2011/09/19

El contagio de la crisis beneficiaría al dólar

Por Nicholas Hastings

LONDRES (Dow Jones)--El contagio se está extendiendo por todo el mundo y el beneficiado será el dólar.

Por primera vez existen señales de que los inversionistas internacionales se están retirando de algunos mercados asiáticos y emergentes donde alguna vez se sintieron cómodos.

Las monedas tradicionales de alto riesgo han caído en desgracia desde hace bastante tiempo a medida que aumentan los temores sobre la crisis de la deuda en la eurozona y sobre los riesgos de otra recesión mundial.

Pero ahora, la percepción del mercado parece haber llegado a una fase nueva y más intensa.

Economías que alguna vez fueron consideradas inmunes, en especial al riesgo de una cesación de pagos en la eurozona, ahora son evitadas a medida que un número mayor de inversionistas se retiran en busca de la seguridad que ofrece el dólar.

La moneda estadounidense ya está mostrando los beneficios de estos flujos. El índice del dólar subió sobre el nivel de 77 luego de ubicarse bajo 74,50 al comienzos del mes.

En cambio, monedas como el dólar australiano han experimentado ventas pese a representar a economías que hace no mucho tiempo eran consideradas atractivas para los inversionistas.

Esta semana generó más cambios para otras áreas en Asia. La rupia de Indonesia y el won de Corea del Sur, que alguna vez fueron los pilares del auge económico asiático, se han visto perjudicadas a medida que aumenta el nerviosismo entre los inversionistas internacionales.

Mucho de esto se debe a una menor confianza en la capacidad de la eurozona de evitar que Grecia declare una cesación de pagos de su deuda, que los bancos de la eurozona sean golpeados por el contagio y que las economías de la eurozona caigan en una recesión.

Pese a los continuos esfuerzos de la canciller alemana, Angela Merkel, por disipar la noción de una cesación de pagos, los países alrededor del mundo ya están analizando las repercusiones que tendría para ellos el fin del euro en su estado actual.

La comprensión de los riesgos que se avecinan se produjo tras la reciente rebaja de las calificaciones crediticias de dos importantes bancos franceses, Société Générale SA y Crédit Agricole SA, por parte de Moody's Investors Service Inc., junto a la caída sostenida de los precios de las acciones de los bancos europeos.

Aunque los políticos en la eurozona han tratado de ganar tiempo para permitir que los bancos europeos se recapitalicen y se protejan de lo que ahora se considera como una cesación de pagos inevitable, parecería ser que el tiempo se está agotando.

Durante las próximas semanas, Grecia probablemente demostrará que la imposición de nuevas medidas de austeridad se ha vuelto algo políticamente imposible, y Merkel posiblemente encontrará que el respaldo político para sus rescates ha llegado a un límite.

En otras palabras, una reestructuración de la deuda griega -o dicho de otra forma: una cesación de pagos- sería inevitable.

En momentos en que los propios miembros de la eurozona se apuran a implementar planes de contingencia, y en que pocos saben qué significará esto para el euro, para los bancos europeos y para las economías de la zona euro en general, no es sorpresivo que la comunidad internacional de inversionistas haya comenzado a asustarse.

Una recesión en Europa, en donde las economías están realineadas bajo un nuevo orden, difícilmente será una buena noticia para la economía mundial, y muchos mercados asiáticos y emergentes dejarán de ser considerados una apuesta segura como lo fueron alguna vez.