2009/06/03

El precio del oro se dispara en medio de la debilidad del dólar y temores de inflación

Por Carlyn Cui

El oro volvió a acercarse al nivel de US$1.000 por onza, algo que tomó por sorpresa a muchos participantes del mercado.

El precio del metal precioso ha subido casi 14% desde mediados de abril, impulsado por la debilidad del dólar y un aumento en los temores sobre la inflación. Ayer, el oro cerró a US$983,20 la onza, un alza de 0,5% respecto al día anterior y sólo 2% por debajo de su récord histórico de US$1.003,20 registrado en marzo de 2008.

El precio promedio del oro en lo que va del año ha subido a US$910, superando las previsiones de los analistas de un promedio de US$881 para todo 2009, según la Asociación de Mercado de Lingotes de Londres (LBMA, por su siglas en inglés).

Algunas proyecciones revisadas al alza recientemente ahora parecen conservadoras. En mayo, el banco británico HSBC incrementó en US$50 su previsión para el oro en 2009, a US$875 la onza; el banco francés de inversión Natixis anunció recientemente que esperaba que el precio promedio del oro alcanzara US$885 este año.

Aunque muchos creen que el oro cruzará la barrera de los US$1.000, incluso los más optimistas prevén una pausa en la trayectoria alcista del metal.

"Creo que nos estamos acercando a la etapa final de este repunte", dice Philip Klapwijk, presidente ejecutivo de GFMS, una firma de investigación del mercado de metales. Su previsión para el precio promedio del oro es US$970, una de las más altas entre los analistas encuestados por la LBMA.

Los precios más altos estimularán aún más las ventas de residuos de oro y deprimirán la demanda de joyas, "una combinación desfavorable para el mercado del metal", prevé Klapwijk. En el primer trimestre, la demanda de joyas de oro cayó 25% y el suministro de residuos de oro subió 55%, según el Consejo Mundial del Oro.

Hay otro problema inminente. Esta semana, se espera que el Congreso de Estados Unidos apruebe la venta de 403.3 toneladas de oro por parte del Fondo Monetario Internacional para ayudar a los países más pobres del mundo. El plan fue anunciado en abril y llevó hacia abajo el mercado de oro, pese a la promesa del Fondo de vender el metal a lo largo de varios años para no desestabilizar el mercado.

John Reade, estratega de metales del banco suizo UBS, tiene una meta de tres meses a US$1.000 para la onza de oro, pero advierte sobre un posible retroceso en el corto plazo. Las posiciones especulativas en el mercado de futuros de oro Comex alcanzaron el nivel más alto en un año, indicando que el oro es vulnerable a un cambio de parecer entre los inversionistas. En UBS, un banco que invierte altas sumas en oro, "la compra física de lingotes y monedas ha sido discreta en el último mes", dice.

Algunos han apostado en grande por el metal. John Paulson, gestor de un fondo de cobertura, había acumulado a fines de marzo una posición de US$3.200 millones en SPDR Gold Shares, convirtiéndose en el principal inversionista del mayor fondo dedicado al oro que cotiza en bolsa. El SPDR Gold Shares creció 65%, a US$35.700 millones este año, agregando 354 toneladas de lingotes a su portafolio.

Venezuela, un gran exportador de petróleo, y tenedores de grandes cantidades de deuda estadounidense como China y Rusia han reportado incrementos significativos en sus reservas de oro. Estos países probablemente comprarán más oro para diversificar aún más sus reservas en moneda extranjera y proteger su exposición al dólar.

Además de la debilidad del dólar, el oro está siendo impulsado por las expectativas de inflación, aunque el paquete de estímulo del gobierno estadounidense aún no ha demostrado ningún impacto sobre los precios. Los precios al consumidor en EE.UU. cayeron 0,7% en abril sobre una base anual, el mayor declive en 54 años.

Fuente: WSJ