2010/12/02

Italia y España piden acciones más decisivas

Por Santiago Pérez, Brian Blackstone y Stephen Fidler

España e Italia, los países que junto a Portugal parecen correr un mayor riesgo de ser envueltos en la crisis de deuda cada vez más profunda de la zona euro, encabezan un intento de impulsar medidas más decisivas por parte del Banco Central Europeo para impedir que la agitación se extienda aún más.

Un plan de rescate de 67.500 millones de euros (US$88.180 millones) para Irlanda que firmaron el domingo los gobiernos de la Unión Europea no ofreció un respiro, y terminó con las esperanzas de los líderes europeos. Desde entonces, los costos de endeudamiento aumentaron significativamente para los tres países.

El miércoles, sin embargo, las presiones del mercado cedieron en medio de expectativas de que el BCE daría un analgésico a los inversionistas al anunciar hoy jueves una expansión de su programa de compra de bonos, como piden los gobiernos.

Los encargados de diseñar las políticas europeas no presionaron abiertamente al BCE, al reconocer que esto en un banco central notoriamente celoso de su independencia podía traer consecuencias no deseadas.

Olli Rehn, el comisario de Política Monetaria y Económica de la Unión Europea, indicó el miércoles que no era "clarividente" sobre lo que haría el BCE pero indicó que tenía confianza en que sus acciones, junto a otras medidas, "podrían brindar una base segura para la continuación de acciones de estabilización".

Aunque no hizo comentarios sobre la reunión, la ministra de Finanzas francesa, Christine Lagarde, les dijo a reporteros en París: "Estoy encantada con el rol extremadamente activo que está jugando el BCE junto a nosotros". Sostuvo: "Los europeos... claramente están decididos y comprometidos a defender su moneda y su zona monetaria". En privado, Italia, España y Portugal han ejercido presión por acciones fuertes y decisivas por parte del banco central, indicaron funcionarios.

En un intento por impulsar el argumento de que Madrid tiene serias intenciones de poner en orden sus finanzas, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, adelantó el miércoles los planes de vender activos valorados en hasta 14.000 millones de euros, incluidas las privatizaciones de los dos aeropuertos más importantes del país y una participación de 30% en la lotería nacional, así como la cancelación de un beneficio de desempleo de largo plazo.

Las autoridades italianas expresaron su preocupación ante el aumento de los diferenciales de los bonos italianos, al decir que los ataques especulativos no tienen nada que ver con los fundamentos económicos del país, que según dice son sólidos. Como consecuencia, crece el consenso de que la forma de calmar a los mercados es con medidas firmes del BCE, indicó un funcionario del gobierno.

En Alemania, cuyo apoyo financiero a los rescates encabezados por la UE es clave para resolver la crisis de deuda, la oposición a una expansión enérgica del programa es sólida y podría ser un factor que mine la clase de medidas que buscan España e Italia.

Axel Weber, el gobernador del banco central alemán, ha sido el oponente más activo al programa de compra de bonos del BCE, al decir que borra la división entre la política fiscal y la monetaria. Funcionarios de finanzas alemanes criticaron ampliamente la reciente expansión por parte de la Reserva Federal de EE.UU. de sus compras de bonos del gobierno.

Fuente: WSJ