2010/12/03

El BCE redobla compra de bonos soberanos

Por Brian Blackstone

FRÁNCFORT—El Banco Central Europeo (BCE) redobló sus esfuerzos para apuntalar los mercados de crédito de los países de la zona euro a través de compras de bonos soberanos mientras que al mismo tiempo resistió la presión para tomar medidas aún más audaces para controlar la crisis de deuda de la región.

El presidente del banco, Jean-Claude Trichet, rechazó pedidos de algunos economistas y de funcionarios europeos para que el banco central intervenga en los mercados a gran escala y a cambio hizo un llamado a los gobiernos para que incrementen su propia capacidad de hacer rescates. Además, sugirió a los líderes europeos que quizás necesiten considerar un incremento del tamaño del fondo de rescate de la región que hoy es de 750.000 millones de euros (US$985.300 millones). "Llamamos a todas las autoridades a estar a la altura de sus responsabilidades", dijo.

Sin embargo, Trichet repitió que el BCE está listo para hacer uso de su programa de compra de bonos creado hace siete meses para apoyar a los miembros más débiles de la zona euro. Los operadores reportaron que el banco estaba activamente comprando títulos de deuda de Irlanda y Portugal.

"Estamos constantemente alerta, estamos constantemente mirando la situación de los mercados y de la gravedad de las tensiones", agregó Trichet.

La noticia sobre la intervención del banco impulsó al euro así como la deuda de los países periféricos, a pesar de que en un principio los inversionistas se decepcionaron porque no se adoptaron medidas más robustas.

El BCE ha comprado alrededor de 67.000 millones de euros de deuda (alrededor de US$87,470 millones) desde mayo. El banco difunde la escala de sus compras una vez por semana pero no provee información detallada sobre los países.

Trichet, hablando en una conferencia de prensa luego de la reunión mensual del banco, también confirmó que el BCE extenderá préstamos ilimitados a bancos comerciales durante el primer trimestre de 2011. Los créditos son un salvavidas para las entidades en dificultades en la periferia de Europa, particularmente en Irlanda.

Los funcionarios, como se esperaba, dejaron la tasa de referencia del banco sin cambios en 1%, nivel en el que se espera permanezca hasta bien entrado 2011.

Los mercados han estado sobresaltados en las últimas semanas en medio de señales de que la crisis de la zona euro está saltando de un país de la periferia al próximo. Los inversionistas se preocupan ante la posibilidad de que en ausencia de acciones más audaces por parte de los líderes de la Unión Europea y del BCE, el contagio podría llegar a España e Italia, dos de las economías más grandes de la región.

La negativa del BCE a hacer grandes compras de activos lo diferencia de otros bancos centrales como la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra, cada uno de los cuales ha comprado grandes cantidades de bonos para mantener las tasas de interés bajas y para impulsar el crecimiento. Trichet dijo que el BCE no se está embarcando en ese tipo de política, conocida como "relajamiento cuantitativo", porque absorbe cantidades iguales de dinero de los bancos cuando compra bonos para mantener la oferta constante de efectivo.

El BCE defiende con energía su independencia y cualquier gran anuncio de compra de bonos podría haber sido interpretado como que había cedido a la presión política.

A pesar de la voluntad del BCE de mantener las medidas de emergencia vigentes, el mensaje de Trichet a los gobiernos y a los mercados financieros fue claro: la solución de los problemas fiscales europeos está en manos de los gobiernos, no del BCE.

Fuente: WSJ