2011/10/10

La volatilidad del mercado es una señal de alerta

Por E. S. Browning

Muchos inversionistas están comenzando esta semana con renovadas esperanzas de que lo peor ha pasado, después del súbito repunte de los mercados bursátiles la semana pasada. Pero la historia sugiere que en tiempos de turbulencia de los mercados, existe el riesgo de que grandes y súbitos avances como los de la semana pasada sean pausas temporales antes de que las acciones caigan nuevamente.

La volatilidad feroz, tanto caídas pronunciadas como alzas marcadas, ocurre principalmente en tiempos de problemas en los mercados. Ello sugiere que, a pesar del repunte la semana pasada, el mercado no está saludable, dice el historiador económico Richard Sylla de la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York.

"Los mercados financieros se vuelven más volátiles en periodos de tensión. La gente no sabe qué rumbo tomarán las cosas, por lo que hay estos grandes movimientos de alzas y bajas conforme la gente se aglomera y sale", dice.

La volatilidad no ha dado tregua, en medio de temores de impagos de deuda europeos y la recesión de Estados Unidos. A partir del 21 de septiembre, el Promedio Industrial Dow Jones se movió más de 1% en 11 de 13 días de negociación; cinco movimientos excedieron 2%.

Tanta volatilidad no es normal. Desde 2000, el Dow se ha movido un promedio de 0,87% por día, al alza o a la baja. Desde el comienzo de agosto, el promedio ha sido casi el doble de eso, 1,69%.

Tras caer casi 17% desde fines de abril hasta el lunes pasado, el 3 de octubre, el Dow subió más de 1% en cada uno de los tres siguientes días. Contando esos tres, el Dow subió o cayó más de 1% en nueve días consecutivos. (Para toda la semana, el Dow tuvo un alza de 1,7%). Hoy, el Dow está subiendo 2,47% a media sesión.

Las recientes oscilaciones del mercado han sido tan bruscas que los clientes han estado telefoneando al gestor de capitales Richard Steinberg para preguntarle sobre su salud.

"La gente llama para decir, 'Llamamos para saber cómo están porque sabemos que tienen el trabajo más difícil en la ciudad ahora mismo. Necesitamos que estén bien para que sepamos que nosotros estamos bien'", dice Steinberg, quien supervisa alrededor de US$460 millones de Steinberg Global Asset Management Ltd. en Boca Ratón, Florida.

La gente tiene derecho de preocuparse, no sobre Steinberg —quien dice estar bien— sino sobre la salud del mercado.

Durante la mayoría de los años desde 1900 no hubo ninguna instancia en la cual el Dow haya subido o caído 4% en un día, según Ned Davis Research en Venice, Florida. No hubo ninguna el año pasado. Pero ha habido tres este año, desde agosto, y todas a la baja.

La Depresión y la crisis financiera de 2008 también estuvieron repletos de tales grandes oscilaciones. En 1931, hubo 26 días con variaciones de 4%. En 2008 hubo 22.

Las acciones también han tenido profundos vaivenes en el día. El martes pasado, el Dow cayó 2,75% pero luego recuperó todo y más para terminar 1,44% al alza.

La renovada volatilidad sugiere que los problemas del mercado pueden no haber terminado. Y cuanto mayores las variaciones del mercado, menos probable es que inversionistas nerviosos vuelvan al mercado.

"Cuanto más ocurre esto, más se desalienta la gente de participar en acciones comunes", dice Jerry Harris, quien colabora en la supervisión de unos US$500 millones como jefe de Sterne Agee Asset Management en Birmingham, Alabama.

En periodos de tal turbulencia, algunos inversionistas de largo plazo se escarmientan por las bruscas oscilaciones y se repliegan, dejando el mercado cada vez más en manos de los actores cortoplacistas como los fondos de cobertura y los operadores de alta frecuencia. El repliegue de los actores de más largo plazo hace que los mercados sean incluso más volátiles.

"No hay inversionistas. Son sólo los fondos de cobertura y los corredores de alta frecuencia. Hasta que consigamos atraer de vuelta a los inversionistas, tendremos mercados muy muy difíciles, este tipo de tonterías continuarán", dice Phil Roth, analista técnico de mercado de la firma de correduría de Nueva York Miller Tabak + Co.