2010/08/06

Las estelares calificaciones de crédito de Latinoamérica tienen espacio para mejorar, dice Moody's

Por Kejal Vyas, Kelly Nolan, Victoria McGrane and Jeff Bater

América Latina, que ya este año es el líder mundial en mejoras a las calificaciones crediticias, podría seguir progresando en lo que queda de 2010, señala Moody's Investors Service en una serie de nuevos informes que destacan el crecimiento cada vez más sólido de la región y la prudente gestión de deuda.

El informe destaca una tendencia observada de manera generalizada en el mundo en desarrollo -no sólo en Latinoamérica, sino también en países asiáticos emergentes- donde los crecientes mercados de consumo internos y los sólidos sistemas financieros han protegido a estas economías de lo peor de la crisis financiera global. Muchos de estos países ahora crecen más rápido que los mercados más maduros, y lo hacen con déficits muy bajos.

"Los sólidos sistemas financieros se tradujeron en que no hubo necesidad de grandes rescates", señala Moody's que menciona que los déficits gubernamentales sólo subieron en promedio un 3% durante 2009, "y esperamos que caigan este año".

Moody's ya realizó este año seis mejoras en las calificaciones de la deuda soberana de América Latina -la mayor cantidad de cualquier región del mundo- y tres países cuentan con perspectivas positivas, lo que sugiere que nuevas mejoras son probables en el corto plazo. Uruguay, Bolivia y Paraguay, cuyas calificaciones siguen en terreno especulativo, están en la lista para posibles mejoras. Los dos últimos se están beneficiando de una disminución de la agitación política y un mayor crecimiento económico, lo que reduce los riesgos.

Las seis mejoras incluyen a Jamaica, República Dominicana, Nicaragua, Guatemala, Panamá y Chile. Los dos últimos países cuentan con una calificación de grado de inversión. Panamá tiene una calificación Baa3 y Chile Aa3.

La agencia crediticia también destacó que han mejorado las opciones de financiamiento para la región. Mientras varios países menores lograron reducir su carga de deuda, incluso los más grandes como México, Brasil y Colombia, que tienen necesidades de financiamiento cercanas al 8% del producto interno bruto, no están bajo presión debido al crecimiento de sus mercados locales de deuda, lo que reduce la necesidad de financiamiento externo. En promedio, las necesidades de financiamiento de los países de la región son inferiores al 5% del PIB para 2010.

"Los Gobiernos de la región obtienen cada vez más financiamiento local, en su propia moneda, con rendimientos a más largo plazo, y con un menor riesgo de refinanciamiento", señala Moody's.

Los inversionistas en renta fija han estado ansiosos de expandir su exposición a esta parte del mundo. Este año ingresaron alrededor de US$20.000 millones a fondos de bonos de mercados emergentes, monto que ya representa un máximo histórico, señaló EPFR Global.

Como resultado, los rendimientos de la deuda de mercados emergentes cayeron a mínimos históricos. El rendimiento promedio en el Índice Global de Bonos de Mercados Emergentes de J.P. Morgan se ha mantenido en torno al 6%, e incluso cayó bajo ese nivel por primera vez en las últimas semanas.

Los países de mercados emergentes han podido recurrir a los mercados internacionales de capital con rendimientos mínimos históricos. Brasil, por ejemplo, recaudó hace poco US$759 millones en una reapertura de sus bonos existentes que vencen en 2021 con un rendimiento del 4,547%, un mínimo histórico.

Fuente: WSJ