2009/01/06

El impopular economista que predijo la crisis (y al que nadie le creyó)

Por Justin Lahart

Raghuram Rajan escogió a la audiencia más difícil para presentar sus temores sobre la economía estadounidense.

Transcurría agosto de 2005 y en Jackson Hole, Wyoming, se llevaba a cabo la reunión anual de los más poderosos economistas. En esta ocasión se homenajeaba a Alan Greenspan. Greenspan, un gigante de la política económica del siglo XX estaba a punto de abandonar la presidencia de la Reserva Federal después de presidirla durante un período histórico de crecimiento.

Rajan, un profesor de la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago, escogió ese momento para presentar un estudio llamado "¿El desarrollo financiero ha hecho que el mundo sea más riesgoso?"

Su respuesta era sí.

Rajan fue rápidamente atacado y llamado un ludita antimercado, que ansiaba el regreso de los viejos tiempos de la regulación. Hoy, sin embargo, pocos descartan sus ideas. La crisis financiera ha destrozado la reputación de Greenspan y otros quienes ahora son vistos como los que ignoraron la excesiva toma de riesgos.

Rajan dice que planeaba escribir sobre cómo los acontecimientos financieros durante los 18 años de Greenspan al frente de la Fed habían hecho al mundo un lugar más seguro. Pero mientras más se sumergía en el tema, menos creía en la premisa. Finalmente, con Greenspan en la audiencia, argumentó que el desastre podía estar a la vuelta de la esquina.

Los incentivos estaban horriblemente torcidos en el sector financiero. Los trabajadores obtenían grandes recompensas por ganar dinero, pero apenas eran penalizados por las pérdidas, sostuvo Rajan. Eso alentaba a las firmas financieras a invertir en productos complejos con el potencial de generar grandes ganancias, que ocasionalmente podrían fallar en forma catastrófica.

El economista mencionó los seguros contra cesaciones de pagos. Señaló que los aseguradores y otros proveedores estaban obteniendo grandes retornos al vender estos contratos con la apariencia de tener poco riesgo, pese a que los problemas serían monumentales si las cesaciones ocurrían.

Rajan también argumentó que debido a que los bancos mantenían en sus libros una porción de los valores de crédito que creaban, el sistema bancario estaría en riesgo si esos valores tenían problemas. Los bancos perderían la confianza entre si, dijo: "el mercado interbancario podría congelarse y podríamos tener una crisis financiera de grandes proporciones". Dos años después, eso fue esencialmente lo que sucedió.

Muchos de los renombrados economistas que asistieron a la conferencia de Jackson Hole no estaban listos para escuchar esta advertencia. El ex secretario del Tesoro Lawrence Summers, famoso entre los economistas por sus cáusticos ataques, le dijo a la audiencia que le parecía que la "básica y ligeramente ciega premisa del estudio [de Rajan] estaba equivocada".

Rajan, de 45 años, no es un típico disidente. Nació en Bhopal, India. En la escuela se encontró con la obra del economista británico John Maynard Keynes, quien se convirtió en su héroe intelectual.

Se unió a la escuela de negocios de la Universidad de Chicago en 1991 y rápidamente fue visto como una estrella en ascenso. Ganó el primer premio Fischer Black en 2003 para la persona de menos de 40 años que más haya contribuido a la teoría y práctica de las finanzas. Ese mismo año se convirtió en economista jefe del Fondo Monetario Internacional, el más joven de la historia, y el primer no occidental en ocupar esa posición.

Los ataques en Jackson Hole fueron seguidos por otros unos meses después a raíz de un estudio que coescribió en el FMI, el cual concluía que la ayuda externa no ayudaba al crecimiento de los países en desarrollo. Rajan dice que las dos controversias no lo desanimaron. En el FMI, impulsó al departamento de investigación a enfocarse en los problemas del sector financiero y continuó sonando la alarma sobre los riesgos del mercado financiero.

Para mediados de 2007, cuando la crisis comenzó a hacerse evidente, los presidentes de bancos de la Fed Janet Yellen y Gary Stern estaban citando las críticas de Rajan en sus discursos.

Con la economía estadounidense en camino de la recesión más profunda desde la Segunda Guerra Mundial, según Rajan, el gobierno necesita ser más enérgico en sus esfuerzos por enderezar al tambaleante sector bancario, decidiendo caso por caso qué bancos necesitan inyecciones de capital y cuales deben desaparecer. De otra forma, los problemas bancarios se profundizarán, como sucedió en Japón en los años 90 y retrasarán la recuperación económica, dice.

Rajan ahora está concentrado en encontrar formas de evitar una ola regulatoria similar a lo que sucedió durante la Gran Depresión, cuando los gobiernos de todo el mundo erigieron barreras proteccionistas y ahogaron a los mercados financieros.

En vez de un exceso de regulación, señala, Wall Street necesita cambiar sus incentivos para que los castigos por perder dinero sean iguales a las recompensas por ganarlo.

A principios de 2008, sugirió que los bonos que los empleados financieros obtienen durante las épocas de bonanza se mantengan en cuentas diferidas por un cierto tiempo. Si la firma experimenta grandes pérdidas después, esas cuentas serían usadas.

El banco suizo UBS y la firma de Wall Street Morgan Stanley recientemente anunciaron que están adoptando políticas similares a lo que Rajan propuso.

Rajan también está pidiendo otras medidas. Junto a sus colegas de Chicago Anil Kashyap y el economista de Harvard Jeremy Stein, ha creado un plan para crear una forma de seguro contra catástrofes financieras que las firmas comprarían.

Cuando presentó la idea en la conferencia de Jackson Hole el año pasado, la reacción fue muy diferente a la de 2005. El presidente del banco central de Finlandia Erkki Liikanen, recordando las debilidades que Rajan había notado en el sistema en aquel entonces, dijo: "No me atrevo a criticarlo. Eso es todo".

WSJ/