2010/01/21

El auge inmobiliario de China alimenta el crecimiento, pero también los temores

Por Andrew Batson

BEIJING—El renaciente mercado inmobiliario apuntaló la recuperación de la economía china durante el año pasado. Sin embargo, ahora este boom de la construcción podría convertirse en uno de los mayores riesgos que afronta el país a largo plazo.

En 2009, la economía china se expandió en torno a 8,5%, superando con creces la meta de 8% fijada por el gobierno a principios del año, cuando algunos economistas advirtieron que el crecimiento podría alcanzar apenas un 5%. El gobierno publicará el jueves cifras oficiales para el cuarto trimestre y el año completo.

Este dinámico crecimiento deja a China más cerca de desbancar a Japón como la segunda economía del mundo, pese a que los resultados finales de ese país no estarán disponibles hasta fines de febrero. Siguiendo el modelo que Japón implementó hace décadas, China se ha expandido a partir de una rápida industrialización y el traslado de una gran parte de su población rural a las ciudades, donde puede conseguir mejores empleos y comprar viviendas y productos de consumo.

Sin embargo, a medida que China prospera, los paralelos con Japón se vuelven más preocupantes.

Hay cierto temor de que China se tope con los mismos problemas que afrontó Japón a principios de los años 90, cuando la explosión de una gigantesca burbuja inmobiliaria asfixió el crecimiento durante años. Wang Shi, presidente ejecutivo de la mayor urbanizadora de China, China Vanke Co., advirtió en diciembre que el país corre el riesgo de experimentar una burbuja inmobiliaria similar a la de Japón si las rápidas alzas de precios se expanden más allá de las grandes ciudades.

El gobierno implementó el miércoles controles más estrictos sobre los préstamos de los bancos estatales, una señal de los temores sobre la formación de una burbuja. Reguladores reforzarán la supervisión de los préstamos y endurecerán los controles sobre la concesión de créditos de varios bancos, incluyendo Bank of China Ltd. Las iniciativas ahuyentaron a los inversionistas en China, lo que dejó su huella en las bolsas.

La suerte del mercado inmobiliario es un factor cada vez más importante para la economía china. A medida que el gobierno retira paulatinamente sus programas de estímulo, las empresas privadas necesitan gastar más para mantener la robustez del crecimiento. El Banco Mundial estima que el boom de la construcción ha sido el principal motor de la inversión privada en el último año. Otros sectores son reacios a expandirse ante la debilidad de la economía mundial y el exceso de capacidad en las industrias locales.

Pilar de la economía

"Ahora que las exportaciones afrontan tiempos difíciles, los bienes raíces se han convertido en un pilar del crecimiento económico de China", señala Ji Zhu, profesor de economía en la Universidad Tecnológica y de Negocios de Beijing. "Nadie quiere ver caer los precios de la vivienda", argumenta, ni los inversionistas, ni las empresas inmobiliarias ni, mucho menos, las autoridades gubernamentales.

Los precios de las nuevas propiedades residenciales están subiendo a una tasa anualizada de más de 20% en todo el país. Los apartamentos más lujosos en las grandes ciudades se han apreciado mucho más. Hasta ahora, los aumentos de precios han estimulado la construcción de más viviendas, impulsando la demanda de trabajadores de la construcción y materias primas. Tanto noviembre como diciembre vieron un volumen récord en la inauguración de nuevas obras, que registran un salto de 75% frente al mismo período del año anterior.

Koyo Ozeki, director de investigación de crédito en Asia para la gestora de fondos de bonos Pacific Investment Management Co., argumenta que las comparaciones entre el auge inmobiliario de China con la burbuja especulativa de Japón son exageradas, en parte porque la economía japonesa era mucho más madura en los años 80 que la de China en la actualidad.

China sigue muy rezagada en cuanto a los estándares de vida del mundo desarrollado. Gracias a la expansión de las ciudades y el alza en los ingresos, Ozeki anticipa que habrá mucha demanda para viviendas nuevas en los próximos años.

Eso, en todo caso, no significa que la especulación no esté presente en el mercado inmobiliario. "Nos encontramos ante una tendencia secular de una demanda que aumenta con el tiempo pero, por otro lado, aún podría formarse una burbuja", explica Wang Tao, economista de China para UBS. "En la calle, desde luego, se intuye una sensación burbujeante: la gente espera para comprarse un apartamento de lujo como si estuviera haciendo cola para comprar repollo".

El riesgo es que se estén construyendo demasiadas viviendas a precios demasiado caros para encontrar compradores. Esto resultaría en un desperdicio de inversiones y deudas incobrables que debilitarían la economía. Incluso sin un estallido, un mercado de bienes raíces que sirve exclusivamente a un pequeño grupo de la élite urbana podría desembocar en un problema político para Beijing.

Los menos afortunados, como Huang Haiying, una trabajadora de 28 años en un hospital en Chengdou, observan con consternación el incesante ascenso de los precios de las viviendas. A Huang le gustaría comprarse un apartamento en el centro de la ciudad, cerca de su trabajo, pero no le alcanza.

[China]

Los precios en la capital ya han superado los US$1.170 por metro cuadrado. A esa tasa, la hipoteca de un apartamento pequeño absorbería bastante más de la mitad del salario mensual de Huang.

Los precios de Beijing y Shanghai están muy por encima del alcance de las familias de ingresos medios y bajos. China Internacional Capital Corp, un banco de inversión, calcula que 20% de la población urbana todavía puede comprar una casa. Eso supone un mercado de unos 120 millones de personas, pero hay temores de que el resto se quede rezagado.

"Si el mercado se concentra en este pequeño grupo de personas, no podrá llegar muy lejos porque, después de todo, es limitado frente a la población total de China de unos 1.300 millones de habitantes", dice Wang Lina, una investigadora de la Academia de Ciencias Sociales de China. Dos tercios de los hogares chinos encuestados recientemente por el banco central opinaron que los precios de las viviendas son demasiado altos.

—Sue Fen contribuyó a este artículo