2010/08/03

La Fed consideraría un ligero cambio de estrategia

Por Jon Hilsenrath

Los funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos probablemente considerarán una medida pequeña pero simbólica cuando se reúnan la próxima semana. Entre otras cosas, debatirán sobre si usar el efectivo que el banco central obtiene de bonos hipotecarios de pronto vencimiento para comprar más bonos, en vez de permitir que sus posiciones se reduzcan gradualmente.

El cambio indicaría una mayor preocupación sobre el panorama económico y podría, si el pronóstico de la Fed empeora, ser un precursor de medidas más importantes.

Tomar medidas para evitar que la cartera de US$2,3 billones (millones de millones) de la Fed se achique ayudaría a prevenir una ligera restricción de las condiciones financieras ante una recuperación que se debilita. El portafolio del banco central casi se ha triplicado desde 2007.

La compra de nuevos bonos con este flujo de dinero de bonos que vencen, proyectado en unos US$200.000 millones para 2011, sería una señal para los inversionistas y los mercados de que la Fed está buscando maneras de sostener el crecimiento económico. También podría ser un compromiso que facciones rivales en la Fed podrían apoyar, ya que los funcionarios discrepan sobre si, y cómo, responder a una recuperación débil.

Varios funcionarios de la facción antiinflacionaria en la Fed no están convencidos de que la economía se esté desa celerando de forma significativa y son reacios a tomar nuevas medidas. Mientras, otros están ansiosos por intervenir para hacer frente a las recientes señales de una ralentización y una tasa de desempleo persistentemente alta.

La Fed aún no está preparada para reanudar las compras a gran escala de valores respaldados por hipotecas o bonos del Tesoro de EE.UU. No obstante, mantienen abierta esa posibilidad si la economía empeorara. En general, los analistas independientes esperan que el Producto Interno Bruto real crezca a una tasa anual de cerca de 2,75% en el segundo semestre de 2010. Si el panorama se deteriorara y proyectaran un crecimiento por debajo de 2%, sería más probable que la Fed tomara cartas en el asunto.

En un discurso el lunes que fue más sombrío que su testimonio al Congreso de EE.UU. el mes pasado, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, dijo: "Tenemos un camino considerable por recorrer para lograr una recuperación completa en nuestra economía, y muchos estadounidenses aún luchan con el desempleo, las ejecuciones hipotecarias y los ahorros perdidos".

Que la Fed tome o no una medida la semana que viene dependerá en gran medida de los indicadores económicos, en particular el informe del gobierno sobre el mercado laboral, que será publicado el viernes. Desde la última reunión de la Fed en junio, las cifras del empleo y la confianza de los consumidores han sido débiles, pero las condiciones financieras en general han mejorado ligeramente a la par de un repunte de la bolsa.

Bernanke señaló el lunes que la Fed debe evitar subir las tasas de interés demasiado pronto e instó al gobierno a proceder con cautela en la reducción de gastos y la subida de los impuestos.

Hace unos meses, muchos inversionistas proyectaban que la Fed empezaría a elevar su meta para la tasa de interés de referencia para finales de este año; los mercados de futuros ahora indican que los corredores no prevén un alza hasta finales de 2011.

Bernanke puso de relieve lo que describió como el "maltrecho" estado de los presupuestos locales. "Muchos estados y localidades continúan enfrentando dificultades para mantener servicios esenciales y han recortado sus programas y plantillas laborales significativamente. Estos recortes han impuesto dificultades en jurisdicciones locales y también forman parte de la razón de la debilidad de la recuperación nacional".

La Fed se encuentra en una posición complicada. Como recalcó Bernanke, la inflación, ahora en cerca de 1%, probablemente estará por debajo de la meta no oficial del banco central de entre 1,5% y 2% en los próximos dos años, lo que despierta temores de una deflación. Se espera que el desempleo permanezca alto durante más tiempo. La Fed ha bajado las tasas de interés de corto plazo a casi cero y ha comprado unos US$1,7 billones en deuda del Tesoro y bonos hipotecarios para reducir las tasas de largo plazo. Las compras terminaron en marzo, y muchos funcionarios son renuentes a reanudarlas.

—Luca Di Leo y Mark Gongloff contribuyeron a este artículo.