2010/08/02

La demanda china de minerales sería mayor a lo que muestran las mediciones tradicionales

Por Carolyn Cui y Liam Pleven

Hace una semana, una embarcación llena de desechos grises y arenosos salió de Alaska con destino a China. Enterradas en medio de los residuos viajaban partículas diminutas de oro que China National Gold Group Corp. planea extraer.

El cargamento es uno de muchos llenos de materia rica en minerales que están siendo enviados a los puertos chinos como parte de un esfuerzo clave, pero casi desapercibido por saciar la demanda de materias primas del país.

El oro de Alaska no aparecerá en el reporte oficial de importaciones de China, los registros comerciales de las bolsas de materias primas ni en los mercados de lingotes. Las compras chinas de restos de cobre y sus inversiones en proyectos de arenas petrolíferas en Canadá también pasan desapercibidas.

Los observadores dicen que el mineral de oro de bajo grado que avanza hacia las costas de China es otro indicio de que la demanda del gigante asiático por materias primas es mayor a lo que muestran los indicadores tradicionales, y superior de lo que muchos inversionistas creen.

Los inversionistas siguen de cerca el consumo de China de bienes básicos ampliamente buscados, como lingotes de oro, cobre refinado y crudo. Señales de que su apetito sube o baja pueden mover los mercados, y ayudan a definir su crecimiento económico general.

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Durante el primer semestre de este año, las importaciones de China de cobre refinado cayeron 13,5%, 239.000 toneladas menos frente al mismo período de 2009, una señal aparente de una disminución en la demanda. Pero China aumentó las exportaciones de restos y concentraciones de cobre, que necesitan procesamientos adicionales. Las 362.000 toneladas de cobre extra fueron suficientes para que China registrara una ganancia neta en sus importaciones del metal, según Barclays Capital.

En el caso del cobre, las compras de China de suministros alternativos podría cambiar la percepción de si la demanda es débil o fuerte, dijo Kevin Norrish, director de investigación de commodities en Barclays.

Los inversionistas que sólo miran las importaciones de cobre refinado no ven el panorama completo, agregó Norrish.

Las compras también demuestran la disposición de los productores chinos de gastar tiempo, energía y dinero en la extracción del mineral de entre toneladas de arena y piedras.

El procesamiento de concentrados de oro no es una tarea fácil. En América del Norte, muchas plantas de fundición fueron cerradas y pocas nuevas entraron en operación como resultado de altos gastos de capital y regulaciones medioambientales más estrictas. El problema es el cianuro, que se usa para separar el oro del mineral de oro, el cual es tóxico para los humanos y el medio ambiente.

China es uno de los pocos países donde la capacidad de fundición está creciendo y ahora cuenta con una capacidad anual para procesar 600 toneladas de oro, superando el monto que produce internamente.

Además, ya que muchas embarcaciones de carga tienen que regresar vacías a China después de dejar sus exportaciones, los costos de transporte están en los niveles más bajos en más de un año.

China National Gold espera extraer más de 25 toneladas de oro en el transcurso de un pacto de 12 años con Coeur d'Alene Mines Corp., que opera la mina de Alaska.

"El gobierno chino tiene un plan muy estratégico con miras a sus futuras necesidades de recursos naturales", dijo Dennis Wheeler, presidente ejecutivo de Coeur d'Alene. Otras mineras chinas también buscan acuerdos similares.

Esta estrategia puede ayudar a China a protegerse contra alzas en los precios ocasionadas por sus propios incrementos en la demanda.

"China quiere más oro y comprarlo en forma concentrada podría ser una forma más fácil de adquirirlo sin perturbar el precio en el mercado del metal refinado", estima Rob McEwen, presidente ejecutivo de US Gold Corp. y fundador de Goldcorp Inc., la quinta minera a nivel global por producción.

Las importaciones de China han estado subiendo significativamente a medida que el banco central empezó a apuntalar sus reservas y el interés interno en la inversión en oro aumentó.En 2009, la demanda china de oro alcanzó las 442 toneladas, superior a su suministro de 411 toneladas. Esto sugiere una importación neta de 31 toneladas, según GFMS Ltd., una firma de consultoría en Londres.

Fuente: WSJ