2009/01/05

Los economistas presentan sus planes para salir de la crisis

Por Justin Lahart

Nada ordena los pensamientos como una crisis y la crisis financiara global y la recesión que produjo han enfocado las mentes de los economistas como ningún otro evento en sus carreras.

En la reunión de la Asociación Económica de Estados Unidos en San Francisco llevada a cabo durante el fin de semana, una reunión anual que atrae a economistas de todo el mundo, hubo decenas de foros dedicados a examinar los diferentes aspectos del declive global, sin mencionar los cientos de conversaciones informales que se presentaron en los corredores de los hoteles o al calor de cócteles o café.

La pregunta general fue: ¿Cómo vamos a salir de este desastre? A continuación algunas ideas:

Barry Eichengreen, Universidad de California, Berkeley: Tiene que existir una estrategia en dos etapas. Primero, otros US$300.000 millones para los bancos y un mecanismo para retirar los activos tóxicos de sus balances. Segundo, un mínimo absoluto de US$800.000 millones en estímulos fiscales. "Me gustaría ver principalmente recortes a los impuestos a las nóminas y bloquear las concesiones de dinero para los estados", dice. "Infraestructura significa puentes a ninguna parte". (En referencia a un famoso puente construido en Alaska que conecta al continente con una isla prácticamente deshabitada).

Kenneth Rogoff, Universidad de Harvard: En momentos en que mucha gente hace analogías a la Gran Depresión, un poco de inflación sería algo bueno, induciendo a que la gente gaste, haciendo que sea más sencillo pagar deudas, y lo más importante, frenando los temores de una deflación. Los bancos centrales deberían dejar en claro que creen en esto y que controlan la emisión de dinero. "Preocuparse por un par de años de inflación elevada es como preocuparse del sarampión cuando está a punto de que le de la plaga", dice.

Robert Hall, Universidad de Stanford y Susan Woodward, Sand Hill Econometrics: El equipo de esposos argumenta que el gasto en infraestructura puede causar congestiones, por ejemplo si sólo hay un número limitado de gente que pueda instalar conexiones de banda ancha, o si una buena parte del paquete de banda ancha vaya a pagar demasiado a los instaladores. Mientras tanto, medidas como las devoluciones de impuestos tan sólo incrementan el ahorro. Por lo tanto, prefieren una suspensión temporal del impuesto a las ventas, que induciría a los consumidores a gastar más, poniendo al estímulo justo donde se le necesita.

Robert Shiller, Universidad de Yale: El consenso sobre cómo arreglar la economía parece ser primero implementar políticas a corto plazo para poner a andar las cosas y luego implementar las medidas a largo plazo. Sin embargo, esa podría ser una mala idea. "Queremos hacer los cambios que sean a largo plazo en vez de estos arreglos, la gente lo percibe como arreglos", dice. Algo que le gustaría ver son subsidios para la asesoría financiera, para que la gente no cometa errores al ir a una hipotecaria para saber cuanto pueden pagar por una casa.

Alan Blinder, Universidad de Princeton: El declive aún es muy joven, va a durar mucho tiempo más y será muy profundo. "Necesitamos cápsulas de acción retardada", dice, que ayuden a impulsar a la economía de aquí a un año. El gasto en infraestructura, al que algunos economistas se oponen debido a que toma tiempo para implementarse hace exactamente eso.

Anil Kashyap, Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago: Aquellos encargados de trazar las políticas deben estar concentrados en recapitalizar el sistema bancario. Los US$350.000 millones del programa TARP no han sido suficientes para reparar los balances de las instituciones financieras que cuentan con cientos de millones, sino billones, en pérdidas. Las firmas financieras no volverán a prestar hasta que sus balances estén en mejor condición. Sin embargo, los bancos ineficientes deben ser cerrados o nacionalizados más agresivamente. "Rescatar a alguien que es insolvente es un desperdicio de dinero de los contribuyentes", dice.

Jeremy Stein, Harvard: El gobierno necesita auditar agresivamente a los bancos, separando a los solventes de los insolventes. El problema subyacente son los rescates ad hoc que se han llevado a cabo hasta el momento. Eso deja a los participantes del mercado sin certeza sobre cuál es la estrategia del gobierno "y por lo tanto paraliza a los potenciales inversionistas del sector privado", dice.

Jose Scheinkman, Princeton: Después de determinar qué bancos son insolventes, el siguiente paso es decidir qué hacer con ellos. "tenemos tres opciones", dice. "puede fusionarlos con los bancos buenos, invitar a bancos extranjeros con poca actividad en EE.UU. a que asuman el control o hacer que el gobierno los nacionalice y los limpie. Sospecho que necesitaremos de estas tres alternativas.

Douglas Diamond, Chicago Booth: Se necesita una mejor forma de resolver los problemas en los holdings bancarios que amenazar con una quiebra para luego ser rescatados". Tiene muchas zanahorias pero nada de garrote en este momento", asegura. Una alternativa sería el eliminar rápidamente a los accionistas existentes en los bancos problemáticos y convertir su deuda a largo plazo en valores. Eso recapitalizaría al banco sin la necesidad de dinero del gobierno y le daría un incentivo a los bancos de recaudar capital para evitar que se elimine a sus accionistas.

WSJ/