2009/06/01

La rebaja del ráting costará 11.000 millones a España

por D. Badía / M. Roig

La agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) retiró ayer a España de la selecta lista de países que cuentan con el ráting de máxima solvencia, AAA, y lo dejó un escalón por debajo, en AA+. La acción se produce tan sólo una semana después de que la firma pusiera la calificación en vigilancia con implicaciones negativas.

La amenaza se ha cumplido, pese a que ese mismo día, fuentes oficiales del Ministerio de Economía aseguraron que el recorte no se iba a producir. Y no saldrá gratis: el deterioro de la calidad crediticia del Estado desde el inicio de la crisis supondrá un coste extra de 11.200 millones de euros para las emisiones que se realicen hasta 2011. Esta cifra equivale a unos 600 euros por contribuyente.

El impacto de la peor calidad crediticia del Estado, debido al deterioro de la economía nacional, ha disparado el diferencial de la deuda pública española a largo plazo con la alemana. Esto quiere decir que ahora los inversores exigen una rentabilidad mucho mayor a España que a Alemania. En el último año y medio, el diferencial ha pasado de ser prácticamente nulo a situarse en más de un punto porcentual. Y desde que S&P puso el ráting de España en vigilancia, el diferencial de la deuda a diez años ha pasado de 0,85 puntos a 1,15 puntos.

Discrepancias
El incremento de la percepción del riesgo se ha producido a pesar de que la agencia Fitch, competidora de S&P, ha reafirmado el ráting AAA que otorga a España.

Según los cálculos de EXPANSIÓN (ver cuadro), refrendados por dos entidades financieras independientes, las emisiones netas del Tesoro hasta 2011 costarán cerca de 11.200 millones extra (durante el periodo total de vida de esa deuda), frente a lo que hubiera costado emitir la misma cantidad de deuda en un entorno pre-crisis: con un ráting AAA y un diferencial de casi cero.

Esta cifra, dividida por los 18,2 millones de contribuyentes a la Seguridad Social deja un coste aproximado de 615 euros por cabeza. Esto incluye emisiones desde 30 años a tres meses, con una duración ponderada de 6 años.

Los argumentos esgrimidos por S&P para justificar el recorte de ráting son similares a los del aviso de hace una semana. La firma incide en que la razón principal es que “las actuales condiciones económicas y de los mercados financieros han puesto de manifiesto unas debilidades estructurales de la economía española que son inconsistentes con una calificación AAA”.

A su vez, añade que “esta rebaja refleja nuestras expectativas de que las finanzas públicas sufrirán junto con el esperado descenso del crecimiento de España, y que la respuesta política puede ser insuficiente para responder eficazmente a los desafíos económicos y fiscales”.

A diferencia del informe publicado cuando se puso el ráting bajo vigilancia, S&P prevé ahora que el déficit público se situará en el 6,6% del PIB en 2009, frente a las estimaciones previas del 6%, y caerá hasta el 4% en 2011. Con respecto al déficit por cuenta corriente del 10%, S&P cree que la única vía para moderarlo es reducir el endeudamiento de las familias y empresas, lo que rebajará el crecimiento potencial de la economía española desde el 3,5% de los último años al 2%.

La rebaja del Estado arrastró también a SEPI, CORES e ICO. pero permanecen en vigilancia los ráting AAA de País Vasco y Navarra.

El valor del ‘AAA’
- S&P mide la capacidad de pago de deuda de un emisor con un sistema de ratings: de AAA, máxima seguridad de pago, hasta D, la mínima.

- Los emisores de deuda AAA suelen conseguir financiación más barata, porque los inversores perciben menos riesgo.

- Bajar del AAA hasta el AA+, como ha hecho España, supone perder un sólo escalón, pero el mercado ha reaccionado bruscamente.

- Desde que S&P puso la calificación deEspaña en revisión, el coste de protegerse de un impago de su deuda ha subido un 30%.