2010/01/21

Obama propondrá nuevos límites a las firmas financieras de EE.UU.

Por Damian Paletta y Jonathan Weisman

WASHINGTON (EFE Dow Jones)--Se espera que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, proponga el jueves nuevos límites al tamaño y a los riesgos de los mayores bancos del país, el último asalto de su Administración en Wall Street en lo que podría marcar el retorno --al menos en espíritu-- de algunos de los frenos a las finanzas adoptados en la Gran Depresión, según fuentes del Congreso y altos cargos de la Administración.

La propuesta representa un cambio radical en la concepción de la banca con respecto a la que ha imperado en la última década, que vivió una consolidación generalizada entre las grandes instituciones financieras para crear titanes de la banca. Si el Congreso aprueba la propuesta, el plan de la Casa Blanca podría imponer permanentemente restricciones gubernamentales en el tamaño y la naturaleza de la banca.

Se espera que la propuesta de Obama incluya nuevas restricciones en el tamaño de las grandes instituciones financieras. El objetivo sería dificultar a los bancos que lleguen a ser lo suficientemente grandes como para poner en riesgo a toda la economía y distorsionar la competencia. No se pudo detallar exactamente los límites precisos que apoyará la Casa Blanca, o si se detallarán el mismo jueves.

También se espera que Obama apoye, por primera vez en público, las medidas impulsadas por el antiguo presidente de la Fed, Paul Volcker, que consisten en adoptar restricciones en el comercio de propiedades por la banca comercial, limitando la forma en que los bancos apuesten con su propio capital. El objetivo es evitar la "actividad especulativa" con depósitos asegurados por el Gobierno federal.

La propuesta podría tener un efecto mayor en Bank of America Corp., Wells Fargo & Co. y J.P. Morgan Chase & Co., que controlan una gran cantidad de los depósitos de Estados Unidos, y también Goldman Sachs, Morgan Stanley y Citigroup Inc., que tienen una gran presencia en Wall Street.

La propuesta de la Casa Blanca, dijo un asesor, no resucitaría exactamente los límites adoptados por la Ley Glass Steagall de la época de la Gran Depresión, que esencialmente separaba radicalmente a los bancos comerciales de los bancos de inversión y fue anulada en 1999. En lugar de eso, la Casa Blanca quiere recuperar "el espíritu" de esa legislación, lo que supone evitar que los grandes bancos lleguen a ser tan grandes y complejos como para crear enormes riesgos.