana con un tema que se lleva cocinando durante meses entre Bruselas, Berlín y Londres y tiene que ver con los representantes financieros o el llamado 'lobby' bancario que se ha dedicado a presionar a las autoridades para detener la propuesta del Comisario europeo, Charlie McCreevy, de implantar topes al endeudamiento de la banca.

Al parecer el plan de McCreevy se apetecía muy fácil como para tener éxito. Aunque como señala FTD "su idea iba en la dirección correcta", ya que el alto endeudamiento de la banca, junto a la falta de capital propio, fueron los factores que provocaron y endurecieron la actual crisis financiera.

"Hasta el año pasado había aún bancos que manejaban balanzas que superaban en 50 ó 60 veces su propio capital", recuerda el rotativo. El problema surgió cuando varios bancos importantes y con gran peso en el sistema, inflaron sus cifras y corrieron mayores riesgos, sin escrúpulo alguno. "Estos megabancos contaban con una garantía implícita del Estado, que no podía darse el lujo de dejarlos caer en la bancarrota y permitió que actuaran sin ningún límite", apunta FTD.

En esta línea 'Financial Times Deutschland' opina que el establecimiento de un valor máximo a la duda contraida es un error por dos razones. Primero, la medida no sería suficiente para estabilizar el sistema financiero internacional, si sólo Europa la lleva a cabo y los bancos en EEUU y Asia siguen como hasta ahora. "Lo que se necesita es una regulación internacional", apunta FTD. La segunda razón a considerar tiene que ver con el riesgo que cada banco contrae al momento de realizar sus negocios.

"Es por ello que las reglas que tratan de limitar a los bancos no funcionan, ya que el riesgo tiene un amplio margen de maniobra", concluye el diario alemán.