2009/01/30

Trichet advierte sobre el riesgo de acumular capital

por Chris Giles y Peter Thal Larsen

Jean-Claude Trichet lanzó ayer un duro mensaje a los mercados financieros, advirtiendo de que dejen de presionar a los bancos para que aumenten sus reservas de capital, e insistió en que ese tipo de medidas empeoran la recesión global.

El presidente del Banco Central Europeo criticó la opinión dominante entre los inversores, que creen que los bancos deberían atesorar fondos, e hizo hincapié en que esa estrategia se opone a la de las autoridades europeas. Ideas como ésa no consiguieron contener el agravamiento de la recesión, aseguró, y sólo sirvieron para que las empresas no financieras tuvieran incentivos para posponer las inversiones.

Las declaraciones de Trichet en el Foro Económico Mundial de Davos, coinciden con las advertencias de los principales políticos y banqueros, según los cuales, la oleada de rescates bancarios en EEUU y en Europa puede provocar una nueva era de proteccionismo financiero que agravaría la actual crisis económica.

En respuesta a una pregunta del consejero delegado de of Deutsche Bank, Josef Ackermann, sobre si los mercados hacían bien en presionar a los bancos para que retengan más capital, el presidente del BCE insistió en tres ocasiones en que “la señal de los mercados no es adecuada”.

Desde la situación de caos vivida tras el colapso de Lehman Brothers en septiembre, los inversores han ido discriminando cada vez más a los bancos con ratios de capital relativamente bajas, fomentando indirectamente la acumulación de capital de las entidades.

En el caso de bancos de inversión como Deutsche Bank los inversores han optado por ignorar las ratios emitidazas por los reguladores, concentrándose en cálculos como el apalancamiento bruto, que mide el capital de un banco en relación a los activos totales, con independencia de su nivel de riesgo. Trichet insistió en que la eurozona no está sometida a presiones, añadiendo que el BCE ya había adoptado medidas “extraordinarias” para limitar la tensión en el sistema bancario y dar un impulso a la economía, que “no había sido valorada en su totalidad” por los mercados.

Fuente: Financial Times